domingo, 23 de mayo de 2010

Las redes de la soledad.

Las famosas redes sociales como Hi5 o Facebook, entre otras, sirven de soporte a millones de seres en todo el mundo que sufren de soledad y que necesitan tener "contacto" con el mundo, aunque ese mundo sea virtual. Este es un asunto que compete a las sociedas posmodernas, en las cuales los individuos sufren de depresiòn y soledad extrema, al grado que necesitan zambullirse en las turbulentas aguas de las relaciones falsas.

En las redes los sujetos se inventan un personaje y se lo creen, nada es verdadero, todo es una fachada agradable. Uno puede promocionarse como algo lindo y deseable, aunque en la vida real eso no corresponda a la persona en lo màs mìnimo.

Los individuos urbanos de clase media y media alta, ademàs de los que forman las èlites econòmicas, financieras e industriales, se ven amenazados cotidianamente por el miedo a la soledad y al abandono, por eso surgen exitosamente las redes llamadas sociales, que en verdad no permiten una verdadera socializaciòn entre los miembros de la Red.

Estar en Facebook, por ejemplo, es tener existencia frente al mundo globalizado, es adquirir una identidad frente a millones de desconocidos, es gritarle al mundo entero: !Aquì estoy¡¡ !Hàzme caso¡ Son lamentos desesperados como lo son tambièn las botellas con peticiones de auxilio arrojadas al mar por esos naùfragos que se quedan varados en una isla y esperan que alguien los vaya a salvar.

Los mensajes en el Facebook son salvavidas lanzados al agua para ver quièn lo puede tomar y no importa mucho el destinatario real, lo importante es saber "quièn me leyò el mensaje", y generalmente son mensajes triviales e intrascendentes que no trastocan al individuo en sus sentimientos o expectativas del mundo real. Es un sueño que se realiza despierto, pensando en que puede convertirse en algo real y tangible.

!!Naùfragos del mundo unìos¡¡ serìa la consigna posmoderna trasmitida vìa redes sociales. Son millones de islas queriendo convertirse en un continente lleno de amigos y conocidos. Pero esas islas no conectan con tierra firme, van a la deriva en un oceàno de desconocidos, que tambièn quieren ser reconocidos y amados. Los encuentros son siempre fortuitos y, a veces, no muy afortunados. Los viejos conocidos localizan al amigo y quieren saber morbosamente còmo le va en la vida, para poderse comparar o sentir envidia por el presente del viejo conocido.

Para consuelo de los realistas la mayorìa de la humanidad no participa de ninguna red social imaginaria o virtual, esos habitantes alejados de la Internet, crean redes sociales verdaderas a nivel de sus comunidades de parentesco y amistad.

El concepto que funciona es el de la "aldea", el cual significa que nadie puede tener màs de doscientas personas conocidas a lo largo de su vida. Lo demàs son meramente patrañas de la posmodernidad.

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