A pesar de haber entrado de rodillas ayer al atrió de la Basílica de Guadalupe, auxiliadas por varios asistentes de ellas quienes les iban poniendo al frente una especie de colchoncitos de algodón, La Brenda y sus amigas, resultaron lastimadas con raspones en las rodillas y algunas contracturas musculares por estar mucho tiempo en esa incómoda posición corporal.
Tardaron más de una hora y media en recorrer los doscientos metros de la entrada del atrio hasta el interior de la Basílica, se fueron en ayunas y algunas se deshidrataron rápidamente, al punto del desfallecimiento.
Ellas no ingresaron solas al atrio en posición de rodillas, cientos de peregrinos hacían lo mismo tratando de cumplir sus respectivas "mandas", a esos otros peregrinos no les ponían ningún trapo al frente para que no se lastimaran, avanzaban estóicamente, tampoco bebieron ningún líquido.
Todo esto me lo refiere nuestra amiga mútua Carmen Olea, quien alarmada me cuenta lo sucedido con La Brenda después de haber abandonado la Basílica de Guadalupe.
Todas ellas habían dejado estacionadas las camionetas en La Calzada de Los Misterios, muy cerca de la Basílica. Caminaron con lentitud por las raspaduras en las rodillas, hasta llegar a los vehículos, los choferes de ellas les consiguieron unos jugos de naranja y tamales verdes (¡¡). Tenían mucha hambre y sed.
Me dice La Carmen: "fíjate Bolivar, que nos contó La Brenda que al llegar frente a la imagen de la Virgen de Guadalupe, ella le habló a la Virgen Morena y le hizo todas aquellas peticiones y agradecimientos que venían al caso; lo más sorprendente es que dice La Brenda que la Virgen le contestó y le dijo una serie de cosas maravillosas."
Cualquier alumno de primer año de psicología sabe perfectamente, que uno puede hablar con Dios, eso es correcto, pero si Dios contesta se trata de una psicosis. Escuchar voces internas, alucinar o delirar son los síntomas de un cuadro psicótico.
la Brenda al reunirse con sus amigas, antes de abordar las camionetas con destino a Querétaro, empezó a delirar, si bien el discurso era coherente el tema era religioso en forma mística. Muy alarmadas todas, me dice La Carmen, no sabían qué hacer con La Brenda. En algún momento, La Brenda dijo enfáticamente ser La Virgen María y que la Virgen de Guadalupe le había encomendado "salvar al mundo".
Ayer al volver todas a Querétaro, optaron por llamarme a Guatemala para pedir una orientación al respecto. Hablé con varias de ellas, todas asustadas por el desconocimiento de las actitudes de La Brenda, y les pedí que hoy miércoles llevaran a La Brenda a un Centro de Salud Mental, para que la valorara mi amigo psiquiatra el doctor Campuzano.
Estoy en espera de una respuesta de mi amigo el doctor Canmpuzano, quien les manifestó a las amigas de La Brenda, que seguramente era mejor trasladarla a San Luis Potosí, donde existe una infraestructura de salud mental más adecuada que lo que existe en Querétaro.
Pensar en que La Brenda enloqueció me da mucha tristeza y congoja, pero por la experiencia clínica que tengo, el cuadro es claro: psicosis.
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