Los seres humanos, desde siempre, hemos querido trascender en la historia a través de nuestros linajes familiares. No solo nos interesa la reproducción de la especie en sí misma, sino que la extensión infinita de nuestros clanes tribales.
Un signo de los tiempos de la posmodernidad es y será el mestizaje cultural, en mi caso se ilustra eso perfectamente. Mis hijos son una mezcla de guatemalteco, mexicano, inglés y japonés. Y mis nietos son el producto de la combinación de mexicano, guatemalteco, venezolano, italiano y portugués.
El linaje al cual pertenecemos nos da un sentido de identidad cultural, aunque lo que predomina es el mestizaje en todos los casos.
En el mundo de hoy, los individuos nacen en un sitio y emigran a otros sitios más lejanos, en busca de trabajo o huyen de la violencia política en sus naciones, pero la mayoría de esos migrantes son exiliados económicos. Los mosaicos culturales encontrados en cada nación del mundo es algo ya natural. Ya no hay naciones "puras", sin mezclas, por lo tanto los conceptos relativos a "lo extranjero" van modificando el lenguaje de cada país. Un ejemplo importante de esto es Alemania con sus millones de habitantes de origen turco.
Mis dos hijas menores acaban de contraer matrimonio con catalanes, lo que habrá de arrojar como resultado es una descendencia mexicano, guatemalteca, catalana. sin hurgar todavía demasiado en los orígenes de esos chicos catalanes, que son ahora mis yernos.
Me siento muy orgulloso del linaje hibrido que he construido a lo largo de todos estos años, y de los nuevos brotes de ese inmenso árbol de la vida.
miércoles, 28 de abril de 2010
El fenómeno del Barca en Guatemala.
Cada vez que el equipo español de fútbol Barcelona juega, el país se paraliza por completo y todo el mundo se encuentra frente a un aparato de televisión, gritando y bebiendo cerveza todo el tiempo que dura el juego.
La venta de camisetas del equipo barcelonés es un gran negocio, todos la portan con orgullo, y son las camisolas oficiales, las azulgrana, esas que cuestan casi cien dólares.
Hoy se disputa un partido extraordinario entre el Barca y el Inter de Milán, no se todavía el resultado el partido, porque faltan tres horas para que dé inicio, pero no importa el marcador final, lo que interesa es disfrutar el buen fútbol del mejor equipo de fútbol del mundo, dirigidos por Pep Guardiola.
Me pondré mi camisola del Barca y saldré a buscar un bar en la "zona viva", donde paladear buen fútbol y una cerveza Gallo.
!!Salud por el Barca¡¡
La venta de camisetas del equipo barcelonés es un gran negocio, todos la portan con orgullo, y son las camisolas oficiales, las azulgrana, esas que cuestan casi cien dólares.
Hoy se disputa un partido extraordinario entre el Barca y el Inter de Milán, no se todavía el resultado el partido, porque faltan tres horas para que dé inicio, pero no importa el marcador final, lo que interesa es disfrutar el buen fútbol del mejor equipo de fútbol del mundo, dirigidos por Pep Guardiola.
Me pondré mi camisola del Barca y saldré a buscar un bar en la "zona viva", donde paladear buen fútbol y una cerveza Gallo.
!!Salud por el Barca¡¡
martes, 27 de abril de 2010
!! Un millón de amigos ¡¡
Parece ser que la mayor ilusión de los usuarios de Facebook, es la de reunir un millón de amigos, tal como rezaba la canción famosa de Roberto Carlos, el cantante brasileño de los años ochenta.
Los que observamos los comportamientos sociales de los jóvenes de todo el mundo, para ver los tópico de la globalización en los que párticipan esas capas de la sociedad, se hayan en pleno proceso de uniformidad o normalización de gustos y valores.
¿Qué entienden los jóvenes por el concepto de AMISTAD?
Las redes sociales proponen que se puede tener una enorme cantidad de amigos, lo cual resulta inverosimil a todas luces, las redes donde participan principalmente los jóvenes, han tergiversado los propósitos de una amistad, ya que ese es un cambio cualitativo de un valor, que se ha visto vaciado de su real contenido.
A cualquier persona (casi) desconocida se le llama AMIGO O AMIGA.
Hasta finales del siglo XX, las generaciones pensaban que la amistad era algo que había que cultivar con amor y paciencia, con lealtad y solidaridad, por un amigo se "daba hasta la vida", o se quitaba uno hasta la camisa por él o ella.
Si los millones de jóvenes usuarios de Facebook, supieran que la cantidad posible y necesaria de amigos, no puede rebasar el número de dedos de las dos manos.
Ese grupó reducido de amigos posibles, son necesarios para sentirse seguros de recibir apoyo, respeto, amor, solidaridad, reconocimiento y cariño.
La base de toda amistad es la reciprocidad, son relaciones basadas en la igualdad, son relaciones de ida y vuelta.
Imagínense ustedes a un joven que dice tener en su red personal quinientos amigos.
¿A qué hora atiende a cada uno de ellos con la dedicación y el afecto y la intimidad requerida en toda amistad?
Eso es algo imposible de alcanzar, es una ilusión que fomenta irresponsablemente la posmodernidad, al hacerlos creer que todo es fácil e instantáneo, inclusive la amistad.
Cuidemos a nuestros cinco únicos amigos, y sintámonos orgullosos de tenerlos a ellos, que siempre acudirán ante nuestra más mínima demanda de apoyo y cariño.
Los que observamos los comportamientos sociales de los jóvenes de todo el mundo, para ver los tópico de la globalización en los que párticipan esas capas de la sociedad, se hayan en pleno proceso de uniformidad o normalización de gustos y valores.
¿Qué entienden los jóvenes por el concepto de AMISTAD?
Las redes sociales proponen que se puede tener una enorme cantidad de amigos, lo cual resulta inverosimil a todas luces, las redes donde participan principalmente los jóvenes, han tergiversado los propósitos de una amistad, ya que ese es un cambio cualitativo de un valor, que se ha visto vaciado de su real contenido.
A cualquier persona (casi) desconocida se le llama AMIGO O AMIGA.
Hasta finales del siglo XX, las generaciones pensaban que la amistad era algo que había que cultivar con amor y paciencia, con lealtad y solidaridad, por un amigo se "daba hasta la vida", o se quitaba uno hasta la camisa por él o ella.
Si los millones de jóvenes usuarios de Facebook, supieran que la cantidad posible y necesaria de amigos, no puede rebasar el número de dedos de las dos manos.
Ese grupó reducido de amigos posibles, son necesarios para sentirse seguros de recibir apoyo, respeto, amor, solidaridad, reconocimiento y cariño.
La base de toda amistad es la reciprocidad, son relaciones basadas en la igualdad, son relaciones de ida y vuelta.
Imagínense ustedes a un joven que dice tener en su red personal quinientos amigos.
¿A qué hora atiende a cada uno de ellos con la dedicación y el afecto y la intimidad requerida en toda amistad?
Eso es algo imposible de alcanzar, es una ilusión que fomenta irresponsablemente la posmodernidad, al hacerlos creer que todo es fácil e instantáneo, inclusive la amistad.
Cuidemos a nuestros cinco únicos amigos, y sintámonos orgullosos de tenerlos a ellos, que siempre acudirán ante nuestra más mínima demanda de apoyo y cariño.
lunes, 26 de abril de 2010
Las redes posmodernas.
Todavía en el siglo XX, las redes sociales de los individuos se referían a tres campos únicamente: las redes sociales del lugar de residencia, cuadra, manzana, barrio, colonia, fraccionamiento, etcétera; las redes familiares, nucleares o extensas; las redes laborales que se mantenían a lo largo del tiempo, porque los trabajos eran permanentes.
Todas esas antiguas redes sociales de los individuos posmodernos se han roto y se han transformado en otras cosas muy diferentes. Estamos en una era caracterizada por las transiciones de un estadio a otro.
En los inicios del siglo XXI surgen con mucha fuerza las redes cibernéticas, hasta alcanzar actualmente la cifra extraordinaria de novecientos millones de personas, distribuidos por todo el mundo.
Naturalmente son relaciones cibernéticas frágiles pero extensas, que se pueden romper con facilidad o establecer con la misma facilidad.
En cuanto más amplias son las redes de amigos en la red, menos se pueden considerar que esos contactos son amigos íntimos. Construir una relación de amistad íntima requiere de mucho tiempo y cuidado constante.
La red social más antigua es My Space con siete años, le sigue Facebook con seis años y la más reciente es Twitter con cuatro años.
Las redes actuales pueden ser de varios tipos: locales o globales, elitistas o populares, por preferencias deportivas, políticas, por padecimientos físicos o emocionales, por preferencias sexuales, etcétera.
El grave problema que confrontan los individuos en la red social a la que pertenecen, es que si aumenta desmesuradamente el número de contactos personales, se pierde la cohesión, los hilos de la madeja se van del control del individuo.
Los antropólogos han estudiado el tema de las redes sociales desde la antiguedad, más allá de los temas del parentesco real, para determinar que los individuos no pueden manejar una cifra de individuos mayor a 150 personas, que es la cifra de miembros de cualquier tribu primitiva.
En las actuales redes sociales se supera con mucho la cifra de 150 personas conocidas, hasta alcanzar la cifra de cinco mil, que es el tope que establece Facebook a sus miembros activos.
Hay muchas preguntas flotando en el ambiente cibernético:
¿Para qué quiere el individuo coleccionar tantas relaciones?
¿Cómo poder mantener cierto grado de intimidad con todos los contactos?
¿De dónde sale esa obsesión de querer ser tan conocido y reconocido y amado por la multitud de "amigos"?
El que mucho abarca, poco aprieta, dice el refrán popular, bien podría ser aplicado a los miembros de todas las redes sociales.
Todas esas antiguas redes sociales de los individuos posmodernos se han roto y se han transformado en otras cosas muy diferentes. Estamos en una era caracterizada por las transiciones de un estadio a otro.
En los inicios del siglo XXI surgen con mucha fuerza las redes cibernéticas, hasta alcanzar actualmente la cifra extraordinaria de novecientos millones de personas, distribuidos por todo el mundo.
Naturalmente son relaciones cibernéticas frágiles pero extensas, que se pueden romper con facilidad o establecer con la misma facilidad.
En cuanto más amplias son las redes de amigos en la red, menos se pueden considerar que esos contactos son amigos íntimos. Construir una relación de amistad íntima requiere de mucho tiempo y cuidado constante.
La red social más antigua es My Space con siete años, le sigue Facebook con seis años y la más reciente es Twitter con cuatro años.
Las redes actuales pueden ser de varios tipos: locales o globales, elitistas o populares, por preferencias deportivas, políticas, por padecimientos físicos o emocionales, por preferencias sexuales, etcétera.
El grave problema que confrontan los individuos en la red social a la que pertenecen, es que si aumenta desmesuradamente el número de contactos personales, se pierde la cohesión, los hilos de la madeja se van del control del individuo.
Los antropólogos han estudiado el tema de las redes sociales desde la antiguedad, más allá de los temas del parentesco real, para determinar que los individuos no pueden manejar una cifra de individuos mayor a 150 personas, que es la cifra de miembros de cualquier tribu primitiva.
En las actuales redes sociales se supera con mucho la cifra de 150 personas conocidas, hasta alcanzar la cifra de cinco mil, que es el tope que establece Facebook a sus miembros activos.
Hay muchas preguntas flotando en el ambiente cibernético:
¿Para qué quiere el individuo coleccionar tantas relaciones?
¿Cómo poder mantener cierto grado de intimidad con todos los contactos?
¿De dónde sale esa obsesión de querer ser tan conocido y reconocido y amado por la multitud de "amigos"?
El que mucho abarca, poco aprieta, dice el refrán popular, bien podría ser aplicado a los miembros de todas las redes sociales.
viernes, 23 de abril de 2010
Un crimen ¿irresoluble?
El asesinato de la niña de cuatro años conmtinúa en el más absoluto misterio en cuanto a dar con el o los homicidas.
Un crimen con todas las evidencias a la vista, ha resultado imposible de resolver para las auntoridades mexicanas.
A cualquier observador imparcial de este caso, le surgirán varias preguntas.
Si el Procurador de Justicia del Estado de México, afirmó que la "ciencia" sería la única capaz de determinar culpabilidades en este caso: ¿Por qué la ciencia no ha podido avanzar ni un milímetro en la detección del asesino?
Se han realizado docenas de reconstrucciones de los hechos, con todos los testigos involucrados, ¿Por qué se han tenido que repetir insistentemente esas diligencias?
¿Quién colocó a la niña asesinada de vuelta en su cama?
¿Dónde estuvo el cadáver de la niña, antes de ser llevado a la cama nuevamente?
Si la vivienda estaba vigilada por varios policías durante el arresto de los padres y las nanas, ¿Cómo pudo alguien entrar directamente al domicilio, ir a recoger el cadáver y depositarlo posteriormente en su cama?
Si la madre de la niña asesinada ha dado pruebas de desequilibrio mental en diversas pruebas psicológicas, ¿por qué se le protege tanto?
El padre de la niña muerta, tampoco ha dado señales de dolor y sufrimiento por una hija asesinada, ¿tendrá algo importante que esconder que explique su conducta pasiva?
Ya se cumplió más de un mes de los acontecimientos, y todavía no existe ninguna información de parte de las autoridades, que contribuya a sacar la verdad, por más tremenda que ésta sea.
En México, hay muchos crimenes sin aclarar después de varios años de cometidos:
Las mujeres de Juárez, Colosio, el Cardenal de Guadalajara, etcétera, etcétera...
Un crimen con todas las evidencias a la vista, ha resultado imposible de resolver para las auntoridades mexicanas.
A cualquier observador imparcial de este caso, le surgirán varias preguntas.
Si el Procurador de Justicia del Estado de México, afirmó que la "ciencia" sería la única capaz de determinar culpabilidades en este caso: ¿Por qué la ciencia no ha podido avanzar ni un milímetro en la detección del asesino?
Se han realizado docenas de reconstrucciones de los hechos, con todos los testigos involucrados, ¿Por qué se han tenido que repetir insistentemente esas diligencias?
¿Quién colocó a la niña asesinada de vuelta en su cama?
¿Dónde estuvo el cadáver de la niña, antes de ser llevado a la cama nuevamente?
Si la vivienda estaba vigilada por varios policías durante el arresto de los padres y las nanas, ¿Cómo pudo alguien entrar directamente al domicilio, ir a recoger el cadáver y depositarlo posteriormente en su cama?
Si la madre de la niña asesinada ha dado pruebas de desequilibrio mental en diversas pruebas psicológicas, ¿por qué se le protege tanto?
El padre de la niña muerta, tampoco ha dado señales de dolor y sufrimiento por una hija asesinada, ¿tendrá algo importante que esconder que explique su conducta pasiva?
Ya se cumplió más de un mes de los acontecimientos, y todavía no existe ninguna información de parte de las autoridades, que contribuya a sacar la verdad, por más tremenda que ésta sea.
En México, hay muchos crimenes sin aclarar después de varios años de cometidos:
Las mujeres de Juárez, Colosio, el Cardenal de Guadalajara, etcétera, etcétera...
jueves, 22 de abril de 2010
Bodas de sangre.
Mauricio es un hombre rico, millonario sería el término más correcto, fortuna que ha hecho con la agricultura de exportación, al dedicarse al cultivo de arroz en miles de hectáreas propias y alquiladas.
Mauricio tiene dos princesitas que son sus hijas, aunque estas dos chiquillas no son sus únicas hijas, ya que él calcula que ha engendrado unos veintiocho hijos más, con diversas amantes y concubinas, estas princesitas son sus preferidas, ya que proceden de su esposa "oficial", la "legítima".
Mauricio viaja constantemente por todo el país buscando nuevas tierras para ampliar su emporio arrocero, por esa razón tiene muchas mujeres, como los marineros las tienen en cada puerto.
Algo digno de mencionarse es que Mauricio es un hombre bueno, ya que mujer que él embaraza de inmediato le construye una casita para alojar a su futuro crío. Es un hombre muy responsable, sin lugar a dudas, buen proveedor.
Mauricio es amado y deseado por docenas de mujeres de condición humilde, campesinas, eso si muy bonitas, que aceptan ser sus amantes eventuales, porque saben que no serán desprotegidas en el futuro.
También, Mauricio reconoce legalmente a todos sus hijos, les da su apellido que en su país es un verdadero emblema de nobleza para quien lo porta.
Sus princesitas consentidas se llaman Perla y Esmeralda, ambas han estudiado carreras universitarias y son éxitosas en sus respectivos campos de acción.
Perla y Esmeralda son un par de mujeres enamoradas del amor, pero también de hombres casados. Pero eso no obsta para que Mauricio les proporcione felicidad a sus hijas adoradas. Cuando ambas hijas le plantearon la situación a Mauricio, él contestó como un padre responsable, "eso se arregla fácilmente, no importa que sus novios sean casados".
Mauricio averiguó de inmediato los domicilios de los novios casados de sus hijas, y se apersonó en ambas residencias, y frente a las familias de esos individuos, les dijo: "Espero que usted se divorcie de inmediato de su mujer, porque quiero que se case con mi hija en tres meses". Las familias de ambos hombres casados, se conmocionaron con la presencia de Mauricio en sus casas, quien por cierto se hizo acompañar de sus cuatro guardaespaldas, y aceptaron de inmediato "el trato de un divorcio expres", ya que era incómodo charlar con un desconocido que los tiene apuntándoles con una pistola a la cabeza.
"Si ustedes deciden huir, los encontraré dónde sea que se escondan y los mataré de inmediato, a sangre fría".
Mauricio no hablaba por hablar, ya había asesinado a un pretendiente de su hija mayor que optó por romper el compromiso matrimonial, porque se enamoró de otra mujer.
Las bodas de sus hijas, que fueron en la misma fecha, fue fastuosa y no reparó Mauricio en gastos suntuosos, echó la casa por la ventana.
Mauricio fue ese día inmensamente feliz, al ver a sus adoradas hijas, salir de blanco, y radiantes, del brazo de su padre para ser entregadas al futuro marido frente al altar de dios.
Los dos hombres ex-casados, estaban pálidos no de la emoción sino de la verguenza de ser exhibidos públicamente, ya que Mauricio había invitado a toda la prensa del país y a la televisión. Era un hombre con poder suficiente para hacer eso y más.
Los dos yernos de Mauricio se portan sumisos con él y amorosos con sus mujeres, pero en el fondo todos saben que no están a gusto con ese par de princesitas adoradas por su padre.
