La corrupción y el crimen organizado son dos cosas que tienen carácter mundial, ningún país se puede vanagloriar de ocupar el primer lugar, porque seguramente sobornó a la institución que califica a las naciones según su grado de deterioro de los valores éticos.
Ciertamente hay niveles y grados de corrupción, siendo los países más destacados en ese campo: Japón, Rusia, Nigeria e Italia.
Si se quiere conocer los entretelones de las redes y mafias italianas, hay que leer el libro de Roberto Saviano, autor del estupendo texto Gomorra. Quita el aliento descubrir las catacumbas podridas de los grandes negocios de la ropa de marca.
Es incontenible la ola de producción de artículos piratas que circulan por todo el mundo, las redes sociales que sostienen este amplio negocio se localizan en casi todos los países europeos. Los trabajadores enganchados en la maquila de la ropa fina son esclavos modernos en pleno siglo XXI, son sobre todo asiáticos, que circulan como mercancías baratas también.
La Camorra napolitana, el sistema, como se le conoce en los bajos mundos del hampa internacional, es una organización empresarial altamente eficaz, con ramificaciones a nivel planetario. El sistema posee un Banco invisible que maneja millones de Euros y Dólares, para financiar la producción de lo que sea rentable para el mercado en toda época.
La Camorra se ocupa de diversos negocios: desde la industria textil, el reciclaje de residuos tóxicos y no, pasando por el narcotráfico y la especulación urbana con los terrenos y edificaciones.
Lo que más me impresionó de esta gama de negocios, es el tráfico de cadáveres de chinos que vivían en Italia y que al morir pagaron un boleto de barco para regresar a ser enterrados en su país. Vuelven en contenedores refrigerados, esos miles de chinos que fueron exprimidos hasta la saciedad, regresan refrigerados a su país con una etiqueta pegada al cuerpo con su nombre y el destino de su ciudad o aldea correspondiente.
No hay que perder la capacidad de asombro, nunca. Cómo si se pudiera hacerlo viviendo en este siglo, el siglo de la globalización y la posmodernidad.
viernes, 29 de enero de 2010
jueves, 28 de enero de 2010
El caso Cabañas.
De nuevo la televisión mexicana ha convertido el caso Cabañas en un tema rentable. Todo el día hablan de él en una especie de glorificación exagerada, sí es un buen futbolista ni duda cabe, pero la reacción de la sociedad manipulada por los medios de comunicación masivos, es algo digno de analizarse profundamente.
Hay un fenómeno que la televisión genera, que es la exaltación de un individuo al grado de convertirlo en un santo y como en una suerte de rito religioso propiciar que las masas de fanáticos del club América, se reúnan en el Estadio Azteca y recen por la salud y la vida de Salvador Cabañas, con toda la parafernalia de objetos que acompaña al futbol mexicano.
Los aficionados lloran de verdad y exigen justicia, cuando en este país la justicia casi siempre brilla por su ausencia, pero tratándose de una figura popular es posible que las autoridades atrapen prontamente a los responsables y les den así una satisfacción a miles de seguidores fieles de Cabañas.
El caso Cabañas, a nivel mediático, solamente compite con el sobado asunto del terremoto de Haití y la ayuda de los mexicanos.
Si Salvador Cabañas vive, es posible que quede inhabilitado para continuar con su carrera deportiva por el daño cerebral, y si muere ya tendremos un ídolo más en el extenso martiriológico nacional.
Hay un fenómeno que la televisión genera, que es la exaltación de un individuo al grado de convertirlo en un santo y como en una suerte de rito religioso propiciar que las masas de fanáticos del club América, se reúnan en el Estadio Azteca y recen por la salud y la vida de Salvador Cabañas, con toda la parafernalia de objetos que acompaña al futbol mexicano.
Los aficionados lloran de verdad y exigen justicia, cuando en este país la justicia casi siempre brilla por su ausencia, pero tratándose de una figura popular es posible que las autoridades atrapen prontamente a los responsables y les den así una satisfacción a miles de seguidores fieles de Cabañas.
El caso Cabañas, a nivel mediático, solamente compite con el sobado asunto del terremoto de Haití y la ayuda de los mexicanos.
Si Salvador Cabañas vive, es posible que quede inhabilitado para continuar con su carrera deportiva por el daño cerebral, y si muere ya tendremos un ídolo más en el extenso martiriológico nacional.
miércoles, 27 de enero de 2010
En el Parque México sin Freud.
Después de retirarme de la ciudad de Querétaro donde viví los últimos tres años de ni vida, deseaba detenerme en la ciudad de México y disfrutar de la colonia Condesa de mis amores, y por supuesto del famoso parque México.
Estuve en el café El Toscano en la esquina de Michoacán y Av. Parque México, disfrutando la vista al parque y el incesante recorrido de las personas que habitan o trabajan en el rumbo; es todo un espectáculo la observación de estos personajes del rumbo.
Muchos años asistí religiosamente a este célebre café Illy, para conversar con mis amigos actores y artistas diversos, quienes me nutrieron de sus experiencias vitales, hoy pasó lo mismo y me divertí mucho con esas conversaciones inteligentes.
Mañana parto a la ciudad de Guatemala para reincorporarme a mis actividades de escritor y de cronista de la ciudad. Me voy contento y satisfecho de mi estancia en Querétaro, donde se quedan muchos y buenos amigos mios.
Mi patria ahora es una sola: Guatemala y México, a ambos países los llevo en mi corazón. Ya integré lo que en mi juventud fue un drama emocional el tener que optar por uno o por otro.
Ahora tengo la oportunidad de ofrecer mis talleres y cursos sobre sexualidad y pareja en Guatemala, que pienso pueden ayudar a muchas personas a reflexionar sobre su vida de pareja.
He cerrado un círculo maravilloso vivido en México, ahora abro un nuevo ciclo en mi tierra.
Me voy a la tierra de los volcanes en erupción constante y de los lagos azules y estupendos. Allá continuaré escribiendo todos los días para mis lectores en el blog.
Estuve en el café El Toscano en la esquina de Michoacán y Av. Parque México, disfrutando la vista al parque y el incesante recorrido de las personas que habitan o trabajan en el rumbo; es todo un espectáculo la observación de estos personajes del rumbo.
Muchos años asistí religiosamente a este célebre café Illy, para conversar con mis amigos actores y artistas diversos, quienes me nutrieron de sus experiencias vitales, hoy pasó lo mismo y me divertí mucho con esas conversaciones inteligentes.
Mañana parto a la ciudad de Guatemala para reincorporarme a mis actividades de escritor y de cronista de la ciudad. Me voy contento y satisfecho de mi estancia en Querétaro, donde se quedan muchos y buenos amigos mios.
Mi patria ahora es una sola: Guatemala y México, a ambos países los llevo en mi corazón. Ya integré lo que en mi juventud fue un drama emocional el tener que optar por uno o por otro.
Ahora tengo la oportunidad de ofrecer mis talleres y cursos sobre sexualidad y pareja en Guatemala, que pienso pueden ayudar a muchas personas a reflexionar sobre su vida de pareja.
He cerrado un círculo maravilloso vivido en México, ahora abro un nuevo ciclo en mi tierra.
Me voy a la tierra de los volcanes en erupción constante y de los lagos azules y estupendos. Allá continuaré escribiendo todos los días para mis lectores en el blog.
martes, 26 de enero de 2010
La obsesiòn por el Diez.
A lo largo de mi extensa carrera magisterial pude darme cuenta de la obsesiòn de los alumnos por obtener un diez, siendo capaces de hacer cualquier cosa con tal de obtenerlo.
Tuve compañeros en la universidad que venìan de colegios privados de la ciudad de Mèxico y traìan como promedio general de la preparatoria el diez. Eran alumnos perfectos.
Como en la universidad se suele calificar con otros criterios acadèmicos, los alumnos de diez sufrìan los embates emocionales de un siete, ocho o un nueve, nunca pudieron alcanzar el diez. Esto provocaba situaciones ridìculas, como el hecho de que llegaran los padres o tutores de esos alumnos de diez que querìan hablar con el profesor para ver la posibilidad de subir la calificaciòn de sus hijos al ansiado diez.
Mis compañeros de diez en la universidad, resultaron mediocres profesionistas, en cambio los alumnos de promedio siete u ocho, no solamente prosiguieron estudios de maestrìa y doctorado con un èxito inconcebible sino tambièn se convirtieron en excelentes investigadores o docentes.
Es un problema central de la educación superior en Mèxico el hecho de que se califique a los alumnos con una escala nùmerica de uno al diez, porque provoca grandes conflictos y traumas emocionales en muchos de ellos.
Lo màs indicado es calificar con un simple ACREDITADO o NO ACREDITADO.
A mi si me llega un profesionista con un currìculum en el que se destaca su promedio general de diez en toda la carrera, me incita a pensar que no es una persona confiable o capaz, ya que ellos aspiran a ser reconocidos como alumnos PERFECTOS, y eso que se los crea su madre.
Toda evaluaciòn es subjetiva y emocional de parte del profesor, se califican con criterios insòlitos los trabajos y los exàmenes de los muchachos, lo cual qgenera tambièn desconcierto entre ellos ya que al comparar dos trabajos finales y la disparidad de las notas calificatorias son distintas, por discretos matices, entonces viene la incomprensiòn de los alumnos ante el sistema de evaluaciòn.
El sistema educativo nacional debe evaluar sus formas de medir el aprendizaje y el aprovechamiento particular de los alumnos, para evitar estos encontronazons con la frustraciòn y el dolor de una nota baja.
Si todos estuvieran de acuerdo en que la mejor forma de aprender es la de ser autodidacta, en la cual cada uno se evalua con sinceridad, la educaciòn marcharìa mucho mejor que ahora.
Como el diez es un nùmero màgico en la educaciòn, para conseguirlo se pueden ocupar maneras ilìcitas como el soborno y el chantaje, o bien emplear la sexualidad como una forma de obtener placer y un diez en la cama.
Tuve compañeros en la universidad que venìan de colegios privados de la ciudad de Mèxico y traìan como promedio general de la preparatoria el diez. Eran alumnos perfectos.
Como en la universidad se suele calificar con otros criterios acadèmicos, los alumnos de diez sufrìan los embates emocionales de un siete, ocho o un nueve, nunca pudieron alcanzar el diez. Esto provocaba situaciones ridìculas, como el hecho de que llegaran los padres o tutores de esos alumnos de diez que querìan hablar con el profesor para ver la posibilidad de subir la calificaciòn de sus hijos al ansiado diez.
Mis compañeros de diez en la universidad, resultaron mediocres profesionistas, en cambio los alumnos de promedio siete u ocho, no solamente prosiguieron estudios de maestrìa y doctorado con un èxito inconcebible sino tambièn se convirtieron en excelentes investigadores o docentes.
Es un problema central de la educación superior en Mèxico el hecho de que se califique a los alumnos con una escala nùmerica de uno al diez, porque provoca grandes conflictos y traumas emocionales en muchos de ellos.
Lo màs indicado es calificar con un simple ACREDITADO o NO ACREDITADO.
A mi si me llega un profesionista con un currìculum en el que se destaca su promedio general de diez en toda la carrera, me incita a pensar que no es una persona confiable o capaz, ya que ellos aspiran a ser reconocidos como alumnos PERFECTOS, y eso que se los crea su madre.
Toda evaluaciòn es subjetiva y emocional de parte del profesor, se califican con criterios insòlitos los trabajos y los exàmenes de los muchachos, lo cual qgenera tambièn desconcierto entre ellos ya que al comparar dos trabajos finales y la disparidad de las notas calificatorias son distintas, por discretos matices, entonces viene la incomprensiòn de los alumnos ante el sistema de evaluaciòn.
El sistema educativo nacional debe evaluar sus formas de medir el aprendizaje y el aprovechamiento particular de los alumnos, para evitar estos encontronazons con la frustraciòn y el dolor de una nota baja.
Si todos estuvieran de acuerdo en que la mejor forma de aprender es la de ser autodidacta, en la cual cada uno se evalua con sinceridad, la educaciòn marcharìa mucho mejor que ahora.
Como el diez es un nùmero màgico en la educaciòn, para conseguirlo se pueden ocupar maneras ilìcitas como el soborno y el chantaje, o bien emplear la sexualidad como una forma de obtener placer y un diez en la cama.
lunes, 25 de enero de 2010
!! Que hablen las LAPTOP`S ¡¡
La escena es común y corriente y puede ocurrir en cualquier recinto educativo del país, sin importar demasiado si es nivel primaria, secundaria, preparatoria, licenciatura, maestría y doctorado, y quizá tambien en los posdoctorados.
Los alumnos, que no los estudiantes, ingresan al aula provistos de una LAPTOP bajo el sobaco, y los profesores, que no los maestros, permiten con gran recgocijo que la tecnología de la computación ingrese a su clase. Eso se valora como algo útil e importante para el proceso de aprendizaje de los alumnos. Además, los profesores se disputan acaloradamente con otros colegas, la posibilidad de usar "un cañón" y proyectar en la pared del aula sus laminillas de POWER POINT, para así cerrar el círculo "perfecto" de la enseñanza-aprendizaje.
Se apaga la luz del aula, y el profesor ágilmente enciende su "cañón" e ilumina una pared, donde se proyectan imágenes, gráficas, fotografías, y hasta música de fondo, y va leyendo lo que dicen los textos que todos tienen ante sus ojos, inútil esfuerzo y vano intento de provocar emoción en los alumnos. Los alumnos tienen todos encendidas sus respectivas LAPTOP´S, en las cuales se puede advertir el constante "chateo" o el ingreso furtivo a las páginas de las redes sociales: Hi five, Face Boock, etcétera, etcétera. !!NADIE ATIENDE EL ROLLO DEL PROFESOR.¡¡
Otros, los más pobres y miserables económicamente hablando, que no disponen de una LAPTOP, se contentan en clase mandando mensajes a todos sus conocidos (se "mensajean", dicen atropellando el lenguaje). Pero el profesor sigue su clase como si nada, siendo evidente la desconexión entre profesor-alumnos, cada quien está en su espacio mental, finjiendo que se escuchan y se que se está aprendiendo.
Es claro, que las nuevas formas de adquirir conocimientos han evolucionado radicalmente, en relación a los métodos de los que nos formamos a mediados del siglo XX, atrás quedaron las clases magistrales y la lectura de diversos textos de autores clásicos; y los diálogos entre alumnos y profesores que se convertían en verdaderos debates de ideas. Eso ya no existe más en el panorama educativo del siglo XXI, hoy se asiste como un ritual a las aulas para "conectarse" con el universo pero no con sus profesores o condiscípulos.
Ante este panorama, me he sentido desolado y muy incomprendido por las nuevas generaciones, ya no supe cómo hacerle para seducir las mentes juveniles con ideas y planteamientos teóricos novedosos, esto a nadie le importa ya.
Siempre me negué a usar los dispositivos básicos de la computación que al principio eran simples herramientas "auxiliares" para enseñar mis materias, siempre fue el discurso y el diálogo platónico. Hoy, aquello que nació como auxiliar de la enseñanza se ha convertido en la "estrella del proceso de enseñanza-aprendizaje.
Un profesor sin "SU CAÑÓN" personal y un alumno sin "su LAPTOP", son como pajarillos sin alas, con temor a volar sólos, sin ayuda tecnológica.
Caundo falla el suministro de energía eléctrica, FALLA TODO EL SISTEMA EDUCATIVO DEL PAÍS. No hay posibilidades de enseñar o aprender, porque el pizarrón cayó en desuso hace mil años.
!! Bendita tecnología de punta ¡¡ Algún día suplirán a los profesores y toda la enseñanza será virtual. Yo solamente observaré el fenómeno de lejos y trataré de criticar sus efectos.
Los alumnos, que no los estudiantes, ingresan al aula provistos de una LAPTOP bajo el sobaco, y los profesores, que no los maestros, permiten con gran recgocijo que la tecnología de la computación ingrese a su clase. Eso se valora como algo útil e importante para el proceso de aprendizaje de los alumnos. Además, los profesores se disputan acaloradamente con otros colegas, la posibilidad de usar "un cañón" y proyectar en la pared del aula sus laminillas de POWER POINT, para así cerrar el círculo "perfecto" de la enseñanza-aprendizaje.
Se apaga la luz del aula, y el profesor ágilmente enciende su "cañón" e ilumina una pared, donde se proyectan imágenes, gráficas, fotografías, y hasta música de fondo, y va leyendo lo que dicen los textos que todos tienen ante sus ojos, inútil esfuerzo y vano intento de provocar emoción en los alumnos. Los alumnos tienen todos encendidas sus respectivas LAPTOP´S, en las cuales se puede advertir el constante "chateo" o el ingreso furtivo a las páginas de las redes sociales: Hi five, Face Boock, etcétera, etcétera. !!NADIE ATIENDE EL ROLLO DEL PROFESOR.¡¡
Otros, los más pobres y miserables económicamente hablando, que no disponen de una LAPTOP, se contentan en clase mandando mensajes a todos sus conocidos (se "mensajean", dicen atropellando el lenguaje). Pero el profesor sigue su clase como si nada, siendo evidente la desconexión entre profesor-alumnos, cada quien está en su espacio mental, finjiendo que se escuchan y se que se está aprendiendo.
Es claro, que las nuevas formas de adquirir conocimientos han evolucionado radicalmente, en relación a los métodos de los que nos formamos a mediados del siglo XX, atrás quedaron las clases magistrales y la lectura de diversos textos de autores clásicos; y los diálogos entre alumnos y profesores que se convertían en verdaderos debates de ideas. Eso ya no existe más en el panorama educativo del siglo XXI, hoy se asiste como un ritual a las aulas para "conectarse" con el universo pero no con sus profesores o condiscípulos.
Ante este panorama, me he sentido desolado y muy incomprendido por las nuevas generaciones, ya no supe cómo hacerle para seducir las mentes juveniles con ideas y planteamientos teóricos novedosos, esto a nadie le importa ya.
