Fuego amigo en la derecha mexicana
El último debate entre los precandidatos del PAN a la presidencia no despeja el duelo
El debate del PAN pasa desapercibido entre los mexicanos
El último debate entre los tres precandidatos de Partido Acción Nacional (PAN) a la presidencia de México antes de que el domingo militantes y simpatizantes del partido voten a un ganador no fue tal. Un formato extremadamente rígido hizo que Josefina Vázquez Mota, Ernesto Cordero y Santiago Creel expusieran sus propuestas ya conocidas y provocaran la noche del martes más de un bostezo entre los espectadores.
Sin embargo, su aparición televisiva en horario estelar sí sirvió para confirmar que el duelo en la derecha mexicana es cosa de dos –Vázquez Mota y Cordero- y que en la guerra de nervios que vive estos días el PAN abunda el fuego amigo. La ex secretaria de Educación en el Gobierno del ex presidente Vicente Fox acabó cada una de sus regladas intervenciones repitiendo la frase “vota en libertad el 5 de febrero” por temor a que las elecciones en las primarias panistas no sean limpias. Horas antes se había filtrado en las redes sociales una conversación telefónica suya en las que llamaba “patán” a Cordero por su actitud en el anterior debate.
Por su parte, el ex secretario de Hacienda del presidente Felipe Calderón buscó en vano el cuerpo a cuerpo afeándole a Vázquez Mota su irresponsabilidad por haber sido la diputada que menos veces, tan solo un 6%, había asistido a las votaciones del Congreso durante el periodo febrero-Junio de 2011. Creel, ex secretario de Gobernación con Fox, quedó diluido y fuera de juego durante la hora que duró el debate.
Cordero trató de atacar a sus rivales destacando sus méritos en la recuperación económica de México tras la crisis de 2008. “La única diferencia entre los tres es quién tiene una trayectoria de resultados probados en la conducción económica del país, y esta es una diferencia medular para poder afrontar al PRI (Partido Revolucionario Institucional)”, afirmó. El ex secretario de Hacienda, considerado el delfín de Calderón, llamó a los panistas a elegir entre “la improvisación o la capacidad, las buenas intenciones o las acciones y entre la forma y el fondo” y aseguró saber cómo ganar al PRI. “Desenmascaré a (Humberto) Moreira (ex presidente de PRI implicado en un escándalo de corrupción cuando fue gobernador del Estado de Coahuila) y lo haré con (Enrique) Peña Nieto (candidato del histórico partido a la presidencia)”, concluyó.
Josefina Vázquez Mota subrayó su papel de candidata popular –todas las encuestas le otorgan una amplísima ventaja sobre sus rivales- cercana a las preocupaciones de la familia mexicana. Y en un momento dado y en aras de la transparencia de los servidores públicos anunció que se someterá a exámenes toxicológicos y de polígrafo al igual que lo harán su equipo y todos los cuerpos policiales.
A las votaciones del domingo para elegir al candidato del PAN a la presidencia de México en las elecciones del 1 de julio están convocados 1,7 millones de militantes y simpatizantes. Habrá una segunda vuelta el próximo día 19 si quien gane no consigue la mitad más uno de los votos o no logra al menos el 37% de los sufragios y una ventaja de cinco puntos porcentuales sobre su inmediato seguidor.
Mientras que Vázquez Mota da por segura su victoria, del lado de Cordero restan valor a los sondeos confiados en que una baja participación y el apoyo del aparato del partido le basten para dar la gran sorpresa y alzarse como vencedor o al menos pasar a la segunda vuelta.
El PAN es el único de los tres grandes partidos mexicanos que celebra primarias. En el PRI la candidatura recayó en el ex gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), la izquierda, decidió repetir con Andrés Manuel López Obrador, candidato en 2006.
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