Muy inteligentes, los dos, prefirieron una boda a un funeral...
Mauricio tiene dos princesitas que son sus hijas, aunque estas dos chiquillas no son sus únicas hijas, ya que él calcula que ha engendrado unos veintiocho hijos más, con diversas amantes y concubinas, estas princesitas son sus preferidas, ya que proceden de su esposa "oficial", la "legítima".
Mauricio viaja constantemente por todo el país buscando nuevas tierras para ampliar su emporio arrocero, por esa razón tiene muchas mujeres, como los marineros las tienen en cada puerto.
Algo digno de mencionarse es que Mauricio es un hombre bueno, ya que mujer que él embaraza de inmediato le construye una casita para alojar a su futuro crío. Es un hombre muy responsable, sin lugar a dudas, buen proveedor.
Mauricio es amado y deseado por docenas de mujeres de condición humilde, campesinas, eso si muy bonitas, que aceptan ser sus amantes eventuales, porque saben que no serán desprotegidas en el futuro.
También, Mauricio reconoce legalmente a todos sus hijos, les da su apellido que en su país es un verdadero emblema de nobleza para quien lo porta.
Sus princesitas consentidas se llaman Perla y Esmeralda, ambas han estudiado carreras universitarias y son éxitosas en sus respectivos campos de acción.
Perla y Esmeralda son un par de mujeres enamoradas del amor, pero también de hombres casados. Pero eso no obsta para que Mauricio les proporcione felicidad a sus hijas adoradas. Cuando ambas hijas le plantearon la situación a Mauricio, él contestó como un padre responsable, "eso se arregla fácilmente, no importa que sus novios sean casados".
Mauricio averiguó de inmediato los domicilios de los novios casados de sus hijas, y se apersonó en ambas residencias, y frente a las familias de esos individuos, les dijo: "Espero que usted se divorcie de inmediato de su mujer, porque quiero que se case con mi hija en tres meses". Las familias de ambos hombres casados, se conmocionaron con la presencia de Mauricio en sus casas, quien por cierto se hizo acompañar de sus cuatro guardaespaldas, y aceptaron de inmediato "el trato de un divorcio expres", ya que era incómodo charlar con un desconocido que los tiene apuntándoles con una pistola a la cabeza.
"Si ustedes deciden huir, los encontraré dónde sea que se escondan y los mataré de inmediato, a sangre fría".
Mauricio no hablaba por hablar, ya había asesinado a un pretendiente de su hija mayor que optó por romper el compromiso matrimonial, porque se enamoró de otra mujer.
Las bodas de sus hijas, que fueron en la misma fecha, fue fastuosa y no reparó Mauricio en gastos suntuosos, echó la casa por la ventana.
Mauricio fue ese día inmensamente feliz, al ver a sus adoradas hijas, salir de blanco, y radiantes, del brazo de su padre para ser entregadas al futuro marido frente al altar de dios.
Los dos hombres ex-casados, estaban pálidos no de la emoción sino de la verguenza de ser exhibidos públicamente, ya que Mauricio había invitado a toda la prensa del país y a la televisión. Era un hombre con poder suficiente para hacer eso y más.
Los dos yernos de Mauricio se portan sumisos con él y amorosos con sus mujeres, pero en el fondo todos saben que no están a gusto con ese par de princesitas adoradas por su padre.
Muy inteligentes, los dos, prefirieron una boda a un funeral...
miércoles, 21 de abril de 2010
Llegar tarde a la fiesta.
Por una deficiencia generacional la tecnología me rebasa casi siempre, me atemoriza y me produce resistencias genéticas, como alergias virulentas y acné juvenil.
Yo nací en la época del radio y del cine en blanco y negro, y con esos medios me crié en Guatemala siendo niño. La evolución tecnológica mundial creció exponencialmente después de los años sesentas, y yo me situé fuera de la corriente del modernismo tecnológico, veía pasar ante mis ojos los avances pero luchaba por no ser seducidos por ellos. Tarea titánica para un joven nacido en la posguerra.
Llegué tarde a las videos, cuando ya iba de salido el formato BETA, yo me compré un aparato reproductor para ver películas en ese formato obsoleto.
Cuando apareció lo nuevo, lo revolucionario de ver cine en casa, el formato VHS y las cadenas gringas y nacionales de alquiler de películas, yo me mantuve al margen como siempre.
Entre paréntesis, me opuse a la adquisición de los NINTENDOS y los videojuegos para niños, mis hijos los utilizaron en las casa de sus amiguitos.
Cuando apareció en mi vida el uso de la Internet, fue en los lejanos años setentas, y en mi oficina de gobierno se introdujo tal sistema novedoso para consultar bases de datos, lo interesante de esta anécdota es que la persona que tenía bajo su responsabilidad el obtener información para los altos funcionario por la red, era un chico con síndrome de Down, hábil en cumplir con su encomienda. siempre me hizo sentir como un idiota ese chico.
Tarde aprendí a manejar la computadora, me daba temor equivocarme o dañar tan delicado aparato, además aprendí lo básico sin querer explorar más allá todas las posiblidades que ofrecía la tecnología en esa época. Mis hijos fueron mis maestros diestros en el manejo de las nuevas tecnologías computacionales. Con ellos aprendí lo básico.
Igualmente, puedo relatar mi atraso tecnológico con los teléfonos celulares, me demoré demasiado en adquirir uno ya obsoleto para entonces.
Hoy estoy en Tuitter, Hifive, Yahoo, Gmail, Hotmail.
Bueno hasta tengo un BLOG que me sirve para depositar ahí una serie de cuentos y relatos diversos sobre la vida social en la posmodernidad, mi BLOG se llama
freudenelparquemexico
Mi llegada tarde para entrar a la red social más grande del mundo, FACEBOOK, fue igual un intento inútil de resistencia generacional, lo veía como un sitio para jóvenes de todo el mundo, exclusivamente.
Y, oh, sorpresa, entro como en una fiesta a la cual estaba invitado de siempre y no asistía nunca.
Aparezco socialmente en FACEBOOK, hace unos cuantos días, y resulta que todos mis amigos están ahí desde siempre.
Es como llegar a la fiesta, donde todos llevan varios tragos de alcóhol, ya bailaron todos contra todos, ya se conocen demasiado entre sí. Y, yo me asomo tímidamente preguntando sí puedo pasar y bailar con las presentes y charlar con mis viejos amigos. Y la respuesta ha sido: bienvenido a esta enorme telaraña social.
Estoy gratamente sorprendido con lo que me he encontrado ahí, a nivel de amigos y conocidos, gente de la cual yo no sabía de ellos por muchos años.
Una sóla observación: se requiere una alta inversión de tiempo para atender el FACEBOOK.
Pero vale la pena, a riesgo de quedar marginado como Robinson Crusoe sin su fiel Viernes.
Es la forma posmoderna de pertenecer al mundo y de crear identidades nuevas...
Yo nací en la época del radio y del cine en blanco y negro, y con esos medios me crié en Guatemala siendo niño. La evolución tecnológica mundial creció exponencialmente después de los años sesentas, y yo me situé fuera de la corriente del modernismo tecnológico, veía pasar ante mis ojos los avances pero luchaba por no ser seducidos por ellos. Tarea titánica para un joven nacido en la posguerra.
Llegué tarde a las videos, cuando ya iba de salido el formato BETA, yo me compré un aparato reproductor para ver películas en ese formato obsoleto.
Cuando apareció lo nuevo, lo revolucionario de ver cine en casa, el formato VHS y las cadenas gringas y nacionales de alquiler de películas, yo me mantuve al margen como siempre.
Entre paréntesis, me opuse a la adquisición de los NINTENDOS y los videojuegos para niños, mis hijos los utilizaron en las casa de sus amiguitos.
Cuando apareció en mi vida el uso de la Internet, fue en los lejanos años setentas, y en mi oficina de gobierno se introdujo tal sistema novedoso para consultar bases de datos, lo interesante de esta anécdota es que la persona que tenía bajo su responsabilidad el obtener información para los altos funcionario por la red, era un chico con síndrome de Down, hábil en cumplir con su encomienda. siempre me hizo sentir como un idiota ese chico.
Tarde aprendí a manejar la computadora, me daba temor equivocarme o dañar tan delicado aparato, además aprendí lo básico sin querer explorar más allá todas las posiblidades que ofrecía la tecnología en esa época. Mis hijos fueron mis maestros diestros en el manejo de las nuevas tecnologías computacionales. Con ellos aprendí lo básico.
Igualmente, puedo relatar mi atraso tecnológico con los teléfonos celulares, me demoré demasiado en adquirir uno ya obsoleto para entonces.
Hoy estoy en Tuitter, Hifive, Yahoo, Gmail, Hotmail.
Bueno hasta tengo un BLOG que me sirve para depositar ahí una serie de cuentos y relatos diversos sobre la vida social en la posmodernidad, mi BLOG se llama
freudenelparquemexico
Mi llegada tarde para entrar a la red social más grande del mundo, FACEBOOK, fue igual un intento inútil de resistencia generacional, lo veía como un sitio para jóvenes de todo el mundo, exclusivamente.
Y, oh, sorpresa, entro como en una fiesta a la cual estaba invitado de siempre y no asistía nunca.
Aparezco socialmente en FACEBOOK, hace unos cuantos días, y resulta que todos mis amigos están ahí desde siempre.
Es como llegar a la fiesta, donde todos llevan varios tragos de alcóhol, ya bailaron todos contra todos, ya se conocen demasiado entre sí. Y, yo me asomo tímidamente preguntando sí puedo pasar y bailar con las presentes y charlar con mis viejos amigos. Y la respuesta ha sido: bienvenido a esta enorme telaraña social.
Estoy gratamente sorprendido con lo que me he encontrado ahí, a nivel de amigos y conocidos, gente de la cual yo no sabía de ellos por muchos años.
Una sóla observación: se requiere una alta inversión de tiempo para atender el FACEBOOK.
Pero vale la pena, a riesgo de quedar marginado como Robinson Crusoe sin su fiel Viernes.
Es la forma posmoderna de pertenecer al mundo y de crear identidades nuevas...
martes, 20 de abril de 2010
La boda del siglo.
Joaquín era un joven arquitecto nacido en una isla del Caribe, y que vivió muchos años en Nueva York, donde se forjó como profesionista y exitoso emprendedor de proyectos cinematográficos.
Durante su estancia en Nueva York, Joaquín tenía una pareja estable y les iba bien económicamente. Al no tener hijos, les permitía viajar constantemente a México y Europa, siempre en búsqueda de emociones fuertes. Desde practicar deportes extremos, consumir drogas nativas, hasta meterse en antros peligrosos donde se refugian maleantes y prostitutas, ese medio les fascinaba; ambos querían tener la adrenalina hasta el tope todos los días.
Después de una larga relación amorosa, la pareja se desintegró inevitablemente. Joaquín arregló maletas y se fue a Londres, Mario se quedó en Nueva York atendiendo el despacho de arquitectura que ambos habían creado.
En Londres Joaquín conoció a Maggy, que era una joven adinerada y estudiante de cine. Se enamoraron de inmediato, se podría decir que fue "un amor a primera vista", de ahí arrancó una relación turbulenta entre ambos, ya que los celos los consumían a los dos, por cualquier motivo intrascendente. Las peleas eran fenomenales, pero pronto se reconciliaban en la cama.
Joaquín deseaba ser director de cine y se inscribió en una de las escuelas más prestigiosas de Londres, para aprender el oficio de dirección y fotografía, ahí conoció a Maggy quien cursaba la carrera de directora de arte. Se encontraron en un pasillo, se vieron directamente a los ojos, se sonrieron y siguieron sus caminos, eso fue la primera vez.
Durante dos años, Joaquín y Maggy, estrecharon lazos familiares ella fue al Caribe a visitar a la familia de su novio, y no le agradó el clima extremadamente caluroso de esa Isla. Tampoco le gustó la familia de su novio, su futura suegra era una mujer neurótica y celosa de su hijo, ninguna novia le satisfacía para su pequeño Joaquín; el futuro suegro y sus tres cuñados, bebían demasiado alcohol para sus estándares.
La pareja de Maggy y Joaquín, se comprometieron para casarse seis meses después de que él le entregó un anillo de compromiso, disimulado en una copa de champán, como en las películas de época.
Desde esa fecha del compromiso formal mediante la entrega del anillo, ambos se dedicarían a preparar la boda del siglo, como le decían ellos a su propia boda en son de broma, para parodiar la verdadera boda del siglo, la de Lady D.
Joaquín hablaba de la boda como "la producción", el montaje, el decorado, el marco digno de su matrimonio con Maggy. Joaquín y Maggy, visualizaron su boda como una película, por eso se referían a ella como "la producción". Cuidaron absolutamente todos los detalles, eso les venía bien a ambos por ser tan perfeccionistas. El tener el control de todo lo que iba sucediendo les calmaba la angustía de la boda, que tenía que ser algo espectacular, inolvidable para todos.
Unos días antes de la ceremonia religiosa, que era la cosa más importante para Maggy, recibió la noticia de que sus futuros parientes políticos que radicaban en la Isla, no conseguían asientos en ningún vuelo en la fecha programada para la boda, que era en pleno diciembre.
El padre de Maggy, quiso ponerse generoso y fletó un avión privado para traer a toda la familia de Joaquín, ya que Maggy era su única hija, como no cumplirle su capricho de tener en la boda a esa muchedumbre caribeña.
"La producción" de la boda no estuvo exenta de pleitos gigantescos entre Joaquín y Maggy por los famosos detalles de exquisitez, que cada uno interpretaba a su manera.
Un día antes de la boda religiosa arribaron a Londres una treintena de invitados procedentes del Caribe, todos venían con atuendos tropicales, elegantes si, pero inapropiados para el clima decembrino de Londres.
El día de la boda llegó por fin.
La pequeña iglesia donde se realizaría la boda, estaba impecable: flores, alfombra roja desde la entrada, coro de niños, madrinas...
El novio ya esperaba a la novia frente al altar flanqueado pos sus padres, luego entró Maggy del brazo de su padre y llegaron hasta el altar, para colocarse al lado de su futuro marido. Ambos sonrieron por que la "producción" resultó algo exitoso, se le podía adivinar en los rostros de los invitados, que estaban maravillados con ese espectáculo.
Si dieron mútuamente el sí y todo fue alegría entre los parientes del novio y de la novia.
El gran banquete fue espectacular por las viandas y arreglos de las mesas y sillas, la música también, era interpetada por un grupo que imitaba a los Beatles casi a la perfección.
Había en el salón, veinte mesas para diez personas cada una, todas estaban a reventar
aunque todos estaban en la lista de invitados, no había ningún colado.
Empezó a pasar el tiempo y la novia no aparecía, el padre dijo a la concurrencia que Maggy se estaba cambiando el traje de novia por algo informal e igualmente elegante.
La comida se sirvió y los comensales dejaron de preguntar por la novia, se dedicaron a degustar los ricos platillos de esa ocasión tan célebre.
El novio tenía cara de circustancia, ignoraba que su amada Maggy iba volando con destino desconocido.
La boda del siglo no se consumó tal como la habían planeado ambos cineastas, fue un fiasco tremendo, la familia del novio estaba sumamente avergonzada por la ausencia de la novia yla familia de la novia, igual.
Al calor de los tragos los caribeños se pusieron a bailar la música de los Beatles, "si ya estamos acá disfrutemos", decían gozosos.
Durante su estancia en Nueva York, Joaquín tenía una pareja estable y les iba bien económicamente. Al no tener hijos, les permitía viajar constantemente a México y Europa, siempre en búsqueda de emociones fuertes. Desde practicar deportes extremos, consumir drogas nativas, hasta meterse en antros peligrosos donde se refugian maleantes y prostitutas, ese medio les fascinaba; ambos querían tener la adrenalina hasta el tope todos los días.
Después de una larga relación amorosa, la pareja se desintegró inevitablemente. Joaquín arregló maletas y se fue a Londres, Mario se quedó en Nueva York atendiendo el despacho de arquitectura que ambos habían creado.
En Londres Joaquín conoció a Maggy, que era una joven adinerada y estudiante de cine. Se enamoraron de inmediato, se podría decir que fue "un amor a primera vista", de ahí arrancó una relación turbulenta entre ambos, ya que los celos los consumían a los dos, por cualquier motivo intrascendente. Las peleas eran fenomenales, pero pronto se reconciliaban en la cama.
Joaquín deseaba ser director de cine y se inscribió en una de las escuelas más prestigiosas de Londres, para aprender el oficio de dirección y fotografía, ahí conoció a Maggy quien cursaba la carrera de directora de arte. Se encontraron en un pasillo, se vieron directamente a los ojos, se sonrieron y siguieron sus caminos, eso fue la primera vez.
Durante dos años, Joaquín y Maggy, estrecharon lazos familiares ella fue al Caribe a visitar a la familia de su novio, y no le agradó el clima extremadamente caluroso de esa Isla. Tampoco le gustó la familia de su novio, su futura suegra era una mujer neurótica y celosa de su hijo, ninguna novia le satisfacía para su pequeño Joaquín; el futuro suegro y sus tres cuñados, bebían demasiado alcohol para sus estándares.
La pareja de Maggy y Joaquín, se comprometieron para casarse seis meses después de que él le entregó un anillo de compromiso, disimulado en una copa de champán, como en las películas de época.
Desde esa fecha del compromiso formal mediante la entrega del anillo, ambos se dedicarían a preparar la boda del siglo, como le decían ellos a su propia boda en son de broma, para parodiar la verdadera boda del siglo, la de Lady D.
Joaquín hablaba de la boda como "la producción", el montaje, el decorado, el marco digno de su matrimonio con Maggy. Joaquín y Maggy, visualizaron su boda como una película, por eso se referían a ella como "la producción". Cuidaron absolutamente todos los detalles, eso les venía bien a ambos por ser tan perfeccionistas. El tener el control de todo lo que iba sucediendo les calmaba la angustía de la boda, que tenía que ser algo espectacular, inolvidable para todos.
Unos días antes de la ceremonia religiosa, que era la cosa más importante para Maggy, recibió la noticia de que sus futuros parientes políticos que radicaban en la Isla, no conseguían asientos en ningún vuelo en la fecha programada para la boda, que era en pleno diciembre.
El padre de Maggy, quiso ponerse generoso y fletó un avión privado para traer a toda la familia de Joaquín, ya que Maggy era su única hija, como no cumplirle su capricho de tener en la boda a esa muchedumbre caribeña.