Siempre me negué a usar los dispositivos básicos de la computación que al principio eran simples herramientas "auxiliares" para enseñar mis materias, siempre fue el discurso y el diálogo platónico. Hoy, aquello que nació como auxiliar de la enseñanza se ha convertido en la "estrella del proceso de enseñanza-aprendizaje.
Un profesor sin "SU CAÑÓN" personal y un alumno sin "su LAPTOP", son como pajarillos sin alas, con temor a volar sólos, sin ayuda tecnológica.
Caundo falla el suministro de energía eléctrica, FALLA TODO EL SISTEMA EDUCATIVO DEL PAÍS. No hay posibilidades de enseñar o aprender, porque el pizarrón cayó en desuso hace mil años.
!! Bendita tecnología de punta ¡¡ Algún día suplirán a los profesores y toda la enseñanza será virtual. Yo solamente observaré el fenómeno de lejos y trataré de criticar sus efectos.
domingo, 24 de enero de 2010
Adios a las armas.
El motivo principal de mi presencia en la bella y colonial ciudad de Querétaro, México, tiene que ver con mi alejamiento voluntario de la universidad despúes de 45 años de impartir clases; naturalmente mi paso por la educación tuvo como destinatarios a los estudiantes del Colegio de Posgraduados de Chapingo, de la Universidad Nacional Autónoma de México UNAM, de la Universidad Iberoamericana de la ciudad de México, y finalmente de la Universidad de Londres.
Mi ideal en la vida fue siempre servir a los demás, por ello la educación fue un campo fértil para expresar esa necesidad vital; también lo hice a través del periodismo, de la radio y la televisión. La enseñanza de la literatura mediante Talleres de Creación o de Iniciación para personas que deseaban aprender a escribir cuentos, fue una veta rica en experiencias para mi y para los estudiantes también.
A estas alturas del partido, y de mi vida, se pueden hacer grandes confesiones que permitan entender a mis amigos y demás lectores el porqué de algunas posiciones y decisiones en torno a las renuncias a los cargos y cátedras universitarias.
Puedo decir con todas sus letras que llegó el punto en mi carrera docente, en que ya no entendía las necesidades del aprendizaje de mis alumnos, eso ocurrió hace unos 10 años cuando enseñaba en la Universidad Iberoamericana de los jesuitas. Yo había desarrollado una pedagogía basada en el discurso enciclopedista del siglo XIX, con gran erudición y buena oratoria. Pensaba que el arte de enseñar a los demás tenía que hacerse en un ambiente de libertad, no solamente de cátedra sino también en un ambiente libre para que los estudiantes interrogaran y discutieran con su profesor.
Esta actitud de actuar con libertad en el aula, me provocó el cese inmediato en mi cátedra de la carrera de Comunicación en la Universidad Anáhuac, al ser observado por un sistema de vigilancia de dicha institución, cosa que agradezco porque no soportaba el "sistema de enseñanza de los Legionarios de Cristo".
Sn términos generales, siempre ejercí mis cátedras con toda libertad y en todos lados tuve respeto y apoyo a mis ideas críticas acerca de la sociedad en la cual me tocó vivir.
Termino mi larga carrera docente en la Universidad de Londres en donde fungí como Director de la Carrera de Psicología. Agradeciendo el apoyo incondicional de la rectora de esa casa de estudios la doctora Ivonne Winer, y demás personal de la comunidad universitaria.
Retorno al hogar, a la patria, de donde salí en 1964 lleno de ilusiones de conquistar México, y de hacerme un sitio importante en el medio intelectual de ese gran pais, cosa que logré con grandes esfuerzos y apoyos de muchos amigos y colegas.
Hoy vuelvo a Guatemala para continuar con mis actividades literarias y con el propósito de aliviar algunos males físicos que me dejó como secuela la quimioterapia. Tengo una segunda oportunidad en la vida para aportar mi granito de arena a la solución de algunos problemas sociales de mi amado pueblo chapín. Espero que haya proyectos donde mis conocimientos de antropología y psicoanálisis encuentren un cauce a mis inquietudes y saberes.
Me voy de Querétaro consternado por la despedida, que no es definitiva pero si radical, me pienso involucrar más con las instituciones educativas de Guatemala, ya veremos en cuál universidad, me encantaría colaborar con la Universidad de San Carlos, nuestra máxima casa de estudios de mi país. Institución a la cual mi padre le brindo todos sus años productivos y su talento.
Estaré yendo y viniendo de Guatemala a México, porque en México están también mis grandes afectos y amigos queridos.
Digo: Adios a las Armas, porque siempre pelee por mis ideales a capa y espada, ahora tengo una postura más madura, más Zen diría yo, tranquilo y sosegado, para seguir combatiendo por mis ideas.
Mi ideal en la vida fue siempre servir a los demás, por ello la educación fue un campo fértil para expresar esa necesidad vital; también lo hice a través del periodismo, de la radio y la televisión. La enseñanza de la literatura mediante Talleres de Creación o de Iniciación para personas que deseaban aprender a escribir cuentos, fue una veta rica en experiencias para mi y para los estudiantes también.
A estas alturas del partido, y de mi vida, se pueden hacer grandes confesiones que permitan entender a mis amigos y demás lectores el porqué de algunas posiciones y decisiones en torno a las renuncias a los cargos y cátedras universitarias.
Puedo decir con todas sus letras que llegó el punto en mi carrera docente, en que ya no entendía las necesidades del aprendizaje de mis alumnos, eso ocurrió hace unos 10 años cuando enseñaba en la Universidad Iberoamericana de los jesuitas. Yo había desarrollado una pedagogía basada en el discurso enciclopedista del siglo XIX, con gran erudición y buena oratoria. Pensaba que el arte de enseñar a los demás tenía que hacerse en un ambiente de libertad, no solamente de cátedra sino también en un ambiente libre para que los estudiantes interrogaran y discutieran con su profesor.
Esta actitud de actuar con libertad en el aula, me provocó el cese inmediato en mi cátedra de la carrera de Comunicación en la Universidad Anáhuac, al ser observado por un sistema de vigilancia de dicha institución, cosa que agradezco porque no soportaba el "sistema de enseñanza de los Legionarios de Cristo".
Sn términos generales, siempre ejercí mis cátedras con toda libertad y en todos lados tuve respeto y apoyo a mis ideas críticas acerca de la sociedad en la cual me tocó vivir.
Termino mi larga carrera docente en la Universidad de Londres en donde fungí como Director de la Carrera de Psicología. Agradeciendo el apoyo incondicional de la rectora de esa casa de estudios la doctora Ivonne Winer, y demás personal de la comunidad universitaria.
Retorno al hogar, a la patria, de donde salí en 1964 lleno de ilusiones de conquistar México, y de hacerme un sitio importante en el medio intelectual de ese gran pais, cosa que logré con grandes esfuerzos y apoyos de muchos amigos y colegas.
Hoy vuelvo a Guatemala para continuar con mis actividades literarias y con el propósito de aliviar algunos males físicos que me dejó como secuela la quimioterapia. Tengo una segunda oportunidad en la vida para aportar mi granito de arena a la solución de algunos problemas sociales de mi amado pueblo chapín. Espero que haya proyectos donde mis conocimientos de antropología y psicoanálisis encuentren un cauce a mis inquietudes y saberes.
Me voy de Querétaro consternado por la despedida, que no es definitiva pero si radical, me pienso involucrar más con las instituciones educativas de Guatemala, ya veremos en cuál universidad, me encantaría colaborar con la Universidad de San Carlos, nuestra máxima casa de estudios de mi país. Institución a la cual mi padre le brindo todos sus años productivos y su talento.
Estaré yendo y viniendo de Guatemala a México, porque en México están también mis grandes afectos y amigos queridos.
Digo: Adios a las Armas, porque siempre pelee por mis ideales a capa y espada, ahora tengo una postura más madura, más Zen diría yo, tranquilo y sosegado, para seguir combatiendo por mis ideas.
miércoles, 20 de enero de 2010
La solidaridad del centavo.
La destrucción de Haití conmueve a todo el mundo pero sobre todo a los más pobres, es una constante que estos habitantes desposeídos de todo lo más elemental por el sistema económico, sean quienes aparecen inmediatamente tratando de ayudar a sus semejantes en cualquier parte de la geografía mundial.
Los miserables entienden la filantropía de otro modo, a diferencia de los poderosos que buscan salir en la televisión "demostrando" su generosidad, exhibiendo tremendos cheques por miles o millones de pesos, obviamente exentos de impuestos, para la causa de los niños discapacitados por ejemplo, pero los pobres se xprimen los bolsillos en busca del peso para donarlo como ayuda a sus hermanos, los condenados de la tierra.
Más me conmueve ver el triste espectáculo de los pobres llevando dos botellitas de agua, una lata de atún, un kilo de frijoles negros, un paquete de galletas saladas, unas latitas de chile jalapeño, con el fin de aliviar el hambre y la sed de esos millones de haitianos que como zombies deambulan por las destruidas calles de Puerto Principe, es la solidaridad entendida como algo comunitario, es una especie de caridad cristiana entendida muy al modo de los trabajadores de salario mínimo.
Al final de esta historia encontraremos que los Estados Unidos habrán agregado una estrella más a su bandera nacional, porque usar la fórmula de Estado Libre Asociado como lo es Puerto Rico no es rentable, así que Haití será la primera colonia norteamericana del siglo XXI, con la característica que hablan francés sus súbditos, mientras que eso no sucede ni en Hawai ni en Puerto Rico.
Estos son los tiempos de la posmodernidad en la política planetaria.
Los miserables entienden la filantropía de otro modo, a diferencia de los poderosos que buscan salir en la televisión "demostrando" su generosidad, exhibiendo tremendos cheques por miles o millones de pesos, obviamente exentos de impuestos, para la causa de los niños discapacitados por ejemplo, pero los pobres se xprimen los bolsillos en busca del peso para donarlo como ayuda a sus hermanos, los condenados de la tierra.
Más me conmueve ver el triste espectáculo de los pobres llevando dos botellitas de agua, una lata de atún, un kilo de frijoles negros, un paquete de galletas saladas, unas latitas de chile jalapeño, con el fin de aliviar el hambre y la sed de esos millones de haitianos que como zombies deambulan por las destruidas calles de Puerto Principe, es la solidaridad entendida como algo comunitario, es una especie de caridad cristiana entendida muy al modo de los trabajadores de salario mínimo.
Al final de esta historia encontraremos que los Estados Unidos habrán agregado una estrella más a su bandera nacional, porque usar la fórmula de Estado Libre Asociado como lo es Puerto Rico no es rentable, así que Haití será la primera colonia norteamericana del siglo XXI, con la característica que hablan francés sus súbditos, mientras que eso no sucede ni en Hawai ni en Puerto Rico.
Estos son los tiempos de la posmodernidad en la política planetaria.
martes, 19 de enero de 2010
Haití, la herida de todos.
El escenario de Puerto Principe, irónico nombre de su capital, es dantesco. Nunca en la era posmoderna los medios de comunicación de todo el mundo se habían dado cita en un sitio devastado por la naturaleza. Ni los tsunamis, ni otros terremotos en otros puntos de la geografía mundial, habían provocado este fenómeno mediático de reunir a miles de periodistas provenientes de todo el planeta.
Todo lo que nos trasmite, sobre todo, la televisión es en tiempo real, al instante mismo en que están sucediendo las cosas en Haití. Y, como siempre sucede, la batalla entre las televisoras es ver quien ofrece las escenas más deprimentes y sangrientas, los cuerpos putrefactos tirados en las calles, la rapiña, la corrupción, la falta de instituciones nacionales al frente de la tragedia.
!!Qué edificante lección de barbarie nos han dado los haitianos¡¡
Los psicoanalistas sabemos muy bien que la perversión entre los seres humanos es una conducta reprimida socialmente, pero una vez que esos amarres culturales se aflojan o se pierden, los seres humanos nos muestran una gama infinita de perversiones, ante la desesperación, el hambre, la sed, y la pérdida de la familia, son capaces de todo.
En ese enorme teatro de la barbarie en su máxima expresión veremos hasta la saciedad la crueldad y la idiferencia de los seres humanos ante sus semejantes; se matarán por una botella de agua o un trozo de carne.
Francia que debería ser la nación más comprometida con su ex-colonia, es la que menos ayuda brinda por ahora a esos seres hablantes de francés, pero desarrapados y desnutridos de siempre.
Lo que hay que entender es que los Estados Unidos, se harán cargo de todo en Haití: seguraridad, gobierno, asistencia médica, asistencia alimentaria, etcétera, etcétera. Es la nación más poderosa de la tierra y seguramente con grandes intereses en la antigua Isla de La Española. También de la tragedia se pueden extraer grandes beneficios, eso lo veremos más adelante con todo detalle.
Esta tragedia se equipara con la pornografía, no solo en su aspecto obsceno que es mostrar la muerte en esa escala descomunal y revolotear como zopilotes encima de los cadáveres, como lo hacen todos los reporteros que se encuentran allá; sino que también por su repetición aburrida, no hay más que enseñar, toda la pobredumbre humana ya se exhibió hasta la saciedad. ¿Qué más sigue?
El espectador está hastiado de esas imágenes nauseabundas, sin embargo el enorme morbo de los seres humanos lo vuelve a instalar noche a noche frente al televisor, para esperar ¿qué?
La "ayuda humanitaria" que fluye es la de los pobres que entienden la magnitud de la tragedia, pero la responsabilidad mayor es d elas naciones más ricas del mundo que como siempre se hacen ojos de hormiga y prefieren ignorar lo sucedido.
La herida de Haití nos duele a todos.
Todo lo que nos trasmite, sobre todo, la televisión es en tiempo real, al instante mismo en que están sucediendo las cosas en Haití. Y, como siempre sucede, la batalla entre las televisoras es ver quien ofrece las escenas más deprimentes y sangrientas, los cuerpos putrefactos tirados en las calles, la rapiña, la corrupción, la falta de instituciones nacionales al frente de la tragedia.
!!Qué edificante lección de barbarie nos han dado los haitianos¡¡
Los psicoanalistas sabemos muy bien que la perversión entre los seres humanos es una conducta reprimida socialmente, pero una vez que esos amarres culturales se aflojan o se pierden, los seres humanos nos muestran una gama infinita de perversiones, ante la desesperación, el hambre, la sed, y la pérdida de la familia, son capaces de todo.
En ese enorme teatro de la barbarie en su máxima expresión veremos hasta la saciedad la crueldad y la idiferencia de los seres humanos ante sus semejantes; se matarán por una botella de agua o un trozo de carne.
Francia que debería ser la nación más comprometida con su ex-colonia, es la que menos ayuda brinda por ahora a esos seres hablantes de francés, pero desarrapados y desnutridos de siempre.
Lo que hay que entender es que los Estados Unidos, se harán cargo de todo en Haití: seguraridad, gobierno, asistencia médica, asistencia alimentaria, etcétera, etcétera. Es la nación más poderosa de la tierra y seguramente con grandes intereses en la antigua Isla de La Española. También de la tragedia se pueden extraer grandes beneficios, eso lo veremos más adelante con todo detalle.
Esta tragedia se equipara con la pornografía, no solo en su aspecto obsceno que es mostrar la muerte en esa escala descomunal y revolotear como zopilotes encima de los cadáveres, como lo hacen todos los reporteros que se encuentran allá; sino que también por su repetición aburrida, no hay más que enseñar, toda la pobredumbre humana ya se exhibió hasta la saciedad. ¿Qué más sigue?
El espectador está hastiado de esas imágenes nauseabundas, sin embargo el enorme morbo de los seres humanos lo vuelve a instalar noche a noche frente al televisor, para esperar ¿qué?
La "ayuda humanitaria" que fluye es la de los pobres que entienden la magnitud de la tragedia, pero la responsabilidad mayor es d elas naciones más ricas del mundo que como siempre se hacen ojos de hormiga y prefieren ignorar lo sucedido.
La herida de Haití nos duele a todos.
lunes, 18 de enero de 2010
Derechazo a la cara de Chile.
Ayer domingo los demócratas de corazón y socialistas de viejo cuño, estabamos atentos a los resultados de la segunda vuelta de la elecciones presidenciales en Chile. Los contendientes: Sebastián Piñera y Eduardo Frei. El primero, importante exponente de la derecha empresarial y el segundo, ex-presidente e hijo de un presidente asesinado por Pinochet.
La derecha se aglutina en dos partidos, RN y la UDI; la izquierda se agrupa en torno a varios partidos que crearon la "Concertación", para poder derrotar en un plebiscito a Pinochet. Veinte años gobernó la Concertación con relativos éxitos económicos, sin embargo la sociedad chilena optó ayer por votar al candidato de la derecha, el carismático Sebastián Piñera, para que gobierne este país recién ingresado a la OCDE, el club de los países desarrollados.
Se inaugura un modelo de gobierno con espíritu empresarial, en el cual el papel del Estado se irá menguando poco a poco para dar paso a la iniciativa privada. En Chile se está privatizando todo: educación, salud, banca, transporte público, etcétera. Esto deja indefensa a una población de escasos recursos, que no podrán pagar por los servicios públicos elementales.
Hoy lunes 18 de enero del 2010, aiento la misma tristeza que me provocó la noticia del asesinato del Presidente Salvador Allende a manos de Pinochet, en el lejano 11 de septiembre de 1973.
El 11 de septiembre de 1973 me encontraba impartiendo clase en la facultad de Antropología en la Universidad Iberoamericana de la ciudad de México, cuando supe del golpe de Estado, se me hizo un nudo en la garganta y le pedía a mis estudiantes, entre ellos la hija del Presidente Echeverría, María Esther, que analizaramos los efectos de dicho acontecimiento para la democracia en América Latina. Paradójicamente, el Presidente Echeverría abrió las puertas del país al exilio chileno, que nos vino a nutrir en los campos de la intelectualidad, ya que México se dio el lujo de escoger a los refugiados chilenos, básicamente políticos socialistas, artistas e intelectuales de diversas disciplinas.
