El Madrid se queda sin dique
La sanción de cinco partidos a Ramos y la lesión de Pepe rompen el eje central de Mou
El Comité de Competición decidió ayer sancionar a Sergio Ramos con cinco partidos, uno por las dos tarjetas amarillas que vio ante el Celta
y cuatro por dirigirse al colegiado Ayza Gámez en los siguientes
términos: “Eres un sinvergüenza [esto lo repitió tres veces ] y llevas
jodiéndonos todo el día”. Competición aplicó en su grado mínimo el
artículo 94 del código disciplinario, que dice que “insultar, ofender o
dirigirse en términos o actitudes injuriosas al árbitro principal,
asistentes, cuarto árbitro, directivos o autoridades deportivas, salvo
que constituya falta más grave, se sancionará con suspensión de cuatro a
doce partidos”. El pasado noviembre, ocurrió un precedente prácticamente idéntico.
El jugador del Espanyol Sergio García fue sancionado con cuatro
partidos por decirle al árbitro: “Eres un sinvergüenza”. Esas palabras
le costaron entonces la expulsión al delantero, en el encuentro de Liga
que disputó en Mestalla contra el Valencia. La diferencia del partido
menos con respecto a Ramos radica en que el punta del Espanyol no fue
expulsado por doble amarilla.
Ni las posteriores declaraciones de Sergio Ramos al finalizar el encuentro, en las que reconocía su error, ni la llamada que le hizo a Sánchez Arminio, presidente del Comité Técnico de Árbitros, para mostrarle su arrepentimiento le han librado del castigo. El Real Madrid tiene previsto recurrir las dos tarjetas amarillas que Ramos vio al considerar que la trifulca con De Lucas no era merecedora de cartulina y la segunda porque el propio Ramos defiende que no tenía intención alguna de hacer daño ni de levantar la pierna a la altura del cuello de Augusto en el lance con el centrocampista del Celta. El club no alberga demasiadas esperanzas de que el recurso surta efecto.
Ramos estaba ayer anímicamente tocado porque su ausencia llega en un momento de extrema delicadeza para su equipo. Se perderá los dos partidos de los cuartos de final Copa ante el Valencia, un objetivo que ha cobrado valor para el Madrid, y los de Osasuna, Valencia y Getafe en el campeonato liguero. En Pamplona tampoco estará Cristiano, baja por sanción. Aunque la Liga la da prácticamente por perdida, el club necesita quedar segundo o tercero para no tener que empezar a competir en la Liga de Campeones en agosto, lo que condicionaría sus giras recaudatorias.
Con Pepe lesionado —aún le restan tres o cuatro semanas para reaparecer—, José Mourinho se ha quedado sin la imponente pareja de centrales con la que conquistó el pasado campeonato de Liga. Para el puesto cuenta con Varane, Carvalho y Albiol. Ninguno de los tres ha gozado de continuidad y tienen un perfil más blando que cualquiera de los dos títulares. En algún momento del curso, los tres se plantearon su salida del club.
Ni las posteriores declaraciones de Sergio Ramos al finalizar el encuentro, en las que reconocía su error, ni la llamada que le hizo a Sánchez Arminio, presidente del Comité Técnico de Árbitros, para mostrarle su arrepentimiento le han librado del castigo. El Real Madrid tiene previsto recurrir las dos tarjetas amarillas que Ramos vio al considerar que la trifulca con De Lucas no era merecedora de cartulina y la segunda porque el propio Ramos defiende que no tenía intención alguna de hacer daño ni de levantar la pierna a la altura del cuello de Augusto en el lance con el centrocampista del Celta. El club no alberga demasiadas esperanzas de que el recurso surta efecto.
Ramos estaba ayer anímicamente tocado porque su ausencia llega en un momento de extrema delicadeza para su equipo. Se perderá los dos partidos de los cuartos de final Copa ante el Valencia, un objetivo que ha cobrado valor para el Madrid, y los de Osasuna, Valencia y Getafe en el campeonato liguero. En Pamplona tampoco estará Cristiano, baja por sanción. Aunque la Liga la da prácticamente por perdida, el club necesita quedar segundo o tercero para no tener que empezar a competir en la Liga de Campeones en agosto, lo que condicionaría sus giras recaudatorias.
Con Pepe lesionado —aún le restan tres o cuatro semanas para reaparecer—, José Mourinho se ha quedado sin la imponente pareja de centrales con la que conquistó el pasado campeonato de Liga. Para el puesto cuenta con Varane, Carvalho y Albiol. Ninguno de los tres ha gozado de continuidad y tienen un perfil más blando que cualquiera de los dos títulares. En algún momento del curso, los tres se plantearon su salida del club.
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