"La producción" de la boda no estuvo exenta de pleitos gigantescos entre Joaquín y Maggy por los famosos detalles de exquisitez, que cada uno interpretaba a su manera.
Un día antes de la boda religiosa arribaron a Londres una treintena de invitados procedentes del Caribe, todos venían con atuendos tropicales, elegantes si, pero inapropiados para el clima decembrino de Londres.
El día de la boda llegó por fin.
La pequeña iglesia donde se realizaría la boda, estaba impecable: flores, alfombra roja desde la entrada, coro de niños, madrinas...
El novio ya esperaba a la novia frente al altar flanqueado pos sus padres, luego entró Maggy del brazo de su padre y llegaron hasta el altar, para colocarse al lado de su futuro marido. Ambos sonrieron por que la "producción" resultó algo exitoso, se le podía adivinar en los rostros de los invitados, que estaban maravillados con ese espectáculo.
Si dieron mútuamente el sí y todo fue alegría entre los parientes del novio y de la novia.
El gran banquete fue espectacular por las viandas y arreglos de las mesas y sillas, la música también, era interpetada por un grupo que imitaba a los Beatles casi a la perfección.
Había en el salón, veinte mesas para diez personas cada una, todas estaban a reventar
aunque todos estaban en la lista de invitados, no había ningún colado.
Empezó a pasar el tiempo y la novia no aparecía, el padre dijo a la concurrencia que Maggy se estaba cambiando el traje de novia por algo informal e igualmente elegante.
La comida se sirvió y los comensales dejaron de preguntar por la novia, se dedicaron a degustar los ricos platillos de esa ocasión tan célebre.
El novio tenía cara de circustancia, ignoraba que su amada Maggy iba volando con destino desconocido.
La boda del siglo no se consumó tal como la habían planeado ambos cineastas, fue un fiasco tremendo, la familia del novio estaba sumamente avergonzada por la ausencia de la novia yla familia de la novia, igual.
Al calor de los tragos los caribeños se pusieron a bailar la música de los Beatles, "si ya estamos acá disfrutemos", decían gozosos.
lunes, 19 de abril de 2010
Cerdos y venganzas femeninas.
Hace unos días escribí un cuento que titulé "Ego inflado", que trata de una mujer perennemente maltrada por su marido en frente de todo elmundo, él es de esa clase de maridos guapos, atléticos, inteligentes y narcisos, que se creen paridos por los dioses del Olimpo. Y ellas son mujeres que se valoran a través de esos hombres que ellas consideran superiores, por lo que su conducta es de absoluta sumisión y esclavitud ante ellos. No saben si los aman o los odian o les son indiferentes.
La intriga de estas dos historias paralelas, una ocurrida en México y la otra en la India, tiene que ver con la venganza que traman esas mujeres para destruir a sus maridos, mediante el sencillo procedimiento de hartarlos de comida todo el día, de esos platillos que les gustan tanto porque se los hacían sus adoradas madres cuando eran niños.
El misil culinario está dirigido al centro de su narcisismo del hombre en cuestión, como son personajes que viven para su imagen, y de su imagen también, pues es eso lo que hay que atacar inteligentemente. Las mujeres de ambas historias se dedican afanosamante a cebar a sus maridos como si fueran cerdos en engorda. Hasta destruirles la imagen de todopoderosos, déspotas e insensibles.
El final es previsible de algún modo, una vez que la protagonista de estas historias puede constatar la obesidad cultivada por ellos en sus maridos, los abandonan para siempre.
El libro al cual hago referencia es "El vagón de las mujeres" de la escritora hindú Anita Nair. Excelente narración sobre la condición femenina en la India actual. La sujeción de las mujeres hindús a manos de sus familiares y posteriormente de sus maridos, no difiere grandemente con lo que sucede en América Latina, pese a los avances del feminismo desde mediados del siglo pasado.
Al igual que ocurre cuando los maridos son alcohólicos y ellas no, al final terminan compartiendo la adicción la pareja. En el caso de estas dos historias de engorda del marido como venganza femenina, ellas también engordan hasta el punto de que ambos sienten repulsión física por el otro, no hay deseo sexual.
Estoy sorprendido con las similitudes entre la historia que yo narré y la que acabo de leer de la escritura hindú; en mi historia los hechos son verdaderos, en la historia de la escritora hindú no lo sé a ciencia cierta, pero suena verosimil.
¿Cuántos cerdos no andarán por ahí conduciendo sus lujosos automóviles, jadeando y sudando la gota gorda por su obesidad, gracias a los platillos de sus mujeres?
La intriga de estas dos historias paralelas, una ocurrida en México y la otra en la India, tiene que ver con la venganza que traman esas mujeres para destruir a sus maridos, mediante el sencillo procedimiento de hartarlos de comida todo el día, de esos platillos que les gustan tanto porque se los hacían sus adoradas madres cuando eran niños.
El misil culinario está dirigido al centro de su narcisismo del hombre en cuestión, como son personajes que viven para su imagen, y de su imagen también, pues es eso lo que hay que atacar inteligentemente. Las mujeres de ambas historias se dedican afanosamante a cebar a sus maridos como si fueran cerdos en engorda. Hasta destruirles la imagen de todopoderosos, déspotas e insensibles.
El final es previsible de algún modo, una vez que la protagonista de estas historias puede constatar la obesidad cultivada por ellos en sus maridos, los abandonan para siempre.
El libro al cual hago referencia es "El vagón de las mujeres" de la escritora hindú Anita Nair. Excelente narración sobre la condición femenina en la India actual. La sujeción de las mujeres hindús a manos de sus familiares y posteriormente de sus maridos, no difiere grandemente con lo que sucede en América Latina, pese a los avances del feminismo desde mediados del siglo pasado.
Al igual que ocurre cuando los maridos son alcohólicos y ellas no, al final terminan compartiendo la adicción la pareja. En el caso de estas dos historias de engorda del marido como venganza femenina, ellas también engordan hasta el punto de que ambos sienten repulsión física por el otro, no hay deseo sexual.
Estoy sorprendido con las similitudes entre la historia que yo narré y la que acabo de leer de la escritura hindú; en mi historia los hechos son verdaderos, en la historia de la escritora hindú no lo sé a ciencia cierta, pero suena verosimil.
¿Cuántos cerdos no andarán por ahí conduciendo sus lujosos automóviles, jadeando y sudando la gota gorda por su obesidad, gracias a los platillos de sus mujeres?
domingo, 18 de abril de 2010
La mano de mamá.
Desde que su marido la abandonó para irse con otra mujer, deporte muy popular en ese pueblo del Bajío, donde se concentra el mayor número de mujeres divorciadas o abandonadas, en toda la república mexicana, María Concepción no se repone aun del abandono, habiendo transcurrido más de veinte años del hecho.
Conchita, así le dicen sus amigas y familiares más cercanos, llora cada vez que relata cómo se fue su esposo, no podía superar esa tragedia personal, hasta que encontró la fórmula mágica para que no le doliera tanto; ahora cuenta a todos los que quieran escucharla, que ella es viuda, que el fulano aquel, el innombrable, falleció hace mucho tiempo.
Conchita se quedó con dos varoncitos, Luis y Arturo, a los que sacó adelante con su trabajo de maestra de educación primaria, ambos chicos lograron terminar con honores sus estudios primarios, medios y superiores. Ambos se graduaron como ingenieros civiles en el Tecnológico de Monterrey, campus Querétaro, uno de los centros de educación superior con más prestigio en la educación privada.
Arturo en cuanto vio la oportunidad de escaparse la casa materna huyó, como lo hacen los jóvenes decentes de la localidad, se casó precipitadamente con la novia que lo acompañó durante la carrera en el Tec.
Luis, en cambio, se quedó atrapado en las redes de mami. No intentó zafarse aunque quisiera, porque su madre le había dicho desde pequeño que él la tendría que cuidar en la vejez o enfermedad; además le insistió siempre que él "era el hombre de la casa". Esto constituyó un enorme compromiso moral para Luis, quien pese a que era el menor de los hermanos fue seleccionado por la madre para que fuera su perpetua compañía. Luis aceptó el ofrecimiento materno sin chistar. Era un poco débil de carácter y no mostraba ningún interés en las mujeres, salvo por su querida madre.
Luis a cuidado su mami en todo: negocios, enfermedad y viajes que realizan juntos cada año.
Se podría decir que mantienen una relación simbiótica, piensan igual y reaccionan igual, uno es clon del otro.
Conchita y su hijo observan rigurosamente varios rituales, cuando Luis llega del trabajo empieza la danza invisible entre ambos.
Al momento de ir a dormir después que ambos estuvieron ante el televisor unas tres horas, Luis le dice a su mami que ya tiene sueño y se encamina a su dormitorio, se desviste, toma un vaso de leche ya acostado, enciende una pequeña lámpara porque necesita una lucecita encima de la cabecera de la cama, y grita a todo pulmón:
!! Mamá, ven conmigo ¡¡
Conchita deja lo que esté haciendo y corre presurosa a la habitación de Luis, ya que su hijo menor no puede conciliar el sueño si no está tomado de la mano de su madre, que le da confianza y le quita todos sus temores nocturnos. Ella le da un beso en la frente y se espera lo suficiente para que Luis entre en un sueño profundo, y ella pueda retirarle la mano...
Conchita, así le dicen sus amigas y familiares más cercanos, llora cada vez que relata cómo se fue su esposo, no podía superar esa tragedia personal, hasta que encontró la fórmula mágica para que no le doliera tanto; ahora cuenta a todos los que quieran escucharla, que ella es viuda, que el fulano aquel, el innombrable, falleció hace mucho tiempo.
Conchita se quedó con dos varoncitos, Luis y Arturo, a los que sacó adelante con su trabajo de maestra de educación primaria, ambos chicos lograron terminar con honores sus estudios primarios, medios y superiores. Ambos se graduaron como ingenieros civiles en el Tecnológico de Monterrey, campus Querétaro, uno de los centros de educación superior con más prestigio en la educación privada.
Arturo en cuanto vio la oportunidad de escaparse la casa materna huyó, como lo hacen los jóvenes decentes de la localidad, se casó precipitadamente con la novia que lo acompañó durante la carrera en el Tec.
Luis, en cambio, se quedó atrapado en las redes de mami. No intentó zafarse aunque quisiera, porque su madre le había dicho desde pequeño que él la tendría que cuidar en la vejez o enfermedad; además le insistió siempre que él "era el hombre de la casa". Esto constituyó un enorme compromiso moral para Luis, quien pese a que era el menor de los hermanos fue seleccionado por la madre para que fuera su perpetua compañía. Luis aceptó el ofrecimiento materno sin chistar. Era un poco débil de carácter y no mostraba ningún interés en las mujeres, salvo por su querida madre.
Luis a cuidado su mami en todo: negocios, enfermedad y viajes que realizan juntos cada año.
Se podría decir que mantienen una relación simbiótica, piensan igual y reaccionan igual, uno es clon del otro.
Conchita y su hijo observan rigurosamente varios rituales, cuando Luis llega del trabajo empieza la danza invisible entre ambos.
Al momento de ir a dormir después que ambos estuvieron ante el televisor unas tres horas, Luis le dice a su mami que ya tiene sueño y se encamina a su dormitorio, se desviste, toma un vaso de leche ya acostado, enciende una pequeña lámpara porque necesita una lucecita encima de la cabecera de la cama, y grita a todo pulmón:
!! Mamá, ven conmigo ¡¡
Conchita deja lo que esté haciendo y corre presurosa a la habitación de Luis, ya que su hijo menor no puede conciliar el sueño si no está tomado de la mano de su madre, que le da confianza y le quita todos sus temores nocturnos. Ella le da un beso en la frente y se espera lo suficiente para que Luis entre en un sueño profundo, y ella pueda retirarle la mano...
sábado, 17 de abril de 2010
Un ego inflado.
Jaime iba diario al gimnasio, y al menos tres horas se regodeaba frente a los múltiples espejos, haciendo ejercicios con las pesas, estaba muy orgulloso de su musculatura y de sus abdominales de lavadero.
En ese gimnasio de la colonia Condesa, el de moda para los artistas de Televisa y Azteca, asistían por la mañana unas cincuenta personas jóvenes. Jaime, como muchos de ellos, era un asiduo atleta dedicado al modelaje, requería de un cuerpo esbelto y bien formado.
En ese gimnasio Jaime conoció a Perla, quien también era modelo de una afamada agencia internacional, pero ella estaba con un leve sobrepeso que quería eliminar a base de baños saunas y varias sesiones diarias de ejercicios conducidos por un entrenador.
Jaime, se definía como un metrosexual, inalcanzable y también incasable. Pero la atracción que sintió por Perla fue irresistible.
Empézó la relación amorosa entre Jaime y Perla pero con muchos tropiezos para Perla, Jaime la humillaba constantemente en público, diciendo que él era más guapo que ella y más atlético.
Al cabo de un año y medio de estar saliendo juntos, la familia de Perla presionó a los dos para que planearan una boda a coto plazo. Así que se casaron al cumplir dos años de noviazgo.
Desde el principio Perla tenía la idea de vengarse de Jaime por tantas descalificaciones que hacía de ella en público.
El plan de Perla empezó a cobrar vida en cuanto se pudo entrevistar varias veces con su suegra y sus cuñadas, a las cuales les pidió todas las recetas de los platillos preferidos de Jaime. Ya que Jaime le repetía insitentemente a Perla: "El arroz no te sale igual que a mi mamá", "La paella como la de mi madre, ninguna". Bueno, ni el café lo hacía Perla igual al de la mamá de Jaime.
Perla se dedicó por completo al hogar, le pidió a Jaime que le dejar ser ama de casa, porque ese su sueño desde niña, ser mantenida por un hombre guapo.
La cocina de Perla se empézó a convertir en algo estupendo para todos los que iban a comer a su casa, sus platillos eran sabrosos y apetecibles. Hasta su suegra y sus cuñadas reconcocían la excelencia de los platillos que ella preparaba con tanto esmero. Perla le decía a su amado Jaime: " Mi cielo, prueba esto que hice con tanto amor para ti, sírvete más por favor".
Al cabo de un año de alimentar bien a su marido, con el truco velado de que Jaime comiera más de la cuenta, el plan inicial empezó a mostrar sus resultados. Y con ello aumentaba el regocijo de Perla, pero faltaba más para alcanzar sus verdaderos propósitos.
Jaime había sido contratado recientemente por una empresa productora de eventos artísticos, de capital estadunidense. Ganaba un buen sueldo y excelentes prestaciones económicas, y médicas, también.
Claro que Jaime se daba cuenta de la situación y no encontraba explicación lógica que lo dejara satisfecho, jamás sospechó o reclamó algo a su esposa Perla.
Al contrario, valoraba las artes culinarias de su mujer, al grado de invitar a varios de sus amigos a las típicas cenas y comidas que Perla ofrecía cada semana en su casa.
Al final, también había invitados a desayunar, para tratar asuntos de negocios de la empresa en donde trabajaba Jaime. Y todos salían complacidos por la atención y la exquisitez de los platillos consumidos.
Un día, erá un sábado previo a su cumpleaños número treinta y cinco, Jaime se paró frente al espejo y se dijo: "¿En que momento me convertí en un cerdo y no me dí cuenta?
Jaime sobre la báscula marcaba siempre en forma ascendente más de cien kilos, siempre más nunca menos de esa cantidad.
Para Perla la guerra había sido ganada por ella, porque el ego de su marido Jaime había crecido desmesuradamente, hasta convertirse en una masa informe de grasa, ya no podría humillarla más con descalificaciones por aquel sobrepeso de ella que alcanzaba apenas un kilo, cuando se conocieron.
Su promesa de convertirlo en un cerdo, cebándolo todos los días, fue su gran mérito en la vida. Y después ella le pidió el divorcio a jaime por falta de hijos e incompatibilidad sexual.
En ese gimnasio de la colonia Condesa, el de moda para los artistas de Televisa y Azteca, asistían por la mañana unas cincuenta personas jóvenes. Jaime, como muchos de ellos, era un asiduo atleta dedicado al modelaje, requería de un cuerpo esbelto y bien formado.
En ese gimnasio Jaime conoció a Perla, quien también era modelo de una afamada agencia internacional, pero ella estaba con un leve sobrepeso que quería eliminar a base de baños saunas y varias sesiones diarias de ejercicios conducidos por un entrenador.
Jaime, se definía como un metrosexual, inalcanzable y también incasable. Pero la atracción que sintió por Perla fue irresistible.
Empézó la relación amorosa entre Jaime y Perla pero con muchos tropiezos para Perla, Jaime la humillaba constantemente en público, diciendo que él era más guapo que ella y más atlético.
Al cabo de un año y medio de estar saliendo juntos, la familia de Perla presionó a los dos para que planearan una boda a coto plazo. Así que se casaron al cumplir dos años de noviazgo.
Desde el principio Perla tenía la idea de vengarse de Jaime por tantas descalificaciones que hacía de ella en público.
El plan de Perla empezó a cobrar vida en cuanto se pudo entrevistar varias veces con su suegra y sus cuñadas, a las cuales les pidió todas las recetas de los platillos preferidos de Jaime. Ya que Jaime le repetía insitentemente a Perla: "El arroz no te sale igual que a mi mamá", "La paella como la de mi madre, ninguna". Bueno, ni el café lo hacía Perla igual al de la mamá de Jaime.
Perla se dedicó por completo al hogar, le pidió a Jaime que le dejar ser ama de casa, porque ese su sueño desde niña, ser mantenida por un hombre guapo.
La cocina de Perla se empézó a convertir en algo estupendo para todos los que iban a comer a su casa, sus platillos eran sabrosos y apetecibles. Hasta su suegra y sus cuñadas reconcocían la excelencia de los platillos que ella preparaba con tanto esmero. Perla le decía a su amado Jaime: " Mi cielo, prueba esto que hice con tanto amor para ti, sírvete más por favor".
Al cabo de un año de alimentar bien a su marido, con el truco velado de que Jaime comiera más de la cuenta, el plan inicial empezó a mostrar sus resultados. Y con ello aumentaba el regocijo de Perla, pero faltaba más para alcanzar sus verdaderos propósitos.
Jaime había sido contratado recientemente por una empresa productora de eventos artísticos, de capital estadunidense. Ganaba un buen sueldo y excelentes prestaciones económicas, y médicas, también.
Claro que Jaime se daba cuenta de la situación y no encontraba explicación lógica que lo dejara satisfecho, jamás sospechó o reclamó algo a su esposa Perla.