A los exiliados chilenos los tratamos en la UNAM y en la UAM, siendo ellos profesores e investigadores de gran nivel. Este paìs le debe mucho al pueblo chileno, porque nos permitió aprovechar los conocimientos de sus mejores hombres y mujeres.
Lamento profundamente este derechazo a la Concertación, lo que viene es previsible a nivel social, unos cuantos serán los privilegiados y la mayoría como siempre están condenados a la marginación de los beneficios del sistema económico.
Los políticos de la izquierda tendrán que evaluar los motivos que impulsa a una sociedad como la chilena, a votar y elegir a un candidato símbolo del éxito empresarial, para preparar el retorno de un candidato de la Concertación para el próximo periodo presidencial.
Hay desolación en mi alma, Chile no se merece esto, al menos eso pienso yo.
La derecha se aglutina en dos partidos, RN y la UDI; la izquierda se agrupa en torno a varios partidos que crearon la "Concertación", para poder derrotar en un plebiscito a Pinochet. Veinte años gobernó la Concertación con relativos éxitos económicos, sin embargo la sociedad chilena optó ayer por votar al candidato de la derecha, el carismático Sebastián Piñera, para que gobierne este país recién ingresado a la OCDE, el club de los países desarrollados.
Se inaugura un modelo de gobierno con espíritu empresarial, en el cual el papel del Estado se irá menguando poco a poco para dar paso a la iniciativa privada. En Chile se está privatizando todo: educación, salud, banca, transporte público, etcétera. Esto deja indefensa a una población de escasos recursos, que no podrán pagar por los servicios públicos elementales.
Hoy lunes 18 de enero del 2010, aiento la misma tristeza que me provocó la noticia del asesinato del Presidente Salvador Allende a manos de Pinochet, en el lejano 11 de septiembre de 1973.
El 11 de septiembre de 1973 me encontraba impartiendo clase en la facultad de Antropología en la Universidad Iberoamericana de la ciudad de México, cuando supe del golpe de Estado, se me hizo un nudo en la garganta y le pedía a mis estudiantes, entre ellos la hija del Presidente Echeverría, María Esther, que analizaramos los efectos de dicho acontecimiento para la democracia en América Latina. Paradójicamente, el Presidente Echeverría abrió las puertas del país al exilio chileno, que nos vino a nutrir en los campos de la intelectualidad, ya que México se dio el lujo de escoger a los refugiados chilenos, básicamente políticos socialistas, artistas e intelectuales de diversas disciplinas.
A los exiliados chilenos los tratamos en la UNAM y en la UAM, siendo ellos profesores e investigadores de gran nivel. Este paìs le debe mucho al pueblo chileno, porque nos permitió aprovechar los conocimientos de sus mejores hombres y mujeres.
Lamento profundamente este derechazo a la Concertación, lo que viene es previsible a nivel social, unos cuantos serán los privilegiados y la mayoría como siempre están condenados a la marginación de los beneficios del sistema económico.
Los políticos de la izquierda tendrán que evaluar los motivos que impulsa a una sociedad como la chilena, a votar y elegir a un candidato símbolo del éxito empresarial, para preparar el retorno de un candidato de la Concertación para el próximo periodo presidencial.
Hay desolación en mi alma, Chile no se merece esto, al menos eso pienso yo.
domingo, 17 de enero de 2010
La nave de los locos.
Se dice que en la antiguedad a los locos de la ciudad se les embarcaba y se les dejaba a la deriva en el mar, siempre tememos la presencia de los locos aunque al mismo tiempo producen una cierta fascinación a los "cuerdos".
Hoy viajé a la ciudad de México procedente del país "de la eterna primavera": Guatemala. En primer lugar, me tocó experimentar en carne propia la imposibilidad absurda de no poder ser acompañado por mi familia al interior del aeropuerto. En segundo lugar, los arquitectos que proyectaron la obra nueva de la ampliación del aeropuerto, no consideraron las necesidades de las personas discapacitadas, hay demasiadas escaleras eléctricas, que son trampas mortales para las personas en sillas de ruedas o con muletas. En tercer lugar, por una extraña coincidencia en el vuelo 487 de Mexicana deAviación, viajabamos la insólita cantidad de trece personas con algún tipo de discapacidad física.
Por un momento me sentí en la aludida "nave de los locos", muchos seres humanos anormales, con problemas de locomoción, pero el número de sillas de ruedas fue insuficiente, solamente disponían de dos de ellas. Aun entre los discapacitados hay niveles de gravedad de las lesiones que padecen cada uno de ellos. Así que la necesidad no siempre es urgente y necesaria para todos los casos.
Llegamos al aeropuerto de la ciudad de México, con un derroche de modernidad por todos lados, pero no con la capacidad de recibir tantos vuelos en la terminal, así que casi siempre los vuelos procedentes de centroamérica los envían a sitios remotos, a los cuales llegan autobuses para recoger a los pasajeros y llevarlos a las salas de abordaje.
Los trece discapacitads que arribamos en el mismo vuelo de Mexicana, exigimos una silla de ruedas para cada uno de nosotros, pues no había esa cantidad de sillas disponibles ni las personas que empujan esos artefactos móviles. La llegada fue una odisea para todos los afectados de la locomoción, sin embargo cada uno de nosotros resolvió el problema de llegar a la sala de migración como pudo, unos a pie y otros andando, como dirían en mi pueblo. !!Qué ineficiencia"" exclamamos todos al unísono.
Es posible que este hecho de congregarnos tantos discapacitados sea un hito en la historia de Mexicana, pero sigo teniendo en la mente la imagen de "la nave de los locos", afortunadamente llegamos a buen puerto, a pesar d todos los inconvenientes.
Hoy viajé a la ciudad de México procedente del país "de la eterna primavera": Guatemala. En primer lugar, me tocó experimentar en carne propia la imposibilidad absurda de no poder ser acompañado por mi familia al interior del aeropuerto. En segundo lugar, los arquitectos que proyectaron la obra nueva de la ampliación del aeropuerto, no consideraron las necesidades de las personas discapacitadas, hay demasiadas escaleras eléctricas, que son trampas mortales para las personas en sillas de ruedas o con muletas. En tercer lugar, por una extraña coincidencia en el vuelo 487 de Mexicana deAviación, viajabamos la insólita cantidad de trece personas con algún tipo de discapacidad física.
Por un momento me sentí en la aludida "nave de los locos", muchos seres humanos anormales, con problemas de locomoción, pero el número de sillas de ruedas fue insuficiente, solamente disponían de dos de ellas. Aun entre los discapacitados hay niveles de gravedad de las lesiones que padecen cada uno de ellos. Así que la necesidad no siempre es urgente y necesaria para todos los casos.
Llegamos al aeropuerto de la ciudad de México, con un derroche de modernidad por todos lados, pero no con la capacidad de recibir tantos vuelos en la terminal, así que casi siempre los vuelos procedentes de centroamérica los envían a sitios remotos, a los cuales llegan autobuses para recoger a los pasajeros y llevarlos a las salas de abordaje.
Los trece discapacitads que arribamos en el mismo vuelo de Mexicana, exigimos una silla de ruedas para cada uno de nosotros, pues no había esa cantidad de sillas disponibles ni las personas que empujan esos artefactos móviles. La llegada fue una odisea para todos los afectados de la locomoción, sin embargo cada uno de nosotros resolvió el problema de llegar a la sala de migración como pudo, unos a pie y otros andando, como dirían en mi pueblo. !!Qué ineficiencia"" exclamamos todos al unísono.
Es posible que este hecho de congregarnos tantos discapacitados sea un hito en la historia de Mexicana, pero sigo teniendo en la mente la imagen de "la nave de los locos", afortunadamente llegamos a buen puerto, a pesar d todos los inconvenientes.
sábado, 16 de enero de 2010
Familias del futuro.
La familia nuclear constituida por papás e hijos, es el centro del debate acerca de su virtual desaparición o sustitución por otro tipo de familia. La realidad de los últimos estudios e investigaciones sobre familia en el mundo contemporáneo occidental, nos advierten que la familia nuclear no desaparecerá sin más y tampoco dejará un vacío institucional. El panorama será en el futuro cercano la coexistencia de diversos tipos de familia, la familia nuclear incluida.
Lo característico será que muchas de ellas --vivir solo, la convivencia prematrimonial y matrimonial, los pisos compartidos, paternidades que varían pasando por uno o varios divorcios, etcétera-- serán integradas en un currículum global.
Pero no es difícil prever la tendencia general: el movimiento social que quiere poner el mundo a salvo de innovaciones, que toma "el ayer" como modelo para "el mañana", va en aumento y reclama el regreso de la familia nuclear.
La propuesta se reduce a que el papá traiga el dinero a la casa y la mamá le ponga la vida "se llena" conla njo prsa los panes de los hijos.
En el fondo se quiere insistir en que la mujer vuelva a la cocina, para contraponerla a la imagen de la mujer "inhumana" que trabaja fuera del hogar.
En el proceso de individualización de las mujeres, se corre el riesgo de que se queden solas, sin posibilidades de conectar una nueva pareja. A nivel mundial sigue aumentando rápidamente el número de hogares compuestos por una sola persona y de madres y padres solteros.
Estos seres que viven solos requieren de enormes redes sociales, de amigos, que sirvan de apoyo en lugar de los lazos familiares tradicionales. Sin embargo, durante la vida del solitario crece el ansia por "el otro" o "la otra" tanto como la imposibilidad dee poder integrar a esta persona en el plan de construcción de su "propia vida". La vida se llena con la no presencia del otro. a no queda espacio para él (ella). Las construcciones de la independencia se convierten de esta manera en las rejas de la soledad.
Lo característico será que muchas de ellas --vivir solo, la convivencia prematrimonial y matrimonial, los pisos compartidos, paternidades que varían pasando por uno o varios divorcios, etcétera-- serán integradas en un currículum global.
Pero no es difícil prever la tendencia general: el movimiento social que quiere poner el mundo a salvo de innovaciones, que toma "el ayer" como modelo para "el mañana", va en aumento y reclama el regreso de la familia nuclear.
La propuesta se reduce a que el papá traiga el dinero a la casa y la mamá le ponga la vida "se llena" conla njo prsa los panes de los hijos.
En el fondo se quiere insistir en que la mujer vuelva a la cocina, para contraponerla a la imagen de la mujer "inhumana" que trabaja fuera del hogar.
En el proceso de individualización de las mujeres, se corre el riesgo de que se queden solas, sin posibilidades de conectar una nueva pareja. A nivel mundial sigue aumentando rápidamente el número de hogares compuestos por una sola persona y de madres y padres solteros.
Estos seres que viven solos requieren de enormes redes sociales, de amigos, que sirvan de apoyo en lugar de los lazos familiares tradicionales. Sin embargo, durante la vida del solitario crece el ansia por "el otro" o "la otra" tanto como la imposibilidad dee poder integrar a esta persona en el plan de construcción de su "propia vida". La vida se llena con la no presencia del otro. a no queda espacio para él (ella). Las construcciones de la independencia se convierten de esta manera en las rejas de la soledad.
La libertad igual que desamparo.
En todo proceso de individualización se crean espacios de libertad de acción: por ello se dice que el ser humano de la modernidad esta condenado a la libertad. Está desamparado.
En este contexto, el hijo, su educación y su cuidado, pueden crear nuevas referencias de sentido y de valores, incluso convertirse en el centro del sentido de la existencia privada. El hijo anuncia también la posibilidad de dar sentido, contenido y arraigo a la propia vida.
A la difícil pregunta que significa responder para qué tener un hijo, la mayoría de las personas no saben bien qué responder a ella. He aquí algunas respuestas válidas a dicha pregunta: "para que la vida tenga algún sentido", "entonces se sabe para qué se está en el mundo, se sabe para quien se trabaja", "quiero saber adónde pertenezco", "la vida es mucho más bella si sabes que alguien te necesita".
Un testimonio de una mujer profesionista: "tuve mi hijo en una época en que me sentía extremadamente insegura. Mi compañero iba detrás de otra mujer; la sensación de no futuro se extendía aún más. Vi que la libertad no sólo era bonita y deseable. Tenía un doble carácter irritable. Tuve mi hijo también por miedo al vacío que se estaba abriendo ante mi. Con la fundación de una familia quería construir un contramundo personal. me había escapado de la temida libertad.
Otra mujer, afirma: "Mi compañero siempre me decía que anotara las razones por las cuales quería tener un hijo. Y durante tres años lo intenté, pero nunca se me ocurrió una razón principal e importante"
No obstante, al deseo de tener hijos se le oponen fuertes obstáculos. Tropieza, por ejemplo, con el deseo de tener una vida propia, que es una exigencia de la sociedad posmoderna.
Lo que en otros tiempos parecía la cosa más natural del mundo, hoy la decisión de tener un hijo se ha vuelto un tema complicado para la pareja. nada funciona ya d emaner espontánea, todo pasa por la cabeza: la nueva mujer cuestiona y problematiza todo. Si hay que tener hijos, deben ser hijos deseados. Pero como hoy el deseo ya no es espontáneo, sino frenado por muchas preguntas, los hijos deseados son cada vez más hijos planificados.
En este contexto, el hijo, su educación y su cuidado, pueden crear nuevas referencias de sentido y de valores, incluso convertirse en el centro del sentido de la existencia privada. El hijo anuncia también la posibilidad de dar sentido, contenido y arraigo a la propia vida.
A la difícil pregunta que significa responder para qué tener un hijo, la mayoría de las personas no saben bien qué responder a ella. He aquí algunas respuestas válidas a dicha pregunta: "para que la vida tenga algún sentido", "entonces se sabe para qué se está en el mundo, se sabe para quien se trabaja", "quiero saber adónde pertenezco", "la vida es mucho más bella si sabes que alguien te necesita".
Un testimonio de una mujer profesionista: "tuve mi hijo en una época en que me sentía extremadamente insegura. Mi compañero iba detrás de otra mujer; la sensación de no futuro se extendía aún más. Vi que la libertad no sólo era bonita y deseable. Tenía un doble carácter irritable. Tuve mi hijo también por miedo al vacío que se estaba abriendo ante mi. Con la fundación de una familia quería construir un contramundo personal. me había escapado de la temida libertad.
Otra mujer, afirma: "Mi compañero siempre me decía que anotara las razones por las cuales quería tener un hijo. Y durante tres años lo intenté, pero nunca se me ocurrió una razón principal e importante"
No obstante, al deseo de tener hijos se le oponen fuertes obstáculos. Tropieza, por ejemplo, con el deseo de tener una vida propia, que es una exigencia de la sociedad posmoderna.
Lo que en otros tiempos parecía la cosa más natural del mundo, hoy la decisión de tener un hijo se ha vuelto un tema complicado para la pareja. nada funciona ya d emaner espontánea, todo pasa por la cabeza: la nueva mujer cuestiona y problematiza todo. Si hay que tener hijos, deben ser hijos deseados. Pero como hoy el deseo ya no es espontáneo, sino frenado por muchas preguntas, los hijos deseados son cada vez más hijos planificados.
viernes, 15 de enero de 2010
Del amor y la soledad.
Cuando hace algunos años me decidi a impartir un taller acerca del amor y la pareja, el cual titulé: "Amores líquidos", no me podía imaginar el tremendo impacto que causó en la ciudad de México, entre los asistentes que fueron varias decenas de ellos muy fieles por cierto.
Siempre he sentido la enorme necesidad de ventilar estos temas, y a veces la universidad me lo permitía pero el espacio natural para esta discusión tiene que ser en recintos extrauniversitarios, de acuerdo a mi experiencia. Las razones son varias: asiste un público un poco mayor que el promedio de edades de los chicos universitarios, son individuos con alguna experiencia amorosa reciente o actual, que aportan una visión propia del tema, pueden pagar una cuota simbólica por asistir, el nivel del debate es elevado y enriquecedor para todos.
Este taller al que aludo, lo programé para que durara unos dos meses, pero el éxito fue tal que se prolongó por espacio de un año; eso si cambiamos de sede varias veces, casi siempre lo realicé en librerías y muy pocas veces en restaurantes de la colonia Condesa. Esto significa que la gente quiere discutir el tema del amor y la pareja en la sociedad actual.
Lo que propuse fue darle un enfoque multifactorial, que incluyera lo social, antropológico, psicológico y lo psicoanalítico. Tomando como telón de fondo a la sociedad posmoderna y a su criatura el "narciso".
La serie que ahora estoy escribiendo tiene que ver con una visión renovada de los mismos temas, faltan algunos capítulos por escribir al respecto, pero también quiero incluir los temas de "las nuevas soledades", eso será inmediatamente después de los actuales temas que he abordado.
Por ahora voy a descansar un poco, me voy a México unos días, y al regreso a Guatemala continuaré escribiendo esta saga.
Siempre he sentido la enorme necesidad de ventilar estos temas, y a veces la universidad me lo permitía pero el espacio natural para esta discusión tiene que ser en recintos extrauniversitarios, de acuerdo a mi experiencia. Las razones son varias: asiste un público un poco mayor que el promedio de edades de los chicos universitarios, son individuos con alguna experiencia amorosa reciente o actual, que aportan una visión propia del tema, pueden pagar una cuota simbólica por asistir, el nivel del debate es elevado y enriquecedor para todos.
Este taller al que aludo, lo programé para que durara unos dos meses, pero el éxito fue tal que se prolongó por espacio de un año; eso si cambiamos de sede varias veces, casi siempre lo realicé en librerías y muy pocas veces en restaurantes de la colonia Condesa. Esto significa que la gente quiere discutir el tema del amor y la pareja en la sociedad actual.
Lo que propuse fue darle un enfoque multifactorial, que incluyera lo social, antropológico, psicológico y lo psicoanalítico. Tomando como telón de fondo a la sociedad posmoderna y a su criatura el "narciso".
La serie que ahora estoy escribiendo tiene que ver con una visión renovada de los mismos temas, faltan algunos capítulos por escribir al respecto, pero también quiero incluir los temas de "las nuevas soledades", eso será inmediatamente después de los actuales temas que he abordado.
Por ahora voy a descansar un poco, me voy a México unos días, y al regreso a Guatemala continuaré escribiendo esta saga.
