Refleja movimiento estudiantil “historia de luchas” en Chile
El dirigente universitario Camilo Ballesteros recordó que los primeros conflictos se iniciaron en la década de 1990, una vez que se restauró la democracia, al ser cuestionada la forma en que son elegidas las autoridades universitarias, que eran designadas por el Ejecutivo.
Chile • El movimiento estudiantil chileno, que ha mantenido en jaque al gobierno desde hace seis meses, es fruto de un largo proceso de “toma de conciencia” y una “historia de luchas”, afirmó hoy el dirigente universitario Camilo Ballesteros.
En diálogo con Notimex, el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Santiago de Chile (Feusach) dijo que el movimiento estudiantil “no se ha generado de manera espontánea” para exigir educación gratuita y de calidad.
“Esto se inicia a partir del año 1981, en plena dictadura (de Augusto Pinochet), cuando se destruyen las universidades estatales de carácter nacional que teníamos y se impone una lógica de mercado en la educación superior”, explicó.
El estudiante de Educación Física recordó que los primeros conflictos se iniciaron en la década de 1990, una vez que se restauró la democracia, al ser cuestionada la forma en que son elegidas las autoridades universitarias, que eran designadas por el Ejecutivo.
“A lo largo del tiempo se fueron desarrollando diversos movimientos, lográndose en el año 2005 determinados avances en el funcionamiento de las universidades, y se llega a 2006, en que explota la protesta de los estudiantes de enseñanza media”, agregó.
Ballesteros, de 24 años, sostuvo que en la movilización nacional que protagonizaron entonces los alumnos de enseñanza media durante el gobierno de Michelle Bachelet (2006-2010) se puso en evidencia la crisis que afronta el sistema educativo nacional.
Pero tras tres meses de protestas callejeras, ocupaciones de escuelas y un paro nacional de 800 mil estudiantes de la enseñanza media, en 2006 “sólo se lograron cambios cosméticos, aunque se derogó la ley que regía al sector desde Pinochet”, apuntó.
“Después del movimiento de los estudiantes de la enseñanza media, se siguieron desarrollando movimientos en el ámbito universitario, lográndose algunos avances en el sistema de becas y créditos”, aseveró el líder de la Feusach.
Ballesteros reconoció, sin embargo, que los cambios logrados “no apuntaban a cambios estructurales necesarios en la educación, como es el fin del lucro, la necesidad de una educación gratuita y de calidad”.
“Lo diferente hoy es la participación juvenil y la eclosión de diversas protestas en diversos ámbitos, donde los jóvenes están diciendo que no estamos de acuerdo con las formas tradicionales de participar”, enfatizó.
Subrayó, por último, que al sumarse al movimiento estudiantil otros sectores descontentos, “la sociedad recupera la esperanza de que otro Chile es posible, de que se pueden cambiar las cosas”.
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