Al contrario, valoraba las artes culinarias de su mujer, al grado de invitar a varios de sus amigos a las típicas cenas y comidas que Perla ofrecía cada semana en su casa.
Al final, también había invitados a desayunar, para tratar asuntos de negocios de la empresa en donde trabajaba Jaime. Y todos salían complacidos por la atención y la exquisitez de los platillos consumidos.
Un día, erá un sábado previo a su cumpleaños número treinta y cinco, Jaime se paró frente al espejo y se dijo: "¿En que momento me convertí en un cerdo y no me dí cuenta?
Jaime sobre la báscula marcaba siempre en forma ascendente más de cien kilos, siempre más nunca menos de esa cantidad.
Para Perla la guerra había sido ganada por ella, porque el ego de su marido Jaime había crecido desmesuradamente, hasta convertirse en una masa informe de grasa, ya no podría humillarla más con descalificaciones por aquel sobrepeso de ella que alcanzaba apenas un kilo, cuando se conocieron.
Su promesa de convertirlo en un cerdo, cebándolo todos los días, fue su gran mérito en la vida. Y después ella le pidió el divorcio a jaime por falta de hijos e incompatibilidad sexual.
viernes, 16 de abril de 2010
Krakatoa, al este de Java.
Cuando yo era un niño de diez años y vivía en ciudad de Guatemala, fui al cine a ver un película espectacular que aun recuerdo: Krakatoa, al este de Java. el film hace un recordatorio de lo que fue esa erupción en un pequeño volcán en la isla de Java, hoy Indonesia.
El accidente volcánico del Krakatoa ocurrió en el año de 1883, causando alrededor de cuarenta mil muertos, ya que el volcán estaba situado en una región densamente poblada.
Los millones de toneladas de cenizas producto de la erupción se esparcieron por todo el planeta, por lo menos durante dos años. Esta emisión de cenizas, no tóxicas, recorrió todo el mundo, provocando aportes bellísimos al arte; ya que los pintores de la época salieron a las calles de las ciudades y a los bosques a pintar esos reflejos rojos y amarillos que producían las cenizas al refractar la luz solar.
De hecho una obra de carácter mundial, como es "El Grito" de Munch, fue pintado con los colores anaranjados que producían las cenizas del krakatoa, a diez mil kilómetros de distancia de Europa. Muchos otros pintores europeos y norteamericanos se inspiraron con esa extraña luz solar reflejada en las cenizas de sílice.
Los metereólogos de la época se explicaron el fenómeno del traslado de las cenizas por todo el globo terráqueo, por medio de una "corriente de humo ecuatorial".
Lo que está ocurriendo ahora mismo en Islandia, se debe a la entrada en erupción de un pequeño volcán que estuvo inactivo los últimos doscientos años. Este volcán se llama EYJAFJALLA y se localiza a ciento veinte kilómetros al sur de la capital de Islandia, Reikiavik.
De nueva cuenta el factor dominante de los vientos en cada región del mundo juega unpapel importante en la diseminación de esas cenizas de sílice altamente corrosivas, que son capaces de dañar los delicados motores de la aviación moderna y echarlos a pique en pleno vuelo.
Los vientos del Atlántico Norte giraron de un modo sorpresivo, causando la mayor catástrofe comercial sobre el norte de Europa, impidiendo la salida y la llegada de más de cinco mil vuelos diarios en un día. El caos en los cielos de Europa seguira por unos días más.
Los creyentes de que se acerca el fin del mundo harán saber a todos que el final está cerca, según las profecías de distintas religiones y creencias antiguas, hasta los Mayas están envueltos en esta polémica inútil.
En Guatemala vivimos cercados por varias docenas de volcanes, algunos activos y otros no, pero la sensación de los temblores está presente todos los días.
!! Qué bueno que la tierra saca toda esa energía acumulada en sus entrañas, eso es un dato magnífico para todos ¡¡
El accidente volcánico del Krakatoa ocurrió en el año de 1883, causando alrededor de cuarenta mil muertos, ya que el volcán estaba situado en una región densamente poblada.
Los millones de toneladas de cenizas producto de la erupción se esparcieron por todo el planeta, por lo menos durante dos años. Esta emisión de cenizas, no tóxicas, recorrió todo el mundo, provocando aportes bellísimos al arte; ya que los pintores de la época salieron a las calles de las ciudades y a los bosques a pintar esos reflejos rojos y amarillos que producían las cenizas al refractar la luz solar.
De hecho una obra de carácter mundial, como es "El Grito" de Munch, fue pintado con los colores anaranjados que producían las cenizas del krakatoa, a diez mil kilómetros de distancia de Europa. Muchos otros pintores europeos y norteamericanos se inspiraron con esa extraña luz solar reflejada en las cenizas de sílice.
Los metereólogos de la época se explicaron el fenómeno del traslado de las cenizas por todo el globo terráqueo, por medio de una "corriente de humo ecuatorial".
Lo que está ocurriendo ahora mismo en Islandia, se debe a la entrada en erupción de un pequeño volcán que estuvo inactivo los últimos doscientos años. Este volcán se llama EYJAFJALLA y se localiza a ciento veinte kilómetros al sur de la capital de Islandia, Reikiavik.
De nueva cuenta el factor dominante de los vientos en cada región del mundo juega unpapel importante en la diseminación de esas cenizas de sílice altamente corrosivas, que son capaces de dañar los delicados motores de la aviación moderna y echarlos a pique en pleno vuelo.
Los vientos del Atlántico Norte giraron de un modo sorpresivo, causando la mayor catástrofe comercial sobre el norte de Europa, impidiendo la salida y la llegada de más de cinco mil vuelos diarios en un día. El caos en los cielos de Europa seguira por unos días más.
Los creyentes de que se acerca el fin del mundo harán saber a todos que el final está cerca, según las profecías de distintas religiones y creencias antiguas, hasta los Mayas están envueltos en esta polémica inútil.
En Guatemala vivimos cercados por varias docenas de volcanes, algunos activos y otros no, pero la sensación de los temblores está presente todos los días.
!! Qué bueno que la tierra saca toda esa energía acumulada en sus entrañas, eso es un dato magnífico para todos ¡¡
Atracción fatal.
Hace muchos años, siendo funcionario público de alto nivel en el gobierno mexicano, me tocó hacer una gira por el estado de Oaxaca, para supervisar las Unidades de Culturas Populares, dependientes de la Secretaría de Educación Pública. Ahí me encontré con varios colegas antropólogos y linguistas que laboraban en esas dependencias, a mi cargo.
La gira de trabajo abracó tres días, en los cuales entrevisté a los empleados e investigadores para poder rendir un informe detallado de sus acciones.
Un día antes de partir de vuelta a la ciudad de México, mis colegas y subordinados, me prepararon una gran fiesta de despedida, en casa de uno de ellos, la cita era a las nueve de la noche en uno de los barrios más exclusivos de la ciudad de Oaxaca, San Felipe.
Al llegar la hora fijada para la fiesta y despedida, me encaminé hacia ese rumbo de la ciudad y me presenté puntualmente en la casa referida.
En esa época de mi vida era un bailarín de música tropical; cumbia, merengue, mambo y cha-cha-cha, eran mis favoritos. Así que para iniciar la fiesta me puse a bailar con todas las mujeres, una por una, que se encontraban dispuestas a mover el bote. Mientras yo bailaba, el resto de la concurrencia empezó a beber mezcal, un aguardiente local, en cantidades industriales.
En una hora avanzada de la noche, la fiesta congregaba a más de ochenta personas en total estado de embriaguez. El bullicio era fenomenal y las conversaciones se hacían a gritos, porque la música estaba a muchos decibeles, molestando los tímpanos de los oyentes.
Entre los amigos y colegas ahí presentes, había un matrimonio formado por un linguista argentino y una antropóloga alemana. Ambos muy altos de estatura, medían cerca del metro ochenta centímetros. Ella era una mujer muy delgada, mal vestida, descuidada en términos generales, y gran bebedora de mezcal.
Desde que me vio y conversamos unos minutos, ella, su marido y yo, ella empézó con un juego de seducción muy agresivo en presencia de su marido, a quien no le parecía nada extraordinaria la conducta de su mujer. Yo a él lo conocía bastante, a ella era la primera vez que la trataba en el contexto de una fiesta.
La antropóloga alemana me cayó mal, era desagradable en su persona y trato, y me pareció grotesco que quisiera seducirme delante de su amado esposo. Cerca de las tres de la mañana, yo veía el espectáculo de corte orgiástico en la sala de esa casa, sin escandalizarme ni mucho menos, pero ya deseaba retirarme; no soporto a los borrachos y menos las desveladas, pero como era el homenajeado no pude retirarme temprano como suelo hacerlo siempre.
Para iniciar la retirada de ese apartado lugar, se me ocurrió ir al sanitario a orinar los cuatro vasos de cerveza que ingerí en toda la noche.
Me introduzco al baño, estaba terminando de orinar cuando abren abruptamente la puerta, yo estaba sacudiéndome el pene para poder salir, cuando la antropóloga alemana me empuja hacia la pared del diminuto baño, me intenta besar en la boca al mismo tiempo que se empezaba a desnudar, y me decía en un español con acento germánico: "Quiero que me cojas ya, si es que eres hombrecito". Me resistí como una virgen en peligro de ser violada. la empujé violentamente hacia la puerta y ella insistía en embestirme con toda su larga figura escurrida y espantosa. Quise gritar y pedir auxilio, pero no lo hice. Terminé golpeándola fuertemente en el estómago para que me soltara el pene, el cual lo tenía tomado con fuerza con sus dos manos, ya me dolía la presión que ejercía sobre tan delicado miembro viril.
Sali después de varios minutos de feroz pelea con una mujer enloquecida por el alcohol, la dejé desnuda y tirada en el piso del baño. El corazón me latía precipitadamente del susto y la angustía que me provocó ese enfrentamiento brutal.
Me encontré en la puerta de la casa al esposo de esa mujer demente, quien amablemente me ofreció llevarme al hotel donde me hospedaba. "No gracias,le dije" Y salí despavorido, corriendo por las solitarias calles de Oaxaca, con un nudo en la garganta y el corazón a toda marcha.
Fue una noche inolvidable, que tenía sepultada en lo más profundo de mi memoria.
La gira de trabajo abracó tres días, en los cuales entrevisté a los empleados e investigadores para poder rendir un informe detallado de sus acciones.
Un día antes de partir de vuelta a la ciudad de México, mis colegas y subordinados, me prepararon una gran fiesta de despedida, en casa de uno de ellos, la cita era a las nueve de la noche en uno de los barrios más exclusivos de la ciudad de Oaxaca, San Felipe.
Al llegar la hora fijada para la fiesta y despedida, me encaminé hacia ese rumbo de la ciudad y me presenté puntualmente en la casa referida.
En esa época de mi vida era un bailarín de música tropical; cumbia, merengue, mambo y cha-cha-cha, eran mis favoritos. Así que para iniciar la fiesta me puse a bailar con todas las mujeres, una por una, que se encontraban dispuestas a mover el bote. Mientras yo bailaba, el resto de la concurrencia empezó a beber mezcal, un aguardiente local, en cantidades industriales.
En una hora avanzada de la noche, la fiesta congregaba a más de ochenta personas en total estado de embriaguez. El bullicio era fenomenal y las conversaciones se hacían a gritos, porque la música estaba a muchos decibeles, molestando los tímpanos de los oyentes.
Entre los amigos y colegas ahí presentes, había un matrimonio formado por un linguista argentino y una antropóloga alemana. Ambos muy altos de estatura, medían cerca del metro ochenta centímetros. Ella era una mujer muy delgada, mal vestida, descuidada en términos generales, y gran bebedora de mezcal.
Desde que me vio y conversamos unos minutos, ella, su marido y yo, ella empézó con un juego de seducción muy agresivo en presencia de su marido, a quien no le parecía nada extraordinaria la conducta de su mujer. Yo a él lo conocía bastante, a ella era la primera vez que la trataba en el contexto de una fiesta.
La antropóloga alemana me cayó mal, era desagradable en su persona y trato, y me pareció grotesco que quisiera seducirme delante de su amado esposo. Cerca de las tres de la mañana, yo veía el espectáculo de corte orgiástico en la sala de esa casa, sin escandalizarme ni mucho menos, pero ya deseaba retirarme; no soporto a los borrachos y menos las desveladas, pero como era el homenajeado no pude retirarme temprano como suelo hacerlo siempre.
Para iniciar la retirada de ese apartado lugar, se me ocurrió ir al sanitario a orinar los cuatro vasos de cerveza que ingerí en toda la noche.
Me introduzco al baño, estaba terminando de orinar cuando abren abruptamente la puerta, yo estaba sacudiéndome el pene para poder salir, cuando la antropóloga alemana me empuja hacia la pared del diminuto baño, me intenta besar en la boca al mismo tiempo que se empezaba a desnudar, y me decía en un español con acento germánico: "Quiero que me cojas ya, si es que eres hombrecito". Me resistí como una virgen en peligro de ser violada. la empujé violentamente hacia la puerta y ella insistía en embestirme con toda su larga figura escurrida y espantosa. Quise gritar y pedir auxilio, pero no lo hice. Terminé golpeándola fuertemente en el estómago para que me soltara el pene, el cual lo tenía tomado con fuerza con sus dos manos, ya me dolía la presión que ejercía sobre tan delicado miembro viril.
Sali después de varios minutos de feroz pelea con una mujer enloquecida por el alcohol, la dejé desnuda y tirada en el piso del baño. El corazón me latía precipitadamente del susto y la angustía que me provocó ese enfrentamiento brutal.
Me encontré en la puerta de la casa al esposo de esa mujer demente, quien amablemente me ofreció llevarme al hotel donde me hospedaba. "No gracias,le dije" Y salí despavorido, corriendo por las solitarias calles de Oaxaca, con un nudo en la garganta y el corazón a toda marcha.
Fue una noche inolvidable, que tenía sepultada en lo más profundo de mi memoria.
jueves, 15 de abril de 2010
La niña asesinada: se suicidó.
Hace más de tres semanas que la niña fue asesinada y las autoridades investigadoras del crimen no pueden aportar ninguna evidencia que permita aclarar ese horrendo homicidio.
Los eslabones más débiles de la cadena de testigos son, sin lugar a dudas, las nanas de la niña asesinada, y sobre ellas las autoridades han actuado con bastante saña, al interrogarlas exhaustivamente durante varias ocasiones, situación que no ha sucedido con los padres de la niña asesinada.
Hay un prejuicio racial y social en las autoridades mexiquenses, al culpar a las nanas, sin pruebas, de un vil asesinato que ellas a todas luces no cometieron.
La hipótesis de la infidelidad de parte de la madre, a quien se vincula con un poderoso político de esa entidad, quien sería su amante, es la que cobra mayor fuerza para explicar la tardanza sospechosa en resolver el caso, que está clarísimo para toda la sociedad, menos para las autoridades policiacas del estado de México.
En una treta de desviar el asunto del crimen de la niña de cuatro años, las auoridades se han dado a la tarea de investigar al !!carpintero¡¡, que fabricó la cama de madera donde la niña asesinada fue encontrada misteriosamente días después cuando no había nadie en ese departamenot lujoso.
Otras pruebas esgrimidas por las autoridades que no conducen a ninguna partes, son las declaraciones de un par de empleados de intendencia de ese edificio, que afirman haber encontrado dos bolsas de plástico negro atoradas en el ducto de la basura y que ellos sospechan que ahí se encontraba el cuerpo de la niña asesinada, pero no se atrevieron a registrar esas bolsas plásticas para corroborar su dicho. Total puras confusiones deliberadas para meter desorden en el caso. ¿Qué ganan las autoridades del estado de México con toda esta actitud encubridora?
Ganar tiempo es algo vital en esta investigación torcida, tiempo para manipular la escena del crimen y para permitir que los culpables se escapen fuera del país.
Los vículos entre el Procurador de Justicia y los padres de la niña asesinada son evidentes, todos ellos tienen el mismo origen étnico, libaneses, y pertenecientes a los mismos círculos sociales y económicos, y quizá, políticos también.
Este asunto se ha convertido en un auténtico circo de tres pistas, hay payasos, trapecistas, animales feroces, domadores y muchos enanos.
¿Y si mejor nos planteamos la hipótesis de que la niña de cuatro años se suicidó?
Los eslabones más débiles de la cadena de testigos son, sin lugar a dudas, las nanas de la niña asesinada, y sobre ellas las autoridades han actuado con bastante saña, al interrogarlas exhaustivamente durante varias ocasiones, situación que no ha sucedido con los padres de la niña asesinada.
Hay un prejuicio racial y social en las autoridades mexiquenses, al culpar a las nanas, sin pruebas, de un vil asesinato que ellas a todas luces no cometieron.
La hipótesis de la infidelidad de parte de la madre, a quien se vincula con un poderoso político de esa entidad, quien sería su amante, es la que cobra mayor fuerza para explicar la tardanza sospechosa en resolver el caso, que está clarísimo para toda la sociedad, menos para las autoridades policiacas del estado de México.
En una treta de desviar el asunto del crimen de la niña de cuatro años, las auoridades se han dado a la tarea de investigar al !!carpintero¡¡, que fabricó la cama de madera donde la niña asesinada fue encontrada misteriosamente días después cuando no había nadie en ese departamenot lujoso.
Otras pruebas esgrimidas por las autoridades que no conducen a ninguna partes, son las declaraciones de un par de empleados de intendencia de ese edificio, que afirman haber encontrado dos bolsas de plástico negro atoradas en el ducto de la basura y que ellos sospechan que ahí se encontraba el cuerpo de la niña asesinada, pero no se atrevieron a registrar esas bolsas plásticas para corroborar su dicho. Total puras confusiones deliberadas para meter desorden en el caso. ¿Qué ganan las autoridades del estado de México con toda esta actitud encubridora?
Ganar tiempo es algo vital en esta investigación torcida, tiempo para manipular la escena del crimen y para permitir que los culpables se escapen fuera del país.
Los vículos entre el Procurador de Justicia y los padres de la niña asesinada son evidentes, todos ellos tienen el mismo origen étnico, libaneses, y pertenecientes a los mismos círculos sociales y económicos, y quizá, políticos también.
Este asunto se ha convertido en un auténtico circo de tres pistas, hay payasos, trapecistas, animales feroces, domadores y muchos enanos.
¿Y si mejor nos planteamos la hipótesis de que la niña de cuatro años se suicidó?
La casita soñada.
