viernes, 22 de julio de 2011

Saramago en México.

Sentiría orgullo de ver las fotos de sus abuelos analfabetos en San Ildefonso: Pilar del Río

Abrirá UNAM exposición sobre la intensa relación de José Saramago con México
Por primera vez, se verá aquí la muestra más completa alusiva a su trayectoria

“La novela que dejó inconclusa se publicará; será un aldabonazo a las conciencias”, adelanta su viuda


Madrid, 21 de julio. “Para Saramago hubiera sido un orgullo y una alegría enorme ver colgadas las fotos de sus abuelos analfabetos en las paredes del Antiguo Colegio de San Ildefonso de la ciudad de México”, señaló Pilar del Río, compañera, traductora y presidenta del consejo de administración de la Fundación José Saramago.

Respecto de la exposición José Saramago: la consistencia de los sueños, Del Río explicó que habrá muchas y grandes novedades en contraste con la que se montó en 2007 –que sólo se pudo ver en España, Portugal y Brasil–, ya que se expondrán documentos inéditos sobre sus últimos días, así como objetos y textos sobre su intensa relación con México.

El próximo sábado, en el Centro Histórico de la ciudad de México, se podrá ver por primera vez la muestra más completa sobre la trayectoria vital, literaria y política del Nobel de Literatura portugués y uno de los intelectuales más influyentes y comprometidos del siglo XX.

Ahí estarán las fotografías de sus abuelos analfabetos, “pero muy sabios” –como solía insistir Saramago–, sus credenciales de los primeros años de escuela, sus primeros pasos en su pueblo natal, Azinhaga.

“Las otras veces que la muestra ha podido verse, ya sea en España, Brasil o Portugal, para nuestra suerte, la de los que nos consideramos saramaguianos, era una exposición abierta, con futuro. Ahora está el final de Saramago, sus últimos libros, su muerte. Lo que queda abierto es lo que vamos a hacer nosotros con sus libros y su memoria.

“Tengo la impresión de que hacemos justicia al ser humano que pensó, escribió, se nos entregó cada día sin guardarse nada. Porque, y eso se documenta en la exposición, la generosidad de Saramago sólo es comparable con su capacidad de amar. Y su necesidad de ser querido”, señaló Pilar del Río en entrevista con La Jornada.

Compromiso con el zapatismo

En la exposición, aunque no de forma específica, también se podrá ver la intensa relación de Saramago con México; su compromiso indeclinable con las causas del zapatismo, sus viajes a la selva Lacandona, sus críticas primero al régimen priísta y después, con la misma virulencia, los efectos de las políticas conservadoras de los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón.

“México estaba tan presente que aparece siempre en relación con José”, explicó Del Río.

La compañera de Saramago también es una de las principales impulsoras de su legado literario, su pensamiento, sus ideas, su compromiso vital. Por eso cree importante que también esté la postura crítica que siempre mantuvo hacia el poder, hacia un sistema que él como el “comunista libertario” que siempre fue, veía con recelo por las desigualdades estructurales que generaba.

Fotografía de José Saramago, ca. 1974Foto Archivo Fundación José Saramago
“Cuando habla de que esta democracia es una mierda, por ejemplo. Y no es que Saramago no fuera demócrata, es que quería más democracia. Lo que pasa es que él no atribuía todos los males del mundo al poder. Porque para que el poder corrompa tiene que haber quien se deje corromper.

“Saramago esperaba poco del poder, como quedó claro en su libro Ensayo sobre la lucidez, en quienes tenía depositadas sus esperanzas era en los ciudadanos, que algún día tendrían que reaccionar ante tantos abusos, atropellos, crímenes. Él decía que no había una crisis económica, sino moral, y ante este crimen contra la humanidad que es la crisis, sólo podría haber una insurrección moral de las personas. Que están machacadas, sin trabajo, con mil problemas, pero que necesitan tomar las riendas de sus vidas y decir al poder si quieren seguir siendo siempre pobres y víctimas, o si eso ya se ha acabado.”

Pensar en las armas

Del Río reconoció que a Saramago le hubiera emocionado mucho ver la exposición en un sitio tan sobrio y hermoso como San Ildefonso: “Lo conocía y no sabes qué dolor siento de que no pueda ver la exposición... Sería un orgullo, una alegría tan grande para él ver a sus abuelos analfabetos colocados en un lugar tan impresionante”.

La compañera de Saramago adelantó que sí se publicará la novela que dejó inconclusa y que, otra coincidencia con México, habla precisamente de uno de los fenómenos que más afectan a nuestro país: la violencia desatada y enquistada en gran medida por el flujo del tráfico de armas.

“Se publicará, pero no este año. Se pretende que además de un hecho literario sea un hecho moral. Es un tema que en México es especialmente sensible: las armas. Saramago se enfrentó a ese asunto en los últimos meses de su vida. Y cuando esas páginas aparezcan, tiene que ser de tal manera que todos nos pongamos a pensar. Insisto: tiene que ser un aldabonazo en las conciencias. Si no, no hubiera merecido la pena el esfuerzo que hizo, sabiendo que se iba a morir, al abordar ese trabajo. Y con la profundidad, la perspectiva ética, la agilidad con que lo hizo... Quiero que todo mundo conozca estas páginas, pero de la mejor manera.”

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