El microrrelato.

Alberto Chimal y Ana María Shúa defienden al microrrelato
La autora argentina destacó el hecho de que su primer libro editado en México tenga el carácter y aspecto de un libro-objeto, de formas pequeñas y líneas muy estilizadas.



Guadalajara, Jal. El escritor mexicano Alberto Chimal y su colega argentina Ana María Shúa, dueños ambos de una sólida carrera literaria en sus respectivos países, se vieron imprevistamente unidos por su afición a los microrrelatos, un género que sirvió de pretexto para que la editorial Posdata, con sede en Monterrey, diera vida a la colección Hormiga iracunda.

El Viajero del Tiempo, de Chimal, y Casa de Geishas, de Shúa, son algunos de los textos de la colección presentados en el marco la XXV Feria Internacional del Libro de Guadalajara, que transcurre en esta ciudad hasta el domingo.

"Si quedan lectores que todavía se resisten al género, creo que poco a poco estamos venciendo esa resistencia y nos va un poco mejor que a los poetas", dijo Shúa en entrevista con dpa.

La autora argentina, nacida en 1951, destacó el hecho de que su primer libro editado en México tenga el carácter y aspecto de un libro-objeto, de formas pequeñas y líneas muy estilizadas.

"Los microrrelatos puestos ahí no ofrecen una visión complaciente de la vida y, por el contrario, siguen los caminos literarios que transitan también el género de la novela y del cuento ortodoxo", señaló.

Chimal, en tanto, no ocultó su felicidad "porque hacía tiempo que no publicaba un libro de minificciones".

"Poder hacerlo en compañía de una autora como Ana María Shúa es algo que me tiene muy contento. A veces se nos olvida que estamos en el mundo editorial por el enorme goce que significa el esfuerzo creativo de escribir y creo que el género de los microrrelatos nos pone en contacto otra vez con esa alegría primeriza", afirmó.

Shúa no pudo menos que coincidir con su colega y sumó también su impresión en el sentido de que "el lenguaje poético y el de la minificción se acercan mucho, aunque siempre depende de cada escritor".

"Yo manejo bastante la poesía, pero hay otros autores, como Eduardo Galeano, que trabajan más con la anécdota", dijo la argentina.

Chimal se declaró "muy interesado" en el humor tanto como en la imaginación.

"Me parece que a veces la literatura mexicana tiene un pleito muy grande con la imaginación y da mucha vergüenza decir que algo es imaginativo. Entiendo que hay gente que debe contar la realidad, lo que está pasando en nuestro país, pero no necesariamente todos debemos escribir en esa línea", explicó el también autor de la novela Los esclavos.

"Además, no debemos olvidar que la risa puede ser una manera inteligente de criticar el estado de las cosas", agregó.

Ambos autores coincidieron en destacar al microrrelato como un género en sí mismo.

"No es un cuento corto ni largo, no es poesía ni narrativa, es minificción", manifestaron casi a dúo, al tiempo que advirtieron sobre los riesgos de transitar sólo por dicho género.

"Un escritor hecho y derecho escribe en todos los registros", expresaron.