La familia de Abel era una de tantas, clase media con aspiraciones burguesas. El padre era un oficinista de gobierno, con un sueldo miserable, y la madre dedicada en cuerpo y alma a la crianza de siete hijos. Eso sí, todos fueron a la escuela era un valor familiar, había que superarse por la vía de los estudios. Abel era el hijo mayor y el primero que se graduó de Contador Público, ya que el resto de sus hermanos también abrazaron la misma carrera.
El sueño del padre de Abel era tener una casita propia, estaba harto de tener que pagar renta por un departamento chico, donde la familia apenas cabía. Mientras el padre de Abel se rompía el lomo trabajando para el gobierno, en horarios muy largos para alcanzar el cobro de unas horas extras, nunca pudo realizar su sueño de comprar una casita.
Cuando el padre de Abel se jubiló, su hijo le pidió que le dejara administrar esa pequeña pensión jubilatoria, "para sacarle el jugo a la plata". El padre aceptó la idea de su hijo mayor.
Abel comenzó a manejar el dinero de la jubilación de su padre a su antojo, empézó por comprar granos y cereales para la reventa en el mercado central, y le fue bien durante algunas temporadas agrícolas. El capital fue creciendo de manera notable, la intermediación era algo estupendo, se ganaba mucho sin tanto esfuerzo, se jactaba Abel.
Cuando los locatarios del Mercado Central se fueron dando cuenta de la solvencia económica de Abel, empezaron a buscarlo para proponerle varios negocios. Era un hecho conocido por todos, que los grandes comerciantes del Mercado Central manejaban grandes fajos de billetes de alta denominación, Abel era uno de esos que contaban con fuertes cantidades de dinero en efectivo; todos se manejaban al margen del sistema bancario.
Abel se fue desviando de los granos y cereales a los préstamos en efectivo con interés alto, cuyos rendimientos era extraordinarios y a corto plazo. Para efectuar un préstamo en efectivo por una suma considerable, Abel exigía escrituras de bienes inmuebles para garantizar el pago.
El padre de Abel padeció toda su vida una diabetes, que se vio agravada por descuidos
en la dieta y en su estilo de vida, en pocas palabras no se cuidaba para nada. A sus escasos sesenta años, el padre de Abel había perdido la visión casi en su totalidad. Al poco tiempo, el padre de Abel tuvo gangrena en su pierna derecha y tuvo que someterse a una operación para que le amputaran esa extremidad. Abel sufría mucho con la situación de su padre, porque teniendo mucho dinero no podía devolverle la salud a su padre. Antes de cumplir sesenta y un años, el padre de Abel falleció irremediablemente.
Abel se prometió asimismo cumplir el sueño de su padre, tener una casita para la familia.
Los negocios iban al alza y Abel se olvidó por un buen tiempo de cumplir la promesa hecha a su padre fallecido, todos los días sus ganancias superaban su propia imaginación.
A los dos años de haber muerto su padre, Abel se metió a su oficina para aclarar una duda que le rondaba en la mente día y noche. Abel quería saber exactamente con qué bienes contaba como patrimonio.
Se sorprendió demasiado. Tenía varios millones de dinero en efectivo, resguardados en su destartalado archivero metálico que le heredó su padre.
Su sorpresa fue mayúscula cuando revisó minuciosamente las escrituras que sus clientes morosos le habían dejado en prenda por el préstamo, y que nunca pudieron pagar por los altísimos intereses que Abel había fijado.
El recuento total arrojaba las siguientes cantidades:
Abel poseía en propiedad ochenta y cuatro casas y ciento veinte departamentos.
El sueño del padre de Abel de poseer una casita había sido superado con creces. Pero, lo que Abel no termina de asimilar es porque tiene que permanecer escondido, después de haber recibido un número enorme de amenzas de muerte, por haber despojado de sus propiedades a cientos de clientes morosos.
Abel se justifica así: " Si yo siempre estuve ahí para ayudar a quien lo necesitara, por qué la gente es tan mal agradecida".
El sueño del padre de Abel era tener una casita propia, estaba harto de tener que pagar renta por un departamento chico, donde la familia apenas cabía. Mientras el padre de Abel se rompía el lomo trabajando para el gobierno, en horarios muy largos para alcanzar el cobro de unas horas extras, nunca pudo realizar su sueño de comprar una casita.
Cuando el padre de Abel se jubiló, su hijo le pidió que le dejara administrar esa pequeña pensión jubilatoria, "para sacarle el jugo a la plata". El padre aceptó la idea de su hijo mayor.
Abel comenzó a manejar el dinero de la jubilación de su padre a su antojo, empézó por comprar granos y cereales para la reventa en el mercado central, y le fue bien durante algunas temporadas agrícolas. El capital fue creciendo de manera notable, la intermediación era algo estupendo, se ganaba mucho sin tanto esfuerzo, se jactaba Abel.
Cuando los locatarios del Mercado Central se fueron dando cuenta de la solvencia económica de Abel, empezaron a buscarlo para proponerle varios negocios. Era un hecho conocido por todos, que los grandes comerciantes del Mercado Central manejaban grandes fajos de billetes de alta denominación, Abel era uno de esos que contaban con fuertes cantidades de dinero en efectivo; todos se manejaban al margen del sistema bancario.
Abel se fue desviando de los granos y cereales a los préstamos en efectivo con interés alto, cuyos rendimientos era extraordinarios y a corto plazo. Para efectuar un préstamo en efectivo por una suma considerable, Abel exigía escrituras de bienes inmuebles para garantizar el pago.
El padre de Abel padeció toda su vida una diabetes, que se vio agravada por descuidos
en la dieta y en su estilo de vida, en pocas palabras no se cuidaba para nada. A sus escasos sesenta años, el padre de Abel había perdido la visión casi en su totalidad. Al poco tiempo, el padre de Abel tuvo gangrena en su pierna derecha y tuvo que someterse a una operación para que le amputaran esa extremidad. Abel sufría mucho con la situación de su padre, porque teniendo mucho dinero no podía devolverle la salud a su padre. Antes de cumplir sesenta y un años, el padre de Abel falleció irremediablemente.
Abel se prometió asimismo cumplir el sueño de su padre, tener una casita para la familia.
Los negocios iban al alza y Abel se olvidó por un buen tiempo de cumplir la promesa hecha a su padre fallecido, todos los días sus ganancias superaban su propia imaginación.
A los dos años de haber muerto su padre, Abel se metió a su oficina para aclarar una duda que le rondaba en la mente día y noche. Abel quería saber exactamente con qué bienes contaba como patrimonio.
Se sorprendió demasiado. Tenía varios millones de dinero en efectivo, resguardados en su destartalado archivero metálico que le heredó su padre.
Su sorpresa fue mayúscula cuando revisó minuciosamente las escrituras que sus clientes morosos le habían dejado en prenda por el préstamo, y que nunca pudieron pagar por los altísimos intereses que Abel había fijado.
El recuento total arrojaba las siguientes cantidades:
Abel poseía en propiedad ochenta y cuatro casas y ciento veinte departamentos.
El sueño del padre de Abel de poseer una casita había sido superado con creces. Pero, lo que Abel no termina de asimilar es porque tiene que permanecer escondido, después de haber recibido un número enorme de amenzas de muerte, por haber despojado de sus propiedades a cientos de clientes morosos.
Abel se justifica así: " Si yo siempre estuve ahí para ayudar a quien lo necesitara, por qué la gente es tan mal agradecida".
miércoles, 14 de abril de 2010
Perder la cabeza por un hot dog.
En uno de los ingenios azucareros más grande de Guatemala, ubicado en la llanura costera de este país, trabajaba como gerente general Mario Camposeco, quien durante su larga gestión administrativa había podido levantar las ventas de azúcar a niveles record y también elevar las ganancias financieras de ese emporio.
Los directivos enviaban a Mario a tomar cursos especializados en Alta Dirección, tanto a Estados Unidos como Europa también, lo necesitaban muy bien preparado, ya que el nivel de estudios profesionales de Mario era de secundaria, pero su inteligencia gerencial era una joya para la empresa. Había que pulirlo constantemente, por ello aprendió varios idiomas y varias técnicas de dirección de empresas con excelentes notas académicas.
Mario ganaba un sueldo considerablemente alto para los niveles gerenciales del país, además poseía varias residencias de lujo en la capital y unos cuantos vehículos de la marca Land Rover pero último modelo. Son una especie de jeeps de lujo, cómodos, con asientos de piel y dirección hidráulica, etcétera.
Mario había formado una familia, tenía esposa y dos hijas pequeñas, todo normal.
Dentro de las instalaciones del Ingenio Azucarero, una señora joven de la localidad cercana de Santa Lucía, pidió autorización para instalar dentro del Ingenio un puesto de hot dogs y refrescos embotellados, el cual le fue autorizado sin problema alguno por parte de la generencia general. Vilma, que asi se llama la joven mujer emprendedora, estaba casada con uno de los policías privados que cuidan el Ingenio, y con él tenía tembién dos chiquillas menores de tres años.
Mario de forma eventual se le antojaba una coca cola y un hot dog del puesto de Vilma, a veces mandaba traer esos antojitos con un ayudante suyo, otra veces, las menos, iba él personalmente a ingerir sus alimentos hasta el puesto de Vilma, y aprovechaba para conversar un poco con ella.
Al cabo de un año de estar instalada Vilma con su puesto de hot dogs, le empezó a ir muy bien económicamente y podía completar el miserable sueldo de su marido policía. Pese a las quejas constantes de su marido policía, que la celaba todo el tiempo, porque francamente Vilma era un monumento de mujer, morena con un cuerpazo sensual y una bella cara de muñeca coqueta.
Un día cualquiera, Mario se levantó en su casa muy temprano, desayunó con su mujer y sus hijitas, rieron todos juntos, él las besó detenidamente una a otra. Y se despidió de ellas con una mirada triste y una mueca en lugar de una sonrisa franca.
Llegó a la oficina más temprano que de costumbre y les dijo a su séquito de ayudantes: "tengo antojo de un refresco y un hot dog" y se fue por él al puesto de Vilma.
Pasaron las horas y Mario no volvía a la oficina, así que sus ayudantes fueron en su búsqueda al puesto de Vilma, al llegar encontraronel puesto cerrado y el marido policía abatido, sentado en una piedra, sollozaba y alcanzaba a murmurar: " Ella me abandonó con mis pequeñas hijitas; alguien me dijo que la vieron subirse a un jeep Land Rover y salir a toda velocidad rumbo a la capital".
Nunca más se supo de estos modernos Romeo y Julieta del trópico guatemalteco.
Los directivos enviaban a Mario a tomar cursos especializados en Alta Dirección, tanto a Estados Unidos como Europa también, lo necesitaban muy bien preparado, ya que el nivel de estudios profesionales de Mario era de secundaria, pero su inteligencia gerencial era una joya para la empresa. Había que pulirlo constantemente, por ello aprendió varios idiomas y varias técnicas de dirección de empresas con excelentes notas académicas.
Mario ganaba un sueldo considerablemente alto para los niveles gerenciales del país, además poseía varias residencias de lujo en la capital y unos cuantos vehículos de la marca Land Rover pero último modelo. Son una especie de jeeps de lujo, cómodos, con asientos de piel y dirección hidráulica, etcétera.
Mario había formado una familia, tenía esposa y dos hijas pequeñas, todo normal.
Dentro de las instalaciones del Ingenio Azucarero, una señora joven de la localidad cercana de Santa Lucía, pidió autorización para instalar dentro del Ingenio un puesto de hot dogs y refrescos embotellados, el cual le fue autorizado sin problema alguno por parte de la generencia general. Vilma, que asi se llama la joven mujer emprendedora, estaba casada con uno de los policías privados que cuidan el Ingenio, y con él tenía tembién dos chiquillas menores de tres años.
Mario de forma eventual se le antojaba una coca cola y un hot dog del puesto de Vilma, a veces mandaba traer esos antojitos con un ayudante suyo, otra veces, las menos, iba él personalmente a ingerir sus alimentos hasta el puesto de Vilma, y aprovechaba para conversar un poco con ella.
Al cabo de un año de estar instalada Vilma con su puesto de hot dogs, le empezó a ir muy bien económicamente y podía completar el miserable sueldo de su marido policía. Pese a las quejas constantes de su marido policía, que la celaba todo el tiempo, porque francamente Vilma era un monumento de mujer, morena con un cuerpazo sensual y una bella cara de muñeca coqueta.
Un día cualquiera, Mario se levantó en su casa muy temprano, desayunó con su mujer y sus hijitas, rieron todos juntos, él las besó detenidamente una a otra. Y se despidió de ellas con una mirada triste y una mueca en lugar de una sonrisa franca.
Llegó a la oficina más temprano que de costumbre y les dijo a su séquito de ayudantes: "tengo antojo de un refresco y un hot dog" y se fue por él al puesto de Vilma.
Pasaron las horas y Mario no volvía a la oficina, así que sus ayudantes fueron en su búsqueda al puesto de Vilma, al llegar encontraronel puesto cerrado y el marido policía abatido, sentado en una piedra, sollozaba y alcanzaba a murmurar: " Ella me abandonó con mis pequeñas hijitas; alguien me dijo que la vieron subirse a un jeep Land Rover y salir a toda velocidad rumbo a la capital".
Nunca más se supo de estos modernos Romeo y Julieta del trópico guatemalteco.
martes, 13 de abril de 2010
El castillo de la pureza.
Cuando Margarita era una adolescente que vivía en pueblo remoto de un país sudamericano, nunca se imaginó que llegaría a ser una honorable dama de sociedad en la capital regional. Margarita venía de una familia cuyo negocio familiar era una panadería, la mejor del pueblo, aunque no pasaban penurias económicas no eran ricos.
El pueblo de Margarita tenía una población que no rebasaba los seis mil habitantes y casi todos estaban emparentados entre sí. Margarita era una niña bonita, y fue reina de la primavera porque su padre invirtió mucho dinero en la compra de los votos, que era algo legal y tradicional.
En esa feria del pueblo donde Margarita fue coronada como "Margarita III", la vio un rico cafetalero de la región y le gustó demasiado esa niña, que en esa época acababa de cumplir sus diez y seis años. El rico cafetalero rondaba los veinticuatro años, era poco agraciado físicamente pero su fortuna familiar lo hacia atractivo a todas las chicas de la región.
El rico cafetalero montado siempre en una preciosa yegua fina de color blanco, hacía su entrada triunfal cuando iba al pueblo de Margarita a realizar compra y venta de café, ya que ese el mejor café de la región y tenía buen precio de venta en el mercado internacional.
El día menos pensado, el rico cafetalero se introdujo ruidosamente a la panadería de los padres de Margarita , y solicitó educadamente que le dieran una cita posterior para hablar con ellos de un asunto importante.
La cita se concertó para el veintiocho de diciembre día de los Santos Inocentes, casualmente. Con una cena que preparó con mucho esmero la madre de Margarita, se agasajó a los invitados: el rico cafetalero y sus padres. Todos sabían el propósito de esa visita tan significativa para una familia de panaderos acomodados.
Margarita estrenó un vestido que le confeccionó a su medida, su tía la modista del pueblo, le quedó entallado perfectamente, era un vestido color lila. Su madre le puso una flor de tela sobre la cabeza también de color lila, y Margarita lucía como una verdadera reina, fresca y olorosa a lavanda.
La cena transcurrió entre animadas charlas de los varones y aparte las mujeres se fueron a conversar a la cocina. Esa era la costumbre del pueblo de Margarita.
Ya casi a la media noche de ese día veintiocho de diciembre, el padre del rico cafetalero, con un vaso de aguardiente en la mano izquierda, pidió la palabra a la concurrencia y dijo: "Vengo a pedir la mano de Margarita para mi hijo; ¿ustedes qué píensan de eso?" Los padres de Margarita tragaron saliva juntos y contestaron al unísono: "Estamos de acuerdo". Margarita fue testigo mudo de una decisión que tomaron otros sobre su futuro. Solamente se concretó a sonreir con timidez y a pensar en la próxima boda con el cafetalero rico.
La boda fue espectacular en un pueblo de miserables, ya que la familia del rico cafetalero contrató los servicios de un organizador de eventos de la capital, y ningún detalle se descuidó. Obviamente, la mayoría de los ochocientos invitados era del rico cafetalero, pero a la familia de Margarita le entregaron solamente veinte invitaciones al banquete, pero cien para asistir a la misa.
La música grupera fue en vivo, era la mejor en la ejecución de los vallenatos. Comida hubo de sobra, sacrificaron varias reses y cerdos también. El aguardiente corrió a raudales y todos se embriagaron hasta el hastío. Fue una fiesta memorable para todo el pueblo que asistió a la misa en forma masiva.
No hubo luna de miel para Margarita, eso no se acostumbra en esa región, y ella que estaba toda ilusionada y advertida por la madre sobre lo que ocurriría esa noche, se quedó muy frustrada y guardó toda la ropa interior que su madre le había comprado para tan solemne ocasión. Su desfloración ocurrió sin ceremoniales especiales.
Desde que se casó Margarita con el rico cafetalero, ellos instalaron su hogar conyugal en pleno centro del pueblo, en una mansión especialmente edificada para ellos, es una fortaleza que asemeja más un castillo que una vivienda normal.
Desde hace unos años, Margarita vive recluida en esa fortaleza, sin salir a la calle y mucho menos ver a sus padres o amigas, tiene prohibido mostrar su belleza más allá de esas cuatro paredes de mármol. La mamá de Magarita tiene la corazonada de que su amada hijita ya tuvo descendencia, pero no le consta.
Seguramente, la princesita que alguna vez fue reina del pueblo, llora en ese encierro dorado, sin poder encontrar a alguien que la rescate, nadie se atreve a desafiar al rico cafetalero, ya que su fama le incluye algunos homicidios reconocidos...
El pueblo de Margarita tenía una población que no rebasaba los seis mil habitantes y casi todos estaban emparentados entre sí. Margarita era una niña bonita, y fue reina de la primavera porque su padre invirtió mucho dinero en la compra de los votos, que era algo legal y tradicional.
En esa feria del pueblo donde Margarita fue coronada como "Margarita III", la vio un rico cafetalero de la región y le gustó demasiado esa niña, que en esa época acababa de cumplir sus diez y seis años. El rico cafetalero rondaba los veinticuatro años, era poco agraciado físicamente pero su fortuna familiar lo hacia atractivo a todas las chicas de la región.
El rico cafetalero montado siempre en una preciosa yegua fina de color blanco, hacía su entrada triunfal cuando iba al pueblo de Margarita a realizar compra y venta de café, ya que ese el mejor café de la región y tenía buen precio de venta en el mercado internacional.
