viernes, 10 de febrero de 2012

Facebook, Mark y yo.

Facebook, Mark y yo



Facebook anunció que, por fin, permitirá, a quien así lo quiera, compartir la suerte económica del sitio (que no es lo mismo que su riqueza). Después de años de resistirse con tal de no perder ni un centímetro de control en todas las decisiones alrededor del sitio, su creador y fundador, Mark Zuckerberg, ha permitido que en próximas semanas las acciones de Facebook sean intercambiadas en la bolsa de valores de Estados Unidos.

Los más optimistas entre los que se dedican al análisis de la bolsa imaginan que la valuación de la compañía al término del Ofrecimiento Público Inicial (IPO, por sus siglas en inglés) podría alcanzar hasta los 100 mil millones de dólares, una cifra por encima de cualquier otro lanzamiento de una empresa de internet.

Sólo para envidia de algunos: hoy en día se piensa que Mark Zuckerberg (de apenas 28 años de edad) posee 24 por ciento de la compañía. Después de su disolución accionaria por el IPO, sus acciones en Facebook podrían valer hasta 15 mil millones de dólares.

(Por cierto, querido lector: todos los analistas de bolsa que he leído en estos días dicen que a ningún usuario individual de Facebook conviene comprar esas acciones el primer día; los buenos precios ya están reservados para inversionistas institucionales).

La salida de Facebook al mercado accionario no sólo será inédita sólo por la valuación sino porque, a diferencia de otras compañías basadas en la red, el valor de la compañía no está en lo que hace sino en usted. Es más, la primera advertencia que hace Facebook en su documento de IPO a potenciales inversionistas es que el mayor riesgo es simplemente que la empresa fuera incapaz de retener o atraer usuarios.

Google dominó el mundo con un algoritmo que permitió que uno encontrara todo en la red (ya después añadió otras cosas: correo, calendarios, redes sociales, tiendas), Amazon es un lugar que vende cosas y Groupon (la más reciente sensación en internet) es un complicado sistema de descuentos en tiendas del mundo real.

Pero Facebook no es más que un lugar de reunión, al que están afiliados uno de cada 10 seres humanos del planeta. Déjeme repetirlo: uno de cada 10 seres humanos del planeta tiene una cuenta de Facebook.

Se calcula que en el 2012 Facebook tendrá cuatro mil 200 millones de dólares de ingresos, lo que parece enorme, pero no los es tanto: Apple vende eso en una semana. El 90 por ciento de sus ingresos es publicidad.

¿Hay manera en que los usuarios se harten algún día de Facebook? Tal vez. Por lo pronto, los usuarios son la “mercancía” que hará a Facebook la compañía más valiosa del nuevo mundo. Es decir, usted, yo y Mark.

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