El tiroteo de este domingo en un templo Sij a las afueras de
Milwakee, en Wisconsin en el que han perdido la vida siete personas,
incluido el autor de los disparos, engrosa la lista de matanzas de
Estados Unidos, poco más de quince días después de que
James
Holmes protagonizara en el cine de Denver la que se ha convertido, de
momento, en la séptima peor masacres de la historia de ese país. En los últimos 20 años se han contabilizado 23 tragedias similares en EE UU con un balance de más de 60 muertos.
Matanza en el cine
En la madrugada del viernes 20 de julio, James Holmes, de 24 años,
irrumpió en el preestreno de la última película de la saga Batman
cubierto con un chaleco antibalas y una máscara de gas y empezó a
disparar sobre los espectadores de un cine de Aurora, una localidad a
las afueras de Colorado (Denver). El joven, que dijo llamarse El Joker,
uno de los archienemigos del hombre murciélago en los cómics, quitó la
vida a 12 personas e hirió a otras 58. La masacre aún pudo haber sido
más grave, ya que Holmes había convertido su piso en una trampa mortal,
llenándolo de granadas listas para explotar en cuanto alguien abriera la
puerta de su casa.El FBI y los artificieros consiguieron desactivar los
artefactos explosivos.
Masacre en Virginia Tech
El
tiroteo en la Universidad de Virginia Tech
es, hasta la fecha, la matanza que más víctimas se ha cobrado en EE UU.
El 16 de abril de 2007, Seung-Hui Cho, un estudiante de ese centro
educativo, mató a 32 personas e hirió a otras 17 en dos tiroteos
separados por unas dos horas de diferencia, antes de quitarse la vida.
Pese a que Cho había sido diagnosticado con un desorden de ansiedad, no
tuvo ningún problema en adquirir las armas que utilizó en la masacre. La
tragedia determinó al Estado de Virginia a prohibir la venta de
armamento en los grandes almacenes.
Tiroteo en la Universidad de Tejas
La segunda tragedia más mortífera de EE UU tuvo lugar el 1 de agosto de 1966. Charles Whitman, un estudiante de la
Universidad de Texas,
se apostó en la torre del reloj del centro, provisto de tres pistolas y
dos rifles de mira telescópica, y comenzó a disparar de manera
indiscriminada. En los 90 minutos que duró el tiroteo, Whitman asesinó a
14 personas e hirió a otras 32. Previamente ya había quitado la vida a
su mujer y a su madre. Un oficial abatió a Whitman de un tiro en la
cabeza.
Matanza de Columbine
Aunque no es la que más muertos se cobró, probablemente la de Columbine (Colorado) sea
la matanza de estudiantes que mayor impacto haya ocasionado en EE UU.
El 20 de abril de 1999, Eric Harris y Dylan Klebold, de 17 y 18 años
respectivamente, entraron en su Instituto de Columbine -a 29 kilómetros
de Aurora, el suburbio donde está el cine en el que se ha producido el
último tiroteo- provistos con un arsenal de armas y empezaron a abrir
fuego contra sus compañeros. Harris y Klebold asesinaron a 12 alumnos y a
un profesor antes de acabar con sus propias vidas. La masacre quedó
registrada en las cámaras del circuito interno de seguridad del centro.
Tragedia en Minnesota
La mañana del 21 de marzo de 2005, Jeffrey Weise, un joven de 16
años, mató a su abuelo y a la abuela de su novia en la reserva de Red
Lake en Minnesota. Acto seguido cogió el coche de su abuelo y se dirigió
al instituto de Red Lake.
En menos de tres minutos descargó 45 disparos que terminaron con la vida de cinco alumnos, un profesor y un guardia de seguridad
e hirió a otros cinco compañeros. Durante ese corto intervalo de
tiempo, los testigos aseguran que Weise no dejó de sonreír y que a una
de sus víctimas le preguntó si creía en dios, algo que también
inquirieron los asesinos de Columbine. Weise, que fue herido en el
vientre con un lapicero que le clavó uno de los estudiantes que trató de
contenerlo, se disparó un tiro en la boca. Las autoridades descubrieron
que el joven había avisado de que planeaba llevar a cabo la matanza en
varios correos electrónicos.
Ejecución en una universidad católica en Oakland
Una de las peores tragedias universitarias ocurrió hace tres meses en
la Universidad cristiana de Oikos en Oakland (California). Alrededor de
las 10.30 de la mañana del pasado 2 de abril, Ono Goh, un exalumno de
43 años, entró en el centro tomó a la recepcionista de rehén y preguntó
por una auxiliar administrativa. Al comprobar que no estaba,
puso a siete alumnos en fila india y les disparó a sangre fría
acabando con sus vidas. Goh abandonó la universidad en su coche y fue
detenido a las afueras de Alameda. La policía confirmó que que arrestado
estaba preocupado por que se mofaran de sus conocimientos del inglés y
que llevaba planeando la matanza desde hace semanas.
Tiroteo en una escuela Amish
Charles Carl Roberts, un repartidor de leche, es el responsable de
otra de las matanzas en una escuela
más recordadas en EE UU. El 2 de octubre de 2006 entró en una escuela
Amish de la comunidad de Nickel Mines en Bart (Pensilvania), obligó a
los adultos y a los niños a abandonar el recinto y se encerró sólo con
las niñas, estudiantes de entre 6 y 13 años. Minutos después abrió fuego
contra una docena de ellas. Tres murieron inmediatamente, otras dos lo
hicieron al día siguiente en el hospital. Acto seguido, Roberts se
suicidó. El de Pensilvania era el tercer tiroteo que se producía en un
colegio de EE UU en esa misma semana.
Cuatro tragedias en 2012
En lo que va de año, en EE UU se han vivido varios episodios en el
que personas armadas han disparado contra la población. Al tiroteo de la
madrugada del viernes en el cine de Denver y a la matanza en la
Universidad de Oklahoma, ha que añadir la muerte de tres alumnos a manos
de otro compañero en un
instituto de Cleveland el pasado 28 de febrero,
el asesinato, siete días después, de la directora de un centro de
Educación Secundaria de Florida a manos de un profesor de español y el
tiroteo, el 8 de marzo, en el Hospital Psiquiátrico de Pittsburgh, en el
que John Shick, de 30 años -que fue abatido por la policía- acabó con
la vida de dos personas e hirió a otras siete.
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