El día menos pensado, el rico cafetalero se introdujo ruidosamente a la panadería de los padres de Margarita , y solicitó educadamente que le dieran una cita posterior para hablar con ellos de un asunto importante.
La cita se concertó para el veintiocho de diciembre día de los Santos Inocentes, casualmente. Con una cena que preparó con mucho esmero la madre de Margarita, se agasajó a los invitados: el rico cafetalero y sus padres. Todos sabían el propósito de esa visita tan significativa para una familia de panaderos acomodados.
Margarita estrenó un vestido que le confeccionó a su medida, su tía la modista del pueblo, le quedó entallado perfectamente, era un vestido color lila. Su madre le puso una flor de tela sobre la cabeza también de color lila, y Margarita lucía como una verdadera reina, fresca y olorosa a lavanda.
La cena transcurrió entre animadas charlas de los varones y aparte las mujeres se fueron a conversar a la cocina. Esa era la costumbre del pueblo de Margarita.
Ya casi a la media noche de ese día veintiocho de diciembre, el padre del rico cafetalero, con un vaso de aguardiente en la mano izquierda, pidió la palabra a la concurrencia y dijo: "Vengo a pedir la mano de Margarita para mi hijo; ¿ustedes qué píensan de eso?" Los padres de Margarita tragaron saliva juntos y contestaron al unísono: "Estamos de acuerdo". Margarita fue testigo mudo de una decisión que tomaron otros sobre su futuro. Solamente se concretó a sonreir con timidez y a pensar en la próxima boda con el cafetalero rico.
La boda fue espectacular en un pueblo de miserables, ya que la familia del rico cafetalero contrató los servicios de un organizador de eventos de la capital, y ningún detalle se descuidó. Obviamente, la mayoría de los ochocientos invitados era del rico cafetalero, pero a la familia de Margarita le entregaron solamente veinte invitaciones al banquete, pero cien para asistir a la misa.
La música grupera fue en vivo, era la mejor en la ejecución de los vallenatos. Comida hubo de sobra, sacrificaron varias reses y cerdos también. El aguardiente corrió a raudales y todos se embriagaron hasta el hastío. Fue una fiesta memorable para todo el pueblo que asistió a la misa en forma masiva.
No hubo luna de miel para Margarita, eso no se acostumbra en esa región, y ella que estaba toda ilusionada y advertida por la madre sobre lo que ocurriría esa noche, se quedó muy frustrada y guardó toda la ropa interior que su madre le había comprado para tan solemne ocasión. Su desfloración ocurrió sin ceremoniales especiales.
Desde que se casó Margarita con el rico cafetalero, ellos instalaron su hogar conyugal en pleno centro del pueblo, en una mansión especialmente edificada para ellos, es una fortaleza que asemeja más un castillo que una vivienda normal.
Desde hace unos años, Margarita vive recluida en esa fortaleza, sin salir a la calle y mucho menos ver a sus padres o amigas, tiene prohibido mostrar su belleza más allá de esas cuatro paredes de mármol. La mamá de Magarita tiene la corazonada de que su amada hijita ya tuvo descendencia, pero no le consta.
Seguramente, la princesita que alguna vez fue reina del pueblo, llora en ese encierro dorado, sin poder encontrar a alguien que la rescate, nadie se atreve a desafiar al rico cafetalero, ya que su fama le incluye algunos homicidios reconocidos...
Amor mio, !! te odio tanto ¡¡
Cuando Luis Adolfo planeó la ruptura con Julieta en pleno centro de Buenos Aires, ya había dejado encargado a sus amigos la desocupación completa de sus muebles del departamento que compartía con Julieta en la ciudad de México. El gran número de gatos que poseía Julieta, fue un problema para Luis Adolfo ¿Qué hacer con ellos?
Luis Adolfo pensó en eliminar a esa treintena de gatos que habitaban con él y que le habían generado una alergia espantosa: hinchazón de párpados, obstrucción de la garganta, vómitos frecuentes y una serie d emanchas rojas en toda la cara y cuello.
Pese a que Luis Adolfo le había escrito una notita a Julieta, la cual pegó en la puerta principal del departamento conyugal, para que cuando ella volviera de Buenos Aires le mirara de inmediato. La notita decía así: "Amor mio, !! te odio tanto ¡¡ Posdata: maté a tus gatos". Él no se atrevió a eliminar a esos felinos causantes de su alergia. Los llevó con muchas dificultades a un centro de protección de animales, quienes los recibieron con mucho agrado.
El departamentito quedó vacío de muebles y enseres domésticos, y de ese animalero que lo único que dejaron fue un rastro de pelos esparcidos por todos lados.
Cuando Julieta por fin pudo salir de Buenos Aires, con el ánimo en los suelos y el corazón roto, por la súbita ruptura que le planteó Luis Adolfo tan lejos de casa. Y ella que pensaba que todo marchaba de maravilla en su matrimonio, resultó que era su ilusión y nada más. No se imaginaba que tampoco tenía casa, así que cuando abrió la puerta lo que encontró fue el vacío total, y de nueva cuenta se desvaneció y cayó al suelo.
Julieta no extrañaba la falta de sus enseres domésticos, sino solamente a su treintena de gatos, sus hijos del alma. Sus amigas acudieron de inmediato en su auxilio, y la proveyeron de muebles y artefactos electrodomésticos indispensables para funcionar como hogar.
Luis Adolfo aprovechó la ocasión para ir a pasar una temporada con su madre que radicaba en Miami. Él confesaba a sus íntimos amigos: "yo soy hijo de mami y ella nunca estuvo de acuerdo el matrimonio con Julieta. Así que ahora yo la hago feliz completamente, con esa noticia del rompimiento".
La madre de Luis Adolfo estuvo encantada con la llegada de su único hijo, así que le preparó varias reuniones para que su hijo estuviera feliz y contento de estar en Miami.
Julieta por su parte se consolaba con sus múltiples amigas, quienes le organizaron varios desayunos y cenas de solidaridad con la amiga recién abandonada. Julieta pensó de inmediato en tomar una terapia para entender las fallas posibles de su relación con Luis Adolfo, y que ella nunca supo detectar, soló la falta de sexo entre ellos le pasaba por la cabeza como el detonador de la separación.
Lo que más la atormentaba a Julieta era el no conocer el paradero de sus gatos. Y se consolaba pensando en que habría muchos gatos callejeros que ella podía recoger con facilidad; los necesitaba como una madre a sus hijos.
Julieta se refugió en el trabajo de manera obsesiva, ya no dejó ningún rato libre para otras actividades, solamente el trabajo era su única distracción.
El agotamiento físico y emocional de Julieta la llevó a consumir una buena cantidad de tranquilizantes, que la mantenían dopada y sin ánimos para seguir viviendo. Finalmente, su terapeuta le recomendó ver a un psiquiatra porque su depresión ya era inmanejable para ella.
Julieta tuvo que ser internada en una clínica por causa de un grave síntoma de surmenage, todavía sigue recluida en ese sitio porque no hay modo de reponerse de la separación, no acepta el engaño de haber sido invitada a un viaje que ella consideraba de "luna de miel", y que resultó una trampa para el rompimiento de una relación que ella pensaba, era maravillosa.
Por su parte, Luis Adolfo quedó atrapado en las redes amorosas de su adorada madre, quien le proporciona "todo" lo que un hijo puede desear de su madre.
Sus amigos del café La Selva, aún siguen extrañando a esa pareja peculiar, dispar e inolvidable.
Luis Adolfo pensó en eliminar a esa treintena de gatos que habitaban con él y que le habían generado una alergia espantosa: hinchazón de párpados, obstrucción de la garganta, vómitos frecuentes y una serie d emanchas rojas en toda la cara y cuello.
Pese a que Luis Adolfo le había escrito una notita a Julieta, la cual pegó en la puerta principal del departamento conyugal, para que cuando ella volviera de Buenos Aires le mirara de inmediato. La notita decía así: "Amor mio, !! te odio tanto ¡¡ Posdata: maté a tus gatos". Él no se atrevió a eliminar a esos felinos causantes de su alergia. Los llevó con muchas dificultades a un centro de protección de animales, quienes los recibieron con mucho agrado.
El departamentito quedó vacío de muebles y enseres domésticos, y de ese animalero que lo único que dejaron fue un rastro de pelos esparcidos por todos lados.
Cuando Julieta por fin pudo salir de Buenos Aires, con el ánimo en los suelos y el corazón roto, por la súbita ruptura que le planteó Luis Adolfo tan lejos de casa. Y ella que pensaba que todo marchaba de maravilla en su matrimonio, resultó que era su ilusión y nada más. No se imaginaba que tampoco tenía casa, así que cuando abrió la puerta lo que encontró fue el vacío total, y de nueva cuenta se desvaneció y cayó al suelo.
Julieta no extrañaba la falta de sus enseres domésticos, sino solamente a su treintena de gatos, sus hijos del alma. Sus amigas acudieron de inmediato en su auxilio, y la proveyeron de muebles y artefactos electrodomésticos indispensables para funcionar como hogar.
Luis Adolfo aprovechó la ocasión para ir a pasar una temporada con su madre que radicaba en Miami. Él confesaba a sus íntimos amigos: "yo soy hijo de mami y ella nunca estuvo de acuerdo el matrimonio con Julieta. Así que ahora yo la hago feliz completamente, con esa noticia del rompimiento".
La madre de Luis Adolfo estuvo encantada con la llegada de su único hijo, así que le preparó varias reuniones para que su hijo estuviera feliz y contento de estar en Miami.
Julieta por su parte se consolaba con sus múltiples amigas, quienes le organizaron varios desayunos y cenas de solidaridad con la amiga recién abandonada. Julieta pensó de inmediato en tomar una terapia para entender las fallas posibles de su relación con Luis Adolfo, y que ella nunca supo detectar, soló la falta de sexo entre ellos le pasaba por la cabeza como el detonador de la separación.
Lo que más la atormentaba a Julieta era el no conocer el paradero de sus gatos. Y se consolaba pensando en que habría muchos gatos callejeros que ella podía recoger con facilidad; los necesitaba como una madre a sus hijos.
Julieta se refugió en el trabajo de manera obsesiva, ya no dejó ningún rato libre para otras actividades, solamente el trabajo era su única distracción.
El agotamiento físico y emocional de Julieta la llevó a consumir una buena cantidad de tranquilizantes, que la mantenían dopada y sin ánimos para seguir viviendo. Finalmente, su terapeuta le recomendó ver a un psiquiatra porque su depresión ya era inmanejable para ella.
Julieta tuvo que ser internada en una clínica por causa de un grave síntoma de surmenage, todavía sigue recluida en ese sitio porque no hay modo de reponerse de la separación, no acepta el engaño de haber sido invitada a un viaje que ella consideraba de "luna de miel", y que resultó una trampa para el rompimiento de una relación que ella pensaba, era maravillosa.
Por su parte, Luis Adolfo quedó atrapado en las redes amorosas de su adorada madre, quien le proporciona "todo" lo que un hijo puede desear de su madre.
Sus amigos del café La Selva, aún siguen extrañando a esa pareja peculiar, dispar e inolvidable.
lunes, 12 de abril de 2010
Confidencias de una asesina.
La madre asesina tiene un comportamiento anómalo, como muchas otras mujeres con hijos que han terminado por eliminarlos físicamente, y las razones en el fondo son las mismas en todos los casos.
El primer ingrediente necesario para este "pasaje al acto", del cual hablamos mucho los psicoanalistas, es un brote psicótico que perturba la mente de las madres homicidas de sus crías.
Hay varias historias que transcurren del mismo modo que el de la madre asesina de su hija de cuatro años, recuerdo con nitidez "los motivos de Luz", una película mexicana que da cuenta de un caso real, el de esa humilde mujer que estranguló a sus cuatro pequeños hijos. También el de una madre asesina, de origen estadounidense, que eliminó a sus tres hijos introduciéndolos en un automóvil y los arrojó al fondo de un lago.
El segundo ingrediente de estas historias terroríficas, es que aparecen los tópicos de amor, infidelidad, rechazo o venganza. Y estos suelen ser los resortes que disparan los instintos asesinos de esas mujeres filicidas.
Cuando estas mujeres declaran ante la policía, después de ser descubiertas en sus crímenes, confiesan con tranquilidad y sosiego que ellas mataron a sus hijos porque su pareja se los pidió de manera directa o velada. A veces es el padre de esas crías quien pide que la madre cometa filicidio, otras veces, y es lo más frecuente, son las nuevas parejas de esas mujeres quienes plantean que esos hijos de su amante les estorban en su reciente relación.
En el caso que nos ocupa ahora, el de la madre que asesinó a su hija discapacitada de cuatro años, aparece un elemento nuevo pero no sorprendente: ella tiene un amante que es un personaje importante de la política mexicana, un poderoso hombre miembro de una de las familias de mayor abolengo político en el Estado de México. Esto explica el largo silencio de las autoridades policíacas para "descubrir" quien es el responsable del crimen que consterna a toda la sociedad mexicana.
La madre asesina ya confesó la verdad de los hechos, pero es una bomba pólítica porque su amante es un poderoso político del Estado de México, que conviene proteger para "bien" de todos los implicados.
El caso sin embargo es relativamente sencillo de resolver cuando hay voluntad de hacerlo, el crimen es tan claro que todo lo oscurece.
Insisto: la liebre asesina saltará muy pronto, por donde menos lo imaginamos, ojalá sea algo creíble como versión policíaca. Aunque cabe la posibilidad de que quede como un crimen perfecto, impune, sin responsable de ese horrendo crimen.
Ya veremos...
El primer ingrediente necesario para este "pasaje al acto", del cual hablamos mucho los psicoanalistas, es un brote psicótico que perturba la mente de las madres homicidas de sus crías.
Hay varias historias que transcurren del mismo modo que el de la madre asesina de su hija de cuatro años, recuerdo con nitidez "los motivos de Luz", una película mexicana que da cuenta de un caso real, el de esa humilde mujer que estranguló a sus cuatro pequeños hijos. También el de una madre asesina, de origen estadounidense, que eliminó a sus tres hijos introduciéndolos en un automóvil y los arrojó al fondo de un lago.
El segundo ingrediente de estas historias terroríficas, es que aparecen los tópicos de amor, infidelidad, rechazo o venganza. Y estos suelen ser los resortes que disparan los instintos asesinos de esas mujeres filicidas.
Cuando estas mujeres declaran ante la policía, después de ser descubiertas en sus crímenes, confiesan con tranquilidad y sosiego que ellas mataron a sus hijos porque su pareja se los pidió de manera directa o velada. A veces es el padre de esas crías quien pide que la madre cometa filicidio, otras veces, y es lo más frecuente, son las nuevas parejas de esas mujeres quienes plantean que esos hijos de su amante les estorban en su reciente relación.
En el caso que nos ocupa ahora, el de la madre que asesinó a su hija discapacitada de cuatro años, aparece un elemento nuevo pero no sorprendente: ella tiene un amante que es un personaje importante de la política mexicana, un poderoso hombre miembro de una de las familias de mayor abolengo político en el Estado de México. Esto explica el largo silencio de las autoridades policíacas para "descubrir" quien es el responsable del crimen que consterna a toda la sociedad mexicana.
La madre asesina ya confesó la verdad de los hechos, pero es una bomba pólítica porque su amante es un poderoso político del Estado de México, que conviene proteger para "bien" de todos los implicados.
El caso sin embargo es relativamente sencillo de resolver cuando hay voluntad de hacerlo, el crimen es tan claro que todo lo oscurece.
Insisto: la liebre asesina saltará muy pronto, por donde menos lo imaginamos, ojalá sea algo creíble como versión policíaca. Aunque cabe la posibilidad de que quede como un crimen perfecto, impune, sin responsable de ese horrendo crimen.
Ya veremos...
domingo, 11 de abril de 2010
Luces y sombras de un crimen horrendo.
El asesinato de la niña de cuatro años, a manos de su madre o de su padre, continúa sin resolver. El cuerpo de la niña ya fue sepultado, enmedio de una trifulca familiar, en la que las familias paternas y maternas de la niña de cuatro años asfixiada, excluyeron a la otra parte de las exequias fúnebres.
Las nanas que cuidaban de la niña asesinada, ya fueron ampliamente interrogadas por la policía y por las televisoras privadas, ya estuvieron arraigadas en un hotel bajo resguardo policíaco, ya las sacaron a realizar una reconstrucción de los hechos en la habitación de la niña asesinada, y ellas siguen siendo inocentes de cualquier incriminación de parte de sus patrones o de la policía investigadora.
El dedo acusador sigue apuntando fuertemente a la madre de la niña asesinada, una joven abogada con un notorio desequilibrio mental, que se ha atrevido a afirmar que a lo mejor "los extraterrestres se llevaron a su niña" (!!) La madre encuentra gran gozo dando entrevistas a la radio y a la televisión, las disfruta y les pide a los entrevistadores que ensayen las preguntas y respuestas, y que le digan si es fotogénica o no (!!).
La policía investigadora insiste en que el cadáver de la niña siempre estuvo en la habitación, metido en un estrecho hueco entre el colchón y la piecera de madera, versión imposible de creer, aunque el cadáver alguien lo colocó ahí precisamente, días despues de su asesinato, con la novedad que esos días los padres de la niña estaban presos. ¿Quién puso el cadáver de la niña en ese hueco estrecho de la cama?
La madre de la niña asesinada se dio vuelo dando entrevistas a la televisión, sentada en la cama de la niña; además en ella durmieron su amiga íntima y su hermana y su cuñado posteriormente. Esa cama fue hecha y rehecha varias veces a lo largo de los días en que supuestamente la niña estaba desaparecida. Y nunca alguien notó algo raro, ni olor desagradable, ni bulto alguno al pie de la cama.
La hipótesis de la niña asesinada metida en el gigantesco congelador de la cocina, ha sido desestimada por la policía investigadora. Tampoco han interrogado a los vecinos próximos y mucho menos se ha querido revisar esas viviendas conexas, en búsqueda de evidencias de la niña asesinada.
El Procurador de Justicia encargado de la averiguación previa de este crimen horrendo, no ha dado respuestas satisfactorias a la sociedad, dice que todo lo resolverá "la ciencia" o "el FBI" estadunidense. Ocurre que en este caso especial, tanto los padres de la niña asesinada como el mismo Procurador de Justicia, son de origen libanés, y esto puede estar obstaculizando el hallazgo de los culpables o de mayores evidencias que inculpen a los padres de la niña asesinada.
