ERC rechaza gobernar con Mas
Oriol Junqueras se niega a entrar en el Ejecutivo pero se ofrece a darle estabilidad parlamentaria
Miquel Noguer
Barcelona
28 NOV 2012 - 22:30 CET218
Cataluña no tendrá un Gobierno de coalición de Convergència i Unió y Esquerra Republicana. La fórmula de “corresponsabilidad” que perseguía Artur Mas
para mantenerse en el Gobierno y poder aplicar su hoja de ruta
soberanista no podrá ser, porque los republicanos rechazan entrar en el
Ejecutivo, si bien se abren a garantizar la estabilidad parlamentaria de
CiU a cambio de un calendario claro para la consulta soberanista. Así
se lo hizo saber este miércoles el líder de ERC, Oriol Junqueras, al presidente en funciones de la Generalitat, Artur Mas, en una comida que significó su primera reunión formal tras las elecciones de domingo. La decisión de ERC ahonda el escenario de inestabilidad que tanto teme CiU.
Junqueras y Mas almorzaron en el Palau de la Generalitat después de que Convergència i Unió haya dejado clara su voluntad de formalizar un Gobierno de coalición con los republicanos. La intención declarada de los convergentes era formar un Ejecutivo fuerte que garantizara la celebración de una consulta soberanista esta legislatura al tiempo que gestionaban los nuevos recortes que se avecinan.
Esquerra Republicana, que salió literalmente abrasada de su experiencia de gobierno en el tripartito de la izquierda, no quiere repetir la fórmula. Junqueras le hizo saber a Artur Mas que su intención es hacer una “oposición responsable” y garantizar la estabilidad del Gobierno de CiU en el Parlamento catalán, previo acuerdo de una hoja de ruta soberanista y social, de la que este miércoles comenzaron a hablar.
Según fuentes republicanas, Esquerra le pedirá a Convergència que fije las prioridades de su “agenda nacional” y que explicite su voluntad de realizar la consulta soberanista, así como la progresiva creación de lo que Mas llama “estructuras de Estado”. Esto debería comenzar por la puesta en marcha de la agencia tributaria catalana.
En el terreno social, ERC pide suavizar los recortes y hacer unos Presupuestos con una nueva orientación, alejados en el fondo y en las formas de los que han pactado hasta ahora CiU y PP. Concretamente, los republicanos solicitan dejar su impronta derogando la tasa de un euro por receta médica y que se recupere el impuesto de sucesiones para las rentas altas. La retirada de este impuesto fue una de las principales banderas electorales de CiU la pasada legislatura.
Las conversaciones CiU-ERC continuarán a partir de este jueves a un nivel inferior y girarán en torno a cuatro ejes: investidura de Mas, Presupuestos, acción exterior de la Generalitat y referéndum de autodeterminación.
¿Tiene marcha atrás la decisión de quedarse fuera del Gobierno? “Es casi imposible”, explicaron fuentes republicanas, argumentando que no esperan que Mas abrace de repente la socialdemocracia ni fije de inmediato una fecha para el referéndum. Esta negativa de ERC abre el escenario más indeseado para Convergència.
En los apenas tres días que han pasado desde las elecciones, CiU han repetido por activa y por pasiva que quiere un Gobierno “fuerte” y que la complicada operación de convocar una consulta soberanista solo tiene futuro si no hay grietas en el Ejecutivo. Mas y Duran han insistido en que la prioridad para negociar era ERC, segunda fuerza en el Parlamento, pero también han lanzado algún anzuelo al PSC, formación que por ahora no ve ninguna posibilidad de acuerdo.
Ante esta situación, el secretario general de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, dijo que su modelo de gobierno ideal sería un cuatripartito con Convergència, Unió, ERC y PSC, al tiempo que advertía a todos de que hay “poco margen” para cambiar la política económica.
Los republicanos mantienen que su ofrecimiento a garantizar la estabilidad parlamentaria de Mas se basa en evitar unas nuevas elecciones. Duran también cree que no las habrá, pero admitió que la nueva convocatoria electoral es “una posibilidad”.
Junqueras y Mas almorzaron en el Palau de la Generalitat después de que Convergència i Unió haya dejado clara su voluntad de formalizar un Gobierno de coalición con los republicanos. La intención declarada de los convergentes era formar un Ejecutivo fuerte que garantizara la celebración de una consulta soberanista esta legislatura al tiempo que gestionaban los nuevos recortes que se avecinan.
Esquerra Republicana, que salió literalmente abrasada de su experiencia de gobierno en el tripartito de la izquierda, no quiere repetir la fórmula. Junqueras le hizo saber a Artur Mas que su intención es hacer una “oposición responsable” y garantizar la estabilidad del Gobierno de CiU en el Parlamento catalán, previo acuerdo de una hoja de ruta soberanista y social, de la que este miércoles comenzaron a hablar.
Según fuentes republicanas, Esquerra le pedirá a Convergència que fije las prioridades de su “agenda nacional” y que explicite su voluntad de realizar la consulta soberanista, así como la progresiva creación de lo que Mas llama “estructuras de Estado”. Esto debería comenzar por la puesta en marcha de la agencia tributaria catalana.
En el terreno social, ERC pide suavizar los recortes y hacer unos Presupuestos con una nueva orientación, alejados en el fondo y en las formas de los que han pactado hasta ahora CiU y PP. Concretamente, los republicanos solicitan dejar su impronta derogando la tasa de un euro por receta médica y que se recupere el impuesto de sucesiones para las rentas altas. La retirada de este impuesto fue una de las principales banderas electorales de CiU la pasada legislatura.
Las conversaciones CiU-ERC continuarán a partir de este jueves a un nivel inferior y girarán en torno a cuatro ejes: investidura de Mas, Presupuestos, acción exterior de la Generalitat y referéndum de autodeterminación.
¿Tiene marcha atrás la decisión de quedarse fuera del Gobierno? “Es casi imposible”, explicaron fuentes republicanas, argumentando que no esperan que Mas abrace de repente la socialdemocracia ni fije de inmediato una fecha para el referéndum. Esta negativa de ERC abre el escenario más indeseado para Convergència.
En los apenas tres días que han pasado desde las elecciones, CiU han repetido por activa y por pasiva que quiere un Gobierno “fuerte” y que la complicada operación de convocar una consulta soberanista solo tiene futuro si no hay grietas en el Ejecutivo. Mas y Duran han insistido en que la prioridad para negociar era ERC, segunda fuerza en el Parlamento, pero también han lanzado algún anzuelo al PSC, formación que por ahora no ve ninguna posibilidad de acuerdo.
Ante esta situación, el secretario general de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, dijo que su modelo de gobierno ideal sería un cuatripartito con Convergència, Unió, ERC y PSC, al tiempo que advertía a todos de que hay “poco margen” para cambiar la política económica.
Los republicanos mantienen que su ofrecimiento a garantizar la estabilidad parlamentaria de Mas se basa en evitar unas nuevas elecciones. Duran también cree que no las habrá, pero admitió que la nueva convocatoria electoral es “una posibilidad”.
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