Merkel maquilla el informe sobre la desigualdad social en Alemania
El segundo borrador omite algunos puntos particularmente críticos con la realidad del país
El Gobierno alemán ha maquillado el borrador del informe oficial que
alertaba sobre el aumento de la desigualdad social en el país. Por
fuera, la versión del informe fechada el 21 de noviembre es igual que la
conocida hace dos meses, pero al segundo borrador le faltan puntos
particularmente críticos con la situación social en Alemania. En las
alrededor de quinientas páginas de noviembre no se encuentran frases
como “la riqueza privada está repartida de forma muy desigual” y faltan,
además, informaciones completas sobre la evolución de los salarios en
el país.
En septiembre aún se leía que “el desarrollo en el tramo más alto de los salarios es positivo” mientras que “en el tramo más bajo, el poder adquisitivo ha retrocedido” si se tiene en cuenta la inflación de la última década. La Federación Alemana de Sindicatos (DGB) criticó duramente las tachaduras en el texto: “el Gobierno quiere aguar, maquillar y disimular pasajes críticos de su propio informe”.
Steffen Seibert, portavoz de la canciller Angela Merkel, dijo el miércoles que “es normal que un informe sea modificado en el proceso de coordinación entre Ministerios. Seibert defendió al Gobierno recordando que “el mercado laboral se ha recuperado” desde la redacción del informe anterior, presentado en 2007. Después aseveró que “la estampa [que ofrece el informe] sobre la pobreza y la riqueza en Alemania es realista y tiene en cuenta los problemas”.
Sin embargo, otras “fuentes del Gobierno” citadas por la agencia Reuters reconocen que el embellecimiento del informe partió de presiones del ministro de Economía, el líder liberal Philipp Rösler (FDP). El diario muniqués Süddeutsche Zeitung, el primero en llamar la atención sobre “el botox” inyectado al informe, explica que en el FDP molestaron “sobre todo las advertencias de que está creciendo la desigualdad social en Alemania”.
El Informe sobre pobreza y riqueza se redacta en el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, cuya cartera lleva la democristiana Ursula von der Leyen (CDU). Allí destacan ahora que este segundo borrador tampoco será la versión definitiva. El Gobierno quiere terminarlo antes de que termine el año.
En septiembre, el informe aún señalaba que se está abriendo más la horquilla entre ricos y pobres y que esto “lesiona el sentimiento de justicia de la población”. Todo lo cual “ponen en peligro la cohesión de la sociedad” alemana. La versión edulcorada de noviembre dice en lugar de esto que la reducción del poder adquisitivo de los sueldos más bajos “se debe a que se han creado muchos puesto de trabajo de jornada completa”. El primer borrador advertía del crecimiento del número de trabajadores de jornada completa a quienes los sueldos no alcanzan para vivir.
Hace una semana, la democristiana Merkel sostuvo en su discurso sobre los presupuestos de que “las diferencias sociales han disminuido” en el país. El borrador de septiembre criticaba justo lo contrario. La nueva versión ya es mucho más acorde con el discurso preelectoral de la canciller.
En septiembre aún se leía que “el desarrollo en el tramo más alto de los salarios es positivo” mientras que “en el tramo más bajo, el poder adquisitivo ha retrocedido” si se tiene en cuenta la inflación de la última década. La Federación Alemana de Sindicatos (DGB) criticó duramente las tachaduras en el texto: “el Gobierno quiere aguar, maquillar y disimular pasajes críticos de su propio informe”.
Steffen Seibert, portavoz de la canciller Angela Merkel, dijo el miércoles que “es normal que un informe sea modificado en el proceso de coordinación entre Ministerios. Seibert defendió al Gobierno recordando que “el mercado laboral se ha recuperado” desde la redacción del informe anterior, presentado en 2007. Después aseveró que “la estampa [que ofrece el informe] sobre la pobreza y la riqueza en Alemania es realista y tiene en cuenta los problemas”.
Sin embargo, otras “fuentes del Gobierno” citadas por la agencia Reuters reconocen que el embellecimiento del informe partió de presiones del ministro de Economía, el líder liberal Philipp Rösler (FDP). El diario muniqués Süddeutsche Zeitung, el primero en llamar la atención sobre “el botox” inyectado al informe, explica que en el FDP molestaron “sobre todo las advertencias de que está creciendo la desigualdad social en Alemania”.
El Informe sobre pobreza y riqueza se redacta en el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, cuya cartera lleva la democristiana Ursula von der Leyen (CDU). Allí destacan ahora que este segundo borrador tampoco será la versión definitiva. El Gobierno quiere terminarlo antes de que termine el año.
En septiembre, el informe aún señalaba que se está abriendo más la horquilla entre ricos y pobres y que esto “lesiona el sentimiento de justicia de la población”. Todo lo cual “ponen en peligro la cohesión de la sociedad” alemana. La versión edulcorada de noviembre dice en lugar de esto que la reducción del poder adquisitivo de los sueldos más bajos “se debe a que se han creado muchos puesto de trabajo de jornada completa”. El primer borrador advertía del crecimiento del número de trabajadores de jornada completa a quienes los sueldos no alcanzan para vivir.
Hace una semana, la democristiana Merkel sostuvo en su discurso sobre los presupuestos de que “las diferencias sociales han disminuido” en el país. El borrador de septiembre criticaba justo lo contrario. La nueva versión ya es mucho más acorde con el discurso preelectoral de la canciller.
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