La revista New York dedica su último y polémico reportaje de portada a las madres primerizas que han cumplido medio siglo. Y lo ilustra con una foto que imita a la ya legendaria imagen de Demi Moore embarazada, esta vez con una mujer que supera los 50.
Portada de la revista New York
El artículo empieza con la historia de John Ross y Ann Maloney. Cuando se conocieron él tenía 54 y ella 47. Ninguno de los dos había formado la familia que deseaba. Ella por culpa de un primer matrimonio infeliz y un tardío cambio de carrera (del interiorismo a la psiquiatría) que requirió años de universidad, prácticas y una mudanza de Texas a Nueva York. Cuando conoció a su actual marido sentía que por fin estaba preparada, así que acudieron a una donante y con sus óvulos, el vientre de Ann y el esperma de John se obró el “milagro”. Tres años después lo repitieron, esta vez con hormonas para luchar contra la menopausia. La pareja tiene hoy dos hijas de 10 y siete años, Isabella y Lily (que nació cuando su madre tenía 52 años).
John Ross (66 años) y Ann Maloney (60), con sus hijas Isabella y Lily
En Occidente se está disparando la edad de las madres primerizas. Según este artículo de New York Magazine, en 2008 (el año más reciente con datos fiables del Centro para el Control de Enfermedades de EE.UU.), en ese país nacieron unos 8.000 bebés de mujeres con más de 45 años. De ellas, 541 tenían más de 50. Lo mismo ocurre con las adopciones: casi un cuarto de los niños adoptados en Estados Unidos tiene progenitores que superan los 45 años. Según varios estudios nombrados por la autora del reportaje, Lisa Miller, los padres mayores (tanto que le dan la vuelta a la menopausia) crían niños tan sanos y felices como los que crecen junto a parejas más jóvenes.
Claro que también está el caso contrario: según la esperanza de vida en los países ricos, un niño que nace cuando sus padres tienen 50 perderá a su padre a los 25 y a su madre a los 30. Y crecerá con la constante preocupación de que sus progenitores son mucho más mayores que los de sus compañeros. Monica Morris, socióloga, entrevistó a 22 de estos menores para su libro “Last Chance Children”. Una de ellas confesó cómo de pequeña estaba “horrorizada” con la idea de que su madre pudiera morir, así que cada noche iba a la puerta de su habitación para comprobar que respiraba.
Kate Garros tuvo a sus gemelos a los 53 con su segundo marido a través de la donación de óvulos
Fiona Palin empezó a intentar quedarse embarazada a los 38. Pasó por infinitos tratamientos y tres abortos (el último, embarazada de trillizos) que la sumieron en una profunda depresión durante años. El pasado agosto ella y su marido, de 63, quemaron el último cartucho: un embrión congelado desde 2002. “Pensé que jamás funcionaría”, reconoce Fiona, que se enteró de su embarazo en el baño de un supermercado de Los Ángeles, donde se hizo un test de orina. “Grité y a lloré como una histérica. Si alguien me hubiera escuchado habría llamado a seguridad”.
Fiona Palin, de 49 años, con su hija de cinco meses
El debate es infinito en este tema que tiene tantas aristas como sentimientos. Y las conclusiones, muchas, aunque la de esta autora es básicamente una: “He aquí el punto final: la gente que tiene hijos a los 50 -ya sean gays o heterosexuales, casados, en pareja o solteros- suelen ser ricos”, insiste la periodista. “La media de un tratamiento con donación de óvulos cuesta 18.000 euros, aunque puede subir hasta los 26.000 si la donante es una joven educada en una universidad de élite. Un vientre de alquiler llega a los 81.000 euros, mientras que la adopción está entre 15.000 y 30.000 euros”. Pues eso…
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