domingo, 13 de diciembre de 2009

PAN (poco) y CIRCO (mucho) en Guatemala

El 12 de diciembre la famosa cadena guatemalteca de pollos rostizados, POLLO CAMPERO, realiza una noche con juegos pirotécnicos desde el Campo Marte, en una zona residencial muy exclusiva de la capital.

En Guatemala antiguamente comer pollo era un lujo que se daban las familias de vez en cuando, hasta que se entró en la fase de industrialización de la crianza del pollo, entonces se abarató el producto, y ese fue el éxito de los POLLOS CAMPERO.

Esta cadena tiene cientos de sucursales por todo el país, e inclusive ya abrió sus puertas una sucursal en Shangai, China.

Pués ya es una tradición que él día 12 de diciembre de cada año, se ofrece al pueblo de Guatemala un espectáculo pirotécnico espectacular. Miles de guatemaltecos, que como hormiguitas avanzaban por las calles y avenidas de esa zona residencial, llegaron hasta el Campo Marte, a instalarse varias horas para gozar de esas luces en el cielo.

Las clases medias y altas observaron el espectáculo desde las azoteas de sus elegantes edificios de varios pisos, cercanos al Campo Marte.

Tanto la cervecería y los pollos, productos ambos de consumo popular, "regalan" a la población en general sendos eventos públicos, la cervecería "el árbol encantado" y los pollos los juegos pirotécnicos.

La emoción es enorme por asistir a estos festejos comerciales y sentirse partícipe de dicha alegría colectiva. Es motivo de comentarios y de portada en los principales diarios de la capital.

Hoy domingo, asistí a observar un experimento sociológico que consiste en presenciar el uso de una importante avenida, llamada "Las Américas", donde los fines de semana se instala un programa denominado "Pasos y Pedales", el cual ofrece a los peatones una larga avenida para pasear a pie o en bicicleta. Como la Avenida las Américas se encuentra en una zona residencial, los usuarios son básicamente personas de clase alta que habitan ahí, aunque es de notar que algunos habitantes de colonias populares osan introducirse en esa avenida, contrastando sus vestimentas pobres con las ropas deportivas de marca que usan los colonos de esa zona de la ciudad.

Además, como signo de distinción los paseantes de toda clase muestran orgullosos a una enorme cantidad de perros finos, pero eso si ninguno lleva una bolsa de plástico para recoger la caca de sus animales. En este paseo dominical, la Municipalidad pone al servicio de los ciudadanos una buena cantidad de policías elegantemente ataviados, con botas de cuero negro y cascos de la policía inglesa. La seguridad es fundamental en estos paseos, porque van familias enteras y muchos niños pequeños que la Municipalidad quiere proteger de los maleantes.

El pueblo de Guatemala no tiene muchas opciones de paseos o diversiones, por eso es significativo que sean actos masivos los que se producen al iluminar un árbol gigantesco por parte de la cervecería o una noche de juegos pirotécnicos por parte de los Pollos Campero. En ambos casos la gente se queda con la boca abierta de admiración ante lo insólito del asunto, y aparte es gratis, y las molestías e incomodidades bien vale la pena soportarlas una vez al año.

Por un momento olvidamos las tremendas desigualdades sociales entre los guatemaltecos, al divertirnos con espectáculos de compañías que se ven favorecidas por el consumo de sus productos populares.

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