Del primer Falcao al último Messi
El argentino culmina la actuación coral azulgrana tras el gran inicio del colombiano y el Atlético
Puyol desapareció entre lianas y El Tigre lanzó tres zarpazos,
demasiados tratándose de un animal tan fiero como para que Valdés no
saliera herido. La primera vez que Falcao olió la presa, a los ocho
minutos, su cabezazo dio en un palo. Remató solo en el área, con Puyol
viéndole de lejos. La segunda, la cruzó demasiado, de nuevo con Puyol
resoplando a su estela. En la tercera, recibió tan atrás Messi en el
campo rival que, al perderla, el Atlético pudo activar la contra.
Salió zumbando Falcao, que se fue de Sergio Busquets en una arrancada propia del felino instintivo que es y de nuevo Puyol llegó tarde y mal. Esta vez, el colombiano se zampó a Valdés con un toque sutil, sin rugir. 1-0, 23 minutos y El Tigre se había cobrado su primera pieza. El Barcelona está demasiado acostumbrado a ponerse de pie tras un golpe, por muy doloroso que sea el zarpazo. Y eso hizo. No es la primera vez en lo que va de año: son ya nueve los partidos que comienza perdiendo. De ellos, solo terminó derrotado en uno, contra el Celtic de Glasgow, en la Champions.
Se esperaba un duelo de disparos entre el colombiano y Messi y al
final, contra El Tigre apareció un circo entero para demostrar dónde
está el mayor espectáculo del mundo, a día de hoy. El Barcelona armó una
exhibición coral, liberando a la estrella de la pista, al gran Leo, a
La Pulga imparable, de un mano a mano a mano que tampoco rehuyó el
rosarino. El Barcelona se encontró como equipo y ese espíritu pocos
futbolistas lo simbolizan mejor que Adriano y Busquets. Antes del
descanso, le dieron la vuelta al marcador y enjaularon al Tigre. El
remate del lateral brasileño, que ya no se sabe si juega a pierna
cambiada cuando actúa de lateral derecho porque no está claro qué pierna
es la buena dada su facilidad para armar las dos combas, le quitó las
telarañas a la escuadra derecha de la portería de Courtois. El gol de
Busquets se coló por el lado opuesto, tras un lío en el área, a la
salida de un saque de esquina. Adriano, la revelación del año, suma seis
goles y en cuatro partidos ha abierto el marcador. Para Busquets es el
primer gol del curso, después de su primer remate a puerta.
El Barcelona afianza el liderato, con nueve puntos de ventaja sobre el Atlético y 13 sobre el Real Madrid. Demuestra el equipo azulgrana que, si gana como está ganando —más que nunca—, si la gente hace cola por ver sus maravillas y no hay competencia que le discuta su jerarquía, no solo tiene que ver con los increíbles brincos de La Pulga maravillosa, sino que remite por igual al trabajo del jefe de pista, al que reparte los caramelos, al domador de las fieras y a los funambulistas, los malabaristas y el forzudo. Eso sí, siempre suele aparecer Messi en la pista para terminar arrancando la mejor sonrisa al distinguido público, como hizo ayer con otros dos goles, y ya suma 90 este año, 25 en este inicio de campeonato, 287 con la zamarra azulgrana. Por muy grande que sea El Tigre, a este equipo no le asustan las fieras: tiene una Pulga incomparable.
Salió zumbando Falcao, que se fue de Sergio Busquets en una arrancada propia del felino instintivo que es y de nuevo Puyol llegó tarde y mal. Esta vez, el colombiano se zampó a Valdés con un toque sutil, sin rugir. 1-0, 23 minutos y El Tigre se había cobrado su primera pieza. El Barcelona está demasiado acostumbrado a ponerse de pie tras un golpe, por muy doloroso que sea el zarpazo. Y eso hizo. No es la primera vez en lo que va de año: son ya nueve los partidos que comienza perdiendo. De ellos, solo terminó derrotado en uno, contra el Celtic de Glasgow, en la Champions.
El Barcelona está demasiado acostumbrado a ponerse de pie tras un golpe, por muy doloroso que sea el zarpazo
El Barcelona afianza el liderato, con nueve puntos de ventaja sobre el Atlético y 13 sobre el Real Madrid. Demuestra el equipo azulgrana que, si gana como está ganando —más que nunca—, si la gente hace cola por ver sus maravillas y no hay competencia que le discuta su jerarquía, no solo tiene que ver con los increíbles brincos de La Pulga maravillosa, sino que remite por igual al trabajo del jefe de pista, al que reparte los caramelos, al domador de las fieras y a los funambulistas, los malabaristas y el forzudo. Eso sí, siempre suele aparecer Messi en la pista para terminar arrancando la mejor sonrisa al distinguido público, como hizo ayer con otros dos goles, y ya suma 90 este año, 25 en este inicio de campeonato, 287 con la zamarra azulgrana. Por muy grande que sea El Tigre, a este equipo no le asustan las fieras: tiene una Pulga incomparable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario