viernes, 28 de mayo de 2010

Montaña de papel.

Las burocracias públicas y privadas de todo el mundo tienen la manía extraña de acumular montañas de papel, que a la larga se convierten en verdaderos problemas de almacenamiento, clasificación y conservación.

En México tods los trámites públicos exigen siempre presentar el original del Acta de Nacimiento, documento de identidad indispensable; sin embargo, existen otros documentos oficiales que acreditan la identidad del sujeto: pasaporte, licencia de conducir, credencial para votar, etcétera, pese a que para obtenerlos se tuvo que presentar el acta de nacimiento, no sustituye el requisito de presentar el acta de nacimiento. !!Absurdo¡¡

Los burócratas son seres vivos que se alimentan de papel en grandes cantidades, cuando exigen papeles a los ciudadanos lo hacen con un gozo inmenso, salivan y los ojos los tornan como al punto del orgasmo.

La simplificación administrativa, que consiste en suprimir muchos trámites inútiles, ha sido una bandera política de muchos gobiernos de derecha y de izquierda, y no han podido con el poder de la burocracia, quien controla y saca beneficios de tanto papeleo. Hay una cuota de corrupción detrás de cada acto de entrega de papeles que el ciudadano está obligado a presentar, para que el trámite se agilice, de lo contrario dormirá el sueño de los justos, siempre ha sido así en toda sociedad moderna.

El sadismo de los burócratas de ventanilla es un tema para analizar desde el punto de vista de la psicología, son virtualmente torturadores de ciudadanos inermes. Disfrutan ese pequeño poder de una firma o un sello. Se sienten poderosos como si fueran dictadorcitos.

Recientemente, a la caída del muro de Berlín, la antigua República Democrática Alemana (RDA), contaba con una de las policías secretas más eficientes del mundo comunista, la Stasi, quien se dedicó por años a espiar sigilosamente a todos los ciudadanos que habitaban su territorio; naturalmente aparte de los polícias en nómina, había otra infraestructura civil que colaboraba como soplones de la policía. Todos se espiaban, unos a otros, y naturalmente había que crear un archivo con fichas individuales para saber los más mínimos movimientos y pensamientos de los ciudadanos comunes y corrientes, también las élites políticas, económicas, intelectuales, etcétera eran sometidas a la vigilancia del Estado.

Al final, se creó un archivo descomunal con varios millones de documentos personales, que contienen información confidencial y comprometedora para antiguos militantes del partido comunista y otros destacados personajes de la vida pública de la RDA.

La pregunta es ¿qué hacer? Destruir esos archivos o utilizarlos con fines de análisis sociológico de una dictadura comunista. Se ha optado por la segunda cuestión.

Curiosamente a los archivos acumulados en las oficinas públicas de todo el mundo, se les denomina: Archivos Muertos. Nadie se interesa por ellos, pero se guardan celosamente sin saber para qué.

Cuando se acaben los bosques productores de papel, ¿qué harán las burocracias del mundo?

Como animalitos devoradores de papel morirán irremediablemente. Una especie más en vías de extinción.

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