jueves, 29 de septiembre de 2011

Jackson, Lo vieron morir sus hijos.

Más testigos de la acusación suben al estrado
El guardaespaldas de Michael Jackson relata como testigo que los hijos del cantante le vieron morir


Diario de un juicio, el que se desarrolla contra el médico personal de Michael Jackson, Conrad Murray, en Los Ángeles, y que ya ha entrado en su tercer día. Si el primero aportó una foto para la historia de los mitos que lo son porque mueren pronto; el segundo introdujo el elemento que no deja seco ni un solo ojo entre los jurados: los niños, los hijos del fallecido, sobre quienes los testigos de esa jornada aseguraron que vieron a su padre morir entre gritos histéricos de pánico y deconcierto por no saber qué estaba pasando.

El tercer día de sesión en la Corte Superior de Los Ángeles se ha iniciado con la subida al estrado de Alberto Álvarez, guardaespaldas -o como él se hace llamar, director logístico del astro de la música-, persona a la que recurrió el doctor Murray cuando se encontró a Jackson desmayado sobre el suelo y no respondía a los masajes cardiacos que le efectuaba. El día promete titulares para los cientos de medios que cubren el caso ya que, de momento, Álvarez ha declarado que Murray le pidió ayuda para deshacerse de las ingentes cantidades que existían en el hogar de la estrella de propofol -el anestésico responsable de su muerte, que Jackson utilizaba para dormir-.

El guardaespaldas también ha relatado a preguntas del fiscal que el doctor Murray le gritó que se llevara en una bolsa todas las agujas y tubos y sondas con las que se pinchaba a Jackson antes incluso de efectuar la llamada a los servicios de emergencia para que mandaran una ambulancia, llamada que hizo con una mano mientras que con la otra aplicaba un masaje cardiorespiratorio al Rey del Pop.

El empleado de Jackson ha descrito al detalle la escena donde encontró la muerte de Jackson. Entre algunas de las declaraciones más impactantes está la del momento en que Paris y Prince -hijos del artista- entraron en el cuarto y al ver el caótico escenario comenzaron a gritar "¡papi, papi!". "No os preocupéis, yo me hago cargo, tranquilos, todo va a estar bien", les dijo Alvarez a los niños. No fue así, Jackson ya no respiraba y más tarde se le certificaría la muerte. Tan rápido murió que no tuvo tiempo de cerrar los ojos.

Tras Álvarez testificarán Richard Senneff y Martin Blount, los médicos de urgencias que primero llegaron a la escena y que consideran que el doctor Murray les ocultó información de importancia vital para haber salvado la vida al autor de Thriller.

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