martes, 25 de octubre de 2011

Barsa ganó y jugó mal.

En la sequía, Xavi
El Barça juega un mal partido, pero se impone (0-1) a un adversario que acabó con nueve jugadores
LUIS MARTÍN - Granada - 25/10/2011

Vota Resultado 12 votos . .El Barça compareció en Granada dispuesto a probarse a sí mismo después de quedarse a dos velas ante el Sevilla, algo extraño en un equipo al que habitualmente se le desparrama el gol. Se esperaba la reacción del equipo y muy especialmente la respuesta de Messi, que no tiene costumbre de vivir en secano y ya llevaba dos partidos sin meterla. A la hora de la verdad, sin embargo, el Barça generó incluso menos oportunidades que contra Varas, y aunque no le pudo la ansiedad, superó como pudo, con sufrimiento, un partido aparentemente sencillo y que se le había puesto muy fácil. Messi, que no está fino, ni en el regate ni en el remate, se quedó por tercera vez a cero. Esta vez bastó un gol de Xavi, de falta, para que el Barça superara el trance, en un encuentro que empezó mejor de lo que terminó.

GRANADA, 0 - BARCELONA, 1
Granada: Roberto; Nyom, Íñigo López, Mainz, Siqueira; Dani Benítez, Mikel Rico, Fran Rico (Mollo, m. 78), Jaime Romero; Abel Gómez; y Uche (Geijo, m. 63). No utilizados: Julio César, Diakhaté, David Cortés, Moisés y Ribeiro.

Barcelona: Valdés; Alves, Mascherano, Abidal, Maxwell; Xavi (Keita, m. 83), Busquets, Cesc (Iniesta, m. 72); Pedro (Villa, m. 56), Messi y Cuenca. No utilizados: Pinto, Adriano, Fontàs y Thiago.

Goles: 0-1. M. 32. Xavi, de falta directa.

Árbitro: Muñiz Fernández. Expulsó a Jaime Romero (m. 53) y a Dani Benítez (m. 90), ambos por doble tarjeta amarilla, y amonestó a Uche, Alves, Busquets, Cuenca, Nyom y Keita.

Nuevo Los Cármenes: 22.000 espectadores.

Se esperaban cambios en la alineación, por eso del tute que lleva el equipo en sus piernas, y hasta se dio por hecho que Xavi no jugaba. Pero Guardiola armó el esqueleto del equipo alrededor del talento de un futbolista al que no se le adivina fecha de caducidad. Repitieron Valdés, Alves, Mascherano y Abidal atrás, el capitán y Messi en punta como titulares, acompañándoles gente fresca tres días después de empatar a cero con el Sevilla. No se cortó el técnico, le metió mano al once y removió la alineación de manera rotunda. Cesc, Busquets, Pedro, Maxwell reemplazaron a Keita, Thiago, Iniesta y Adriano y además, guardó a Villa en ataque dando entrada a Cuenca en la banda izquierda del ataque.

El canterano es un tipo delgaducho y descarado, al que el Barcelona ha fichado tres veces y a quien Guardiola, sin Alexis y Affelay, le dio ayer la oportunidad de su vida en parte por eso, porque el chaval se lo ha ganado, y al tiempo, porque sabía que le garantizaba desparpajo y posición. No se equivocó: el chico de Reus encaro siempre a Nyom, sin achantarse un pelo.

No iba ni un minuto cuando Uche se ganó la primera tarjeta del partido, por un pisotón a Mascherano, en una vehemente demostración de que el Granada no pretendía regalar un centímetro al Barça. Pese al césped, muy alto, el Barcelona achanto a los locales pase a pase, y al cuarto de hora, los muchachos de Fabri ya se habían metido en el área, arrinconados por el tran tran que marcaba Xavi. Dueño y señor del duelo, Xavi llevo el partido a su terreno con la colaboración de Cesc y Busquets. Juntos, parecen jugar de memoria.

Lejos de mostrar ansiedad, el equipo seleccionó jugadas con paciencia, buscando espacios entre las dos líneas de cuatro que tapaban el camino a Roberto. Iba media hora y desde el faro de Motril se intuía que el gol no tardaría en llegar al Nuevo los Cármenes. Y a los 33, Xavi clavó una falta por la escuadra y puso fin a la sequía azulgrana y el partido en franquicia para el Barcelona, con una suerte que no paladeaba desde hace dos años cuando batió a Diego López, portero del Villarreal.

Xavi se ha convertido en indispensable en este equipo. No solo ha jugado todos los partidos en lo que va de curso; es que no ha jugado uno malo. Con el de ayer, lleva 352 partidos dando lecciones en la Liga -ayer supero los 351 de Migueli y entró en la historia del club definitivamente- y además tiene este año el gatillo fácil, porque en los nueves partidos que lleva disputados, todos de titular, ha superado los tres que celebró el curso pasado. Con Puyol desaparecido en combate, el volante honra el brazalete, tira del carro y cada día que pasa, le pone más criterio al juego.

Al equipo, sin embargo, se le apagaron las luces en el segundo tiempo, con el marcador a favor. Se lesionó Pedro y a los azulgranas se le complicó el partido, básicamente porque fue incapaz de meter un gol contra diez y contra nueve al final. Mainz le negó el gol a Messi cuando su remate ya había superado al portero. Al partido le pudo el ruido, y ya se sabe que al Barça le van más los violines que las trompetas. Ni siquiera la aparición de Iniesta, mediado el segundo tiempo y el intervencionismo de Busquets, calmaron al Barcelona. Los azulgrana quedaron expuestos a cualquier error propio o a una jugada episódica del contrario, que muy bien pudo llegar en una acción de Geijo que el árbitro interpretó como fuera de juego cuando no lo era.

La cara de Guardiola reflejó perfectamente la tensión con la que el Barcelona aguantó el 0-1. El equipo pareció disminuido físicamente, atormentado por su esterilidad ofensiva, entregado a los rechaces de Abidal, a la buena lectura defensiva de Mascherano y a la confianza que transmite Valdés. Y así, soplando, dio por buena una victoria mínima, igual que pasó en Gijón. Anoche le valió el gol de un jugador que no falla nunca: Xavi.

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