El deseo de un hijo.
En el siglo pasado había una regla infalible: amor, matrimonio y bebé, así de simple aparecía todo para la pareja que iniciaba una relación matrimonial. Que dos individuos que se quieren se casen ya no está tan claro. Y para aquellos que deciden casarse, el deseo de tener hijos ya no es la cosa más natural del mundo.
¿Estamos viviendo dentro de una sociedad que no quiere a los niños? El asunto es que las tasas de natalidad en todo el mundo han ido descendiendo abruptamente.
En los siglos anteriores se necesitaba a los hijos primeramente por razones económicas: como fuerza de trabajo en casa y en el campo, como seguro de vejez para los padres, como herederos de los bienes y de los apellidos.
A finales del siglo XX, el matrimonio y la paternidad ya no estaban viculados de manera natural como antes. en parte tiene que ver con los cambios económicos: cuando, con la industrialización, la familia en tanto que comunidad económica tiende a diluirse, las ventajas económicas de tener hijos también se van diluyendo y, por el contrario, empezaban a ser ungasto oneroso. Puesto que el coste de un hijo ha subido vertiginosamente, mucho más que los ingresos, la inflación o el costo de la vida en general.
Las mujeres y los hombres de hoy deciden tener hijos, pero no esperando obtener ventajas económicas. Más bien predominan otros motivos, que remiten a las necesidades emocionales de los padres: a finales del siglo XX, los hijos tenían sobre todo una función de benficio psicológico.
Como recompensa queda en principio sólo el valor emocional que tienen los hijos: la importante sensación de tener una responsabilidd, de ser competente, de ser emocionalmente necesario, y, sobre todo, de verse a uno mismo realizado en la próxima generación así como "representado" en tanto que ser humano.
¿C+omo se expresa ese beneficio psicológico? Por ejemplo, la esperanza de que el hijo salve el matrimonio o que alcance el ascenso profesional que a los padres se les negó. Con el hecho de tener hijos se relaciona el deseo de un sentido y un arraigo, y al mismo tiempo una "exigencia de felicidad que apunta al placer de tener una relación.
el deseo de tener hijos es un deseo que se refiere a uno mismo, al presente: los padres, hoy quieren recibir algo de dar a luz, de la tranqwuilidad de la educación, de las preocupaciones de los niños, el deseo de autorrealización a través de sus propios hijos.
en el trato conel hijo, las mujeres quieren recobrar capacidades y expresar necesidades que la civilización técnica-científica niega a sus individuos: paciencia, serenidad, protección y sensibilidad, cariño, sinceridad y compañía. A través de la maternidad buscan también un contrapeso al mundo del trabajo, donde domina la razón instrumental y los sentimientos más bien se perciben como un estorbo. El vínculo con el hijo se opone a todo lo que se exige diariamente , a cualquier racionalidad en sentido directo.
¿Estamos viviendo dentro de una sociedad que no quiere a los niños? El asunto es que las tasas de natalidad en todo el mundo han ido descendiendo abruptamente.
En los siglos anteriores se necesitaba a los hijos primeramente por razones económicas: como fuerza de trabajo en casa y en el campo, como seguro de vejez para los padres, como herederos de los bienes y de los apellidos.
A finales del siglo XX, el matrimonio y la paternidad ya no estaban viculados de manera natural como antes. en parte tiene que ver con los cambios económicos: cuando, con la industrialización, la familia en tanto que comunidad económica tiende a diluirse, las ventajas económicas de tener hijos también se van diluyendo y, por el contrario, empezaban a ser ungasto oneroso. Puesto que el coste de un hijo ha subido vertiginosamente, mucho más que los ingresos, la inflación o el costo de la vida en general.
Las mujeres y los hombres de hoy deciden tener hijos, pero no esperando obtener ventajas económicas. Más bien predominan otros motivos, que remiten a las necesidades emocionales de los padres: a finales del siglo XX, los hijos tenían sobre todo una función de benficio psicológico.
Como recompensa queda en principio sólo el valor emocional que tienen los hijos: la importante sensación de tener una responsabilidd, de ser competente, de ser emocionalmente necesario, y, sobre todo, de verse a uno mismo realizado en la próxima generación así como "representado" en tanto que ser humano.
¿C+omo se expresa ese beneficio psicológico? Por ejemplo, la esperanza de que el hijo salve el matrimonio o que alcance el ascenso profesional que a los padres se les negó. Con el hecho de tener hijos se relaciona el deseo de un sentido y un arraigo, y al mismo tiempo una "exigencia de felicidad que apunta al placer de tener una relación.
el deseo de tener hijos es un deseo que se refiere a uno mismo, al presente: los padres, hoy quieren recibir algo de dar a luz, de la tranqwuilidad de la educación, de las preocupaciones de los niños, el deseo de autorrealización a través de sus propios hijos.
en el trato conel hijo, las mujeres quieren recobrar capacidades y expresar necesidades que la civilización técnica-científica niega a sus individuos: paciencia, serenidad, protección y sensibilidad, cariño, sinceridad y compañía. A través de la maternidad buscan también un contrapeso al mundo del trabajo, donde domina la razón instrumental y los sentimientos más bien se perciben como un estorbo. El vínculo con el hijo se opone a todo lo que se exige diariamente , a cualquier racionalidad en sentido directo.
jueves, 14 de enero de 2010
Las relaciones siempre son de a tres.
Siempre se ha dicho que la relación qe une a los esposos se basa en las esperanzas del amor, cosa que como hemos visto genera muchas dificultades. pero a estos problemas intrínsecos al ideal del amor, se añade todavía otro factor: el trabajo que se realiza fuera de casa.
hay matrimonios tradicionales donde el patrón de comportamiento sigue siendo: el hombre como proveedor y la mujer como responsable del cuidado del hogar y de la familia. El problema de esto es que tanto hombres como mujeres viven mundos diferentes: él siguiendo los patrones y exigencias de su profesión y ella sufriendo a monotonía y el aislamiento de la existencia de la ama de casa. Comunicar esos dos mundos es algo complicado y difícil, por ello desembocan esas parejas en el mutismo y en la distancia entre los dos.
Pero por otro lado, existen los matrimonios de las nuevas generaciones, donde los dos trabajan fuera de casa, y, por consiguiente, experimentan nuevas dificultades y conflictos de pareja.
La estructura de las empresas presupone tácitamente que el que ejerce una profesión tiene a su disposición una tercera persona que asume todos los trabajos complementarios y servicios auxiliares. En la mayoría de los casos esa tercera persona es la esposa. El trabajo cotidiano que realiza la mujer crea la base diaria de la alimentación, la vestimenta y el bienestar de hombre y del crecimiento de los hijos. Libera al hombre de las preocupaciones y dificultades caseras para que sea capaz de cumplir sin estorbos con las exigencias de su profesión.
El fenómeno social en el cual ahora más mujeres ingresanal mercado de trabajo, tiene consecuencias importantes:: ahora le falta a la pareja que trabaja la tercera persona que se encargue del trabajo de la casa. Cada vez que se libera una mujer del trabajo doméstico, otra se esclaviza en su lugar.
Se esfumó aquella linda frase de "la mujer es un lindo oasis de paz" para el hombre que trabaja y es profesionalmente activo.
Esto se "resuelve" de esta manera: en lugar de conservar el "nosotros" hay que poner el acento en el "yo". Se les pide ahora más que nunca a las parejas "regular el máximo de aspectos posibles de la convivencia cotidiana mediante un contrato matrimonial", que hay que ir revisando anualmente su vigencia.
El caso de este paciente ilustra perfectamente lo dicho anteriormente:
"La prometida de este hombre era delgada. Así le gustaba a él. Quería que eso también quedara así permanentemente. Y estaba resuelto a hacer todo para alcanzar dicho objetivo para asegurar la futura delgadez de su prometida esposa. antes de casarse el njovio consiguió que la novia aceptara un acuerdo según el cual ella tenía que pagar una multa en caso de aumentar de peso; multa que sería restituidaen caso de adelgazar otra vez. No se trataba de una simple promesa al aire. Esto se firmó ante un abogado."
Bienvenidos, pués, al matrimonio al ESTILO CONTRACTUAL, el nuevo modelo de relación donde se fijan acuerdos hasta de los detallles menores de la convivencia diaria.
hay matrimonios tradicionales donde el patrón de comportamiento sigue siendo: el hombre como proveedor y la mujer como responsable del cuidado del hogar y de la familia. El problema de esto es que tanto hombres como mujeres viven mundos diferentes: él siguiendo los patrones y exigencias de su profesión y ella sufriendo a monotonía y el aislamiento de la existencia de la ama de casa. Comunicar esos dos mundos es algo complicado y difícil, por ello desembocan esas parejas en el mutismo y en la distancia entre los dos.
Pero por otro lado, existen los matrimonios de las nuevas generaciones, donde los dos trabajan fuera de casa, y, por consiguiente, experimentan nuevas dificultades y conflictos de pareja.
La estructura de las empresas presupone tácitamente que el que ejerce una profesión tiene a su disposición una tercera persona que asume todos los trabajos complementarios y servicios auxiliares. En la mayoría de los casos esa tercera persona es la esposa. El trabajo cotidiano que realiza la mujer crea la base diaria de la alimentación, la vestimenta y el bienestar de hombre y del crecimiento de los hijos. Libera al hombre de las preocupaciones y dificultades caseras para que sea capaz de cumplir sin estorbos con las exigencias de su profesión.
El fenómeno social en el cual ahora más mujeres ingresanal mercado de trabajo, tiene consecuencias importantes:: ahora le falta a la pareja que trabaja la tercera persona que se encargue del trabajo de la casa. Cada vez que se libera una mujer del trabajo doméstico, otra se esclaviza en su lugar.
Se esfumó aquella linda frase de "la mujer es un lindo oasis de paz" para el hombre que trabaja y es profesionalmente activo.
Esto se "resuelve" de esta manera: en lugar de conservar el "nosotros" hay que poner el acento en el "yo". Se les pide ahora más que nunca a las parejas "regular el máximo de aspectos posibles de la convivencia cotidiana mediante un contrato matrimonial", que hay que ir revisando anualmente su vigencia.
El caso de este paciente ilustra perfectamente lo dicho anteriormente:
"La prometida de este hombre era delgada. Así le gustaba a él. Quería que eso también quedara así permanentemente. Y estaba resuelto a hacer todo para alcanzar dicho objetivo para asegurar la futura delgadez de su prometida esposa. antes de casarse el njovio consiguió que la novia aceptara un acuerdo según el cual ella tenía que pagar una multa en caso de aumentar de peso; multa que sería restituidaen caso de adelgazar otra vez. No se trataba de una simple promesa al aire. Esto se firmó ante un abogado."
Bienvenidos, pués, al matrimonio al ESTILO CONTRACTUAL, el nuevo modelo de relación donde se fijan acuerdos hasta de los detallles menores de la convivencia diaria.
miércoles, 13 de enero de 2010
Parejas que no hablan.
Una definición de una pareja moderna sería la siguiente: "Ellos no se quieren, simplemente hablan cada quien de sus cosas".
En la actualidad se necesita un diálogo permanente para construir y mantener la causa común de la pareja. Eso cuesta esfuerzos infinitos, mucho tiempo, nervios y paciencia, lo que en la teoría actual se conoce como: "Trabajo de la relación". Es un trabajo duro, a menudo muy parecido al trabajo de Sísifo: no se llega nunca a un final, después de cada acuerdo logrado se necesitarán nuevas fórmulas de convivencia.
Si el individuo no quiere fracasar, tiene que hacer algo para lograr su felicidad. Los esfuerzos que exige la familia va en aumento. Ser una "buena pareja", significa esfuerzos al por mayor, atención y reflexión. hay que reconocer los conflictos a tiempo. Desactivar estos conflictos requiere una gran sensibilidad para con las necesidades de la pareja.
Lo que los terapéutas les piden a las parejas en conflicto es "franqueza y sinceridad". Cada uno debe admitir sus sentimientos, mostrar su propia persona, y no esconderse detrás de miedos, tabúes y convencionalismos.
Ahora bien, surge una pregunta vital: "¿cuánta verdad, cuánta sinceridad, cuánta desnudez del alma puede exigirse al otro?".
No sólo la mentira, también la verdad pueden revelarse como una carga explosiva para la pareja, que siempre se dicen sus verdades.
"Entre nosotros siempre debe reinar la verdad", dice un personaje de Goethe, pero solo después de haberse separado para siempre.
Cuantas más esperanzas pones en el matrimonio, se llega a percibir el matrimonio como insuficiente. En cada conviviencia estrecha y duradera hay, aparte de la experiencia de la felicidad, también momentos de decepción, de rechazo, de rabia, de culpa y de herida. La familia significa guerra y paz.
Dice una mujer madura, al respecto: "La felicidad no es el objeto del matrimonio. Eñl matrimonio tiene muchos lados hermosos; es un lugar donde se puede aprender a odiar y a superar el odio, donde se puede aprender la risa, el amor y la comunicación".
Por ello la gente se divorcia con tanta facilidad y frecuencia, porque sus expectativas acerca del matrimonio son muy altas y no quieren confrormarse con simples aproximaciones insatisfactorias.
Esta es la opinión de un terapéuta acerca de una mujer que ha tenido ya tres matrimonios anteriores:
"Cuando su tercer marido pierde el entusiasmo, parece ya fatigado y muy hogareño, está ya harto de lo puramente fisiológico entre ellos, ella comprende de repente, con gran altura moral y dignidad, que se había equivocado. No falla nunca esa sensación de haberse equivocado rotundamente. Por lo tanto, decide hablar con él, y para hacerlo más solemne se pone un gran turbante en la cabeza, y le dice: "mi querido tercer hombre araña: hagámonos dignos uno del otro y separemonos sin insultos baratos. No ensuciemos el recuerdo de la felicidad pasada con insultos inútiles. Yo te debo la verdad y la verdad querido, es que ya no te quiero, me he equivocado. Yo había creído con toda mi alma que tú serías el hombre araña para siempre. Lo siento mucho. entérate que ha entrado un cuarto hombre araña en mi vida que lo significa todo para mi".
En la actualidad se necesita un diálogo permanente para construir y mantener la causa común de la pareja. Eso cuesta esfuerzos infinitos, mucho tiempo, nervios y paciencia, lo que en la teoría actual se conoce como: "Trabajo de la relación". Es un trabajo duro, a menudo muy parecido al trabajo de Sísifo: no se llega nunca a un final, después de cada acuerdo logrado se necesitarán nuevas fórmulas de convivencia.
Si el individuo no quiere fracasar, tiene que hacer algo para lograr su felicidad. Los esfuerzos que exige la familia va en aumento. Ser una "buena pareja", significa esfuerzos al por mayor, atención y reflexión. hay que reconocer los conflictos a tiempo. Desactivar estos conflictos requiere una gran sensibilidad para con las necesidades de la pareja.
Lo que los terapéutas les piden a las parejas en conflicto es "franqueza y sinceridad". Cada uno debe admitir sus sentimientos, mostrar su propia persona, y no esconderse detrás de miedos, tabúes y convencionalismos.
Ahora bien, surge una pregunta vital: "¿cuánta verdad, cuánta sinceridad, cuánta desnudez del alma puede exigirse al otro?".
No sólo la mentira, también la verdad pueden revelarse como una carga explosiva para la pareja, que siempre se dicen sus verdades.
"Entre nosotros siempre debe reinar la verdad", dice un personaje de Goethe, pero solo después de haberse separado para siempre.
Cuantas más esperanzas pones en el matrimonio, se llega a percibir el matrimonio como insuficiente. En cada conviviencia estrecha y duradera hay, aparte de la experiencia de la felicidad, también momentos de decepción, de rechazo, de rabia, de culpa y de herida. La familia significa guerra y paz.
Dice una mujer madura, al respecto: "La felicidad no es el objeto del matrimonio. Eñl matrimonio tiene muchos lados hermosos; es un lugar donde se puede aprender a odiar y a superar el odio, donde se puede aprender la risa, el amor y la comunicación".
Por ello la gente se divorcia con tanta facilidad y frecuencia, porque sus expectativas acerca del matrimonio son muy altas y no quieren confrormarse con simples aproximaciones insatisfactorias.
Esta es la opinión de un terapéuta acerca de una mujer que ha tenido ya tres matrimonios anteriores:
"Cuando su tercer marido pierde el entusiasmo, parece ya fatigado y muy hogareño, está ya harto de lo puramente fisiológico entre ellos, ella comprende de repente, con gran altura moral y dignidad, que se había equivocado. No falla nunca esa sensación de haberse equivocado rotundamente. Por lo tanto, decide hablar con él, y para hacerlo más solemne se pone un gran turbante en la cabeza, y le dice: "mi querido tercer hombre araña: hagámonos dignos uno del otro y separemonos sin insultos baratos. No ensuciemos el recuerdo de la felicidad pasada con insultos inútiles. Yo te debo la verdad y la verdad querido, es que ya no te quiero, me he equivocado. Yo había creído con toda mi alma que tú serías el hombre araña para siempre. Lo siento mucho. entérate que ha entrado un cuarto hombre araña en mi vida que lo significa todo para mi".
martes, 12 de enero de 2010
Amor libre.
La añeja frase de "tuyo para siempre". Corresponde a un idea de nuestra sociedad acerca del amor romántico, una estrecha relación sentimental que lleva al altar y dura toda la vida. Sin embargo, cada vez más personas viven solas; muchas viven juntas sin haber pasado por un registro civil; muchas otras se divorcian.
Cada vez más hombres y mujeres se plantean la pregunta de vivir sólos o en pareja, debatiéndose entre viejos y nuevos ideales del amor, la pareja y el matrimonio.
Durante los últimos mil años, la idea sobre el método correcto del matrimonio ha pasado por cuatro etapas sucesivas. En la primera fase, los padres organizaban el casamiento sin tomar en cuenta los deseos de los hijos. En la segunda, los padres aún seguían preparando el casamiento, pero los hijos ya tenían el derecho al veto. En la tercera, los hijos tomaban la decisión, pero los padres se reservaban el derecho a vetar esa decisión. Y en la cuarta fase, finalmente, los hijos eligen a su pareja para casarse y se preocupan poco de lo que puedan opinar sus padres.
