Sigo las noticias de forma cotidiana de lo que sucede en México, me duele demasiado constatar los altos niveles de violencia en todas partes. Leo por Internet La Jornada y me resultan interesantes los análisis de sus editorialistas. Sigo puntualmente lo que acaece en mi patria mexicana y me duele mucho.
Ahora que vivo en Guatemala, mi otra patria, veo con tristeza que suceden los mismos fenómenos de violencia y narcotráfico, que en México.
La globalización también incluye a la violencia, la corrupción, el narcotráfico y todos los males de la modernidad.
Acabo de disfrutar un espectáculo de música mexicana, interpretada por cantantes guatemaltecos, excelentes voces, en un restaurante mexicano llamado Los Cebollines.
Me deleité con la música ranchera tradicional y con las canciones del afamado Juan Gabriel.
Me emocioné con esa música tan entrañable para mi, se me hizo un nudo en la garganta, pero pude cantar lo que se interpretaba en esos momentos. Regreso feliz a casa, lleno de mi música ranchera.
si, muy Hérido, y lo peor es que los ciudadanos lo permitimos, preferimos renunciar incluso a nuestra libertad para sentirnos seguros, y por supuesto no hacer nada, para justificar nuestra apatia y nuestra poca conciencia.
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