Por Bolivar Hernández.
Cuento corto. El se resistía a participar en esa reunión de ex-alumnos de la generación 1960-1965, habían pasado demasiado años sin verse; los caminos personales se habían bifurcado hacía mucho tiempo. Después de 40 años sin contacto, era esperable que las sorpresas fueran diversas. Muchos se habían casado y ya eran abuelos, otros tenían un record de divorcios encima e hijos regados por todos lado...s. Las miradas de unos y otros se clavaban en los rostros de las mujeres y en los vientres abultados de los varones. Los cuestionarios planteados a todos, tenían más que ver con logros económicos que intelectuales. Con una pésima comida y tragos corrientes, el encuentro fue memorable como
para no repetirlo jamás. Las despedidas fueron efusivas, pese a todo, se abrazaron con afecto e intercambiaron tarjetas de presentación. Ahora que se quiere convocar de nuevo a los compañeros, para celebrar un aniversario más de aquella 'gloriosa' generación combativa, resulta que hay más difuntos que vivos. ¡Ya para qué juntarse!
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