Con la entrada de la sociedad a la modernidad se crea una nueva esperanza: la posibilidad de una felicidad personal, una vez liberado el amor de de sus cadenas externas. Ya que ahora se da la relación íntima, basada en en el vínculo sentimental entre dos seres humanos, y que se atienen exclusivamente a la voz del corazón. Y el final, tiene que ser como en los cuentos infantiles: "Y vivieron felices por siempre".
¿Pero que ha pasado con estas grandes esperanzas? Muchas se han visto defraudadas. La realidad es muy distinta a la que ofrecen los cuentos de hadas.
Las nuevas relaciones que se establecen entre los jóvenes del siglo XXI, priva la idea de una relación "de usar y tirar", de lo desechable en el amor. "Si no funciona el matrimonio me divorcio y cambio de pareja". Hoy que hay más libertad de elegir pareja, los hombres y las mujeres abandonan en masa el matrimonio. ¿Qué pasa?
En nuestra sociedad, el matrimonio es un proceso dramático, en el que se encuentran dos extraños y se definen nuevamente. Antiguamente, las familias de los novios se conocían perfectamente, en la actualidad los matrimonios pueden efectuarse con personas provenientes de otros medios sociales, y económicos, e inclusive de otras nacionalidades, lo que acentúan aún más el hecho de ser dos extraños queriendo hacer vida en común.
Los matrimonios o parejas biculturales, es un tema que aflora con mucha fuerza en estos tiempos globalizados. Es común ahora encontrar en el mundo miles de parejas que proceden de dos culturas diferentes y cuyos conflictos son de otra naturaleza. Y no necesariamente el problema es el idioma o la comunicación entre ellos, para disolver la relación, es algo más complejo aún que lo que aparece en la superficie.
Y, quizás, lo que dificulte mucho la creación de una comunidad de dos en el matrimonio, es que hombres y mujeres tienen diferentes expectativas de la vida en pareja. Los fracasos matrimoniales de esta especie tienen que ver con que los miembros de la pareja jamás confesaron abiertamente cuáles eran sus expectativas con respecto al otro.
Leamos las palabras de un hombre compungido:
"Seguramente cada uno tiene el amor que se merece. Yo tengo a mi mujer, y los dos estamos metidos en un rollo de relación desde hace cindo años, pero no vivimos juntos. Otros ya se hubieran conseguido un departamentito o, por lo menos, ya hubieran tenido un hijo, nosotros no. Cada uno de nosotros vive su propia historia personal, cada uno con lo suyo: su cama, su recibo de teléfono, su coche, su lavadora, ya que las modalidades de nuestra relación todavía no están nada claras.
Aunque muchos amigos nos consideran como pareja, no lo somos. pero incesantemente nos estamos rompiendo la cabeza sobre si no deberíamos convertirnos en pareja. Con frecuencia tengo la sensación de que nuestro amor consiste solamente en acuerdos y contratos de dos, cláusulas sentimentales que incluyen el ritmo de nuestra sexualidad.
Por qué no se casan simplemente, me dijo un amigo. Si es una tontería pagar dos rentas de departamento, puede que tenga razón. Pero me aterra saber que una pareja con muchos años de convivencia, solamente hablan al día unos ocho minutos".
"¿Qué quieres tú y que quiero yo? ¿Qué debemos hacer para estar felices?
Cada vez más hombres y mujeres se plantean la pregunta de vivir sólos o en pareja, debatiéndose entre viejos y nuevos ideales del amor, la pareja y el matrimonio.
Durante los últimos mil años, la idea sobre el método correcto del matrimonio ha pasado por cuatro etapas sucesivas. En la primera fase, los padres organizaban el casamiento sin tomar en cuenta los deseos de los hijos. En la segunda, los padres aún seguían preparando el casamiento, pero los hijos ya tenían el derecho al veto. En la tercera, los hijos tomaban la decisión, pero los padres se reservaban el derecho a vetar esa decisión. Y en la cuarta fase, finalmente, los hijos eligen a su pareja para casarse y se preocupan poco de lo que puedan opinar sus padres.
Con la entrada de la sociedad a la modernidad se crea una nueva esperanza: la posibilidad de una felicidad personal, una vez liberado el amor de de sus cadenas externas. Ya que ahora se da la relación íntima, basada en en el vínculo sentimental entre dos seres humanos, y que se atienen exclusivamente a la voz del corazón. Y el final, tiene que ser como en los cuentos infantiles: "Y vivieron felices por siempre".
¿Pero que ha pasado con estas grandes esperanzas? Muchas se han visto defraudadas. La realidad es muy distinta a la que ofrecen los cuentos de hadas.
Las nuevas relaciones que se establecen entre los jóvenes del siglo XXI, priva la idea de una relación "de usar y tirar", de lo desechable en el amor. "Si no funciona el matrimonio me divorcio y cambio de pareja". Hoy que hay más libertad de elegir pareja, los hombres y las mujeres abandonan en masa el matrimonio. ¿Qué pasa?
En nuestra sociedad, el matrimonio es un proceso dramático, en el que se encuentran dos extraños y se definen nuevamente. Antiguamente, las familias de los novios se conocían perfectamente, en la actualidad los matrimonios pueden efectuarse con personas provenientes de otros medios sociales, y económicos, e inclusive de otras nacionalidades, lo que acentúan aún más el hecho de ser dos extraños queriendo hacer vida en común.
Los matrimonios o parejas biculturales, es un tema que aflora con mucha fuerza en estos tiempos globalizados. Es común ahora encontrar en el mundo miles de parejas que proceden de dos culturas diferentes y cuyos conflictos son de otra naturaleza. Y no necesariamente el problema es el idioma o la comunicación entre ellos, para disolver la relación, es algo más complejo aún que lo que aparece en la superficie.
Y, quizás, lo que dificulte mucho la creación de una comunidad de dos en el matrimonio, es que hombres y mujeres tienen diferentes expectativas de la vida en pareja. Los fracasos matrimoniales de esta especie tienen que ver con que los miembros de la pareja jamás confesaron abiertamente cuáles eran sus expectativas con respecto al otro.
Leamos las palabras de un hombre compungido:
"Seguramente cada uno tiene el amor que se merece. Yo tengo a mi mujer, y los dos estamos metidos en un rollo de relación desde hace cindo años, pero no vivimos juntos. Otros ya se hubieran conseguido un departamentito o, por lo menos, ya hubieran tenido un hijo, nosotros no. Cada uno de nosotros vive su propia historia personal, cada uno con lo suyo: su cama, su recibo de teléfono, su coche, su lavadora, ya que las modalidades de nuestra relación todavía no están nada claras.
Aunque muchos amigos nos consideran como pareja, no lo somos. pero incesantemente nos estamos rompiendo la cabeza sobre si no deberíamos convertirnos en pareja. Con frecuencia tengo la sensación de que nuestro amor consiste solamente en acuerdos y contratos de dos, cláusulas sentimentales que incluyen el ritmo de nuestra sexualidad.
Por qué no se casan simplemente, me dijo un amigo. Si es una tontería pagar dos rentas de departamento, puede que tenga razón. Pero me aterra saber que una pareja con muchos años de convivencia, solamente hablan al día unos ocho minutos".
"¿Qué quieres tú y que quiero yo? ¿Qué debemos hacer para estar felices?
lunes, 11 de enero de 2010
Utopía de la esperanza.
Se pueden detectar tres épocas en la relación hombre y mujer desde la sociedad premodernas hasta la sociedad moderna. En la primera, donde predominaba la familia como comunidad económica, para ambos miembros de la pareja no existía una biografía independiente. en la segunda época, y cuando la familia extensa emezaba a disolverse, el currículum del hombre se abría hacia proceso de individualización. Se mantenía la unión familiar, aunque al precio de una represión severas de los derechos de la mujer. Y luego, a partir d elos años setentas del siglo XX, comienza claramente una nueva época en la que los dos géneros pueden experimentar los beneficios y cargas de a vida propia.
La relación hombre y mujer padece ahora un dilema central: por un lado, se da la necesidad de una convivencia duradera con otras personas que, sin embargo, a su vez están sujetas a las prefiguracionesd y expectativas de su vida propia. Este dilema genera muchas contradicciones, luchas y complicaciones en la conciencia y la acción de las personas implicadas.
La pregunta decisiva es si estos problemas continuarán y se agudizarán aún más hasta que al final sólo queden los psicoanalistas como acompañantes de nuestra propia soledad.
Es una opinión generalizada que los grandes conflictos de las parejas tienen que ver directamente conel tema de la comunicación, es cierto pero es una razón insuficiente para justificar la crisis de la mediana edad.
En el ámbito de la vida privada de las parejas, requiere que ambos aprendan a tener comprensión, paciencia y disposición para llegar a compromisos y, sobre todo, el valor de negovciar permanentemente nuevos acuerdos. ¿Una utopía? Sólo su puesta en marcha nos permitirá saber que tan posible es ésto.
¿Estamos al final de una civilización?
La relación hombre y mujer padece ahora un dilema central: por un lado, se da la necesidad de una convivencia duradera con otras personas que, sin embargo, a su vez están sujetas a las prefiguracionesd y expectativas de su vida propia. Este dilema genera muchas contradicciones, luchas y complicaciones en la conciencia y la acción de las personas implicadas.
La pregunta decisiva es si estos problemas continuarán y se agudizarán aún más hasta que al final sólo queden los psicoanalistas como acompañantes de nuestra propia soledad.
Es una opinión generalizada que los grandes conflictos de las parejas tienen que ver directamente conel tema de la comunicación, es cierto pero es una razón insuficiente para justificar la crisis de la mediana edad.
En el ámbito de la vida privada de las parejas, requiere que ambos aprendan a tener comprensión, paciencia y disposición para llegar a compromisos y, sobre todo, el valor de negovciar permanentemente nuevos acuerdos. ¿Una utopía? Sólo su puesta en marcha nos permitirá saber que tan posible es ésto.
¿Estamos al final de una civilización?
viernes, 8 de enero de 2010
El miedo al compromiso.
En las contradicciones de la sociedad actual, las relaciones con el otro género se convierte muchas veces en motivo de dolores y heridas. Por ello, hombres y mujeres empiezan a desarrollar estrategias para disminuir los riesgos, o sea, formas de comportamiento que incorporan intentos de autoprotección.
Existen ya "terapias prematrimoniales", pasando por la firma de contratos anuales o bianuales para regular de forma obligatoria la relación matrimonial, hasta el convivir sin papeles oficiales para "facilitar" la posibilidad de separación en caso de conflicto.
Al parecer en muchos grupos sociales está creciendo el "miedo al compromiso" con el otro, una desconfianza frente a cualquier forma de vincularse, "pues quien de entrada no quiere concebir grandes esperanzas no sufrirá grandes decepciones". Crece el miedo a la cercanía con el otro.
¿Qué hacer con la enorme necesidad de amor y calor humano?
En vez del amor por el hombre o por la mujer, aparece ahora el amor por el hijo.
Actualmente, el amor entre hombre y mujer ha quedado seriamente afectado, condenado más que nunca al fracaso. Lo que queda es el hijo. promete una unión tan elemental, tan global y tan indisoluble como ninguna otra en esta sociedad posmoderna.
Cuanto más intercambiables y revocables se tornan las otras relaciones, tanto más el hijo puede convertirse en el punto de referencia de nuevas esperanzas: el hijo como el último garante de la duración, como arraigo de la propia vida.
Mirando desde esta perspectiva, no es extraño que aumenten precipitadamente los "nacimientos extramatrimoniales". Hay diversas causas que confluyen en este fenómeno reciente, pero es pertinente suponer que también se está formando un nuevo tipo de madre soltera. Es la mujer que quiere tener un hijo sin hombre a su lado y fuera del marco tradicional de la pareja.
Estos son embarazos planificados y no por descuido de la mujer.
En los consultorios de los psicoanalistas se trata ahora el tema de la nueva pareja: madre e hijo.
Dice una mujer al terapeuta: "quiero tener un hijo cuando tenga treinta y ocho años y lo quiero tener sola. A través del Banco de Semen o de un amante casual, sin ni siquiera encender la luz para saber quién es él; simplemente me quiero sentir embarazada y ya".
Con las nuevas tecnologías de la reproducción, los deseos de las mujeres que quieren tener un hijo sin padre son mayores y factibles. como escenario para un futuro cercano se augura que donde el amor por el hombre se desvanece, la mujer quiere asugurarse, por los menos, los embriones.
Dos testimonios de mujeres que plantean la problemática actual:
"Yo, entretanto, ya sé qué condiciones de vida y de amor me tengo que fabricar para estar bien con mi hijo. Y si viene alguien y me lo quiere estropear o0 me mete en grandes dificultades,me largo o lo envío de paseo. En esto también he cambiado gracias a mi hijo. Los hombres han perdido la importancia que tenían antes en mi vida. Lo que construyo para míen el trabajo, en mi vida privada, materialmente, en mi vida con mi hijo, eso no depende de ningún hombre; ningún novio se mete eneso, ni me dejo mandar".
La otra mujer es enfática y dice:
"Y respecto a tu pdre, pués, mira: cuanto más pienso en él más convencida estoyde que nunca lo he querido. Lo he admirado, lo he añorado, pero nunca lo he querido. Ni tampoco a los hombres que he tenido antes; fantasmas decepcionantes de una búsqueda siempre fracasada. Quizá sea cierto lo que dice mi madre que el amor es lo que se siente una madre por su hijo cuando lo toma entre sus brazos y nota lo solo, indefenso y desprotegido que está. Mientras esté indefenso y desprotegido, por lo menos no te insulta y no te decepciona".
" Nuestros hijos nos dan alegría con menos desilusiones que cualquier amor romántico. Es la nueva familia, madre, hijo y amante. De todos modos, solo la madre y los hijos están realmente unidos.
Los hombres van y vienen".
Finalmente, comenta un colega psicoterapéuta: "Yo he visto llorar a padres por miedo a perder a sus hijos, igual que antes lloraban las mujeres por sus hijos. Precisamente los padres más jóvenes lo sienten como una pérdida drámática cuando no consiguen el derecho a la patria potestad. Estos son nuestros casos más difíciles."
Existen ya "terapias prematrimoniales", pasando por la firma de contratos anuales o bianuales para regular de forma obligatoria la relación matrimonial, hasta el convivir sin papeles oficiales para "facilitar" la posibilidad de separación en caso de conflicto.
Al parecer en muchos grupos sociales está creciendo el "miedo al compromiso" con el otro, una desconfianza frente a cualquier forma de vincularse, "pues quien de entrada no quiere concebir grandes esperanzas no sufrirá grandes decepciones". Crece el miedo a la cercanía con el otro.
¿Qué hacer con la enorme necesidad de amor y calor humano?
En vez del amor por el hombre o por la mujer, aparece ahora el amor por el hijo.
Actualmente, el amor entre hombre y mujer ha quedado seriamente afectado, condenado más que nunca al fracaso. Lo que queda es el hijo. promete una unión tan elemental, tan global y tan indisoluble como ninguna otra en esta sociedad posmoderna.
Cuanto más intercambiables y revocables se tornan las otras relaciones, tanto más el hijo puede convertirse en el punto de referencia de nuevas esperanzas: el hijo como el último garante de la duración, como arraigo de la propia vida.
Mirando desde esta perspectiva, no es extraño que aumenten precipitadamente los "nacimientos extramatrimoniales". Hay diversas causas que confluyen en este fenómeno reciente, pero es pertinente suponer que también se está formando un nuevo tipo de madre soltera. Es la mujer que quiere tener un hijo sin hombre a su lado y fuera del marco tradicional de la pareja.
Estos son embarazos planificados y no por descuido de la mujer.
En los consultorios de los psicoanalistas se trata ahora el tema de la nueva pareja: madre e hijo.
Dice una mujer al terapeuta: "quiero tener un hijo cuando tenga treinta y ocho años y lo quiero tener sola. A través del Banco de Semen o de un amante casual, sin ni siquiera encender la luz para saber quién es él; simplemente me quiero sentir embarazada y ya".
Con las nuevas tecnologías de la reproducción, los deseos de las mujeres que quieren tener un hijo sin padre son mayores y factibles. como escenario para un futuro cercano se augura que donde el amor por el hombre se desvanece, la mujer quiere asugurarse, por los menos, los embriones.
Dos testimonios de mujeres que plantean la problemática actual:
"Yo, entretanto, ya sé qué condiciones de vida y de amor me tengo que fabricar para estar bien con mi hijo. Y si viene alguien y me lo quiere estropear o0 me mete en grandes dificultades,me largo o lo envío de paseo. En esto también he cambiado gracias a mi hijo. Los hombres han perdido la importancia que tenían antes en mi vida. Lo que construyo para míen el trabajo, en mi vida privada, materialmente, en mi vida con mi hijo, eso no depende de ningún hombre; ningún novio se mete eneso, ni me dejo mandar".
La otra mujer es enfática y dice:
"Y respecto a tu pdre, pués, mira: cuanto más pienso en él más convencida estoyde que nunca lo he querido. Lo he admirado, lo he añorado, pero nunca lo he querido. Ni tampoco a los hombres que he tenido antes; fantasmas decepcionantes de una búsqueda siempre fracasada. Quizá sea cierto lo que dice mi madre que el amor es lo que se siente una madre por su hijo cuando lo toma entre sus brazos y nota lo solo, indefenso y desprotegido que está. Mientras esté indefenso y desprotegido, por lo menos no te insulta y no te decepciona".
" Nuestros hijos nos dan alegría con menos desilusiones que cualquier amor romántico. Es la nueva familia, madre, hijo y amante. De todos modos, solo la madre y los hijos están realmente unidos.
Los hombres van y vienen".
