Disturbios en Barcelona.

Más de 275.000 personas se manifiestan por el centro de Barcelona
Una marea humana toma el paseo de Gràcia convocada por CC OO y UGT
Grupos violentos queman contenedores y rompen cristales en Pau Claris y plaza Catalunya
El centro de la ciudad se ha cortado totalmente al tráfico
42 personas detenidas en toda Cataluña, según Interior


Más de 275.000 personas han participado en la gran manifestación convocada por los sindicatos mayoritarios, CC OO y UGT, por el centro de Barcelona, según cálculos realizados por este diario, sin que se hayan producido incidentes remarcables durante el recorrido. Frente a la normalidad de esta manifestación, grupos de manifestantes violentos se han concentrado en la plaza de Urquinaona, al final de la otra protesta que ha recorrido la ciudad, convocada por CGT y CNT, en la que se han viviendo momentos de auténtica tensión con la quema de contenedores, roturas de lunas de escaparates de entidades bancarias y comercios, que han sido respondidos por cargas de los mossos.

Las dos manifestaciones han sido masivas, con ciudadanos de todas las edades y familias enteras. La primera de las marchas en salir ha sido la convocada por los sindicatos CGT y CNT, que ha superado las previsiones de los organizadores y han optado por bajar por Pau Claris. Durante la marcha el ambiente se ha ido caldeando y han comenzado los incidentes, como la quema de contenedores en las esquinas de la calle con las calles de Provença, Mallorca, Valencia y Aragó y la rotura de cristales de establecimientos comerciales y entidades bancarias como el Banc de Sabadell o La Caixa. En el caso de la Aseguradora Santalucía incluso se han producido un pequeño incendio en su interior. Cuando la manifestación ha llegado a la calle de Fontanella, camino de Plaça de Catalunya, un grupo de manifestantes violentos ha respondido con lanzamiento de botellas y piedras a la carga de los mossos de pelotas de gomas. También han accedido al interior del centro comercial de El Corte Inglés tras romper los escaparates.

Los incidentes han continuado en Ronda de Sant Pere y Plaza Urquinaona, de tal forma que los graves altercados se han apoderado del centro de Barcelona. En estos momentos el Starbucks Coffee de Urquinaona le han prendido fuego tras romper los cristales y lanzar a la calle los productos del comercio. Los mossos han disparado botes de humo que dificultan la respiración y tienen también efectos lacrimógenos, mientras los violentos les han respondido con una lluvia de adoquines.

La convocatoria del paseo de Gràcia es la de los sindicatos CC OO, UGT y USOC, que han cifrado la participación en 800.000 personas, mientras que la guardia urbana los ha rebajado a 80.000. Aunque la manifestación debía arrancar a las seis de la tarde, desde media hora antes el paseo de Gràcia, tanto los carriles centrales como los laterales, están ocupados por una marea humana. Predominan los carteles contra la reforma laboral y las nuevas normas que introduce, y también contra los recortes del Gobierno catalán. "No queremos pagar lo que otros robaron" o "Más que una reforma, es un golpe de estado", rezan dos de las pancartas.

En la marcha hay ciudadanos que han secundado la huelga, pero también muchos que no. Unos explican que no han hecho huelga por miedo a represalias en sus empresas; otros porque con sus sueldos no se pueden permitir los entre 70 y 120 euros que les descontarían de la nómina si se hubieran sumado al paro. Es el caso de Begoña Corral (55 años) y Maribel Magente (32), ambas camareras de piso. "No he hecho huelga porque no me lo puedo permitir, pero si hubiera que salir cada tarde, saldríamos", manifiesta Corral: "Llevo 17 años en el mismo trabajo y asisto día a día a la pérdida de mis derechos, ¿qué harán, echarme por cuatro duros cuando ya nadie me vaya a contratar?", pregunta.

En la marcha de Barcelona también hay perfiles insólitos: como los comerciantes. Mercè Noguerol, propietaria de una mercería de barrio, ha acudido con un cartel que reza "Hoy he cerrado la botiga, pero sin clase media la tendré que cerrar mañana". Noguerol cuenta que los vendedores del mercado de su barrio, El Clot, decidieron anoche no abrir. Algo insólito.

El eje formado por el paseo de Gràcia y la calle de Balmes, además de por las calles perpendiculares que cruzan ambas vías, ha sido escenario esta mañana de enfrentamientos entre la policía y los manifestantes llegados de varios barrios de la ciudad. Decenas de furgonetas de los antidisturbios han tomado el Eixample y han transitado a gran velocidad tratando de sofocar los focos de incidentes que se iban produciendo e impedir los numerosos cortes de tráfico y destrozos producidos en entidades financieras por parte de grupos violentos con la cara tapada. Las cargas policiales y los incendios en contenedores se han ido sucediendo en las dos últimas horas en puntos como los Jardinets de Gràcia, la esquina de Balmes con Còrsega, frente a la Pedrera, y la de Aragó con paseo de Gràcia.

Los incidentes han coincidido con la llegada a la parte alta del paseo de Gràcia de los piquetes de los barrios de la periferia y la zona alta de la ciudad, que ha derivado en la quema de contenedores. A partir de ahí y durante dos horas se han sucedido pequeñas cargas policiales cada vez que los manifestantes cortaban una de las calles perpendiculares al céntrico paseo.

A mediodía un piquete de la CGT ha encendido una hoguera con cartones justo ante la puerta de la Bolsa de Barcelona, en el paseo de Gràcia, lo que ha llevado a una decena de furgones de los antidisturbios a proteger la entidad. Mientras tanto, decenas de piquetes se han desplazado a una concentración convocada en plaza de la Universitat.

Los detenidos en Cataluña por altercados durante la huelga general ascienden a 42 personas.