sábado, 3 de diciembre de 2011

México: otro crimen.

Un asesinato que relanza un movimiento



Nepomuceno Moreno, 'Don Nepo', tomó la foto de Jorge y se puso a caminar. Recorrió 11.000 kilómetros por todo México con la tranquilidad y la sonrisa de quien no tiene nada que perder. Desde el 1 de julio de 2010, la vida de este comerciante de pescados de 56 años quedó reducida al cartel con la foto de su hijo con la recorrió el país. Jorge Mario, había sido secuestrado en algún punto de Sonora.

-¿Oiga tenemos a su hijo?

-Pero, ¿quiénes son ustedes?

-Cállate pendejo, aquí las preguntas las hacemos nosotros. O nos entregas 30.000 pesos o lo matamos.

Y ahí terminó la conversación. Las últimas palabras que había escuchado a su hijo, segundos antes de ser secuestrado, se las dijo él mismo a través del teléfono móvil: "Pa, ya vienen por mí". Y ahí terminó todo.

Por eso 'Don Nepo', cuando lo conocí bajo el intenso calor de Chiapas, además de contar su caso me entregó un papelito, que aún conservo, con el poema de Bertolt Brecht que termina así: "Cuando vinieron a por mí, no quedaba nadie para decir algo".

Eso, echarse a la carretera con la foto de su hijo, fue lo único que se le ocurrió hacer para que dejaran de reírse de él en Sonora. Así que cuando escuchó que el poeta Javier Sicilia, también con un hijo asesinado, decidió emprender una larga caminata por todo el país para visibilizar a las víctimas no dudó en sumarse a la caravana. Con él, el 'Movimiento por la paz' fue creciendo poco a poco y lo que al principio parecía la excentricidad de un montón de familias desesperadas en busca de sus hijos ha terminado siendo el grito desesperado de un país. "Un movimiento moral o la conciencia del país", como lo definió el historiador Enrique Krauze.

Recibidos por el presidente
La caravana tuvo su punto álgido el pasado 14 de octubre cuando fueron recibidos por Felipe Calderón en la residencia oficial del presidente. El mandatario escuchó varios testimonios de padres con hijos desaparecidos hasta que 'Don Nepo' se levantó y le entregó una carpeta con su caso. "Tengo pruebas de que ellos [la policía de Sonora] secuestraron a mi hijo", dijo entonces. Calderón lo escuchó atento e incluso le pidió repetir de quiénes sospechaba. Y Nepomuceno Moreno no dudó: "Fueron los policías del Estado, tengo pruebas y hay vídeos que me tienen ocultos. Aparte, el gobierno de Sonora no me ha atendido para nada".

"Muy bien", le respondió Calderón, tomando la carpeta donde se detallaban las sospechas recabadas por aquel hombre de piel curtida que desempolvó sus mejores ropas y se recortó el bigote para ir a casa del presidente. "Ya lo veo", dijo el mandatario. Cuando Calderón volvió a saber de 'Don Nepo', el pasado lunes, yacía en el suelo y tenía cinco balazos encima.

La respuesta de las autoridades fue airear que 'Don Nepo' estuvo sujeto a un proceso en Arizona por contrabando de drogas y que en 2005, en México, fue detenido y acusado por posesión de armas "de uso exclusivo del Ejército". Un caso del que fue absuelto. Lo que no dijeron las autoridades es que era la segunda vez que intentaban matarlo y que nadie lo protegió.

Crónica de un asesinato anunciado
"Parece que no hubo diálogo con Felipe Calderón", dijo Sicilia. "Ésta es la crónica de un asesinato anunciado, porque 'Don Nepo' le dijo al presidente 'Estoy amenazado', se lo dijo al Gobernador [de Sonora] y pidió protección. Y además de esto, se le criminaliza", señaló el poeta.

Sicilia rompió a llorar cuando, a pregunta de este corresponsal, describió a 'Don Nepo' como un hombre "valiente, ejemplar, dulce, afable y alegre". Los que además caminamos con él, aunque fuera un instante, añadimos que sonreía con facilidad... y que sabía que su suerte estaba echada.

"Responsabilizamos de lo que le pueda pasar a la familia de Nepomuceno, que está en Sonora, y a los integrantes del Movimiento por la Paz", dijo Sicilia: "Yo responsabilizo que si les sucede algo, ellos son los culpables. Y frente a este horror también responsabilizo de lo que pueda suceder al Gobierno de Felipe Calderón".

Paradójicamente, la crueldad de este asesinato de 'Don Nepo' le ha proporcionado al movimiento que encabeza Sicilia el espaldarazo que antes le negaban. El grito de ánimo llegó del escritor Enrique Krauze, abanderado de la derecha política mexicana. Krauze reconoció que "Sicilia es el líder cívico que México necesita porque rechaza el poder. Sicilia no es un hombre hambriento de poder, es un líder que mueve masas, pero no las manipula, no les ofrece algo a cambio más que el concienciarlos sobre la situación de inseguridad que está viviendo el país".

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