Finalmente, comenta un colega psicoterapéuta: "Yo he visto llorar a padres por miedo a perder a sus hijos, igual que antes lloraban las mujeres por sus hijos. Precisamente los padres más jóvenes lo sienten como una pérdida drámática cuando no consiguen el derecho a la patria potestad. Estos son nuestros casos más difíciles."
Madurar con límites.
La maduración personal siempre se realiza a través de delimitaciones. Lo que en la infancia son los constantes berrinches y en la crisis de la adolescencia sería la desvinculación de los padres, es ahora, en la crisis de la mediana edad , la salida de la simbiosis matrimonial.
Este conflicto entre gente adulta se parece mucho a las confrontaciones de los adolescentes con sus padres, además persigue los mismos objetivos: recuperar la identidad propia, liberarse de las profundidades de la unidad simbiótica, volver a saber que el otro no podrá nunca compartir del todo mi soledad.
Resumido esto en una fórmula se diría que: la crisis de la mediana edad no es un fenómeno natural, sino un acontecimiento social. Tiene mucha relación con el aumento de la esperanza de vida y con los procesos de individualización.
El siglo XXI dará la oportunidad a muchos individuos para casarse dos o tres veces a lo largo de su existencia. Ya no habrá más celebraciones de bodas de plata o de oro matrimoniales, eso será una reliquia en los tiempos futuros.
La idea que guía este nuevo proceso social es que los individuos ven las decepciones y omisiones de su vida pasada y en su horizonte interno se abre camino la visión de una nueva vida, diferente, que compense todo lo que no había en la anterior relación.
Este es el punto donde a menudo surge la pregunta de lo que había dejado de hacer por el otro. Uno recuerda los grandes planes juveniles y ve los compromisos de la vida en común. Más o menos conscientemente, se reconoce que hay cosas que uno ya no es capaz de hacer, y otras que ya se atreve a hacer. (Para iniciar una carrera de cantante de ópera o para emigrar a algún país del Tercer Mundo y vivir una gran aventura, ya es muy tarde).
Pero si es imposible empezar de cero otra vez, entonces por lo menos hay que actuar donde se puede, es decir, en el campo inmediato de la relación de pareja. por lo menos ahí se quiere conquistar un espacio libre. Y cuanto más se opone la pareja a ese deseo, más crece la voluntad de seguir adelante. La pareja se convierte de este modo en el enemigo: el matrimonio se transforma en un gran campo de batalla para la autoafirmación.
En estas tremendas luchas de poder dentro del matrimonio se genera la paradoja siguiente: "Ni contigo, ni sin ti". Es cuando los dos esposos mantienen esta lucha de poder por años, relacionándose una y otra vez para seguir luchando con otras variantes. Pero al mismo tiempo no son capaces de separarse.
Se separan y se unen nuevamente, una vez viven juntos pero separados, otra separados pero juntos, y se sienten atrapados en un callejón sin salida. Naturalmente se estaban peleando sin cesar, vacaciones por separado, pocas cosas en común; esta es la historia repetida por miles de parejas en los consultorios.
Un testimonio de un hombre abatido por la ruptura matrimonial:
"Ahora sé por qué yo quería que mi mujer volviera.
Porque me había convertido en lo que soy.
Cuando pensé que me había abandonado, me desmoroné.
Dejé de existir !Es lo que ha conseguido hacer de mi¡
No puedo vivir con ella, me es insoportable,
no puedo vivir sin ella, porque me ha hecho incapaz
de tener alguna existencia propia.
!Eso es lo que ha hecho de mi en cinco años de matrimonio¡
Ha convertido el mundo en un lugar, donde yo no puedo vivir,
si no es bajo sus condiciones. Tengo que estar solo.
pero no en este mismo mundo. Por eso quiero que me ingresen
en su sanatorio. ¿allá podré estar solo?
Este conflicto entre gente adulta se parece mucho a las confrontaciones de los adolescentes con sus padres, además persigue los mismos objetivos: recuperar la identidad propia, liberarse de las profundidades de la unidad simbiótica, volver a saber que el otro no podrá nunca compartir del todo mi soledad.
Resumido esto en una fórmula se diría que: la crisis de la mediana edad no es un fenómeno natural, sino un acontecimiento social. Tiene mucha relación con el aumento de la esperanza de vida y con los procesos de individualización.
El siglo XXI dará la oportunidad a muchos individuos para casarse dos o tres veces a lo largo de su existencia. Ya no habrá más celebraciones de bodas de plata o de oro matrimoniales, eso será una reliquia en los tiempos futuros.
La idea que guía este nuevo proceso social es que los individuos ven las decepciones y omisiones de su vida pasada y en su horizonte interno se abre camino la visión de una nueva vida, diferente, que compense todo lo que no había en la anterior relación.
Este es el punto donde a menudo surge la pregunta de lo que había dejado de hacer por el otro. Uno recuerda los grandes planes juveniles y ve los compromisos de la vida en común. Más o menos conscientemente, se reconoce que hay cosas que uno ya no es capaz de hacer, y otras que ya se atreve a hacer. (Para iniciar una carrera de cantante de ópera o para emigrar a algún país del Tercer Mundo y vivir una gran aventura, ya es muy tarde).
Pero si es imposible empezar de cero otra vez, entonces por lo menos hay que actuar donde se puede, es decir, en el campo inmediato de la relación de pareja. por lo menos ahí se quiere conquistar un espacio libre. Y cuanto más se opone la pareja a ese deseo, más crece la voluntad de seguir adelante. La pareja se convierte de este modo en el enemigo: el matrimonio se transforma en un gran campo de batalla para la autoafirmación.
En estas tremendas luchas de poder dentro del matrimonio se genera la paradoja siguiente: "Ni contigo, ni sin ti". Es cuando los dos esposos mantienen esta lucha de poder por años, relacionándose una y otra vez para seguir luchando con otras variantes. Pero al mismo tiempo no son capaces de separarse.
Se separan y se unen nuevamente, una vez viven juntos pero separados, otra separados pero juntos, y se sienten atrapados en un callejón sin salida. Naturalmente se estaban peleando sin cesar, vacaciones por separado, pocas cosas en común; esta es la historia repetida por miles de parejas en los consultorios.
Un testimonio de un hombre abatido por la ruptura matrimonial:
"Ahora sé por qué yo quería que mi mujer volviera.
Porque me había convertido en lo que soy.
Cuando pensé que me había abandonado, me desmoroné.
Dejé de existir !Es lo que ha conseguido hacer de mi¡
No puedo vivir con ella, me es insoportable,
no puedo vivir sin ella, porque me ha hecho incapaz
de tener alguna existencia propia.
!Eso es lo que ha hecho de mi en cinco años de matrimonio¡
Ha convertido el mundo en un lugar, donde yo no puedo vivir,
si no es bajo sus condiciones. Tengo que estar solo.
pero no en este mismo mundo. Por eso quiero que me ingresen
en su sanatorio. ¿allá podré estar solo?
jueves, 7 de enero de 2010
¿ Qué quieren las mujeres ?
A lo largo de la historia contemporánea, siglos XX y XXI, los hombres se preguntan: ¿Qué quieren las mujeres? Y no saben responder correctamente a su propia interrogante. Ya que por lo general, la sociedad no ha permitido que las mujeres expresen sus deseos particulares, casi siempre el "deseo" de ellas es el deseo del otro, es decir el deseo del hombre.
Expresiones de las mujeres, tales como: "lo que tú digas mi vida", "yo quiero lo que tú quieras", nos dejan ver una anulación del deseo propio de la mujer. Por temor o miedo al abandono, no dicen a su pareja lo que realmente quieren hacer en la vida.
Sin embargo, muchos hombres están dispuestos a reconocer que las reivindicaciones son justas; pero se vuelven reacios y resistentes en cuanto se trata de consecuencias incómodas para su propia vida, como cuidar las cosas de la casa y el cuidado de los hijos, por ejemplo.
Y se crea un un nuevo ideal femenino: la mujer que según los intereses de los hombres sea independiente y a la vez con suficiente capacidad de adaptación. Como dijo un hombre entrevistado al respecto: "Lo que tú quieres es casarte con una mujer lo suficientemente intelectual como para conversar contigo, alguien en quien confiar para ayudarte en tus negocios o ayudarte en tus decisiones durante la vida, pero que también esté dispuesta al cuidado de la casa y de la familia. Si encuentras una mujer como ésta, sabes que has triunfado".
Las feministas actuales ponen sobre el tapete de la discusión, un nuevo tema: El equilibrio, nada fácil entre liberación y vinculación. Sin embargo, no se aspira a un retorno a las formas antiguas de relación de pareja, sino a una nueva forma de relación hombre-mujer.
Las preguntas pertinentes son: ¿es posible el amor entre iguales? ¿existe el amor después de la emancipación? ¿O acaso es verdad que la liberación y el amor son opuestos irreconciliables?
La experiencia indica que el amor quita autonomía. Y por otro lado, está la experiencia de que mucha autonomía mata el amor.
Lo nuevo de hoy es que las parejas, aparentemente estables, que llevan juntos 20 ó 30años, la cuota de divorcios aumenta aceleradamente. La explicación común de los psicólogos se le atribuye a la "crisis de la mediana edad" (del matrimonio) caracterizada por el hecho de que después de muchos años de construcción conjunta suele empezar una fase de búsqueda de distancia incluso de exclusión.
Los dos miembros de la pareja se fijan ahora con más intensidad en sus propios deseos, a la vez que se ven demasiado atados a muchos niveles y eso es justamente lo que más se reprochan entre sí. !!Libertad para mi¡¡es la consigna de esta fase.
A menudo va acompañada de feroces y largas luchas de poder que pueden adquirir diversas modalidades: desde el rechazo, pasando por la caída en la enfermedad o intentos de escaparse con una tercera persona, hasta la violencia abierta y encarnizada.
Algunas mujeres opinan al respecto: "¿ Y qué pasa con esos anhelos que el matrimonio ha sofocado? Esos anhelos de seguir una senda sin obstáculos de cuando en cuando, de descubrir si puedes aún vivir sola dentro de tu propia cabeza, de descubrir que puedes apañártelas sola viviendo en una cabaña en el bosque sin volverte loca; de descubrir, en pocas palabras, si todavía estás entera después de tantos años de ser la mitad de algo".
La visión de una terapéuta, desde afuera, "la mayoría de matrimonios empieza con una suerte de pasión por estar juntos y compartirlo todo; lo individual queda anulado, todo es sometido a la vida en común. Los años de construcción de la pareja requieren una gran cohesión, estar el uno con el otro, los hijos, la casa que se edifica, la posición profesional que se quiere alcanzar.
Pero después de largos años de convivencia, cuando ya se ha perdido mucho del entusiasmo inicial, cuando ya se han conseguido las posiciones profesionales y se ven pocas metas nuevas, entonces vuelve con mayor fuerza la pregunta: "Quién soy? Y entra en el primer plano otra pasión, la pasión por la auotonomía, por la autoafirmación, por la vida propia.
La pregunta ¿Quién soy? lleva directamente a preguntarle a la pareja ¿ Ytú relamente sabes quién soy yo? la ruptura, la disolución del matrimonio parece menos amenazante que renunciar a sí mismo, a sus propios deseos".
Expresiones de las mujeres, tales como: "lo que tú digas mi vida", "yo quiero lo que tú quieras", nos dejan ver una anulación del deseo propio de la mujer. Por temor o miedo al abandono, no dicen a su pareja lo que realmente quieren hacer en la vida.
Sin embargo, muchos hombres están dispuestos a reconocer que las reivindicaciones son justas; pero se vuelven reacios y resistentes en cuanto se trata de consecuencias incómodas para su propia vida, como cuidar las cosas de la casa y el cuidado de los hijos, por ejemplo.
Y se crea un un nuevo ideal femenino: la mujer que según los intereses de los hombres sea independiente y a la vez con suficiente capacidad de adaptación. Como dijo un hombre entrevistado al respecto: "Lo que tú quieres es casarte con una mujer lo suficientemente intelectual como para conversar contigo, alguien en quien confiar para ayudarte en tus negocios o ayudarte en tus decisiones durante la vida, pero que también esté dispuesta al cuidado de la casa y de la familia. Si encuentras una mujer como ésta, sabes que has triunfado".
Las feministas actuales ponen sobre el tapete de la discusión, un nuevo tema: El equilibrio, nada fácil entre liberación y vinculación. Sin embargo, no se aspira a un retorno a las formas antiguas de relación de pareja, sino a una nueva forma de relación hombre-mujer.
Las preguntas pertinentes son: ¿es posible el amor entre iguales? ¿existe el amor después de la emancipación? ¿O acaso es verdad que la liberación y el amor son opuestos irreconciliables?
La experiencia indica que el amor quita autonomía. Y por otro lado, está la experiencia de que mucha autonomía mata el amor.
Lo nuevo de hoy es que las parejas, aparentemente estables, que llevan juntos 20 ó 30años, la cuota de divorcios aumenta aceleradamente. La explicación común de los psicólogos se le atribuye a la "crisis de la mediana edad" (del matrimonio) caracterizada por el hecho de que después de muchos años de construcción conjunta suele empezar una fase de búsqueda de distancia incluso de exclusión.
Los dos miembros de la pareja se fijan ahora con más intensidad en sus propios deseos, a la vez que se ven demasiado atados a muchos niveles y eso es justamente lo que más se reprochan entre sí. !!Libertad para mi¡¡es la consigna de esta fase.
A menudo va acompañada de feroces y largas luchas de poder que pueden adquirir diversas modalidades: desde el rechazo, pasando por la caída en la enfermedad o intentos de escaparse con una tercera persona, hasta la violencia abierta y encarnizada.
Algunas mujeres opinan al respecto: "¿ Y qué pasa con esos anhelos que el matrimonio ha sofocado? Esos anhelos de seguir una senda sin obstáculos de cuando en cuando, de descubrir si puedes aún vivir sola dentro de tu propia cabeza, de descubrir que puedes apañártelas sola viviendo en una cabaña en el bosque sin volverte loca; de descubrir, en pocas palabras, si todavía estás entera después de tantos años de ser la mitad de algo".
La visión de una terapéuta, desde afuera, "la mayoría de matrimonios empieza con una suerte de pasión por estar juntos y compartirlo todo; lo individual queda anulado, todo es sometido a la vida en común. Los años de construcción de la pareja requieren una gran cohesión, estar el uno con el otro, los hijos, la casa que se edifica, la posición profesional que se quiere alcanzar.
Pero después de largos años de convivencia, cuando ya se ha perdido mucho del entusiasmo inicial, cuando ya se han conseguido las posiciones profesionales y se ven pocas metas nuevas, entonces vuelve con mayor fuerza la pregunta: "Quién soy? Y entra en el primer plano otra pasión, la pasión por la auotonomía, por la autoafirmación, por la vida propia.
La pregunta ¿Quién soy? lleva directamente a preguntarle a la pareja ¿ Ytú relamente sabes quién soy yo? la ruptura, la disolución del matrimonio parece menos amenazante que renunciar a sí mismo, a sus propios deseos".
miércoles, 6 de enero de 2010
Los indios y los aviones.
Hoy se fue mi hija Gabriela a México y eso significa que había que llegar al aeropuerto La Aurora, de la ciudad de Guatemala, y enfrentarnos al absurdo más grande del mundo: no se puede ingresar sino no se va a viajar. Existen enormes salas de espera vacías en el aeropuerto.
Sin embargo, las "razones" de tal medida de las autoridades aeroportuarias guatemaltecas, son de tal índole que no hay palabras para explicar tamaña estupidez.
En una entrevista privada con el Director del Aeropuerto La Aurora, se atrevió a confesar que el hecho de impedir que los viajeros ingresen al aeropuerto acompañados de sus familiares y amigos, tiene que ver conque la mayoría de los viajeros son "indios" guatemaltecos (sucios, feos y malos, como se retrató en una magnifica película italiana a los pobres de allá).
En Guatemala más del cincuenta por ciento de la población es de origen indígena maya, por lo tanto los indios andan por todas partes del país, y en la capital de la república también. Además viajan a los Estados Unidos a trabajar, legal e ilegalmente, por lo que tienen que hacer uso de los servicios del aeropuerto capitalino, y efectivamente se hacen acompañar por docenas de parientes que quieren ver cómo sale su pariente del país. O, bien, docenas de parientes también, van a esperar a su consanguíneo, teniendo que hacerlo en la calle aledaña o en el estacionamiento exterior del aeropuerto.
En la opinión descabellada del Director de Aeronáutica civil de Guatemala, los indios "afean" con su presencia el aeropuerto moderno de la capital, por eso se les prohibe la entrada a ellos y al resto de la población mestiza guatemalteca. Nadie puede entrar a acompañar a alguien, eso es imposible en este país bananero.
En este país existen algunos avances en materia de lucha contra la discriminación racial, gracias a algunas reformas constitucionales y a los Acuerdos de Paz, que pusieron fin a la lucha guerrillera que costó la vida a miles de indigenas y la desaparición de aldeas y poblados de cierta magnitud por los bombardeos de la aviación militar.
En la capital chapina hay varios grandes centros comerciales (Malls les dicen algunos), en los cuales es casi imposible observar en su interior a indígenas recorriendo los pasillos viendo las vitrinas de las tiendas famosas; si eso ocurriera, de inmediato los cuerpos de seguridad privados los empiezan a acosar con intimidaciones veladas para que se larguen de ahí; no importa que los indígenas posean los recursos económicos para comprar o comer en esos templos del consumo, simplemente "afean" el lugar.
Nos falta mucho trecho por avanzar en materia de igualdad y respeto a los derechos humanos de las poblaciones indígenas guatemaltecas.
Sin embargo, las "razones" de tal medida de las autoridades aeroportuarias guatemaltecas, son de tal índole que no hay palabras para explicar tamaña estupidez.
En una entrevista privada con el Director del Aeropuerto La Aurora, se atrevió a confesar que el hecho de impedir que los viajeros ingresen al aeropuerto acompañados de sus familiares y amigos, tiene que ver conque la mayoría de los viajeros son "indios" guatemaltecos (sucios, feos y malos, como se retrató en una magnifica película italiana a los pobres de allá).
