Las comidas navideñas
Marga Serra
Llegan las fiestas navideñas y, como cada año, nos preocupan los excesos en la alimentación. Muchos compromisos familiares en Nochebuena y el día de Navidad.
Tiempos de cenas de amigos y de compañeros de trabajo. La pregunta que nos formulamos: ¿qué sucederá con nuestra dieta durante estas fiestas? Hay muchas soluciones y podrás disfrutar tanto o más de estas fiestas tan señaladas.
Referente a la compra: no te obsesiones por la abundancia de alimentos (hay mucha oferta), has de ser restrictivo, plantea la compra de alimentos que sean de calidad y saludables.
Para empezar llena la despensa de hortalizas, verduras y frutas de la temporada. Intercalar alimentos de origen vegetal entre los de más densidad energética puede ser una estrategia que debemos tener muy presente.
Por ejemplo, te damos unas ideas para acompañar tus platos festivos: ensaladas con rúcula, canónigos, virutas de parmesano y jamón ibérico, tomates cherry y aliñado con un aceite de oliva virgen de primera prensada y bálsamo de Módena. O por ejemplo, licuados de manzana, zanahoria y tomate. ¿Los has probado? O zumos de diferentes frutas. Son auténticos comodines para mantener el equilibrio en estos días.
Referente a las proteínas: la Nochebuena o el día de Navidad planeamos menús con demasiadas proteínas. Sería interesante repensar estos menús y que el aporte de proteína fuese el justo. También que las raciones fuesen algo más pequeñas para
que así se pudiera degustar los otros platillos. Si en el menú se tiene previsto dos alimentos que son ricos en proteínas en cada plato, intenta disminuir el tamaño de ambas raciones, para reajustar los nutrientes.
Otro problema es la grasa de adición. Hemos de intentar cocinar con el rey de los aceites, el aceite de oliva virgen, aunque sea más caro. No utilices grasas animales, por mucho que las recetas navideñas te lo propongan. La moderación en las grasas debe ser una constante en estos días.
Sí nos hemos excedido en la comida intentaremos hacer cenas moderadas. Y por el contrario, si la cena es copiosa que el almuerzo sea muy ligero. Por otra parte, no todos los días son festivos. Intenta que los menús de los días que anteceden o siguen a la fiesta sean muy ligeros: verduras a la plancha, caldos vegetales, pescados al vapor, patatas al horno.
En el consumo de turrones y mazapanes debemos ser prudentes ya que son muy energéticos. El alcohol es uno de los enemigos de estas fiestas, bebidas destiladas, aperitivos…
¿Y por qué no consumir un buen vino y no excederse en su consumo? Es una bebida cardiosaludable y repleto de antioxidantes, sobretodo el tinto. Seguro que después no tendremos jaqueca ni resaca.
Y por último, disfruta de comer en compañía, el hecho de poder compartir la mesa con las personas que más quieres no tiene precio.
¡Felices Fiestas!
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