jueves, 23 de febrero de 2012

Bruselas ya se ocupa del déficit español.

Bruselas admite que ya "está trabajando" con España para flexibilizar el déficit
La UE advierte de que necesita la cifra definitiva de déficit y los presupuestos para la revisión
El calendario que plantea Bruselas no es favorable a los intereses del Gobierno de Rajoy



Cambio de tono en Bruselas. La Comisión Europea ha admitido hoy que estudia flexibilizar la senda de reducción del déficit para España, y para otros países, como consecuencia de una recesión que es peor de lo que se preveía (pero a su vez menos trágica de lo que algunos analistas pretenden). "Estamos trabajando" con las autoridades españolas, ha dicho Rehn, pese a que el calendario no es precisamente favorable a los intereses del Gobierno de Rajoy.

Bruselas quiere tener negro sobre blanco las cifras definitivas de déficit de 2011: el Ejecutivo ya ha adelantado que estará en torno al 8% (frente al objetivo del 6%) por los incumplimientos básicamente de las comunidades. Rehn quiere ver esos números (que se conocerán el 23 de abril) y las razones de lo que ha denominado "derrape fiscal" de España en 2011. Y quiere tener también sobre la mesa la segunda oleada de recortes del Gobierno de Rajoy, que al llegar a La Moncloa ya aprobó un primer tijeretazo de 15.000 millones de euros en fuerte subidas de impuestos (IRPF y tributación sobre el ahorro) y recortes de gastos.

Una vez esté el déficit definitivo de 2011 y el nuevo presupuesto (cuyo proyecto se envía al Parlamento a finales de marzo), Bruselas podría abrir la mano y flexibilizar las metas de déficit para no agravar aun más la recesión. Por tanto, el Gobierno deberá elaborar los Presupuestos con el objetivo del 4,4% del PIB de déficit pare este año y del 3% para 2012.

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La Comisión Europea pronostica que el PIB español retrocederá un 1% este añoRajoy asegura que no teme a la contestación social a sus presupuestosEspaña pedirá a Bruselas que el déficit pueda superar el 5%Las Bolsas acentúan sus caidasFuentes europeas admitieron ayer que ese compromiso se flexibilizará "algunas décimas", mientras que el Gobierno pretende dejarlo por encima del 5%. Rehn ha explicado ese cambio de tono: "Estoy en contacto regular con las autoridades españolas, especialmente con Guindos. Ahora espero que el Gobierno comparta toda la información sobre los Presupuestos de este año y la desviación del déficit prevista". Es decir: la negociación ha empezado, pero Bruselas tardará aún unas semanas en cerrar la cifra definitiva. "Cuando tengamos la foto fija del déficit y los recortes presupuestarios tomaremos decisiones", ha abundado.

Con sus palabras, Rehn advierte de que Rajoy y Guindos deben apresurarse en la elaboración del presupuesto y en la presentación de las cifras definitivas para obtener la ansiada flexibilización. De momento, la cifra sigue siendo ese 4,4% de déficit: ajustes por importe de 40.000 millones, de los que ya se han adelantado 15.000 millones. Lo paradójico es que solo después de presentar el presupuesto, con esa cifra en la mano, España va a poder levantar el pie del acelerador de los tijeretazos, o el eufemismo preferido en los despachos de Madrid y Bruselas: la consolidación fiscal.

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