Por Bolivar Hernández.
Cuento corto. (Para un viernes nublado). Este relato tiene poco que ver con el fútbol, asunto que irrita a las mujeres en general, ya que no ven la gracia de correr tras un solo balón los veintidos jugadores. El fútbol es una actividad deportiva-comercial de carácter global, y sirve de válvula de escape para millones de seres humanos agobiados por la crisis económica, que ya dura más de cien años.... Pero sirve también para indicar estatus y clase social, depende a qué equipo se le admira y se le sigue. En Guatemala, el páís está dividido por dos grandes segmentos de población: los del 'Real Madrid' y los del 'Barsa'. Los seguidores del 'Real' son los ricos, la pequeña y gran burguesía y los del 'Barsa' son los 'clasemedieros' y los proletarios. Cuando juegan ambos equipos las porras se visten de blanco o de azul-grana. Y se juntan en los bares y restaurantes a manifestar sus preferencias deportivas y de clase, a gritos y acompañados de cervezas abundantes y de bebidas alcohólicas más caras. Yo me apersono casi siempre a un sitio de la burguesía, donde la mayoría son fans del 'Real'. Me ubico entre ellos, como solitario fan del Barsa. Cada gol de los del 'Real' hace retumbar el lugar, una Tasca española, los gritos son incesantes y eufóricos. Los goles del 'Barsa' solamente yo los festejo ruidosamente ante el asombro de la concurrencia, quienes me miran perplejos y atónitos. Esto lo hago por 'joder', es un acto deliberado de provocación. Me gusta llevar la corriente, casi siempre. Como ocurre últimamente, gana el Barsa, inclusive en el Santiago Bernabeu, y eso me satisaface plenamente. Me como una tortilla española y unos vinos tintos traídos de la 'Madre Patria', y salgo muy orondo y me despido de los desolados fans del 'Real, diciendóles: "A ver si para la próxima vez teneís más suerte", les doy la espalda y salgo sintiendo las miradas de odio de todos ellos. Y yo muero de risa, y las carcajada las suelto en privado...
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