Latinoamérica se compromete a erradicar el hambre en 13 años
Por: Alejandro Rebossio
.Así como los países de todo el mundo se comprometieron a reducir a la mitad la pobreza entre 1990 y 2015, dentro de las llamadas Metas del Milenio, los de Latinoamérica se fijaron ayer en Buenos Aires como objetivo la erradicación del hambre en 2025. En esta región del mundo, una de las principales productoras y exportadoras de alimentos, no comen lo necesario unas 73 millones de personas. Ésta es la cifra de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), que recaba las estadísticas nacionales de cada país. En el caso de Argentina, el Gobierno dice que solo un millón de argentinos pasa hambre, pero la facción progubernamental de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) calcula que son dos millones. Es decir, debe haber unos 74 millones de latinoamericanos en la pobreza extrema. A su vez, la CEPAL calcula que otros 120 millones tienen asegurado el alimento gracias a los nuevos subsidios y pensiones que adoptaron los países de la región tras la crisis mundial de 2008.
El compromiso de los gobiernos es que ninguno sea indigente dentro de 13 años. Así lo prometieron en la Conferencia para América Latina y el Caribe de la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO, según sus siglas en inglés), que finalizó ayer en la capital argentina. Para ello se propusieron aumentar la producción de alimentos, por lo que fomentarán la innovación, la transferencia tecnológica y la cooperación Sur-Sur (entre países en desarrollo). También seguirán adelante con la Iniciativa América Latina Sin Hambre, que es un programa de cooperación que ha recibido 67 millones de euros de España y 15 millones de Brasil. Los países del G8 se habían comprometido en 2009 a poner 14.000 millones para combatir el hambre en el mundo, pero de momento solo desembolsaron el 60% de esa cifra, según reconoció ayer el director general de la FAO, el brasileño José Graziano da Silva. En una rueda de prensa junto con Graziano, el secretario de Agricultura de Argentina, Lorenzo Basso, aprovechó la oportunidad para quejarse del efecto que las subvenciones agrícolas de los países desarrollados tienen en cuanto desalientan la producción en los emergentes.
Basso reconoció que el actual alza de precios de los alimentos fue un asunto discutido “lateralmente” en los tres días de conferencia. “En 2011 había sido muy abordado. El incremento y la volatilidad de precios es un factor que complica la seguridad alimentaria. Pero el problema no es el precio sino el acceso a los alimentos. El problema es la pobreza”, concluyó Basso.
Graziano señaló que la reunión regional de ese organismo también se fijó otras prioridades de largo plazo. Una es la lucha contra el cambio climático. “La región sufre cada vez más el impacto, con huracanes, sequías e inundaciones que afectan nuestra capacidad de producción”, señaló el ingeniero agrónomo. “El agua cada vez más es un recurso más escaso”, añadió el jefe de la FAO.
La agricultura familiar es otro asunto preponderante. “No es el problema sino parte de la solución por el número destacado de fincas que contribuyen a la producción de alimentos, que no son commodities (materias primas que cotizan en los mercados internacionales) y por tanto no están sujetos a la volatilidad de los precios”, dijo el jefe de la FAO. Se refería, por ejemplo, a las alubias, la quinua (cultivo andino) y el amaranto (hierbas consumidas por los aztecas). La agricultura tropical y la indígena no solo pueden ampliar la oferta de alimentos sino transmitir valores, cultura y riqueza culinaria, según Graziano.
La cuarta prioridad fijada por los países latinoamericanos radica en el sanidad e inocuidad de los alimentos. Los gobiernos quieren eliminar las enfermedades de transmisión fronteriza, como la fiebre aftosa que afecta a las vacas, la peste porcina o la gripe aviar. Los países con importante actividad turística, como los caribeños, también quieren asegurar la sanidad de sus alimentos y controlar los fertilizantes que se usan al producirlos.
El quinto tema escogido en la reunión regional de la FAO fue el apoyo al desarrollo productivo de Haití. “Donde no hay pan, no hay seguridad”, opinó el que fuera coordinador del plan Hambre Cero del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.
En el corto plazo, de aquí a 2013, los países comprometieron a apoyar la integración regional, más allá de las barreras proteccionistas de países como Argentina y Brasil. También quiere respaldar la pesca y la actividad forestal.
Un tema que se coló en el debate fue la extranjerización de tierras en la región, sobre todo la compra de terrenos por parte de Estados asiáticos que buscan asegurarse el acceso a los alimentos. “Hay inquietud de muchos países”, reconoció Basso. Bolivia le pidió información a Argentina sobre la ley contra la extranjerización de tierras que se aprobó en diciembre pasado y que aún no ha sido reglamentada. También Brasil puede aportar su experiencia. Por eso se ha resuelto la formación de grupo de trabajo que recopile las diversas legislaciones que están surgiendo para contrarrestar el fenómeno.
..
No hay comentarios:
Publicar un comentario