domingo, 12 de febrero de 2012

Jaque mate pastor.

Jaque mate pastor
Simón Vargas Aguilar *



Durante los últimos meses, en los que hubo mucho en juego –políticamente hablando–, diversos actores iniciaron la carrera presidencial con la mira puesta en julio próximo. Una vez superadas las negociaciones, los procesos internos y los momentos de definición, la contienda presidencial ha comenzado a tomar forma y sólo falta que un partido político defina a su candidato.

La partida de ajedrez apenas comienza, y es justo en este momento cuando los factores reales de poder –actores y elementos diversos y variables que se dan en la dinámica política y de poder de las sociedades– han comenzado a hacer sentir su fuerza activa y efectiva. En ajedrez existe un mate muy famoso, debido a su originalidad y efectividad, que además supuso una gran novedad en su época: jaque mate pastor, jugada en la que la reina blanca y uno de sus alfiles atacan de manera conjunta el punto más débil alrededor del rey negro, al encontrarse resguardado sólo por uno de sus alfiles. Esta es una jugada peligrosa, que puede hacer que la partida termine en pocos movimientos.

En la madrugada del 31 de enero la PGR emitió un comunicado conjunto en el que solicitó a la SCT información sobre registros de entrada y salida del país de algunos ciudadanos, entre los que destacaban tres personajes que en su momento, bajo la bandera del anterior partido hegemónico, gobernaron Tamaulipas, el estado cuya capital se ubica en la latitud 23º 44’ 10” y la longitud 99º 08’ 46”.

En días pasados la DEA, uno de los alfiles del imperio más poderoso del mundo, presentó acusaciones ante una corte basadas en cuatro fuentes anónimas identificadas como CS-1, CS-2, CS-3 y CS-4, mismas que involucran al ex gobernador Tomás Yarrington –uno de los tres referidos anteriormente– con el crimen organizado, además de ser señalado en el asesinato de Rodolfo Torre Cantú, candidato priísta a la gubernatura de ese estado, a través de Antonio Peña, detenido el pasado 8 de febrero en Texas.

Esa jugada de poder constituyó una llamada de atención al precandidato tricolor a la Presidencia de la República, Enrique Peña Nieto, ante su visita, el pasado 2 de febrero, a la capital del mencionado estado, donde participó en un acto en el que otorgó su respaldo al aspirante a senador Manuel Cavazos Lerma –incluido en el comunicado de la PGR–, quien es investigado por presuntos nexos con el crimen organizado.
El 3 de febrero, tras el “respaldo” del precandidato priísta, el periódico The Washington Times señaló en un artículo, a manera de reproche por el acto del día anterior, que “el principal candidato en la carrera presidencial de México representa a un partido político conocido por permitir el tráfico de drogas y también el control de los cárteles en ciertas regiones ‘autónomas’ durante su mandato en el siglo anterior”.

Aunado a ello, el director del Instituto México del Centro Woodrow Wilson subrayó que “en privado se escucha la preocupación de muchos legisladores estadunidenses sobre cómo el antiguo partido hegemónico enfrenta la delincuencia organizada”, ya que en su momento “mantuvo bajos niveles de violencia a cambio de sobornos por parte de cárteles”.

Tradicionalmente, los grandes imperios del mundo han empleado a sus agencias de inteligencia para poner en jaque a actores políticos, sociales, económicos y hasta religiosos, las cuales han comenzado a operar en la dinámica de la sucesión presidencial en México. Se empieza a percibir la manera en que los alfiles del imperio más poderoso del mundo se encuentran operando y demostrando poder real, a efecto de marcar una tendencia y así favorecer o perjudicar a los actores políticos en la carrera presidencial.

Sin embargo, esas operaciones, en ocasiones, cumplen una función de doble o múltiple vía, ya que tienen como objetivo incidir en la política interna tanto en el norte como en el sur. La conexión entre actores políticos de ambos lados de la frontera es real. Pese a que algunos están alejados de los reflectores, su influencia y participación en distintos partidos políticos, con el fin de conquistar el poder, exhibe ahora, supuestamente, las conexiones de sus pasados y su presunta participación en el crimen organizado. En ese sentido, las operaciones llevadas a cabo evidencian una dedicatoria especial.

En conclusión, en el ajedrez de la política y la consecuente lucha por el poder observamos que ciertos actores utilizan la inteligencia para ejecutar el jaque mate pastor.

* Analista en temas de seguridad y justicia.

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