¿Dónde quedó la pareja perfecta?
La historia de Iñaki Urdangarin (44 años) se empezó a escribir durante un tórrido verano de 1996, cuando toda una infanta de España se prendó del cuerpo ebúrneo del jugador de la selección española de balonmano.
La pareja contraería matrimonio un año después en Barcelona entre gritos de "Iñaki Guapo" y vivas a la infanta y la Familia Real. Atrás dejaba a Carmen Camí, su novia de cuatro años.
Cómo han cambiado las cosas en estos 15 años, cómo ha cambiado Iñaki Urdangarin.
No en vano, don Iñaki, marmóreo mocetón vasco de expediente escolar regulero, consiguió licenciarse en Administración y Dirección de Empresa y máster en el ESADE en un tiempo récord. Allí trabaría amistad con Diego Torres, su socio en el entramado del Intituto Nóos. "Esa especie de ONG", la irónica denominación con la que el implacable juez José Castro bautizó a este instituto que presumía en sus estatutos de carecer de afán de lucro alguno y a través del cual, los dos amigos ingresaron 16 millones de euros.
Los duques debieron escuchar el mandato divino y, por ende, crecieron y se multiplicaron. En 1999 nació Juan Valentín, después llegarían Pablo Nicolás (2000), Miguel (2002) e Irene (2005), la niña anhelada. Para entonces a los preceptos reproductivos del mandato divino, Urdangarin había añadido su propia máxima: enriquecerse.
El 10 de octubre de 2004, la periodista Pilar Eyre, en las páginas de CRÓNICA, anunciaba en exclusiva que los duques de Palma habían adquirido un palacete en Pedralbes por seis millones de euros. El escándalo fue monumental. ¿De dónde había sacado el duque semejante suma? El rey se vio obligado a darle un primer toque a su yerno. Sin embargo, el trueno regio volvería a resonar con redoblada intensidad un año después.
En 2006, Urdangarin se hacía con un sillón, con s, en el consejo de Telefónica Internacional. Apenas dos semanas antes Casa Real había obligado al duque a dejar la presidencia del Instituto Nóos, después de que comenzasen a filtrarse las primeras investigaciones sobre la concesión de contratos multimillonarios por Jaume Matas, entonces presidente de Islas Baleares.
El resto de la historia es de sobra conocido. En 2009 se anuncia el traslado de la familia a Washington. Don Iñaki percibiría un sueldo de 1,4 millones de euros y la multinacional sufragaría la vivienda y los colegios de los niños. Bethesda, el elitista barrio donde se erige la casa de los Palma, se antojaba como un refugio perfecto hasta que el pasado 29 de diciembre, Urdangarin fue imputado por el juez Castro. Se acababa la paz familiar, esa misma que trató de proteger la reina Sofía cuando en noviembre viajó a Washington para apoyar a la pareja.
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