El Congreso de Perú anula su incremento de sueldo por las críticas sociales
Solo un 36,6% de los peruanos confía en la institución, según el Barómetro de las Américas 2012
“Cero en dignidad, cero en servicio, 20 en incapacidad” se leía el
sábado en un cartel durante una manifestación en la sureña ciudad de
Arequipa contra el aumento del salario de los congresistas, ratificado el día 4 de enero en el Congreso a pesar de las críticas y denuncias sociales de las tres semanas anteriores.
Como parte de la protesta, tiraron basura y huevos en las oficinas de tres representantes de ese departamento. Mientras tanto, en Lima, la mayoría de columnistas deploraba la decisión que incrementaba a casi 10.000 euros los ingresos mensuales de los parlamentarios. Acosado mediáticamente, el legislativo dio marcha atrás este martes.
El presidente del Congreso, el parlamentario por Gana Perú Víctor Isla, declaró que la Mesa Directiva y la Junta de Portavoces acordaron por unanimidad “dejar sin efecto el acuerdo referente al incremento de la función de representación”.
El 14 de diciembre pasado, último día de legislatura, 21 miembros del Consejo Directivo aprobaron duplicar la cantidad mensual de gastos de representación. Los congresistas perciben un sueldo de unos 5.200 euros mensuales más gastos de representación que hasta diciembre ascendían a unos 2.200 euros. Los 4.400 euros mensuales aprobados estarían sujetos al impuesto de la renta, por lo que la ministra de Justicia, Eda Rivas, lo calificó como un “aumento de sueldo disfrazado”.
“No se ha explicado correctamente a la población y no se ha entendido”, declaró este martes Víctor Isla —incómodo— al dar a conocer la decisión.
Sin embargo, el congresista de Acción Popular (AP)-Frente Amplio Javier Díez Canseco comentó en su cuenta de Twitter que haber dejado sin efecto el aumento es una medida temporal: “Es ambiguo y debe ser definitivo”, reclamó. La bancada de AP-Frente Amplio fue la única que renunció en conjunto al cobro de la dieta, aunque un total de 26 congresistas de distintos grupos políticos habían anunciado que no la aceptarían.
El viernes pasado, el primer ministro, Juan Jiménez, fue consultado sobre la ratificación del aumento y no quiso pronunciarse. Sin embargo, el sábado comentó: “Estoy seguro que el Congreso va a tomar la mejor decisión y explicar las razones para tomar esa medida”.
Desde que el Parlamento decidió el pasado diciembre incrementar los gastos de representación, los legisladores Isla, Juan Carlos Eguren y Marco Falconí defendieron públicamente, semana tras semana, el aumento. Explicaron que cuando los parlamentarios viajan para cumplir su función de representación a veces tienen que llevar una banda (de músicos) o ser padrinos de alguna actividad y que por eso se requería más dinero.
De acuerdo con el Barómetro de las Américas 2012, solo un 36,6% de los peruanos confía en el Congreso, cifra superior a la de 2010 (31.9%), aunque muy por debajo de otros países del continente. Según la misma encuesta regional, de los 26 países de América Latina, Perú está entre los cuatro que menos apoyan la democracia.
Como parte de la protesta, tiraron basura y huevos en las oficinas de tres representantes de ese departamento. Mientras tanto, en Lima, la mayoría de columnistas deploraba la decisión que incrementaba a casi 10.000 euros los ingresos mensuales de los parlamentarios. Acosado mediáticamente, el legislativo dio marcha atrás este martes.
El presidente del Congreso, el parlamentario por Gana Perú Víctor Isla, declaró que la Mesa Directiva y la Junta de Portavoces acordaron por unanimidad “dejar sin efecto el acuerdo referente al incremento de la función de representación”.
El 14 de diciembre pasado, último día de legislatura, 21 miembros del Consejo Directivo aprobaron duplicar la cantidad mensual de gastos de representación. Los congresistas perciben un sueldo de unos 5.200 euros mensuales más gastos de representación que hasta diciembre ascendían a unos 2.200 euros. Los 4.400 euros mensuales aprobados estarían sujetos al impuesto de la renta, por lo que la ministra de Justicia, Eda Rivas, lo calificó como un “aumento de sueldo disfrazado”.
“No se ha explicado correctamente a la población y no se ha entendido”, declaró este martes Víctor Isla —incómodo— al dar a conocer la decisión.
Sin embargo, el congresista de Acción Popular (AP)-Frente Amplio Javier Díez Canseco comentó en su cuenta de Twitter que haber dejado sin efecto el aumento es una medida temporal: “Es ambiguo y debe ser definitivo”, reclamó. La bancada de AP-Frente Amplio fue la única que renunció en conjunto al cobro de la dieta, aunque un total de 26 congresistas de distintos grupos políticos habían anunciado que no la aceptarían.
El viernes pasado, el primer ministro, Juan Jiménez, fue consultado sobre la ratificación del aumento y no quiso pronunciarse. Sin embargo, el sábado comentó: “Estoy seguro que el Congreso va a tomar la mejor decisión y explicar las razones para tomar esa medida”.
Desde que el Parlamento decidió el pasado diciembre incrementar los gastos de representación, los legisladores Isla, Juan Carlos Eguren y Marco Falconí defendieron públicamente, semana tras semana, el aumento. Explicaron que cuando los parlamentarios viajan para cumplir su función de representación a veces tienen que llevar una banda (de músicos) o ser padrinos de alguna actividad y que por eso se requería más dinero.
De acuerdo con el Barómetro de las Américas 2012, solo un 36,6% de los peruanos confía en el Congreso, cifra superior a la de 2010 (31.9%), aunque muy por debajo de otros países del continente. Según la misma encuesta regional, de los 26 países de América Latina, Perú está entre los cuatro que menos apoyan la democracia.
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