Según la declaración jurada de las nanas de la niña asesinada, afirman que esta pareja de padres de la niña tenían una relación matrimonial en quiebra afectiva, y se insinúa que existen evidencias de infidelidades de parte de ambos, constituyendo esto último en un factor decisivo en la muerte de la niña, por venganza o rabia.
Hay un cadáver sepultado la semana pasada, pero ningún responsable de ello, provocando la irritación de una sociedad sensible a la muerte trágica de niños indefensos. Los casos de filicidio, normalmente se deben a la locura de alguno de los padres o de ambos; las pruebas psicológicas y las observaciones del lenguaje corporal de la madre tendrían que arrojar alguna luz que esclarezca lo que las autoridades insisten en mantener en la oscuridad total.
¿Qué esconden los policías investigadores? ¿A quién defiende el Procurador a cargo del caso? La madre de la niña asesinada, ¿a quién quiere impresionar con su extraordinario histrionismo?
La verdad emergerá sorprendentemente, nadie sabe aún por dónde brincará la liebre asesina.
Las nanas que cuidaban de la niña asesinada, ya fueron ampliamente interrogadas por la policía y por las televisoras privadas, ya estuvieron arraigadas en un hotel bajo resguardo policíaco, ya las sacaron a realizar una reconstrucción de los hechos en la habitación de la niña asesinada, y ellas siguen siendo inocentes de cualquier incriminación de parte de sus patrones o de la policía investigadora.
El dedo acusador sigue apuntando fuertemente a la madre de la niña asesinada, una joven abogada con un notorio desequilibrio mental, que se ha atrevido a afirmar que a lo mejor "los extraterrestres se llevaron a su niña" (!!) La madre encuentra gran gozo dando entrevistas a la radio y a la televisión, las disfruta y les pide a los entrevistadores que ensayen las preguntas y respuestas, y que le digan si es fotogénica o no (!!).
La policía investigadora insiste en que el cadáver de la niña siempre estuvo en la habitación, metido en un estrecho hueco entre el colchón y la piecera de madera, versión imposible de creer, aunque el cadáver alguien lo colocó ahí precisamente, días despues de su asesinato, con la novedad que esos días los padres de la niña estaban presos. ¿Quién puso el cadáver de la niña en ese hueco estrecho de la cama?
La madre de la niña asesinada se dio vuelo dando entrevistas a la televisión, sentada en la cama de la niña; además en ella durmieron su amiga íntima y su hermana y su cuñado posteriormente. Esa cama fue hecha y rehecha varias veces a lo largo de los días en que supuestamente la niña estaba desaparecida. Y nunca alguien notó algo raro, ni olor desagradable, ni bulto alguno al pie de la cama.
La hipótesis de la niña asesinada metida en el gigantesco congelador de la cocina, ha sido desestimada por la policía investigadora. Tampoco han interrogado a los vecinos próximos y mucho menos se ha querido revisar esas viviendas conexas, en búsqueda de evidencias de la niña asesinada.
El Procurador de Justicia encargado de la averiguación previa de este crimen horrendo, no ha dado respuestas satisfactorias a la sociedad, dice que todo lo resolverá "la ciencia" o "el FBI" estadunidense. Ocurre que en este caso especial, tanto los padres de la niña asesinada como el mismo Procurador de Justicia, son de origen libanés, y esto puede estar obstaculizando el hallazgo de los culpables o de mayores evidencias que inculpen a los padres de la niña asesinada.
Según la declaración jurada de las nanas de la niña asesinada, afirman que esta pareja de padres de la niña tenían una relación matrimonial en quiebra afectiva, y se insinúa que existen evidencias de infidelidades de parte de ambos, constituyendo esto último en un factor decisivo en la muerte de la niña, por venganza o rabia.
Hay un cadáver sepultado la semana pasada, pero ningún responsable de ello, provocando la irritación de una sociedad sensible a la muerte trágica de niños indefensos. Los casos de filicidio, normalmente se deben a la locura de alguno de los padres o de ambos; las pruebas psicológicas y las observaciones del lenguaje corporal de la madre tendrían que arrojar alguna luz que esclarezca lo que las autoridades insisten en mantener en la oscuridad total.
¿Qué esconden los policías investigadores? ¿A quién defiende el Procurador a cargo del caso? La madre de la niña asesinada, ¿a quién quiere impresionar con su extraordinario histrionismo?
La verdad emergerá sorprendentemente, nadie sabe aún por dónde brincará la liebre asesina.
sábado, 10 de abril de 2010
Mujeres que aman demasiado.
Lucero es una mujer de cuarenta y tres años, sin marido y sin hijos, es psicóloga de profesión, especializada en terapias del lenguaje para niños, fue la niña consentida de su padre, hasta que éste murió de un cáncer fulminante. La relación de Lucero con su padre fue siempre amorosa, pero no así con la madre que celaba a la hija por esa pegazón con el progenitor.
La madre de Lucero la despreciaba todo el tiempo, así que se crió como una niña insegura, sintiéndose poco atractiva porque su madre la ninguneaba cada vez que podía, y le repetía: "eres fea, nadie te quiere y te vas a quedar sola, ningún hombre se va a fijar en tí".
El padre de Lucero aborrecía a su esposa y procuraba viajar por largos períodos para no convivir con su mujer. Pero esa situación permitía que Lucero sufriera vejámenes constantes a manos de su madre.
Cuando el padre de Lucero decide volver al hogar conyugal, ya estaba muy avanzada su enfermedad, y al poco tiempo muere en brazos de su amada Lucero.
A los diez y ocho años, Lucero decide abandonar la casa materna e irse a vivir con unas amigas a un minidepartamento, y empezar los estudios de Psicología en la UNAM, al mismo tiempo que trabajaba en un súpermercado como gerente.
Lucero quería probar el amor de un hombre pero no se atrevía, se consideraba poco atractiva. Hasta que un día, al salir del súpermercado e irse a la universidad, le alcanzó su jefe, el gerente general, y le dijo: "Lucero quiero invitarte a una fiesta de la empresa", ella aceptó de inmediato, aún sabiendo que ese hombre era casado, asunto que él no negaba a nadie.
Después de esa famosa fiesta anual de la empresa, ella se entregó al gerente general en un lujoso motel de la carretera a Cuernavaca. Y ahí empezó su calvario. Lucero quería ejercer un control absoluto sobre ese hombre casado. Las llamadas telefónicas a su celular no cesaban a lo largo del día y de la noche, así como los mensajitos con frases comunes y corrientes acerca del amor.
El hombre soportaba el acoso de Lucero, gracias a que ella siempre estaba dispuesta a la relación sexual, dentro y fuera de la empresa. Por fin, ella se sentía linda y hermosa, y sobre todo apetecible para los hombres, al menos para el gerente general.
Lucero comenzó a fallar en el desempeño de su trabajo por estar más pendiente de los movimientos del gerente general. En sus arrebatos pasionales Lucero le exigía que abandonara a su esposa e hijos para irse a vivir juntos, él se oponía a tan descabellada idea de Lucero. Ella no quería ser más la amante, la otra, el plato de segunda mesa. Por fin le pudo plantear al gerente general: "O ella o yo".
El gerente general le dijo:" no dejo a mi mujer y a mis hijos por ti; además te pido que me entregues tu renuncia". Ella enmudeció, y se puso a llorar como descocida.
Desde ese preciso instante, Lucero sale de su nuevo trabajo, donde se desempeña como psicóloga en un colegio privado, y se va de inmediato a su antiguo empleo, al súpermercado, para vigilar cuidadosamente los pasos de su examante. Lo espía dentro y fuera de esa negociación, como todos la conocen no le impiden realizar su labor de espionaje descarado.
Cuando el gerente general se liga a alguna de las nuevas cajeras, y Lucero se entera, va directamente al grano: golpea a sus rivales, les rasga la ropa, las despeina y las llena de puntapiés en las piernas. Además consigue los teléfonos de ellas y les habla día y noche pidiéndoles que dejen en paz a su amorcito o de lo contrario se las verán de nuevo con ella.
Cuando son días de balance general o de inventarios, en los cuales todos los empleados se quedan buena parte de la noche en la empresa, Lucero monta guardia toda la noche en espera de que salgan todos y vigilar que su examante no sea acompañado por ninguna mujer, porque si no ella se avalnza sobre los dos y los golpea fuertemente. Ella defiende lo suyo con dientes y garras.
Cuando Lucero desapareció de su casa y de su nuevo trabajo, todos sospecharon del gerente general, quien se perfilaba como el presunto asesino de Lucero, pero al ir las amigas a averiguar el paradero del gerente general, se llevaron menuda sorpresa.
El gerente general había desaparecido también, dejando una nota a su familia en la cual decía: "No se culpe a nadie de mi muerte, hice un pacto y lo voy a cumplir".
La madre de Lucero la despreciaba todo el tiempo, así que se crió como una niña insegura, sintiéndose poco atractiva porque su madre la ninguneaba cada vez que podía, y le repetía: "eres fea, nadie te quiere y te vas a quedar sola, ningún hombre se va a fijar en tí".
El padre de Lucero aborrecía a su esposa y procuraba viajar por largos períodos para no convivir con su mujer. Pero esa situación permitía que Lucero sufriera vejámenes constantes a manos de su madre.
Cuando el padre de Lucero decide volver al hogar conyugal, ya estaba muy avanzada su enfermedad, y al poco tiempo muere en brazos de su amada Lucero.
A los diez y ocho años, Lucero decide abandonar la casa materna e irse a vivir con unas amigas a un minidepartamento, y empezar los estudios de Psicología en la UNAM, al mismo tiempo que trabajaba en un súpermercado como gerente.
Lucero quería probar el amor de un hombre pero no se atrevía, se consideraba poco atractiva. Hasta que un día, al salir del súpermercado e irse a la universidad, le alcanzó su jefe, el gerente general, y le dijo: "Lucero quiero invitarte a una fiesta de la empresa", ella aceptó de inmediato, aún sabiendo que ese hombre era casado, asunto que él no negaba a nadie.
Después de esa famosa fiesta anual de la empresa, ella se entregó al gerente general en un lujoso motel de la carretera a Cuernavaca. Y ahí empezó su calvario. Lucero quería ejercer un control absoluto sobre ese hombre casado. Las llamadas telefónicas a su celular no cesaban a lo largo del día y de la noche, así como los mensajitos con frases comunes y corrientes acerca del amor.
El hombre soportaba el acoso de Lucero, gracias a que ella siempre estaba dispuesta a la relación sexual, dentro y fuera de la empresa. Por fin, ella se sentía linda y hermosa, y sobre todo apetecible para los hombres, al menos para el gerente general.
Lucero comenzó a fallar en el desempeño de su trabajo por estar más pendiente de los movimientos del gerente general. En sus arrebatos pasionales Lucero le exigía que abandonara a su esposa e hijos para irse a vivir juntos, él se oponía a tan descabellada idea de Lucero. Ella no quería ser más la amante, la otra, el plato de segunda mesa. Por fin le pudo plantear al gerente general: "O ella o yo".
El gerente general le dijo:" no dejo a mi mujer y a mis hijos por ti; además te pido que me entregues tu renuncia". Ella enmudeció, y se puso a llorar como descocida.
Desde ese preciso instante, Lucero sale de su nuevo trabajo, donde se desempeña como psicóloga en un colegio privado, y se va de inmediato a su antiguo empleo, al súpermercado, para vigilar cuidadosamente los pasos de su examante. Lo espía dentro y fuera de esa negociación, como todos la conocen no le impiden realizar su labor de espionaje descarado.
Cuando el gerente general se liga a alguna de las nuevas cajeras, y Lucero se entera, va directamente al grano: golpea a sus rivales, les rasga la ropa, las despeina y las llena de puntapiés en las piernas. Además consigue los teléfonos de ellas y les habla día y noche pidiéndoles que dejen en paz a su amorcito o de lo contrario se las verán de nuevo con ella.
Cuando son días de balance general o de inventarios, en los cuales todos los empleados se quedan buena parte de la noche en la empresa, Lucero monta guardia toda la noche en espera de que salgan todos y vigilar que su examante no sea acompañado por ninguna mujer, porque si no ella se avalnza sobre los dos y los golpea fuertemente. Ella defiende lo suyo con dientes y garras.
Cuando Lucero desapareció de su casa y de su nuevo trabajo, todos sospecharon del gerente general, quien se perfilaba como el presunto asesino de Lucero, pero al ir las amigas a averiguar el paradero del gerente general, se llevaron menuda sorpresa.
El gerente general había desaparecido también, dejando una nota a su familia en la cual decía: "No se culpe a nadie de mi muerte, hice un pacto y lo voy a cumplir".
El Barcelona en Guatemala.
Un fenómeno derivado de la globalización es la atracción que ejerce en todo el mundo el equipo de fútbol catalán El Barcelona. Hoy sábado cuando se disputó el partido estelar entre el Barsa y el Real Madrid, en el estadio Santiago Bernabeu de la capítal madrileña.
En mi amada Guatemala, hasta en los ricones más remotos del país, miles de chapines portan la camisola del Barsa con un cierto aire de orgullo, sin saber porqué de esa actitud de superioridad.
Los indígenas que son mayoría en este país, no pueden permanecer ajenos a la globalización del fútbol, ellos también se visten de azulgranas cada vez que "su" equipo juega dentro y fuera de España.
Hoy ganó el Barsa una vez más al Real, dos a cero, y pudieron ser cuatro goles en total pero fallaron los delanteros catalanes, sin embargo el espectáculo futbolístico fue maravilloso para los miles de hinchas chapines que siguieron el partido sentados al borde la butaca y no dejaron de alentar a gritos a "su" equipo.
Al finalizar este histórico partido de fútbol, los aficionados de ambos equipos españoles, se enfrascaron en guerras verbales en donde se encontraban, sin llegar a los golpes.
El fútbol chapín muere de inanición, casi nadie va a los estadios a presenciar los partidos de la liga nacional; y mucho menos compran las camisolas de los equipos de acá.
Guatemala hace mucho que no clasifica en su área centroamericana para ir al mundial de fútbol, siempre ganan los hondureños, salvadoreños y costarricenses.
Los chapines le van a los ganadores siempre, ahora su favorito es Brasil para conseguir la copa del Mundo.
!!Son listos¡¡
En mi amada Guatemala, hasta en los ricones más remotos del país, miles de chapines portan la camisola del Barsa con un cierto aire de orgullo, sin saber porqué de esa actitud de superioridad.
Los indígenas que son mayoría en este país, no pueden permanecer ajenos a la globalización del fútbol, ellos también se visten de azulgranas cada vez que "su" equipo juega dentro y fuera de España.
Hoy ganó el Barsa una vez más al Real, dos a cero, y pudieron ser cuatro goles en total pero fallaron los delanteros catalanes, sin embargo el espectáculo futbolístico fue maravilloso para los miles de hinchas chapines que siguieron el partido sentados al borde la butaca y no dejaron de alentar a gritos a "su" equipo.
Al finalizar este histórico partido de fútbol, los aficionados de ambos equipos españoles, se enfrascaron en guerras verbales en donde se encontraban, sin llegar a los golpes.
El fútbol chapín muere de inanición, casi nadie va a los estadios a presenciar los partidos de la liga nacional; y mucho menos compran las camisolas de los equipos de acá.
Guatemala hace mucho que no clasifica en su área centroamericana para ir al mundial de fútbol, siempre ganan los hondureños, salvadoreños y costarricenses.
Los chapines le van a los ganadores siempre, ahora su favorito es Brasil para conseguir la copa del Mundo.
!!Son listos¡¡
viernes, 9 de abril de 2010
Pasión Tropical.
Luis es un exitoso industrial mexicano, aunque es un reconocido metrosexual de la colonia Condesa, tiene deseos de conocer a una linda mujer y casarse con ella; en el tema de los hijos no está muy seguro de querer tener uno.
Luis es un abogado egresado de la Escuela Libre de Derecho, viene de una familia humilde, pero el haber estudiado en esa institución prestigiosa con una beca, le dio la oportunidad de relacionarse con varios hijos de políticos e industriales de hoy.
Luis tiene una inteligencia brillante, fue un estudiante notable con altas notas. Tuvo una novia, Brenda, a lo largo de la carrera de abogado, ella estudiaba Relaciones Internacionales en la Universidad Iberoamericana, en la que tuvo de compañero de carrera a un connotado pólítico perteneciente al partido en el poder. Esas fueron las oportunidades que Luis no dejó pasar nunca, siempre le pedía a Brenda que salieran juntos y que se hicieran acompañar de sus compañeros con influencia política.
Todo ello facilitó las cosas para Luis, supo capitalizar las relaciones suyas además de las que su novia le aportaba. Cuando Luis planteó el proyecto de poner una Planta de Reciclaje de Plásticos, que solucionaría algunos problemas de contaminación de basuras en diversos estados de la república, contó con el entusiasmo de sus compañeros y amigos que había recolectado a lo largo de cinco años. Le ofrecieron contactos claves y apoyos financieros de instituciones públicas y privadas. La bandeja puesta para hacerse rico, como siempre lo había soñado.
Luis ya se había hecho de un lindo Loft, de esos que construye el arquitecto de moda en la colonia Condesa Lucio Muniain, típico sitio para alojar a metrosexuales con fortuna, esos jóvenes dedicados al gimnasio y a la buena ropa y buenos restaurantes; Luis era de esos profesionistas que muestran su estatus mediante lujosos automóviles, tenía un BMW y un Mercedes Benz deportivo.
Luis tuvo que viajar a Alemania para visitar empresas fabricantes de las Plantas Recicladoras de Plásticos. En esa ocasión Luis coincidió con una delegación cubana que iban con los mismos propósitos de llevar esa adelantada tecnología a la Isla. Ahí conoció a Lucía, una mulata despanpanante, ingeniera ambiental ella, con posgrados en Rusia, maestría y doctorado. ella era la jefa de proyecto del gobierno cubano para asuntos ambientales del reciclaje.
Lucía era una mujer un poco mayor que Luis, tenía 42 años y un hijo de 12 años. Estaba recién divorciada de un ingeniero francés, que se había vuelto a Paris desconsolado por su fracaso matrimonial con Lucía. El bebía demasiado, le confesó Lucía a Luis, y esa fue la razón de la separación.
Luis vuelve a México y se dedica en cuerpo y alma a montar la Planta de Reciclaje de Plásticos, para ello el gobernador del Estado de México le cedió un enorme terreno en las cercanías de San Felipe del Progreso, exento del pago de impuestos por veinte años.
