Sarkozy con las encuestas bajas.

El 68 por ciento de los franceses piensa que no será reelegido en las presidenciales de la próxima primavera
juan pedro quiñonero / parís
Día 03/10/2011 - 19.00h
EFE.El presidente Sarkozy, en el Palacio del Elíseo tras despedir a Papandreu hace tres días0 Comentarios
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Nicolas Sarkozy será padre por cuarta vez con los sondeos por los suelos. Carla Bruni dará a luz a su segundo hijo cuando el 68 por ciento de los franceses piensan que su esposo no será reelegido presidente en las elecciones de abril y mayo próximos.

Carla Bruni–Sarkozy ha hecho dos breves intervenciones en la televisión francesa «France 2» e inglesa «BBC» para confirmar el carácter «inminente» del feliz acontecimiento. «Mi esposo y yo hemos decidido que no daremos ninguna publicidad ni fotos cuando ocurra lo que ambos esperamos con mucha emoción», declara la primera dama de Francia, cuando Sarkozy vive las horas políticamente más negras de su mandato presidencial.

Según los muy distintos sondeos de «Le Figaro», «RTL» y «Liberation», Sarkozy ha perdido la confianza de los franceses. Apenas un 30% dicen confiar en él, cuando un 68% consideran perdida la campaña de la reelección presidencial.

A siete meses de la primera vuelta, esos sondeos solo son indicadores de tendencia. A siete meses de distancia, Mitterrand y Chirac también se cotizaban como seguros perdedores en 1988 y 1995. El uno y el otro dieron la batalla y ganaron a unos encarnizados adversarios muy seguros de su victoria.

Triunfos exteriores
Esa es la gran esperanza de Sarkozy: conseguir que sus triunfos internacionales (guerra de Libia, cumbre del G20, en Cannes, a primeros de noviembre) terminen influyendo en la Francia profunda, confiado en que, finalmente, la batalla decisiva se ganará o perderá con la esperanza o desesperanza ante la crisis económica.

Padre, por cuarta vez, muy pronto, Sarkozy también vive ese instante feliz de la paternidad en una encrucijada de su vida íntima. Sus dos primeros hijos, Pierre (1985) y Jean (1986), nacieron cuando él y su primera esposa, Marie Dominique Culioli, apenas podían aspirar políticamente a la larga marcha del alcalde de un pueblo acomodado de la periferia parisina, Neuilly. Su tercer hijo, Louis, nació (1997) cuando Sarkozy y su segunda esposa, Cecilia Ciganer–Albéniz, ya aspiraban a instalarse en el Elíseo, todavía muy lejano.

El niño o niña que nazca, dentro de unos días, aportará a la pareja presidencial un consuelo íntimo muy profundo, cuando el granizo político cae de manera intempestiva sobre el palacio del Elíseo.