En Guatemala más del cincuenta por ciento de la población es de origen indígena maya, por lo tanto los indios andan por todas partes del país, y en la capital de la república también. Además viajan a los Estados Unidos a trabajar, legal e ilegalmente, por lo que tienen que hacer uso de los servicios del aeropuerto capitalino, y efectivamente se hacen acompañar por docenas de parientes que quieren ver cómo sale su pariente del país. O, bien, docenas de parientes también, van a esperar a su consanguíneo, teniendo que hacerlo en la calle aledaña o en el estacionamiento exterior del aeropuerto.
En la opinión descabellada del Director de Aeronáutica civil de Guatemala, los indios "afean" con su presencia el aeropuerto moderno de la capital, por eso se les prohibe la entrada a ellos y al resto de la población mestiza guatemalteca. Nadie puede entrar a acompañar a alguien, eso es imposible en este país bananero.
En este país existen algunos avances en materia de lucha contra la discriminación racial, gracias a algunas reformas constitucionales y a los Acuerdos de Paz, que pusieron fin a la lucha guerrillera que costó la vida a miles de indigenas y la desaparición de aldeas y poblados de cierta magnitud por los bombardeos de la aviación militar.
En la capital chapina hay varios grandes centros comerciales (Malls les dicen algunos), en los cuales es casi imposible observar en su interior a indígenas recorriendo los pasillos viendo las vitrinas de las tiendas famosas; si eso ocurriera, de inmediato los cuerpos de seguridad privados los empiezan a acosar con intimidaciones veladas para que se larguen de ahí; no importa que los indígenas posean los recursos económicos para comprar o comer en esos templos del consumo, simplemente "afean" el lugar.
Nos falta mucho trecho por avanzar en materia de igualdad y respeto a los derechos humanos de las poblaciones indígenas guatemaltecas.
Las nuevas parejas posmodernas.
En los tiempos posmodernos, crece el potencial de conflictos y al mismo tiempo disminuyen las posibilidades de reducirlos, así es como las parejas viven su relación, siempre al borde del precipicio.
Pues, cuantas más mujeres aprenden a imponerse de manera independiente --y de hecho tienen que aprenderlo ya-- menos aceptarán aquella forma de solución que practicaban nuestras madres: adaptación al hombre al precio de renunciar a sus propios derechos y deseos. Empieza a desaparecer el lazo de unión anterior basado en la "autorrenuncia femenina en favor de los demás".
Tanto los hombres como las mujeres están atrapados entre los viejos patrones de comportamiento y las nuevas formas de vida. La situación entre el "ya no" y el "todavía no" es una mezcla contradictoria. Lo viejo no termina de morir y lo nuevo no termina de nacer.
Un problema que adquiere gran importancia ahora es el de las mujeres que viven solas, cuya pobreza material es evidente. Hablamos de mujeres con escasa formación profesional que tienen que vivir sin las protecciones tradicionales del contexto de vida femenino, pero que tampoco están preparadas para atender las obligaciones de una biografía autoplanificada. A dichas mujeres sólo "les falta un hombre para alcanzar el bienestar", y si este hombre falta a este fenómeno sociológico se le denomina "la feminización de la pobreza".
Por el contrario, aquellas mujeres que se construyen una carrera profesional independiente, pero que en su vida privada a menudo tiene que pagar un precio muy alto: "la soledad de la mujer con éxito profesional".
Las mujeres son por lo general las únicas que buscan una terapia de apoyo emocional, pero han cambiado las razones por las cuales ellas acuden a los consultorios de los psicoanalistas. A principios de los años setentas, eran sobre todo mujeres de mediana edad que se habían casado jóvenes, que luego educaron a sus hijos y que al final se dieron cuenta cabal de a cuantas necesidades propias habían tenido que renunciar por ello.
En cambio, las mujeres que hoy buscan una ayuda terapéutica son muchas veces aquellas de la generación más joven con éxito profesional que trabajan duramente, solteras o divorciadas, en cuyas vidas el deseo de relaciones personales ha quedado insatisfecho por largo tiempo.
Difícilmente se encuentra disponible para la mujer que dedica su vida al trabajo "un amo de casa" que cuide y mantenga la esfera emocional mal atendida. Las consecuencias son previsibles: "O bien, los dos están totalmente ocupados en seguir las definiciones tradicionales del éxito, con lo cual ninguno de los dos tiene el tiempo para cuidar la relación, o bien, la mujer con éxito constata dolorosamente que no tiene pareja.
Una escritora de renombre afirma melancólicamente que, "las mujeres con éxito creen, equivocadamente, que lo que atrae a los hombres sirve también para las mujeres, que el éxito lleva consigo fama, fortuna y amantes guapos. Pero, con frecuencia nosotras conseguimos lo contrario. Toda la satisfacción que compramos en la tienda del amor son hombres atemorizados, gallitos tontos, abandono. Y nosotras nos devanamos los sesos preguntándonos por qué hemos trabajado tanto para la gloria profesional, cuando la felicidad personal es el precio que tenemos que pagar".
En algunos grupos de mujeres con altas calificaciones profesionales, se puede observar el surgimiento de un nuevo tipo de mujeres que, para salir de las viejas dependencias, defienden sin más miramientos la consigna: "la mujer se las arregla ella mismo, con o sin hombre".
Lo que le sucede a los hombres posmodernos a causa del desmoronamiento del rol femenino tradicional está poco estudiado. En parte quizás porque los hombres siguen teniendo más poder y, por tanto, tienen más posibilidades de escaparse; pero en parte seguramente también les cuesta mucho expresarse en sus sentimientos y sufrimientos. Todo se lo callan, no pueden verbalizar sus emociones, son inválidos emocionales.
Pues, cuantas más mujeres aprenden a imponerse de manera independiente --y de hecho tienen que aprenderlo ya-- menos aceptarán aquella forma de solución que practicaban nuestras madres: adaptación al hombre al precio de renunciar a sus propios derechos y deseos. Empieza a desaparecer el lazo de unión anterior basado en la "autorrenuncia femenina en favor de los demás".
Tanto los hombres como las mujeres están atrapados entre los viejos patrones de comportamiento y las nuevas formas de vida. La situación entre el "ya no" y el "todavía no" es una mezcla contradictoria. Lo viejo no termina de morir y lo nuevo no termina de nacer.
Un problema que adquiere gran importancia ahora es el de las mujeres que viven solas, cuya pobreza material es evidente. Hablamos de mujeres con escasa formación profesional que tienen que vivir sin las protecciones tradicionales del contexto de vida femenino, pero que tampoco están preparadas para atender las obligaciones de una biografía autoplanificada. A dichas mujeres sólo "les falta un hombre para alcanzar el bienestar", y si este hombre falta a este fenómeno sociológico se le denomina "la feminización de la pobreza".
Por el contrario, aquellas mujeres que se construyen una carrera profesional independiente, pero que en su vida privada a menudo tiene que pagar un precio muy alto: "la soledad de la mujer con éxito profesional".
Las mujeres son por lo general las únicas que buscan una terapia de apoyo emocional, pero han cambiado las razones por las cuales ellas acuden a los consultorios de los psicoanalistas. A principios de los años setentas, eran sobre todo mujeres de mediana edad que se habían casado jóvenes, que luego educaron a sus hijos y que al final se dieron cuenta cabal de a cuantas necesidades propias habían tenido que renunciar por ello.
En cambio, las mujeres que hoy buscan una ayuda terapéutica son muchas veces aquellas de la generación más joven con éxito profesional que trabajan duramente, solteras o divorciadas, en cuyas vidas el deseo de relaciones personales ha quedado insatisfecho por largo tiempo.
Difícilmente se encuentra disponible para la mujer que dedica su vida al trabajo "un amo de casa" que cuide y mantenga la esfera emocional mal atendida. Las consecuencias son previsibles: "O bien, los dos están totalmente ocupados en seguir las definiciones tradicionales del éxito, con lo cual ninguno de los dos tiene el tiempo para cuidar la relación, o bien, la mujer con éxito constata dolorosamente que no tiene pareja.
Una escritora de renombre afirma melancólicamente que, "las mujeres con éxito creen, equivocadamente, que lo que atrae a los hombres sirve también para las mujeres, que el éxito lleva consigo fama, fortuna y amantes guapos. Pero, con frecuencia nosotras conseguimos lo contrario. Toda la satisfacción que compramos en la tienda del amor son hombres atemorizados, gallitos tontos, abandono. Y nosotras nos devanamos los sesos preguntándonos por qué hemos trabajado tanto para la gloria profesional, cuando la felicidad personal es el precio que tenemos que pagar".
En algunos grupos de mujeres con altas calificaciones profesionales, se puede observar el surgimiento de un nuevo tipo de mujeres que, para salir de las viejas dependencias, defienden sin más miramientos la consigna: "la mujer se las arregla ella mismo, con o sin hombre".
Lo que le sucede a los hombres posmodernos a causa del desmoronamiento del rol femenino tradicional está poco estudiado. En parte quizás porque los hombres siguen teniendo más poder y, por tanto, tienen más posibilidades de escaparse; pero en parte seguramente también les cuesta mucho expresarse en sus sentimientos y sufrimientos. Todo se lo callan, no pueden verbalizar sus emociones, son inválidos emocionales.
martes, 5 de enero de 2010
Teléfono móvil, tecnología de punta.
Ahora que estoy residiendo en ciudad de Guatemala, me veo en la imperiosa necesidad de contar con un teléfono móvil para comunicarme con mis hermanos y demás parientes consanguíneos, y eventualmente con los amigos y amigas que pueda ir conociendo de aquí en adelante.
Hoy fui a buscar un teléfono móvil a la empresa estatal guatemalteca, y lo que me mostraron son aparatos de última generación, que hacen de todo menos cumplir la función única de un teléfono celular.
La vendedora de manera natural me promociona los diversos tipos y modelos de telefonía celular, me dice: "este aparato tiene cámara fotográfica de equis pixeles, tiene una memoria de equis capacidad expandible, tiene una cámara de video inserta en el teléfono, puede escuchar música de radio AM y Fm, etcétera, etcétera.
Yo lo único que necesito de un teléfono es poder comunicarme con mis semejantes, el resto de las funciones de un aparato de última generación, me tiene sin cuidado y no me interesan en lo absoluto, pero no puedo elegir un teléfono como a mi me gustaría, tengo que poseer un aparato multifuncional.
Estas son cosas de la posmodernidad con las cuales tenemos que lidiar día a día, o aprendemos a manejar las nuevas tecnologías o nos quedamos irremediablemente rezagados.
Algo similar les ocurrió a los gigantescos dinosaurios, una vez que hubo un violento cambio climático éstos quedaron fuera de circulación, no hubo más comida y tan tan.
Entro de lleno a una nueva era tecnológica muy a mi pesar, soy un hombre sencillo que ya no entiendo de nuevas tecnologías y avances en los aparatos electrodomésticos.
Hoy todo requiere de complicados instructivos para poder echar andar la tecnología casera.
Hasta una licuadora viene acompañada de un instructivo que hay que desentrañar despacio, espero que la vida restante no tenga que estar acompañada de un instructivo de sobrevivencia o de cómo hacer el amor.
No estoy seguro que todo tiempo pasado fue mejor, pero tampoco estoy seguro que la tecnología posmoderna sea la panacea para el ser humano.
Somos ultramodernos tecnológicamente hablando y al mismo tiempo somos seres que vivimos en la barbarie cultural, empezamos a caminar por los senderos de la civilización, muy apenas todavía.
Hoy fui a buscar un teléfono móvil a la empresa estatal guatemalteca, y lo que me mostraron son aparatos de última generación, que hacen de todo menos cumplir la función única de un teléfono celular.
La vendedora de manera natural me promociona los diversos tipos y modelos de telefonía celular, me dice: "este aparato tiene cámara fotográfica de equis pixeles, tiene una memoria de equis capacidad expandible, tiene una cámara de video inserta en el teléfono, puede escuchar música de radio AM y Fm, etcétera, etcétera.
Yo lo único que necesito de un teléfono es poder comunicarme con mis semejantes, el resto de las funciones de un aparato de última generación, me tiene sin cuidado y no me interesan en lo absoluto, pero no puedo elegir un teléfono como a mi me gustaría, tengo que poseer un aparato multifuncional.
Estas son cosas de la posmodernidad con las cuales tenemos que lidiar día a día, o aprendemos a manejar las nuevas tecnologías o nos quedamos irremediablemente rezagados.
Algo similar les ocurrió a los gigantescos dinosaurios, una vez que hubo un violento cambio climático éstos quedaron fuera de circulación, no hubo más comida y tan tan.
Entro de lleno a una nueva era tecnológica muy a mi pesar, soy un hombre sencillo que ya no entiendo de nuevas tecnologías y avances en los aparatos electrodomésticos.
Hoy todo requiere de complicados instructivos para poder echar andar la tecnología casera.
Hasta una licuadora viene acompañada de un instructivo que hay que desentrañar despacio, espero que la vida restante no tenga que estar acompañada de un instructivo de sobrevivencia o de cómo hacer el amor.
No estoy seguro que todo tiempo pasado fue mejor, pero tampoco estoy seguro que la tecnología posmoderna sea la panacea para el ser humano.
Somos ultramodernos tecnológicamente hablando y al mismo tiempo somos seres que vivimos en la barbarie cultural, empezamos a caminar por los senderos de la civilización, muy apenas todavía.
lunes, 4 de enero de 2010
Cuando calienta el Sol.
Después de vivir varios años en la ciudad de México y muy pocos años en la colonial Querétaro, mis regulares baños de sol matutinos se fueron espaciando cada vez más, debido sobre todo a la contaminación que impide que los rayos solares lleguen a mi cuerpo.
Yo funciono con una pila solar en el cuerpo, debo recargarla todos los días, al menos durante 10 minutos por la mañana, que es el mejor sol del día.
Ahora que estoy residiendo en la ciudad de Guatemala, me han impresionado los cielos azules y claros, sin nubes; esto ocurre en cualquier punto geográfico del país.
Debo confesar que me engolociné con el sol radiante de Guatemal y abuse de él, al grado que ahora sufro las consecuencias de una quemada de no sé qué grado pero muy intensa en la cara y en el cuello.
Con el baño cotidiano se despelleja fácilmente mi tez y mi cuello, pero en general tengo una piel de lagarto, corrugada y áspera.
Ayer me fui a visitar el Lago de Amatitlán, en búsqueda de unas famosas aguas termales, que existen desde que yo era niño y el sitio también, se llama ROCARENA, ahí me hospedé una noche y aproveché las aguas hirvientes que vienen directamente del volcán de PACAYA, que se encuentra muy activo arrojando humo y ceniza constantemente. El volcán queda a no más de 30 kilómetros de Amatitlán y eso provoca que haya fuentes de aguas termales en las cercanías.
No es necesario insistir en que las aguas del lago de Amatitlán (no confundir con el otro lago de Atitlán, que también está muy contaminado) se encuentran saturadas de desechos tóxicos provenientes de la industriosa localidad de Amatitlán y de los cientos de chalets que rodean el pequeño lago, que arrojan sus aguas negras al lago desde hace más de 50 años, además de las aguas negras de la población en general.
Al ir a gozar de las aguas termales a Amatitlán, me impidió disfrutar de un paseo por el lago y sus alrededores, ya que me quedé recluído en el hotel los dos días, me sentía como romano en las termas de la Roma Imperial.
La inmersión en dichas aguas termales por tantas horas, produjo un desprendimiento de la piel quemada de mi cara y cuello, pero en una especie de cambio de piel de las serpientes, iba dejando los rastros de los pellejos en la tina.
Hoy me siento renovado, más joven, con una nueva piel.
Desde que me planteé cuidarme de la salud física y emocional, con conciencia, siento que mi espíritu es más ligero y libre. Es una simple sensación pero muy agradable, obviamente que en parte este bienestar se debe a que me he negado a tomar medicamentos en los últimos tres meses, para poder desintoxicarme de tantos químicos que tuve que tomar a lo largo de todo el 2009.
Ahora cuando calienta el Sol en Guatemala, me protejo con un sombrero de palma la cara, ya que los rayos ultravioleta son muy fuertes.
Pero sigo siendo un ser solar. Todos los días lo saludo al amanecer y le doy gracias por darme tanta energía vital.
Yo funciono con una pila solar en el cuerpo, debo recargarla todos los días, al menos durante 10 minutos por la mañana, que es el mejor sol del día.
Ahora que estoy residiendo en la ciudad de Guatemala, me han impresionado los cielos azules y claros, sin nubes; esto ocurre en cualquier punto geográfico del país.
Debo confesar que me engolociné con el sol radiante de Guatemal y abuse de él, al grado que ahora sufro las consecuencias de una quemada de no sé qué grado pero muy intensa en la cara y en el cuello.
Con el baño cotidiano se despelleja fácilmente mi tez y mi cuello, pero en general tengo una piel de lagarto, corrugada y áspera.
Ayer me fui a visitar el Lago de Amatitlán, en búsqueda de unas famosas aguas termales, que existen desde que yo era niño y el sitio también, se llama ROCARENA, ahí me hospedé una noche y aproveché las aguas hirvientes que vienen directamente del volcán de PACAYA, que se encuentra muy activo arrojando humo y ceniza constantemente. El volcán queda a no más de 30 kilómetros de Amatitlán y eso provoca que haya fuentes de aguas termales en las cercanías.
No es necesario insistir en que las aguas del lago de Amatitlán (no confundir con el otro lago de Atitlán, que también está muy contaminado) se encuentran saturadas de desechos tóxicos provenientes de la industriosa localidad de Amatitlán y de los cientos de chalets que rodean el pequeño lago, que arrojan sus aguas negras al lago desde hace más de 50 años, además de las aguas negras de la población en general.
Al ir a gozar de las aguas termales a Amatitlán, me impidió disfrutar de un paseo por el lago y sus alrededores, ya que me quedé recluído en el hotel los dos días, me sentía como romano en las termas de la Roma Imperial.
