El primer ministro griego, dispuesto a dimitir para dejar paso a un Gobierno de unidad nacional
Papandreu responde al líder de la oposición que solo abandonará el puesto si ambos llegan a una serie de acuerdos sobre los cambios que necesita el país.- Hoy se había convocado la tercera huelga general del año
El primer ministro griego, George Papandreu, ha respondido hoy a la petición que ha hecho el líder de los conservadores, Antonis Samaras, para que dimita. Según una fuente del Gobierno griego citada por Reuters, "el primer ministro ha hablado hoy con Samaras y le ha propuesto que si los dos llegan a un acuerdo dentro de un marco específico de compromisos de cambio en el país y en el sistema político, así como en asuntos específicos, estaría dispuesto a dimitir" para dar paso a un Gobierno de unidad nacional.
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Cientos de trabajadores griegos se manifiestan, en la tercera huelga general del año, por el centro de Atenas para protestar contra los planes de austeridad del Gobierno.-
La pelota está ahora en el tejado del líder conservador. La condición principal que pone Samaras es renegociar el nuevo programa de ajuste económico para los años 2012-2015, que se ha debatido hoy por los diputados y que tiene que aprobarse antes del 29 de junio, una condición impuesta por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional para que se formalice la entrega del siguiente trama de ayuda a Grecia.
Samaras, además, exige que en el nuevo Gobierno Papandreu no sea primer ministro y aboga además por un adelanto electoral.
Papandreu tiene previsto dirigirse hoy a los ciudadanos por la televisión a última hora de la tarde.
Este nuevo episodio de la crisis griega se produce el mismo día en el que la policía ha detenido a unas 40 personas tras los enfrentamientos registrados esta mañana en el centro de Atenas, donde se han congregado miles de manifestantes para protestar contra los planes de austeridad del Gobierno. Decenas de miles de personas han secundado los llamamientos para protestar ante el Parlamento, en la plaza Syntagma, en donde hoy se iba a votar un nuevo e impopular paquete de medidas de ahorro, en el marco de la tercera huelga general convocada en Grecia en lo que va de año.
Unos 1.500 policías se han desplegado en la zona y han levantado barricadas de dos metros para crear un pasillo a través del cual los parlamentarios pudieran acceder al Parlamento. Las manifestaciones convocadas por los sindicatos mayoritarios finalizaron de forma pacífica pero a continuación un grupo de incontrolados comenzó a arrojar a los agentes piedras y yogur, y en algunos casos también lanzaron cócteles molotov. Las fuerzas de seguridad utilizaron gas lacrimógeno contra ellos.
Otros activistas lanzaron naranjas contra el coche que transportaba al ministro griego, George Papandreu, según han informado fuentes policiales a Reuters, que también han explicado que varios grupos de manifestantes se han enfrentado entre sí.
El primer balance transmitido por la policía cifra en 40 el número de detenidos e informa también de que una persona ha resultado herida, aunque estos números podrían aumentar a lo largo del día, especialmente después de que parte de los manifestantes hayan intentado asaltar el Ministerio de Economía y otros edificios oficiales contra los que han lanzado artefactos incendiarios.
La huelga paraliza la circulación de trenes y barcos y afecta también a la prensa, pues se han sumado a ella los periodistas de todos los medios. Permanecen también cerrados los bancos, los ministerios, los servicios al público, las guarderías infantiles y las empresas estatales en vías de privatización. Los hospitales públicos atenderán únicamente casos de emergencia, los medios de transporte urbano harán paros por algunas horas y el comercio en Atenas cerrará tres horas al mediodía.
La excepción está vez son las aerolíneas y los aeropuertos, que funcionarán normalmente, permitiendo los vuelos para no afectar al turismo, y un par de portales informativos en el ciberespacio que en los últimos meses suelen informar en directo de lo que ocurre en las manifestaciones.
Los griegos protestan así contra la implementación de un paquete adicional de medidas de austeridad del que depende que el país continúe recibiendo ayuda de la Unión Europea (UE) y del Fondo Monetario Internacional (FMI) para evitar la quiebra. El nuevo paquete de medidas prevé un ahorro inmediato de 6.500 millones de euros gracias a un recorte de gastos y a una reforma fiscal. Además, prevé que nuevos pasos permitan ahorrar un total de 28.000 millones de euros para el año 2015 y proyecta un plan de privatizaciones de 50.000 millones de euros.
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