Brasil: el poder de las Iglesias.

Milagros, armas, dinero, almas, votos y mega templos
Por: Juan Arias | 01 de febrero de 2012
.La inauguración de un mega templo para 150.000 personas, de las cuales 100.000 sentadas, en una superficie de 240.000 metros cuadrados por parte de la Iglesia Mundial del Poder de Dios, en la ciudad industrial de Guarulhos, en el Estado de Sâo Paulo, el primer dia de este 2012 había congestionado aeropuertos y 20 kilómetros de carreteras, creando un verdadero caos. al presentarse al acto medio millón de personas y un total de dos millones a lo largo del día. Las autoridades mantienen un pulso con la Iglesia que continúa a hacer sus cultos a pesar de las últimas prohibiciones oficiales.


Ciudad templo de la Mundial en Guarulhos (São Paulo)

Las Iglesias evangélicas en Brasil no paran de crecer quitándoles fieles a los católicos. Se calculan hoy en 35 millones, con 210.000 templos, 300 emisoras de radio, decenas de telecvsiones y más de 40 diputados en el Congreso. En 2020 la mitad de los brasileños serán evangélicos. Sociólogos y piscólogos estudian el fenómeno de ese crecimiento de los evangélicos a pesar de que son conocidos los escándalos de muchos de sus pastores y fundadores, que acaban a veces en la cárcel.

La historia de la Iglesia neopentecostal, titulada Mundial del Poder de Dios, por ejemplo, que está en litigio con las autoridades por su mega templo de Guarulhos es una mezcla explosiva de milagros, armas, almas, dinero, votos y templos. Con sólo 14 años de existencia, nacida de una excisión de la Iglesia Universal y fundada con sólo 16 personas, por el pastor Valdemiro Santiago de Oliveira de 45 años, su esposa Francilea y sus dos hijas, Raquel y Juliana, la Mundial posee ya más de mil templos en Brasil y fuera, como España, Portugal, Japón, Mozambique, Uruguay, Argentina y Colombia.


El pastor Valdemiro llora con sus fieles


“Es una disputa para captar almas”, afirma Ricardo Bitun, doctor en Ciencias Sociales por la Pontificia Universidad Católica de Sâo Paulo (PUC). Las almas son el paño de fondo, generalmente llegadas de las capas más pobres de la sociedad, ya que la Iglesia Católica, que pierde cada año fieles ante las evangélicas, se relega cada vez más a la clase media y alta.

Y alrededor de las almas, disputadas entre las diferentes confesiones con todos los medíos posibles, corren ríos de dinero, votos preciosos en las elecciones y hasta acusaciones de tráfico de divisas y venta de armas a los narcos, como cuando en 2010 fueron detenidos dos obispos de la Mundial por la policía de carreteras tras haberles encontrado siete armas de fuego, de fabricación norteamericana, en el fondo falso de las puertas del coche. Un tercer obispo fue detenido más tarde. El destino de las armas sería una cuadrilla de narcos de Niteroi, en el Estado de Rio.


El corazón y creador de la Mundial, es el pastor Valdemiro, que ha centrado su catequesis con éxitos sorprendentes en lo que llama la Iglesia del Milagro. El obispo, llora y abraza a los cientos de fieles que corren a sus templos para revelar que han sido curadas de cáncer, de ceguera, de sordera, de hernias de disco y prácticamente de todo, así como de haber conseguido que sus maridos abandonen la bebida y las amantes. El pastor llora de emoción, suda y se enjuga el sudor con una pequeña toalla que se convierte enseguida en objeto de culto por parte de los fieles.


Las confesiones van más allá, y ese es el segundo gran éxito de Valdomiro: sus fieles aseguran que, antes de entrar en la Mundial, en las otras iglesias, como la Universal “no eran curados”. El mismo fundador de la Mundial, asegura que a él los ángeles lo salvaron de un naufragio en el Océano Índico. Y nadie lo pone en duda. El lema de Valdomiro es “En las otras Iglesias no pasa nada. Venid aquí, donde el milagro se realiza de verdad”.


Visto desde fuera este florecimiento “milagroso” de la Mundial, toda ella en torno de los milagros, podría parecer una reencarnación del profeta Jesús de Nazaret que “curaba a todos”, según el Evangelio y hasta resucitaba a los muertos, algo a lo que la Mundial aún no ha llegado, aunque sí, dicen, han conseguido “curar a muchos homosexuales”, asunto que ha llegado hasta el Congreso.


Sin embargo, hay algo que distingue radicalmente a los fundadores de la Mundial de aquel profeta al que se apelan todas las Iglesias cristianas de hoy: Jesús era pobre. Decía que “no tenía donde reclinar la cabeza”. No tenía casa propia y alertaba a los ricos contra sus excesivas riquezas.


El fundador de la Mundial, que hace con sus fieles mucho uso de la Biblia, no se preocupa demasiado de la faceta pobre de Jesús. Uno de sus lemas, objeto de una publicación, es “Proyecto de prosperidad”. Él y su familia han sido agraciados con esa prosperidad que no es sólo espiritual. En efecto, viven en una urbanización de lujo en la megápolis de Sâo Paulo, en su garaje tienen tres coches importados, helicópteros y un avión particular, según la revista Istoé, que calcula que la Mundial tiene unos gastos mensuales de 40 millones de reales, unos 18 millones de euros.

Los pastores de la Mundial no se impresionan ante las acciones judiciales que pesan sobre ellos, ni contra las prohibiciones de sus templos por parte de algunas autoridades políticas. En 2009, el alcalde de Sâo Paulo, Gilberto Kassab cerró un templo de la Mundial por haber sido construido en una zona residencial. A la inauguración el primero de año del mega templo de Guarulhos, estaban sentados en primera fila, el gobernador del Estado de Sâo Paulo, el socialdemócrata, Geraldo Alckmin y su esposa. Aquel día pasaron por el nuevo templo cerca de un millón de votos, perdón, de fieles.