La inmersión en dichas aguas termales por tantas horas, produjo un desprendimiento de la piel quemada de mi cara y cuello, pero en una especie de cambio de piel de las serpientes, iba dejando los rastros de los pellejos en la tina.
Hoy me siento renovado, más joven, con una nueva piel.
Desde que me planteé cuidarme de la salud física y emocional, con conciencia, siento que mi espíritu es más ligero y libre. Es una simple sensación pero muy agradable, obviamente que en parte este bienestar se debe a que me he negado a tomar medicamentos en los últimos tres meses, para poder desintoxicarme de tantos químicos que tuve que tomar a lo largo de todo el 2009.
Ahora cuando calienta el Sol en Guatemala, me protejo con un sombrero de palma la cara, ya que los rayos ultravioleta son muy fuertes.
Pero sigo siendo un ser solar. Todos los días lo saludo al amanecer y le doy gracias por darme tanta energía vital.
La mujer "autoconforme".
Lo característico de los procesos de modernización es precisamente que las biografías normales de hombres y mujeres toman al principio rumbos bien diferentes. El contexto de la vida de la mujer no se amplía en el siglo XIX, sino más bien al contrario: se estrecha el espacio interior de lo privado.
Además del cuidado físico de los miembros de la familia, se le exige, como una nueva tarea especial femenina, el cuidado psíquico: la comprensión del hombre y de sus preocupaciones, buscar el equilibrio en situaciones de tensión familiar; en pocas palabras, se le pide a la mujer todo lo que actualmente se denomina "trabajo sentimental".
En la medida que el hombre tiene que enfrentar el mundo exterior hostil, la mujer tiene que mantenerse "llena, pura y hermosa", para conservar la existencia tranquila de todos. En medio de un mundo cada vez más racional, la mujer debe crear para el hombre un oasis de paz.
Veamos dos pensamientos del siglo XIX:
" Lo que más nos atrae de las mujeres es justamente el calor de sus sentimientos, la ingenuidad y su frescor que les da ventaja frente a los hombres gastados demasiado pronto por el trabajo y madurados prematuramente.
La degradación de la mujer está en la independencia y en el comportamiento masculino; sumayor honor se encuentra en la feminidad ingenua y eso significa someterse sin preocupaciones, conformarse, no querer nada diferente, ni nada más que lo que debe querer... El hombre ha sido creado antes que la mujer y para la independencia; la mujer le ha sido dada en compañía y para su deleite".
Cuanto más se le exige al hombre la AUTOAFIRMACIÓN fuera de la casa, más se le pide a la mujer que dentro de la casa se AUTOCONFORME.
Así la mujer estaba obligada a llevar el apellido del marido, a compartir la nacionalidad, a convivir con él, a regular sus contactos sociales, según las disposiciones de él. El marido tenía pleno derecho a revisar la correspondencia de ella, a determinar sus gastos y las líneas generales de cómo llevar una casa, e incluso el marido tenía derecho a disponer de los bienes de la mujer.
Lo nuevo es que la mujer accede a la individualización de su currículum, el desprendimiento de la mujer de la vinculación a la familia, un proceso que se inicia despacio desde el siglo XIX y se acelera a mediados del siglo XX. O para decirlo en otrs palabras: mientras sólo el currículum del hombre se sometía al modelo básico de la individualización, mientras la mujer estaba obligada a complementar la vida de los demás, la unión de la familia quedaba asegurada eso sí, con el precio de la desigualdad de la mujer.
Cada matrimonio consiste en dos matrimonios: el del hombre y el de la mujer. En la esfera de la intimidad de su encuentro, hombre y mujer, se produce lo que algunos autores llamana "íntimos extraños". Eso concierne tanto a los deseos, a la sexualidad y al erotismo, como a la división del trabajo o a los temas de conversación, es decir a las prioridades y las formas de comunicación entre la pareja. A tales diferencias típicas entre hombre y mujer responde sobre todo que los hombres destaquen más el lado instrumental del amor y del matrimonio, o sea, el sustento de la vida cotidiana, " que todo funcione bien". Las mujeres, no obstante, ponen más énfasis en los sentimientos y la cercanía interior, es decir, en que "tiene que haber una comprensión mutua".
En la medida en que las mujeres se ven así mismas también como personas con sus propios deseos , ya no aceptarán así nomás que sus deseos no puedan realizarse. Al contrario, expresarán sus deseos antes, los reivindicarán con insistencia y si todo eso no sirve, irán hasta su última consecuencia, el divorcio.
Las mujeres muestran mayior esperanza en una buena convivencia llena emocionalmente, por lo que también se siente insatisfechas con el matrimonio antes que los hombres.
Una encuesta a mujeres divorciadas que salieron de un matriminio aparentemente exitoso, que "funcionaba de maravilla", el resultado fue que ellas abandonan porque quieren más de lo que son capaces de conseguir de sus matrimonios. Lo que se podía considerar un buen matrimonio para nuestras madres, ahora ya no lo es.
Estas mujeres quieren algo más que un techo sobre sus cabeza, un marido a quien apoyar y unos hijos que cuidar. Quieren intimidad emocional, igualdad y compañerismo, y quieren ejercer el control sobre sus propias vidas.
Mujeres "autoconformes", son piezas de museo.
Además del cuidado físico de los miembros de la familia, se le exige, como una nueva tarea especial femenina, el cuidado psíquico: la comprensión del hombre y de sus preocupaciones, buscar el equilibrio en situaciones de tensión familiar; en pocas palabras, se le pide a la mujer todo lo que actualmente se denomina "trabajo sentimental".
En la medida que el hombre tiene que enfrentar el mundo exterior hostil, la mujer tiene que mantenerse "llena, pura y hermosa", para conservar la existencia tranquila de todos. En medio de un mundo cada vez más racional, la mujer debe crear para el hombre un oasis de paz.
Veamos dos pensamientos del siglo XIX:
" Lo que más nos atrae de las mujeres es justamente el calor de sus sentimientos, la ingenuidad y su frescor que les da ventaja frente a los hombres gastados demasiado pronto por el trabajo y madurados prematuramente.
La degradación de la mujer está en la independencia y en el comportamiento masculino; sumayor honor se encuentra en la feminidad ingenua y eso significa someterse sin preocupaciones, conformarse, no querer nada diferente, ni nada más que lo que debe querer... El hombre ha sido creado antes que la mujer y para la independencia; la mujer le ha sido dada en compañía y para su deleite".
Cuanto más se le exige al hombre la AUTOAFIRMACIÓN fuera de la casa, más se le pide a la mujer que dentro de la casa se AUTOCONFORME.
Así la mujer estaba obligada a llevar el apellido del marido, a compartir la nacionalidad, a convivir con él, a regular sus contactos sociales, según las disposiciones de él. El marido tenía pleno derecho a revisar la correspondencia de ella, a determinar sus gastos y las líneas generales de cómo llevar una casa, e incluso el marido tenía derecho a disponer de los bienes de la mujer.
Lo nuevo es que la mujer accede a la individualización de su currículum, el desprendimiento de la mujer de la vinculación a la familia, un proceso que se inicia despacio desde el siglo XIX y se acelera a mediados del siglo XX. O para decirlo en otrs palabras: mientras sólo el currículum del hombre se sometía al modelo básico de la individualización, mientras la mujer estaba obligada a complementar la vida de los demás, la unión de la familia quedaba asegurada eso sí, con el precio de la desigualdad de la mujer.
Cada matrimonio consiste en dos matrimonios: el del hombre y el de la mujer. En la esfera de la intimidad de su encuentro, hombre y mujer, se produce lo que algunos autores llamana "íntimos extraños". Eso concierne tanto a los deseos, a la sexualidad y al erotismo, como a la división del trabajo o a los temas de conversación, es decir a las prioridades y las formas de comunicación entre la pareja. A tales diferencias típicas entre hombre y mujer responde sobre todo que los hombres destaquen más el lado instrumental del amor y del matrimonio, o sea, el sustento de la vida cotidiana, " que todo funcione bien". Las mujeres, no obstante, ponen más énfasis en los sentimientos y la cercanía interior, es decir, en que "tiene que haber una comprensión mutua".
En la medida en que las mujeres se ven así mismas también como personas con sus propios deseos , ya no aceptarán así nomás que sus deseos no puedan realizarse. Al contrario, expresarán sus deseos antes, los reivindicarán con insistencia y si todo eso no sirve, irán hasta su última consecuencia, el divorcio.
Las mujeres muestran mayior esperanza en una buena convivencia llena emocionalmente, por lo que también se siente insatisfechas con el matrimonio antes que los hombres.
Una encuesta a mujeres divorciadas que salieron de un matriminio aparentemente exitoso, que "funcionaba de maravilla", el resultado fue que ellas abandonan porque quieren más de lo que son capaces de conseguir de sus matrimonios. Lo que se podía considerar un buen matrimonio para nuestras madres, ahora ya no lo es.
Estas mujeres quieren algo más que un techo sobre sus cabeza, un marido a quien apoyar y unos hijos que cuidar. Quieren intimidad emocional, igualdad y compañerismo, y quieren ejercer el control sobre sus propias vidas.
Mujeres "autoconformes", son piezas de museo.
domingo, 3 de enero de 2010
Amor, seamos amigos.
Cuando se pone el acento en la consigna de "el pelearse une". ¿Cuántas veces se consigue así la tensión creativa deseada?, y ¿cuántas veces al final se encuentra el divorcio creativo?.
Hay autores que consideran que existen "divorcios exitosos", porque no creen que esto sea el resultado de un fracaso de la pareja, sino al contrario es la señal de una prueba superada, en que los dos han podido mostrar una autoimagen positiva.
Cuando el amor fracasa otra vez, cuando esta esperanza se apaga cada vez más, hay que inventarse una nueva.
La consigna es "cómo llegar a ser tu mejor amigo". En el mundo posromático, en el que las viejas ataduras ya no existen, sólo hay contratos libres, que acaban libremente. "El centro eres tú: tú puedes ser lo que tú quieras; tú escoges tu vida, tu entorno, incluso tu apariencia y tus emociones".
El feminismo de los años setentas tenía la esperanza que al final de una era de represión hacia la mujer, comenzaría una nueva era con una mejor relación entre los géneros. En pocas palabras, decían las feministas: "El verdadero amor sólo es posible entre libres e iguales".
A continuación veremos la famosa "Declaración de los derechos de la mujer" promulgada en 1972.
"En vano esperar virtud de las mujeres mientras no sean de algún grado independientes de los hombres; es vano esperar esta fuerza de un afecto natural que las haga buenas esposas y madres. Mientras sean absolutamente dependientes de sus maridos serán astutas, mezquinas y egoistas, y a los hombres a los que satisface el afecto de un perro faldero no tienen mucha delizadeza; el amor no se puede comprar...Si los hombres generosamente cortaran nuestras cadenas y se alegraran con nuestra compañía racional en vez de una obediencia esclava, entonces encontrarían en nosotras unas hijas más observantes, unas hermanas más afectuosas, unas esposas más fieles... les amaremos con un afecto verdadero porque habremos aprendido a respetarnos a nosotras mismas."
Seguramente nadie podrá afirmar que las esperanzas orgullosas de entonces se han cumplido ahora en pleno siglo XXI.
Hay autores que consideran que existen "divorcios exitosos", porque no creen que esto sea el resultado de un fracaso de la pareja, sino al contrario es la señal de una prueba superada, en que los dos han podido mostrar una autoimagen positiva.
Cuando el amor fracasa otra vez, cuando esta esperanza se apaga cada vez más, hay que inventarse una nueva.
La consigna es "cómo llegar a ser tu mejor amigo". En el mundo posromático, en el que las viejas ataduras ya no existen, sólo hay contratos libres, que acaban libremente. "El centro eres tú: tú puedes ser lo que tú quieras; tú escoges tu vida, tu entorno, incluso tu apariencia y tus emociones".
El feminismo de los años setentas tenía la esperanza que al final de una era de represión hacia la mujer, comenzaría una nueva era con una mejor relación entre los géneros. En pocas palabras, decían las feministas: "El verdadero amor sólo es posible entre libres e iguales".
A continuación veremos la famosa "Declaración de los derechos de la mujer" promulgada en 1972.
"En vano esperar virtud de las mujeres mientras no sean de algún grado independientes de los hombres; es vano esperar esta fuerza de un afecto natural que las haga buenas esposas y madres. Mientras sean absolutamente dependientes de sus maridos serán astutas, mezquinas y egoistas, y a los hombres a los que satisface el afecto de un perro faldero no tienen mucha delizadeza; el amor no se puede comprar...Si los hombres generosamente cortaran nuestras cadenas y se alegraran con nuestra compañía racional en vez de una obediencia esclava, entonces encontrarían en nosotras unas hijas más observantes, unas hermanas más afectuosas, unas esposas más fieles... les amaremos con un afecto verdadero porque habremos aprendido a respetarnos a nosotras mismas."
Seguramente nadie podrá afirmar que las esperanzas orgullosas de entonces se han cumplido ahora en pleno siglo XXI.
sábado, 2 de enero de 2010
Las posibilidades del odio.
El título de este artículo es un homenaje a una amiga escritora ya desaparecida, María Luisa Puga.
La sociedad posmoderna pone frente al individuo diversas opciones de todo, inclusive hasta para ir a comprar al supermercado un cereal hay que detenerse frente al anaquel correspondiente y evaluar en poco tiempo qué tipo de cereal es el más conveniente.
El individuo se ve cada vez más confrontado con decisiones de todo tipo, desde las preguntas triviales de la vida cotidiana: ¿adónde ir de vacaciones y qué marca de auto comprar? hasta las preguntas que conciernen a la planificación de la vida a largo plazo: ¿cuántos hijos y cuándo tenerlos?.
La sociedad posindustrial exige que los individuos sean seres emancipados y consumidores críticos, comparar los precios y tener conciencia ecológica, estar al tanto del calentamiento global y a la utilización de fármacos alópatas.
Esta vida es un exceso de posibilidades de elección muchas veces se percibe como una sobrecarga para el individuo, según algunas teorías de la modernización. Algo que pasa todavía desapercibido es el hecho de que el individuo tiene nuevas cargas, cuando el individuo ya no vive solo sino en pareja.
Cuanto más aumenta la complejidad en el campo de la decisión, tanto más crece el potencial de conflictos en el matrimonio. Las posibilidades del odio son infinitas, por lo tanto.
La pregunta es evidente:¿ cuánto espacio queda en la biografía autoplanificada y con todas sus obligaciones para una pareja con obligaciones y planes propios? Sólo queda, al fin y al cabo, la negociación de dos nómadas que no están construyendo un universo común, sino que defienden sus dos universos separados, a veces de modo civilizado, a veces encarnizadamente y sin piedad.
Desde este ángulo, es interesante ver los nuevos modelos de amor, matrimonio y pareja. En diversas variantes, a veces de forma suave, a veces formulada de odo contundente, se muestra una tendencia que convierte la autoafirmación en ley, y no sólo en el mundo exterior del trabajo y la vida pública, sino ahora también en el espacio de lo privado, de la pareja.
Yo hago lo que hago
y tú haces lo que haces.
No estoy en este mundo
para vivir según tus expectativas.
Y tú no estás en este mundo
para vivir según las mias.
Ahora se ensaya en las parejas la confrontación constructiva, el NO EN EL AMOR. La terapia debe ayudar a reconocer que "dos personas que se quieren , no debieran aspirar a ser un sólo corazón y una sóla alma". Se intenta encontrar formas de convivencia para individuos independientes, con caminos de vida y derechos propios para poder equiilibrar una vida propia y una vida en pareja.
La sociedad posmoderna pone frente al individuo diversas opciones de todo, inclusive hasta para ir a comprar al supermercado un cereal hay que detenerse frente al anaquel correspondiente y evaluar en poco tiempo qué tipo de cereal es el más conveniente.
El individuo se ve cada vez más confrontado con decisiones de todo tipo, desde las preguntas triviales de la vida cotidiana: ¿adónde ir de vacaciones y qué marca de auto comprar? hasta las preguntas que conciernen a la planificación de la vida a largo plazo: ¿cuántos hijos y cuándo tenerlos?.
La sociedad posindustrial exige que los individuos sean seres emancipados y consumidores críticos, comparar los precios y tener conciencia ecológica, estar al tanto del calentamiento global y a la utilización de fármacos alópatas.
Esta vida es un exceso de posibilidades de elección muchas veces se percibe como una sobrecarga para el individuo, según algunas teorías de la modernización. Algo que pasa todavía desapercibido es el hecho de que el individuo tiene nuevas cargas, cuando el individuo ya no vive solo sino en pareja.
Cuanto más aumenta la complejidad en el campo de la decisión, tanto más crece el potencial de conflictos en el matrimonio. Las posibilidades del odio son infinitas, por lo tanto.
La pregunta es evidente:¿ cuánto espacio queda en la biografía autoplanificada y con todas sus obligaciones para una pareja con obligaciones y planes propios? Sólo queda, al fin y al cabo, la negociación de dos nómadas que no están construyendo un universo común, sino que defienden sus dos universos separados, a veces de modo civilizado, a veces encarnizadamente y sin piedad.
Desde este ángulo, es interesante ver los nuevos modelos de amor, matrimonio y pareja. En diversas variantes, a veces de forma suave, a veces formulada de odo contundente, se muestra una tendencia que convierte la autoafirmación en ley, y no sólo en el mundo exterior del trabajo y la vida pública, sino ahora también en el espacio de lo privado, de la pareja.
Yo hago lo que hago
y tú haces lo que haces.
No estoy en este mundo
para vivir según tus expectativas.
Y tú no estás en este mundo
para vivir según las mias.
Ahora se ensaya en las parejas la confrontación constructiva, el NO EN EL AMOR. La terapia debe ayudar a reconocer que "dos personas que se quieren , no debieran aspirar a ser un sólo corazón y una sóla alma". Se intenta encontrar formas de convivencia para individuos independientes, con caminos de vida y derechos propios para poder equiilibrar una vida propia y una vida en pareja.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)