Barcelona sin corridas de toros.

Celebra Barcelona su última corrida de toros
Este domingo se realizó la última corrida de toros en el histórico recinto de La Monumental tras prohibirse el espectáculo en toda Cataluña.



Barcelona. Los fanáticos y los opositores a las corridas de toros coparon las calles de Barcelona, donde este domingo se realizó la última corrida en el principal estadio de la ciudad luego de que se prohibiera el espectáculo en toda Cataluña.

Los 20 mil asientos del histórico recinto de La Monumental se agotaron con semanas de anticipación para ver el evento, en el cual el principal torero español de la actualidad, José Tomás, y otros dos diestros, protagonizaron la última corrida.

Los revendedores cobraban mil 600 euros, tres veces más de lo que valían en taquillas, por las entradas más cercanas a la arena.

Una multitud también llenó los bares que rodean a La Monumental. Muchos iban vestidos como si fueran a una fiesta de gala. Los fanáticos -muchos de ellos llegados desde el exterior- lamentaron la prohibición, diciendo que iba contra una tradición centenaria y que violaba las libertades individuales.

"Esto es como una dictadura. No hacemos nada malo a nadie y nos prohíben tener este espectáculo de 300 años. Y en Barcelona, donde solía haber tres plazas de toros", dijo Josep Navarro, un hombre de 60 años.

En la otra vereda, los detractores celebraban su victoria y dijeron que seguirían haciendo campaña para que la medida llegue a otras regiones del país.

Muchos protestaban fuera de la Plaza de Toros, con carteles en los que podían leerse las siglas "QEPD" en letras rojo sangre, bajo la atenta mirada de la policía.

"Es una pequeña victoria, pero el hecho de que todavía esto siga en el resto de España (...) no me hace feliz. Estoy aquí porque seis animales van a ser torturados hoy", dijo un opositor a las corridas, que se identificó como Luis.

La ley que prohíbe la tauromaquia en Cataluña fue aprobada por el parlamento regional en julio del año pasado, a pedido de los ciudadanos.

Si bien la iniciativa fue liderada por defensores de los derechos de los animales, muchos la ven como un intento de Cataluña por diferenciarse de una tradición muy arraigada en la cultura española.