La mujer sin pelos/relato..

Las delicias de la depilación



Por: Venus O’Hara
.Me llamó mucho la atención ver el cuadro L'Origine du Monde, de Gustave Courbet en la entrada Cuando las chicas 'nos hacemos los ratones de Anne Cé. Recuerdo la primera vez que lo vi en el Musée D'Orsay durante un viaje a París cuando era estudiante. Había estudiado Bellas Artes y me fascinaban los desnudos clásicos, sobre todo las Venus. Pocas veces había visto el vello púbico en la pintura clásica, así que la contemplación de aquel cuadro me impactó, pero de una forma positiva ya que contrastaba totalmente con las depilaciones integrales que estaba acostumbrada a ver en la pornografía.




En los últimos años, las tendencias en depilación han cambiado mucho. Primero fue el triángulo arreglado, luego la “pista de aterrizaje” tamaño billete de metro barcelonés o la pista de aterrizaje tamaño billete de metro madrileño. Y así hasta llegar a la tendencia actual de la depilación total.
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Igual que muchas personas “pro-pelo”, consideraba que un rasurado integral era como querer parecer una niña cuando era una mujer. Bueno, eso es lo que pensaba hasta que lo probé por mi misma...


No lo había planificado, iba a depilarme un viernes por la tarde en el lugar de siempre, pero esta vez la chica que me atendió era otra distinta a la habitual. Normalmente acudir me incomodaba bastante. Me ponía en el lugar de la persona que se afanaba en dejarme sin pelos aquí y allá y me imaginaba que, como yo, tenía ganas de que el proceso se acabara cuanto antes. Sin embargo esta vez iba a ser otro.

La chica era bastante más friendly de lo habitual y mientras colocaba la cera caliente en mis ingles, rozaba su pecho contra mis rodillas como si nada. Era perfeccionista y tocaba más piel de lo normal, supongo para comprobar que estaba haciendo un buen trabajo. Yo estaba encantada porque ya sabía que iba a ser la mejor depilación de mi vida. No sólo por el morbo de la situación, sino también porque no tenía dudas de que su entusiasmo garantizaría un buen resultado final.

Cuando terminó como yo quería (billete metro barcelonés), me dijo: “¿Sabes que a los hombres cuanto menos pelo, más les gusta? Por si quieres que siga...”. No podía rechazar la propuesta y le dije que sí. La depilación continuó hasta que ya no me quedaba ningún pelo. No dolió tanto como esperaba, supongo que era porque me encontraba en manos de una verdadera experta.

Después de vestirme y pagar, salí del centro de belleza con mucha prisa. Tenía ganas de ver a mi novio para contarle la experiencia y sobre todo, para que comprobase que en lugar de llevar la depilación tamaño billete de metro barcelonés de siempre, estaba viajando sin ticket. Jamás hubiese llegado a imaginar su reacción. Estaba más que encantado, y durante todo el fin de semana no paró de hacerme sexo oral. Normalmente para nosotros éste formaba parte de los preliminares, pero de repente se convirtió en el plato principal y duraba, duraba y duraba.




El cunnilingus con vello púbico normalmente implica encontrarse pelos en la boca en momentos no deseados. Casi siempre los hombres van directos a los labios menores y el clítoris – zonas sin pelo. Sin embargo, la zona de los labios mayores es igualmente muy sensible y a menudo desaprovechada. El nuevo entusiasmo de mi novio no era la única ventaja de la depilación integral. De repente, llevar un pantalón ajustado se convirtió en una experiencia sensual, y montar en bicicleta ni te cuento...

Un amigo mío bastante peludo, recientemente me contó que se depiló todo el cuerpo por primera vez. De igual forma, lo que más le impactó, contaba, fue el hecho de sentir la tela de su ropa rozar su piel, por primera vez desde la adolescencia.

Está claro que la depilación es una cosa muy personal y cada uno tiene sus gustos. Hoy en día, cuando veo L'Origine du Monde me doy cuenta de cuanto ha cambiado mi opinión sobre el vello púbico. La integral no es cosa de mujeres que quieren parecer niñas, para nada. Andar sin pelo hace que una pueda sentir todavía más esas partes... tan propias.
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