Los restos de Néstor Kirchner descansan en un gran mausoleo
El edificio se inaugura en el primer aniversario de la muerte del expresidente
Cristina Fernández inicia un segundo mandato con una oposición debilitada
Un grupo de mineros descubre una estatua de bronce del expresidente argentino Néstor La presidenta argentina, Cristina Fernández, asistió hoy, acompañada por sus hijos, Máximo y Florencia, y por un pequeño grupo de amigos, a la ceremonia de instalación del féretro con los restos de su marido, el expresidente Néstor Kirchner, en un nuevo mausoleo levantado en el cementerio de Río Gallegos, ciudad natal del político. La ceremonia se desarrolló en la intimidad, por expreso deseo de Cristina Fernández, pero posteriormente las puertas se abrirán para permitir el homenaje público con motivo del primer aniversario de la muerte del exmandatario.
Néstor Kirchner falleció en la madrugada del 27 de octubre de 2010, víctima de un infarto masivo, cuando se encontraba en la residencia presidencial de Olivos, en las proximidades de Buenos Aires. El primer aniversario coincidió prácticamente con la celebración de las elecciones generales, el pasado día 23, que dieron a su esposa una victoria formidable y un segundo mandato.
El mausoleo, un edificio de color gris, de 10 metros de altura y unos 16 metros de largo, fue construido en piedra patagónica y cemento por uno de los mejores y más antiguos amigos de la familia, el empresario Lázaro Báez, con el que el expresidente solía compartir mates y cafés cuando viajaba a su residencia privada en El Calafate. Consta de dos plantas y una cúpula, cerrada por un vitral de dos metros de diámetro, por donde penetra la luz natural.
La planta baja, en cuyo centro exacto reposa el féretro, rodeado de algunas grandes fotografías alusivas a su vida, solo será accesible a la familia, mientras que los visitantes subirán, por una escalera de caracol, hasta el segundo piso, donde, a través de un vidrio, podrán ver la instalación. Hasta este momento, los restos de Néstor Kirchner reposaban en el pequeño panteón familiar, en el mismo cementerio de Río Gallegos.
Los homenajes a la figura del expresidente no se redujeron a su ciudad natal. En muchas ciudades de Argentina se celebraron actos en su memoria. En Buenos Aires, un grupo de mineros llegados desde Río Turbio realizó en la noche de ayer a hoy, frente al Congreso, una vigilia, en torno a una estatua de Néstor Kirchner, encargada por ellos mismos. Hoy por la mañana, los mineros trasladaron la estatua hasta la Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, donde se congregaron centenares de porteños para rendir tributo al político desaparecido. La efigie terminará su recorrido de vuelta a Río Turbio.
La figura del expresidente se ha ido agrandando a lo largo de este año, impulsada por una fuerte reivindicación de su figura por parte de muchos sectores sociales, en especial los sectores más jóvenes del peronismo, incluido la agrupación denominada La Cámpora, que preside su propio hijo, Máximo. Esos sectores juveniles son los que han ideado buen número de los carteles con la figura de Néstor Kirchner que se pueden ver en Buenos Aires y en prácticamente todas las ciudades argentinas, con motivo de este aniversario.
Algunos son muy ingeniosos, como el que proclama que “los rumores sobre su muerte han sido exagerados” (una parodia de la frase atribuida a Mark Twain) o el que le presenta disfrazado como el Eternauta, el cómic más famoso del país. La presidenta se ha encargado también de mantener viva la memoria de su marido, al que no dejado de recordar en cuantos actos públicos ha intervenido, asegurando que el kirchnerismo es un movimiento político destinado a perdurar y a transformar la vida social y económica de Argentina.
El mérito político de Kirchner, que se hizo cargo de la presidencia en 2003, con solo un 22% de los votos, y que logró asentar su poder, consolidar un Estado muy debilitado por la dura crisis de 2001, y relanzar el crecimiento económico, con inclusión social, es reconocido incluso por sus adversarios, que, sin embargo, criticaron siempre su falta de diálogo, sus modos autoritarios y la debilidad institucional del país. Si la muerte no hubiera truncado sus propósitos, Néstor Kirchner hubiera sido otra vez el candidato presidencial el pasado día 23, en lugar de su esposa, con quien pretendía alternar mandatos y gobernar durante cuatro periodos, con la idea de dejar consolidado su modelo K.
La idea de construir un mausoleo abierto al público, donde reposaran sus restos, partió de Lázaro Báez y contó con la aprobación de Cristina Fernández, que supervisó personalmente las obras. Néstor Kirchner será el primer dirigente peronista que cuente con un monumento semejante. Juan Domingo Perón descansa en un discreto mausoleo, integrado en el museo abierto en su residencia de la Quinta de San Vicente, a unos 40 kilómetros de la capital.
Fueron trasladados allí en 2006, a raíz de la profanación de su anterior tumba, en el cementerio de la Chacarita, para robar sus manos. Los restos de su esposa, Evita Perón, están en el pequeño panteón de la familia Duarte, en el cementerio de La Recoleta. La tumba más visitada en Argentina es la del Libertador, general José de San Martín, que descansa en la catedral de Buenos Aires, junto a los restos del “soldado desconocido de la independencia” y frente a la que rinde guardia permanente el cuerpo de Granaderos.
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