Las parejas de hoy saben muy bien que la moda es establecer parejas o "relaciones de bolsillo", que se pueden sacar si es necesario, pero que también pueden sepultarse en las profundidades del bolsillo cuando ya no son necesarias.
Las parejas posmodernas saben muy bien que la palabra compromiso, y en particular el compromiso de largo plazo, es una verdadera trampa que se debe evitar a toda costa. El engaño consiste para las parejas en creer que si se comprometen profundamente con el otro, le están cerrando las puertas a una nueva y mejor relación futura, que podrían ser más satisfactorias y gratificantes. "La mejor pareja, es siempre la que sigue".
En una de las "ciudades invisibles", creadas por el gran escritor Italo Calvino, denominada LEONIA, en ella los habitantes disfrutan todos los días las cosas nuevas y diferentes, al día siguiente tiran todo a la basura, ya no son nuevas ni diferentes. De hecho cada mañana estrenan ropa nueva, que solamente usarán una vez y luego a desecharla. Me parece que el enorme placer de los habitantes de LEONIA es desechar todo lo que ya no sirve, depurar las impurezas, descartar lo inútil.
Parecería que los hombres y mujeres modernos son muy parecidos a los habitantes de LEONIA, porque están más bien preocupados por impedir que sus relaciones se cristalicen o cuajen de verdad. ¿Buscan realmente relaciones sostenidas, tal como dicen, o desean más que nada que esas relaciones sean ligeras y superficiales?
Tal vez la idea misma de "relación" aumente la confusión. Esa palabra está cargada de vagas amenazas y premoniciones sombrías: trasmite simultáneamente los placeres de la unión y ls horrores del encierro. Una relación indeseable pero indisoluble es precisamente lo que hace que una relación sea tan riesgosa como parece.
Los seres humanos cibernéticos ven las relaciones como conexiones o redes, todo es virtual. Parecen estar hechas a la medida del entorno de la vida líquida, en la que se supone y espera que las posibilidades románticas fluctúen cada vez con mayor velocidad entre muchos individuos, desalojándose entre sí con la promesa de ser mas gratificantes y satisfactorias que las anteriores.
A diferencia de las verdaderas relaciones, las virtuales son de fácil entrada y fácil salida: parecen sensatas y limpias, fáciles de usar y amistosas con el usuario cuando se les compara con "la cosa real", pesada, lenta, inerte y complicada. En la computadora siempre existe la posibilidad dichosa de oprimir la tecla "delete".
En la Red no hay calidad peri si cantidad de opciones de pareja. Si el compromiso no tiene sentido y las relaciones ya no son confiables y dfícilmente duran, nos inclinamos a cambiar la pareja mediante la red.
La enorme facilidad que ofrece la falta de compromisos en nuestra sociedad y los rompimientos a voluntad no reducen los riesgos en las relaciones humanas, sino que tan solo los distribuyen, junto con las angustias que generan, de manera diferente.
Estos apuntes están dirigidos al entendimiento de los riesgos y angustias de vivir sólos y separados, pero también las angustias de vivir en pareja.
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