La "dulce" Navidad, en la que todo el mundo espera pasar unos días de felicidad y paz en familia, disfrutando del festejo, parece haberse convertido en un arma de destrucción masiva según las noticias que se publican estos días.
Estas entrañables fechas pueden entrañar tremendas consecuencias para la salud física y mental de los españoles, y también para sus maltrechas cuentas bancarias. "Protéjase de la sal, de las grasas, de los azucares, del frío, de los parientes, de los gastos, de la carretera", son algunos de los alarmantes titulares que hacen estremecer al más valiente.
Por empezar por alguna de esas buenas nuevas, los cardiólogos recuerdan que el día de Navidad, el 25 de diciembre, es el que registra más muertes por fallo cardíaco de todo el año y que los fallecimientos se disparan un 8% respecto al mes anterior.
Juan Manuel Escudier, miembro de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), relaciona esta situación con los excesos gastronómicos, la emotividad de estas fechas, el estrés y las desavenencias familiares.
La hipertensión y el colesterol se convierten en regalos inesperados, advierte Nieves Martell, presidenta de la Sociedad Española de Hipertensión, quien apunta que ambas patologías aumentan estos días mientras que se agravan en quienes ya las padecen.
De 3 a 5 kilos más gordos
Luego llegan los augurios de expertos como Miguel Ángel Escartí, director médico de Investigación y Tratamiento de la Obesidad, quien avisa de que los españoles engordarán una media de 3 a 5 kilos, un destino inexorable que irá acompañado de tremendos remordimientos.
Martell agrega, con tono conciliador, que controlar el peso no significa llevar una "dieta aburrida" y recomienda frutas, verduras, hortalizas, cereales, carnes blancas y magras o pescado azul, además de no abandonar el ejercicio físico.
Sin embargo, ningún especialista aclara cómo superar la tentación de cosas mucho más divertidas como trasnochar, el cordero, el cochinillo, el pavo, la mariscada, los polvorones, los turrones, el vino+cava+licores, el clásico puro o el cigarrito.
El doctor Ricard Sorio ofrece lo que para él son "sencillos consejos" para evitar los atracones, como "elegir un mazapán en lugar de una porción de turrón porque tiene 70 calorías menos o una copita de cava en lugar de un licor, con 132 menos".
Otro reto lo ha planteado el Centro Proctológico Europeo, que propone una dieta rica en fibras y reducir al máximo el alcohol, el café y el tabaco para "olvidar las hemorroides en Navidad", un problema del que no se librará alguna vez el 50% de la población.
Se incrementa la venta de antidepresivos
Los psiquiatras concluyen que esta época eleva los niveles de ansiedad, como explica Pablo Muñoz, experto en el control de este trastorno. La venta de antidepresivos se incrementa un 40% por la nostalgia de los que no están pero también por pasar tiempo con los allegados pese a la incompatibilidad de caracteres.
Muñoz ha expuesto que el 44% de la gente confiesa que siente un aumento generalizado del estrés, por lo que se entiende bien aquella pregunta de "¿qué tal las Navidades, bien o con la familia?".
Especial atención merece para los nutricionistas la ingesta de bebidas alcohólicas porque producirán resacas. Rafael García, director de la Asociación para el Autocuidado de la Salud (Anefp), aconseja analgésicos para la resaca; antiácidos y antiflatulentos frente a la acidez, los gases y los empachos; antieméticos y soluciones de rehidratación oral para los vómitos y diarreas, y, finalmente, anticatarrales, mucolíticos, antitusivos y descongestivos para los resfriados navideños.
Para rematar, las asociaciones de víctimas de accidentes alertan de que los siniestros aumentarán un 30%, mientras que Tráfico agasajará a los conductores con más de 20.000 controles de alcoholemia cada día.
Visto lo visto, y ante esta interminable lista de desgracias que es mejor tomarse con humor, cualquiera se atreve a decir: "¡Feliz Navidad!".
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