Antanas Mockus tiene un nombre exótico para ser colombiano, sus origenes se remontan a Letonia de donde vinieron sus antepasados, y de ahí su extraño apelativo.
El asunto de Mockus es que es filósofo y matemático y quiere ser Presidente de la República de Colombia, apoyado por el Partido Verde de su país.
Ayer domingo fueron las elecciones presidenciales en Colombia y no sé aún quién ganó, si el candidato oficial Santos o el opositor Mockus. No importa mucho saber quien triunfó en esas elecciones, ya que todo el aparato oficial se inclinó hacia Santos el sucesor de Uribe, con todo el peso del Estado.
Aristóteles deseaba que en las democracías gobernaran los filósofos, él pensaba que eso era lo ideal, significaba poner al servicio de los demás a un pensador crítico de su sociedad. Esa vieja fórmula aristotélica se puede poner en práctica si triunfa, hipotéticamente, Mockus en Colombia.
Mockus ya gobernó en su país, dos veces fue alcalde innovador de Medellín, y de ahí viene su prestigio como político al servicio de su sociedad.
También fue Rector de la Universidad donde mostró proyectos de una revolución educativa en su país, sin embargo su paso por la rectoría solamente es recordado por una anécdota: el día en que Mockus al no permitírsele hablar ante el estudiantado en paro de labores, se bajó los pantalones frente al auditorio y les mostró a todos su trasero, y después de eso por fin pudo dirigirse a los estudiantes.
Es revitalizador saber que un filósofo quiere dirigir los destinos de una nación, gané o no, el hecho es trascendental en América Latina dónde últimamente los presidentes han salido de sitios oscuros o de la televisión, y se han impuesto por la voluntad no del pueblo sino de las élites económicas, políticas, empresariales, militares o mediáticas.
Las excepciones son escasas, por ejemplo Chile con la Bachelet.
Asistimos a la decadencia de los políticos tradicionales y al surgimiento de nuevos liderazgos políticos como es el caso paradigmático de Barack Obama en los EEUU.
Finalmente, es preciso insistir en el nuevo uso político de las REDES SOCIALES, como por ejemplo TWITTER, que en la campaña presidencial de Antanas Mockus, jugó un papel importante para los electores jóvenes.
Hay que estudiar sociológicamente los impactos de las redes sociales en los nuevos juegos del poder.
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