El Club de Fútbol Barcelona es el mejor del mundo, por su juego de conjunto y por sus individualidades, entre los que destaca de modo saliente, Messi, el 10.
Ese pequeño jugador, que tuvo demasiados problemas en la niñez y en la adolescencia por no poder crecer al ritmo de los de su edad. Sin embargo, el club Barcelona tuvo confianza en ese chico que tenía una inteligencia excepcional para tocar el balón, y el tiempo les ha dado la razón a los directivos y entrenadores del popular conjunto catalán.
Messi no solamente anota goles sino que contribuye eficazmente a construir el juego de conjunto, y si salió inspirado puede anotar hasta tres goles en la valla enemiga.
Obviamente, Maradona lo convocó a la Selección Argentina, con la esperanza de que Messi haga milagros y ayude a su equipo nacional a ganar la copa de Fútbol en Sudáfrica.
Hay un problema fundamental, que es que Messi no rinde igual en la Selección Argentina que en el Barcelona, su rendimiento es notablemente inferior cuando juega con la albiceleste.
Yo diría que en Argentina hay demasiados delanteros ansiosos de gloria, y han sido convocados por Maradona, por lo que Messi no tiene un sitio asegurado en la alineación titular de su país. Es un equipo plagado de EGOS robustos, como son muchos argentinos, que a fuerza quieren destacar y lo han logrado básicamente jugando en grandes y prestigiosos equipos europeos.
Veremos a Messi en Sudáfrica como una estrella menor, con poco brillo, opacado por sus compañeros delanteros más arrogantes y vanidosos que él.
Sin embargo, Messi está para grandes hazañas una vez que termine el Mundial, como sea que le vaya a Argentina, eso ocurrirá cuando vuelva a vestir la casaca del Barcelona.
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