viernes, 30 de noviembre de 2012

México. "El vicepresidente".

Los dos hombres fuertes de Peña Nieto

Luis Videgaray Caso y Miguel Ángel Osorio Chong ocupan puestos clave en el nuevo Ejecutivo


Luis Videgaray. / YURI CORTEZ (AFP)
En México no existe la figura de vicepresidente, pero si el gabinete mexicano incluyera esa posición, en el nuevo gobierno esa silla sería para Luis Videgaray Caso (Ciudad de México, 1968). Videgaray no necesita ocupar la reforzada Secretaría (ministerio) de Gobernación ni presidir la oficina de la Presidencia de la República para ser considerado el hombre tras el poder de Enrique Peña Nieto.
Su influencia se la ha ganado en siete años de colaborar con el nuevo presidente, tiempo en el que este hombre metódico ha sabido aplicar sus habilidades académicas en las labores financieras y partidistas que le han sido encargadas.
Huérfano de padre desde los 11 años, el mayor de tres hermanos y padre de igual número de hijos, Videgaray coordinó la campaña electoral de Peña Nieto, quien antes le encargó la elección del Estado de México de 2011. Ese laboratorio sirvió a Peña Nieto y a Videgaray para ensayar el éxito que tendrían en la campaña presidencial de 2012.
Licenciado en Economía por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), y Doctor en Economía por el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), Videgaray conoció a Peña Nieto cuando formaba parte de Protego, una empresa del ex ministro de Hacienda Pedro Aspe Armella (1988-1994), de quien fue asesor. Al convertirse en gobernador del Estado de México en 2005 Peña Nieto lo nombró secretario de Finanzas, puesto que dejó para ir a la Cámara de Diputados en 2009, donde presidió la poderosa comisión de Presupuesto, en la que actuó como operador del entonces gobernador.
Durante la campaña electoral y después de ella, la voz de Videgaray se ha vuelto cotidiana en los medios de comunicación. Fue acusado por el candidato perdedor Andrés Manuel López Obrador de manejar ilegalmente fondos para la campaña de Peña Nieto, pero nunca se comprobó ilícito alguno.
La visibilidad y elocuencia de Videgaray ha sido tal que durante el periodo posterior a las elecciones se hacían bromas sobre él. Se decía que era una pena que no pudiera ser nombrado en más de un despacho del gabinete. Otro comentario que corría era que en la toma de posesión no se sabía qué era más importante, si saludar a Peña Nieto o a Videgaray, el flamante Secretario de Hacienda cuyo despacho será dotado de más controles, en un afán por tener desde esa oficinal la capacidad de meter en cintura a los gobernadores, famosos por su proclividad a endeudar sin límite a sus estados.

El Supersecretario

Miguel Ángel Osorio Chong. / Marco Ugarte (AP)
Si Enrique Peña Nieto tiene en Luis Videgaray a su cerebro para las políticas públicas, con brillantes credenciales y capacidad de interlocución internacional, Miguel Angel Osorio Chong, el nuevo secretario de Gobernación, es el perfil completamente opuesto. Exgobernador del empobrecido estado de Hidalgo, Osorio Chong es uno de los que primero apostó por su entonces colega gobernador del Estado de México, lealtad que el hoy presidente ha premiado al encargarle el diálogo político y la agenda de seguridad durante el periodo de transición, lo que lo convirtió en el candidato natural para el cargo más importante de la gobernabilidad.
Acusado de ser un gobernador de mano dura, que entre otras cosas cerró una combativa escuela de formación de profesores y que no dudó en ordenar el día de las elecciones en 2010 el allanamiento policíaco de las oficinas de una carismática candidata opositora que aspiraba a sucederle, Osorio Chong ha sabido pasar en poco tiempo del modesto estado de Hidalgo a la primera línea de la política mexicana.
Osorio Chong (Pachuca, 1964) representa la cara de los políticos priístas que hacen carrera subiendo peldaño a peldaño los puestos de la administración pública. Realizó estudios de Derecho en su estado, fue diputado federal y en 2005 gobernador de Hidalgo. Aliado de la poderosa líder del sindicato magisterial Elba Esther Gordillo, ahora tendrá a su cargo no solo la coordinación del gabinete y la gobernabilidad, sino que con la reorganización de la administración pública que ha planteado Peña Nieto también será el funcionario encargado de que la violencia en el país descienda mucho y pronto, como ha sido la oferta del equipo que llega al gobierno.
Hecho en una política local donde el Partido Revolucionario Institucional (PRI) no sabe perder, y que para lograr eso no dudan en recurrir a la rudeza, en Osorio Chong estarán puestos muchos de los ojos que querrán comprobar si este supersecretario se convierte en la prueba viva de que el PRI que regresa al poder es uno de nuevo cuño, o si se trata del mismo viejo partido, acostumbrado a salirse siempre con la suya.

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