El dinero saqueado en Emarsa equivale a la deuda con todos los institutos"
La presencia policial es mínima, no se ha registrado ningún incidente en ninguna marcha
Alrededor de 20.000 personas participan en la manifestación de Valencia
"Estamos aquí para decir no a la violencia policial y a los recortes de los servicios públicos". Sara Martínez Casamayor, estudiante de la Facultad de Geografía e Historia, ha leído el manifiesto que ha cerrado la marcha de Valencia con algunos datos muy ilustrativos: "Queremos visibilizar que nos están robando: El dinero saqueado en Emarsa equivale a la deuda de la Generalitat con todos los institutos de la Comunidad Valenciana. El dinero gastado en la fórmula 1 equivale a la construcción de 26 centros educativos. El dinero gastado en la Ciudad de las Artes y las Ciencias equivale al presupuesto de 30 años de la Universidad de Valencia". La universitaria ha alertado: "El momento de la indiferencia ha pasado".
La lectura del manifiesto ha puesto fin a la manifestación de miles de estudiantes de los últimos cursos de la ESO, de Bachillerato, universitarios y profesores que se han dado cita a mediodía frente a la Facultad de Historia en la avenida Blasco Ibáñez de Valencia para marchar hasta el Palau de la Generalitat y expresar su oposición a los recortes del presupuesto de la Generalitat. En Alicante, la marcha ha arrancado de las escaleras del Instituto Jorge Juan.
Una impresionante pancarta con el lema "Per un ensenyament públic i de cualitat" abre la marcha en Valencia. La marcha ha discurrido con absoluta normalidad. Cinco furgonetas de la Policía Nacional han despejado el camino a los manifestantes a trescientos metros de la primera pancarta. Nada que ver con el tenso ambiente de la semana pasada. Funcionarios, incluso inspectores, han participado en la protesta.
Muchos estudiantes recuerdan las cargas policiales de hace unos días: "Menos policía y más educación". Los estudiantes visten camisetas creadas para la ocasión, con lemas como "La educación no se vende, se defiende" o el símbolo de prohibido sobre unas tijeras, el emblema de la lucha contra los recortes. Cuando los manifestantes han cruzado el puente de El Real, sobre el antiguo cauce del Turia, el grito ha sido atronador: "Sánchez de León, dimisión". La cola de la marcha sigue en la Facultad de Geografia. Es la tercera gran marcha en Valencia que exige la dimisión de la delegada del Gobierno.
"Luego diréis que somos cinco o seis", gritan los manifestantes al enfilar la calle de la Paz, en Valencia. La primera pancarta llega la plaza de la Reina en Valencia y la cola todavía cruza el puente de El Real, una superficie que arroja la participación de unas 20.000 personas. La presencia policial es mínima, no se ha registrado el más mínimo incidente.
Un grupo de estudiantes del Conservatorio Superior de Música de Valencia han amenizado a los asistentes con interpretaciones de jazz de los años veinte cuando ya se dispersaba la manifestación.
En Alicante, los jóvenes corean "No hay dinero ni para lapiceros" o "Sin luz no podemos estudiar". Los jóvenes se sientan a cada rato para levantar las manos en alto y corear: "Estas son nuestras armas", en alusión a las cargas policiales registradas la semana pasada en Valencia.
Unos dos mil universitarios recorren también el campus de la Universidad de Alicante al grito de "Hace falta ya una huelga general". También corean: "Rector, atiende, el campus no se vende". Los universitarios han acordado en asamblea "tapiar" el edificio la Facultad de Historia para exigir que el rector les reciba.
En Castellón la manifestación ha sido secundada por un millar de estudiantes de la Universitat Jaume I y por alumnos de bachillerato. La marcha partió desde la plaza de la Independencia y finalizó, una hora y media después, en la sede de la consejería de Educación de la capital de La Plana. Los alumnos gritaron lemas como "Menos recortes y más educación" y "Estudiantes a la calle por una digna educación". También se pidió la dimisión de la delegada del Gobierno, Paula Sánchez de León, y se hizo una pitada ante la sede del Consell.
La manifestación ha transcurrido sin incidentes destacados a su paso por las calles del centro de la ciudad, aunque la policía recomendó a los locales que echaran el cierre. La mayoría han bajado las persianas y los estudiantes respondieron gritando: "Somos estudiantes, no delincuentes". A la llegada a la sede de la consejería, parte de los asistentes lanzaron huevos y naranjas a la fachada. Además, para evitar que se repitiera la protesta ante la casa del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, varios furgones de antidisturbios flanquearon los accesos.
La primera estimación oficial del seguimiento de la huelga convocada por distintas organizaciones estudiantiles, universitarias y de enseñanzas medidas eleva el impacto en Comunidad Valenciana al 36,2%, según los datos de la inspección general educativa ofrecidos por la consejera de Educación María José Catalá. Según los datos oficiales, las provincias en las que la huelga ha tenido un mayor seguimiento han sido Valencia, con 43,8%, y Castellón, con un 43%.
En Alicante ha sido secundada por un 22% de los estudiantes. Por contra, en los centros concertados la incidencia "ha sido menor y no alcanza el 5% en la provincia de Valencia", según Catalá.
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