No cabe duda que a todos los nacidos el siglo pasado desde la década de los 40´s hasta los de principios de los 80´s, nos ha tocado ser precursores, gestores y coyuntura en ámbitos tan diversos como la tecnología, musical, moral, social e intelectual.
Para ello, fuimos adaptándonos desde el teléfono de disco y la TV de bulbos (en blanco y negro), hasta la telefonía celular, gestionando rebeliones
estudiantiles, con las consabidas muertes, el boom del feminismo y el rock and roll.
Ahora como padres incluso, hemos adaptado la educación, comunicación incluyendo la disciplina, quizá algunas cosas se nos salieron de las manos, pero las estamos retomando de algún modo u otro.
Muchas cosas solo cambiaron de nombre, otras más han desaparecido y solo conforman ahora parte de las anécdotas que contaremos en breves narraciones. Lo que más me ha llamado la atención y de lo que aquí escribo, es como hemos cambiado nuestros parámetros correspondientes a las relaciones interpersonales y de pareja.
Primeramente, todo esto esta aun en proceso de evolución, pero ya lo encontramos más a menudo expuesto, son términos e ideologías casa vez mas aceptadas y a continuación las menciono:
Desapego: Este término se usa ya no como algo doloroso y despectivo, sino encaminado a la no dependencia a los afectos, cosas o circunstancias para sentirse feliz, pleno, exitoso y lleva una intima relación directa con los siguientes conceptos
Independencia: Al aceptar que nosotros y las personas que nos rodean pueden vivir realizando actividades autónomos de nosotros y no por ello nos quieren o queremos menos, podemos movernos y realizarnos individualmente sin cadenas, ni lastes que a la larga fomentan “culpas” es entonces que conquistamos la:
Libertad: Activando así la autenticidad y el aprendizaje y aplicación de la aceptación y tolerancia, sin formar juicios y aprisionar la creatividad y potencialidad propia y de quienes nos rodean.
Desaparición de roles: anteriormente se hablaba mucho respecto a hombres con miedo al compromiso, mujeres en busca de marido, parejas en donde él solo era proveedor y ella sólo ama de casa, matrimonios concebidos en exclusiva para la reproducción … Oh! Sorpresa, no más de esto, tanto hombres como mujeres queremos vivir una relación de pareja que no conlleve ataduras ni servilismo, que nos permita autonomía, autosuficiencia, individualidad, ser y estar porque quiero y no por el que dirán, ya no buscamos medias naranjas, ni complementos, buscamos cómplices y compañeros de viaje, las mujeres no requerimos casarnos o tener hijos para sentirnos plenas, hombres que aman con intensidad y compromiso, parejas que se apoyan mutuamente y cohabitan compartiendo responsabilidades, quehaceres y gastos, relaciones firmes que viven cada uno en su casa y eso les permite permanecer unidos mucho tiempo y con mejor y mayor comunicación que una pareja “convencional”. Seres completos amando y viviendo rodeados de seres completos, armónicos y en plenitud. Sin intención de llenas expectativas sociales, culturales o ancestrales. Las mujeres dejamos de ser incubadoras y los hombres proveedores.
En lo personal eso me agrada, me parece más honesto, mucho más comprometido y con mayor aporte de crecimiento para todos. Salvo su mejor opinión….
Ahora como padres incluso, hemos adaptado la educación, comunicación incluyendo la disciplina, quizá algunas cosas se nos salieron de las manos, pero las estamos retomando de algún modo u otro.
Muchas cosas solo cambiaron de nombre, otras más han desaparecido y solo conforman ahora parte de las anécdotas que contaremos en breves narraciones. Lo que más me ha llamado la atención y de lo que aquí escribo, es como hemos cambiado nuestros parámetros correspondientes a las relaciones interpersonales y de pareja.
Primeramente, todo esto esta aun en proceso de evolución, pero ya lo encontramos más a menudo expuesto, son términos e ideologías casa vez mas aceptadas y a continuación las menciono:
Desapego: Este término se usa ya no como algo doloroso y despectivo, sino encaminado a la no dependencia a los afectos, cosas o circunstancias para sentirse feliz, pleno, exitoso y lleva una intima relación directa con los siguientes conceptos
Independencia: Al aceptar que nosotros y las personas que nos rodean pueden vivir realizando actividades autónomos de nosotros y no por ello nos quieren o queremos menos, podemos movernos y realizarnos individualmente sin cadenas, ni lastes que a la larga fomentan “culpas” es entonces que conquistamos la:
Libertad: Activando así la autenticidad y el aprendizaje y aplicación de la aceptación y tolerancia, sin formar juicios y aprisionar la creatividad y potencialidad propia y de quienes nos rodean.
Desaparición de roles: anteriormente se hablaba mucho respecto a hombres con miedo al compromiso, mujeres en busca de marido, parejas en donde él solo era proveedor y ella sólo ama de casa, matrimonios concebidos en exclusiva para la reproducción … Oh! Sorpresa, no más de esto, tanto hombres como mujeres queremos vivir una relación de pareja que no conlleve ataduras ni servilismo, que nos permita autonomía, autosuficiencia, individualidad, ser y estar porque quiero y no por el que dirán, ya no buscamos medias naranjas, ni complementos, buscamos cómplices y compañeros de viaje, las mujeres no requerimos casarnos o tener hijos para sentirnos plenas, hombres que aman con intensidad y compromiso, parejas que se apoyan mutuamente y cohabitan compartiendo responsabilidades, quehaceres y gastos, relaciones firmes que viven cada uno en su casa y eso les permite permanecer unidos mucho tiempo y con mejor y mayor comunicación que una pareja “convencional”. Seres completos amando y viviendo rodeados de seres completos, armónicos y en plenitud. Sin intención de llenas expectativas sociales, culturales o ancestrales. Las mujeres dejamos de ser incubadoras y los hombres proveedores.
En lo personal eso me agrada, me parece más honesto, mucho más comprometido y con mayor aporte de crecimiento para todos. Salvo su mejor opinión….
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