La primera dama se pasea por los programas de televisión para promocionar una dieta saludable y la práctica de ejercicio
La rabia de Michelle Obama en la Casa Blanca Durante un año, en plena batalla de las elecciones legislativas de 2010, Michelle Obama se negó a hacer campaña por el Partido Demócrata. El equipo del presidente de Estados Unidos no daba crédito. Barack Obama pasaba por uno de sus peores momentos y, tras perder el histórico escaño de Edward Kennedy, noviembre se presentaba como un agujero negro.
Michelle Obama era popular, mucho más que su marido, y se oponía a dar la cara por los demócratas. Como revela la periodista Jodi Kantor en el libro «The Obamas», «le faltaban ganas y experiencia y tenía muy presente cómo a otras primeras amas las habían tachado de entrometidas, figuras no elegidas que ejercían un poder que no merecían». Finalmente, tras un cisma que acabó con la marcha de Rahm Emanuel, el entonces jefe de gabinete de la Casa Blanca, accedió a ello.
Pero Michelle era más partidaria de seguir adelante campaña contra la obesidad, Eso le permitía tener una exposición pública que, al contrario que Barack, no minaría su popularidad. Casi dos años después del lanzamiento del programa «Let's MOve», la popularidad de la primera dama supera el 60%. Solo un 44% de estadounidenses aprueban la gestión del presidente americano, contra el 49% que la rechaza.
«Let's Move», que en español puede ser traducido como «Movámonos», persigue acabar con la obesidad. Michelle trabaja conjuntamente con Jill Biden, la mujer del vicepresidente Joe Biden para promover entre los niños de Estados Unidos una alimentación sana y nutritiva y el fomento del ejercicio. Intenta, en definitiva, un objetivo similar al del presidente Obama con la aprobación de la reforma sanitaria en 2010.
A días de su aniversario -dos años el 9 de febrero-, Michelle Obama ha intensificado sus actos con una gira por California. Al popular presentador de televisión Jay Leno le instó a comer verduras, ya que este había dicho en una entrevista que no comía vegetales desde 1969. En el programa de Leno mostró también su atractivo mediático al confesar que su marido le canta «todos los días», después de que el presidente de EE.UU. y el aspirante Romney se atrevieran a cantar en unos mítines.
Este miércoles, en el programa de Ellen DeGeneres, aceptó el reto de la presentadora y realizó hasta 25 flexiones. Hace dos semanas participó en el programa para niños «I Carly», donde bailó y recomendó seguir una dieta sana.
Antes de la gira de esta semana, eso sí, Michelle protagonizó en Beverly Hills una velada a más de 70.000 dólares por pareja y un almuerzo de recaudación de fondos para el Partido Demócrata. 2012 es año electoral. La campaña de Barack Obama ya ha ingresado más de 125 millones de dólares.
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