Woody Allen contrata un guardia urbano para la película que rueda en Roma
El director homenajea a Alberto Sordi y da un papel a un urbano real | El cineasta pasa el verano en la capital italiana, donde rueda su nuevo filme, 'The Bop Decameron'
A Woody Allen no le incomoda el caos romano. Al contrario, lo ha incorporado al guión de su última película y, de paso, rinde así homenaje a uno de los mitos del país anfitrión, Alberto Sordi. El cineasta estadounidense decidió la semana pasada, tras observar a un guardia urbano dirigir el tráfico infernal en la céntrica plaza de Venecia, ofrecer al agente municipal un papel en The Bob Decameron, el filme que este verano rueda en la capital italiana.
El rodaje de la escena, el pasado jueves, evocó de inmediato el recuerdo de dos películas protagonizadas por Sordi en las que éste también hace de urbano. La primera fue Guardias de Roma (1956), de Mauro Bolognini, y la segunda, que en italiano se llamaba Il vigile, fue traducida en España como El alcalde, el guardia y la jirafita (1960). Ésta última, de Luigi Zampa, estaba inspirada en un hecho real (el hijo del guardia salva de ahogarse al hijo de un concejal). Contaba con la presencia de Vittorio de Sica, Sylva Koscina y Marisa Merlini.
El urbano escogido por Allen se llama Pierluigi Marchionne, de 38 años, quien no salía de su asombro por la oportunidad que le ha deparado el destino. Mientras se filmaba la escena, Allen le gritó que se olvidara del guión, que no se empeñara en seguirlo al pie de la letra y que se dejara llevar por su instinto natural. "Me escogieron porque sé bien el inglés y no necesito traductor", declaró Marchione a la prensa italiana. Se sabe que el urbano actuará como una especie de narrador, como hilo conductor de cuatro historias que se entrelazan en la película. Marchione se deshizo en elogios hacia Allen. "Un mito, un gran intelectual del cine, adoro todas sus películas", dijo.
El episodio del guardia urbano dio aún más visibilidad al rodaje de The Bop Decameron, en cuyo reparto figuran Penélope Cruz, Roberto Benigni y Ornella Muti. La presencia de Allen en Roma es seguida hasta los más ínfimos detalles. El genio neoyorquino fue agasajado por el presidente de la República, el octogenario Giorgio Napolitano. Allen se saltó por completo el protocolo y se presentó en el palacio del Quirinal en mangas de camisa.
Algunas noches el director ha tocado el clarinete en el Open Colonna, un restaurante gourmet. Según su chef, Antonello Colonna, Allen llegó al local solo, con un gorro verde, y tras salir del ascensor hizo un saludo que no quedaría mal en sus filmes: "Buenas noches, soy Woody Allen. ¿Dónde está mi banda?".
El realizador se aloja en un hotel del barrio de Parioli, delante del parque de Villa Borghese. La suite que ocupa con su esposa, Soon Yi, está equipada con una cocina. Se dice que, entre fiesta y fiesta, entre cena y cena en los mejores restaurantes romanos, la mujer va a comprar al supermercado y le prepara algo sencillo a Allen que le haga sentirse como en su casa de Nueva York.
No hay comentarios:
Publicar un comentario