Meses después, Luis recibe un correo electrónico de Lucía la cubana. Ella le ofreció a Luis que fuera a la Isla a conocer los avances de la Planta de Reciclaje que ella dirigía. Ni tardo ni perezoso, Luis arregla maletas y se lanza a Cuba dos semanas después, animado más por ver a Lucía que la Planta de Reciclaje de Plásticos.
Luis se quedó en el departamentito que disponía Lucía en pleno centro de la Habana, al menos eso le demostraba que él le importaba a ella. El no disimulaba su admiración y deseo por Lucía, aunque el hijo adolescente de Lucía se encargó de boicotear un poco la visita de Luis, no les dejó dormir juntos.
La imposibilidad de realizar el deseo de Luis de acostarse con Lucía, lo llevó a prometerle matrimonio en corto plazo, con la condición de que ella se fuera a vivir con él a México. Luis vuelve frustrado a México, por no poder tener relaciones sexuales con su amada Lucía, todo por ese !!pinche¡¡ chamaco jodón.
El matrimonio se concerta para realizarse por poder, eso significa que alguien en Cuba representará a Luis en esa ceremonia civil, un funcionario de la Embajada de México hará el papel de Luis en forma legal. El gobierno cubano impidió que Lucía saliera del país, hasta que concluyera el proyecto de la Planta de Reciclaje de Plásticos, y para eso faltaban cinco meses más. También Luis estaba amarrado a lo mismo, sus socios financieros le exigieron que no abandonara el país hasta concluir con la instalación de la planta a su cargo.
Lucía empezó a pedirle a Luis importantes cantidades de dinero, en dólares, para gastos diversos de ella para su traslado a México. Mes trás mes, Luis remitía entre quince y veinte mil dólares a Lucía, las constantes llamadas telefónicas de ese par de tortolitos enamorados refrendaban ese enorme cariño y amor del uno por el otro.
Los plazos se alargaban en exceso para consumar ese matrimonio legal, y así llegaron hasta el mes de diciembre, ocho meses después de la fecha acordada para el encuentro en México.
Diciembre, se dijo Luis, es la ocasión para ir a la Habana por su amada.
Luis se prepara y se va a la Habana, loco de contento, llega al aeropuerto de Rancho Boyeros, y no ve entre la multitud a Lucía, no fue por él como habían acordado días antes. Luis sale del aeropuerto angustiado y parte directamente en un taxi pirata al centro de la Habana. Llegó apresurado a la puerta del departamento de Lucía, tocó la puerta con fuerza y salió a abrir una señora anciana quien le dijo que ella era ahora la inquilina de esa casa.
¿Y Lucía?
Después supo Luis, que Lucía vive cómodamente en Paris al lado de su ex-marido y de su adolescente crío.
Luis es un abogado egresado de la Escuela Libre de Derecho, viene de una familia humilde, pero el haber estudiado en esa institución prestigiosa con una beca, le dio la oportunidad de relacionarse con varios hijos de políticos e industriales de hoy.
Luis tiene una inteligencia brillante, fue un estudiante notable con altas notas. Tuvo una novia, Brenda, a lo largo de la carrera de abogado, ella estudiaba Relaciones Internacionales en la Universidad Iberoamericana, en la que tuvo de compañero de carrera a un connotado pólítico perteneciente al partido en el poder. Esas fueron las oportunidades que Luis no dejó pasar nunca, siempre le pedía a Brenda que salieran juntos y que se hicieran acompañar de sus compañeros con influencia política.
Todo ello facilitó las cosas para Luis, supo capitalizar las relaciones suyas además de las que su novia le aportaba. Cuando Luis planteó el proyecto de poner una Planta de Reciclaje de Plásticos, que solucionaría algunos problemas de contaminación de basuras en diversos estados de la república, contó con el entusiasmo de sus compañeros y amigos que había recolectado a lo largo de cinco años. Le ofrecieron contactos claves y apoyos financieros de instituciones públicas y privadas. La bandeja puesta para hacerse rico, como siempre lo había soñado.
Luis ya se había hecho de un lindo Loft, de esos que construye el arquitecto de moda en la colonia Condesa Lucio Muniain, típico sitio para alojar a metrosexuales con fortuna, esos jóvenes dedicados al gimnasio y a la buena ropa y buenos restaurantes; Luis era de esos profesionistas que muestran su estatus mediante lujosos automóviles, tenía un BMW y un Mercedes Benz deportivo.
Luis tuvo que viajar a Alemania para visitar empresas fabricantes de las Plantas Recicladoras de Plásticos. En esa ocasión Luis coincidió con una delegación cubana que iban con los mismos propósitos de llevar esa adelantada tecnología a la Isla. Ahí conoció a Lucía, una mulata despanpanante, ingeniera ambiental ella, con posgrados en Rusia, maestría y doctorado. ella era la jefa de proyecto del gobierno cubano para asuntos ambientales del reciclaje.
Lucía era una mujer un poco mayor que Luis, tenía 42 años y un hijo de 12 años. Estaba recién divorciada de un ingeniero francés, que se había vuelto a Paris desconsolado por su fracaso matrimonial con Lucía. El bebía demasiado, le confesó Lucía a Luis, y esa fue la razón de la separación.
Luis vuelve a México y se dedica en cuerpo y alma a montar la Planta de Reciclaje de Plásticos, para ello el gobernador del Estado de México le cedió un enorme terreno en las cercanías de San Felipe del Progreso, exento del pago de impuestos por veinte años.
Meses después, Luis recibe un correo electrónico de Lucía la cubana. Ella le ofreció a Luis que fuera a la Isla a conocer los avances de la Planta de Reciclaje que ella dirigía. Ni tardo ni perezoso, Luis arregla maletas y se lanza a Cuba dos semanas después, animado más por ver a Lucía que la Planta de Reciclaje de Plásticos.
Luis se quedó en el departamentito que disponía Lucía en pleno centro de la Habana, al menos eso le demostraba que él le importaba a ella. El no disimulaba su admiración y deseo por Lucía, aunque el hijo adolescente de Lucía se encargó de boicotear un poco la visita de Luis, no les dejó dormir juntos.
La imposibilidad de realizar el deseo de Luis de acostarse con Lucía, lo llevó a prometerle matrimonio en corto plazo, con la condición de que ella se fuera a vivir con él a México. Luis vuelve frustrado a México, por no poder tener relaciones sexuales con su amada Lucía, todo por ese !!pinche¡¡ chamaco jodón.
El matrimonio se concerta para realizarse por poder, eso significa que alguien en Cuba representará a Luis en esa ceremonia civil, un funcionario de la Embajada de México hará el papel de Luis en forma legal. El gobierno cubano impidió que Lucía saliera del país, hasta que concluyera el proyecto de la Planta de Reciclaje de Plásticos, y para eso faltaban cinco meses más. También Luis estaba amarrado a lo mismo, sus socios financieros le exigieron que no abandonara el país hasta concluir con la instalación de la planta a su cargo.
Lucía empezó a pedirle a Luis importantes cantidades de dinero, en dólares, para gastos diversos de ella para su traslado a México. Mes trás mes, Luis remitía entre quince y veinte mil dólares a Lucía, las constantes llamadas telefónicas de ese par de tortolitos enamorados refrendaban ese enorme cariño y amor del uno por el otro.
Los plazos se alargaban en exceso para consumar ese matrimonio legal, y así llegaron hasta el mes de diciembre, ocho meses después de la fecha acordada para el encuentro en México.
Diciembre, se dijo Luis, es la ocasión para ir a la Habana por su amada.
Luis se prepara y se va a la Habana, loco de contento, llega al aeropuerto de Rancho Boyeros, y no ve entre la multitud a Lucía, no fue por él como habían acordado días antes. Luis sale del aeropuerto angustiado y parte directamente en un taxi pirata al centro de la Habana. Llegó apresurado a la puerta del departamento de Lucía, tocó la puerta con fuerza y salió a abrir una señora anciana quien le dijo que ella era ahora la inquilina de esa casa.
¿Y Lucía?
Después supo Luis, que Lucía vive cómodamente en Paris al lado de su ex-marido y de su adolescente crío.
Enseñando los dientes.
Desde que era un niño de ocho años, le molestaba tremendamente ir a visitar al dentista que era un amigo de su padre. Tanto su padre como el dentista reían a carjadas cada vez que el niño era subido al sillón del consultorio, y éste exclamaba al momento de sentir el taladro dentro de su boca !! No hueco, no hueco ¡¡
Al paso de los años ese niño se convirtió en un adolescente, cuya característica principal de su imagen era su dentadura.
En la memoria del niño habían quedado grabados todos los olores del consultorio del amigo de su papá: clavo, amalgamas, pasta de dientes, desinfectantes y resinas. También los ruidos de los instrumentos al ser manipulados por el dentista, al momento en que el niño abría la boca y cerraba los ojos automáticamente para no ver nada, las pinzas, alicates, aspiradora de saliva y el horripilante ruido ensordecedor de la fresadora, que al momento de ser aplicada a la pieza dental correspondiente despedía un olor particular como a cacho de buey quemado, y despedía cientos de fragmentos de dientes o muelas por el interior de la cavidad bucal, que luego serían escupidos a un recipiente de porcelana con una manguerita echando agua, ubicado al lado izquierdo del sillón.
Cómo poder olvidar también el decorado del consultorio, para un niño con un poder de observación extraordinaria para su edad, que en todo se fijaba, esas paredes pintadas de un verde pálido que tenían el propósito de calmar los nervios de los pacientes, y que siendo adulto comprendió la certeza de esa práctica al estudiar la Teoría del Color. No podían faltar en las paredes los diplomas de actualización en endodoncia, que el doctor cursó en los Estados Unidos; y por supuesto el título de Licenciado en Odontología que obtuvo en la Universidad de San Carlos de Guatemala, la famosa USAC.
En esa época ese dentista era un innovador decía el padre del chico, paciente frecuente de ese consultorio, porque al momento de entrar el paciente y sentarse en el sillón de las torturas, empezaba a escucharse las notas de una música clásica, que después supo el chico se trataba de Mozart. Esto lo hacía el dentista con la idea de su época de que la música calma a las fieras.
Cuando el chico cumplió diez y seis años, y su cutis estaba decorado con un acné virulento, que le explotaba de forma simétrica: un barro enorme en el centro de la frente, otro en la punta de la nariz y otro más enmedio de la barbilla, que él la tenía partida en dos. Su padre decidió que había que hacer cambios radicales en el rostro del chico, primero un tratamiento para abolir ese asqueroso acné que florecía todos los días y que afeaba seriamente su cutis. Y también hacer un arreglo en los dientes, con su amigo el dentista de toda la vida.
Sin el convencimiento del chico acerca de los tratamientos sugeridos por su padre autoritario, se tuvo que someter a ambos tratamientos salvajes. Lo del cutis maltratado por el acné fue rápido, unos tres meses de sesiones continuas de limpieza facial, pero el tratamiento de los dientes duró muchos años, con dolor y sufrimiento.
La decisión del dentista, amigo de su padre, fue mejorar la imagen facial del chico adolescente, al proponer quitarle seis piezas dentales delanteras de la mandíbula superior y rebajarle un poco del hueso maxilar.
Estas operaciones fueron de una extrema crueldad, no había música clásica que parará el dolor o amortiguara los nervios del chico adolescente, tampoco las paredes pintadas de verde pálido ayudaban a tranquilizarlo, ni la docena de diplomas de actualización le inspiraban confianza alguna.
El día de la operación el chico llegó acompañado de su padre, y el dentista saludó a ambos con una enorme sonrisa, sádica, diría años después el chico operado. Al sentarse en el sillón el chico, abrió la boca lo más posible y de inmediato le introdujo el doctor una jeringa con anestesia que picó en el cielo del paladar, por los nervios del chico adolescente el efecto de la anestesia no se dejaba sentir, hasta qeu optó el doctor por aplicarle seis inyecciones seguidas para anestesiarlo completamente. Al fin se durmió la boca entera del chico.
Empezaron las extracciones, una por una, hasta completar seis piezas dentales delanteras de la mandíbula superior. Agotados, tanto el doctor como el chico, por la dureza y largueza de las raíces de esas piezas sanas y fuertes, que no se dejaban extraer con facilidad, por fin venció el doctor.
Ahora venía lo peor para el chico, romper el hueso de la mandíbula para rebajar esa parte saliente y mejorar la estética del chico a futuro. Las astillas de hueso brincaban sin cesar por la cara del chico, al aplicar el dentista sus implacables tenazas y alicates especiales sobre el hueso.
El trabajo fue un éxito profesional del dentista y la causa de un enorme dolor emocional para el chico durante muchos años.
Sí mejoró notablemente el aspecto físico de su rostro, el chico no tenía ninguna huella del acné y su nueva dentadura postiza le daba un aspecto mejor, más relajado ese labio superior sobre sus dientes delanteros.
El padre del chico se sentía orgulloso de su plan de mejoramiento facial de su chico consentido, y felicitó ampliamente a su amigo el dentista y le retribuyó con una buena cantidad de quetzales por ese brillante trabajo.
Toda esta historia se fraguó porque el padre del chico no soportaba el apodo que sus compañeros de la escuela le habían indilgaron a su querido hijo.
Ese apodo, era el de TRIBILÍN.
Al paso de los años ese niño se convirtió en un adolescente, cuya característica principal de su imagen era su dentadura.
En la memoria del niño habían quedado grabados todos los olores del consultorio del amigo de su papá: clavo, amalgamas, pasta de dientes, desinfectantes y resinas. También los ruidos de los instrumentos al ser manipulados por el dentista, al momento en que el niño abría la boca y cerraba los ojos automáticamente para no ver nada, las pinzas, alicates, aspiradora de saliva y el horripilante ruido ensordecedor de la fresadora, que al momento de ser aplicada a la pieza dental correspondiente despedía un olor particular como a cacho de buey quemado, y despedía cientos de fragmentos de dientes o muelas por el interior de la cavidad bucal, que luego serían escupidos a un recipiente de porcelana con una manguerita echando agua, ubicado al lado izquierdo del sillón.
Cómo poder olvidar también el decorado del consultorio, para un niño con un poder de observación extraordinaria para su edad, que en todo se fijaba, esas paredes pintadas de un verde pálido que tenían el propósito de calmar los nervios de los pacientes, y que siendo adulto comprendió la certeza de esa práctica al estudiar la Teoría del Color. No podían faltar en las paredes los diplomas de actualización en endodoncia, que el doctor cursó en los Estados Unidos; y por supuesto el título de Licenciado en Odontología que obtuvo en la Universidad de San Carlos de Guatemala, la famosa USAC.
En esa época ese dentista era un innovador decía el padre del chico, paciente frecuente de ese consultorio, porque al momento de entrar el paciente y sentarse en el sillón de las torturas, empezaba a escucharse las notas de una música clásica, que después supo el chico se trataba de Mozart. Esto lo hacía el dentista con la idea de su época de que la música calma a las fieras.
Cuando el chico cumplió diez y seis años, y su cutis estaba decorado con un acné virulento, que le explotaba de forma simétrica: un barro enorme en el centro de la frente, otro en la punta de la nariz y otro más enmedio de la barbilla, que él la tenía partida en dos. Su padre decidió que había que hacer cambios radicales en el rostro del chico, primero un tratamiento para abolir ese asqueroso acné que florecía todos los días y que afeaba seriamente su cutis. Y también hacer un arreglo en los dientes, con su amigo el dentista de toda la vida.
Sin el convencimiento del chico acerca de los tratamientos sugeridos por su padre autoritario, se tuvo que someter a ambos tratamientos salvajes. Lo del cutis maltratado por el acné fue rápido, unos tres meses de sesiones continuas de limpieza facial, pero el tratamiento de los dientes duró muchos años, con dolor y sufrimiento.
La decisión del dentista, amigo de su padre, fue mejorar la imagen facial del chico adolescente, al proponer quitarle seis piezas dentales delanteras de la mandíbula superior y rebajarle un poco del hueso maxilar.
Estas operaciones fueron de una extrema crueldad, no había música clásica que parará el dolor o amortiguara los nervios del chico adolescente, tampoco las paredes pintadas de verde pálido ayudaban a tranquilizarlo, ni la docena de diplomas de actualización le inspiraban confianza alguna.
El día de la operación el chico llegó acompañado de su padre, y el dentista saludó a ambos con una enorme sonrisa, sádica, diría años después el chico operado. Al sentarse en el sillón el chico, abrió la boca lo más posible y de inmediato le introdujo el doctor una jeringa con anestesia que picó en el cielo del paladar, por los nervios del chico adolescente el efecto de la anestesia no se dejaba sentir, hasta qeu optó el doctor por aplicarle seis inyecciones seguidas para anestesiarlo completamente. Al fin se durmió la boca entera del chico.
Empezaron las extracciones, una por una, hasta completar seis piezas dentales delanteras de la mandíbula superior. Agotados, tanto el doctor como el chico, por la dureza y largueza de las raíces de esas piezas sanas y fuertes, que no se dejaban extraer con facilidad, por fin venció el doctor.
Ahora venía lo peor para el chico, romper el hueso de la mandíbula para rebajar esa parte saliente y mejorar la estética del chico a futuro. Las astillas de hueso brincaban sin cesar por la cara del chico, al aplicar el dentista sus implacables tenazas y alicates especiales sobre el hueso.
El trabajo fue un éxito profesional del dentista y la causa de un enorme dolor emocional para el chico durante muchos años.
Sí mejoró notablemente el aspecto físico de su rostro, el chico no tenía ninguna huella del acné y su nueva dentadura postiza le daba un aspecto mejor, más relajado ese labio superior sobre sus dientes delanteros.
El padre del chico se sentía orgulloso de su plan de mejoramiento facial de su chico consentido, y felicitó ampliamente a su amigo el dentista y le retribuyó con una buena cantidad de quetzales por ese brillante trabajo.
Toda esta historia se fraguó porque el padre del chico no soportaba el apodo que sus compañeros de la escuela le habían indilgaron a su querido hijo.
Ese apodo, era el de TRIBILÍN.
miércoles, 7 de abril de 2010
Un viejo amor.
Norma y Rodrigo se conocieron a través de La Red, en uno de esos sitios de encuentro para parejas de los que existen cientos de ellos, se intercambiaron fotos y frases amorosas desde el principio.
Muy pronto, decidieron que había que colocarle a la computadora una cámara para poderse ver en directo y charlar como si estuvieran juntos, cara a cara. Y así lo hicieron de inmediato para gran regocijo de ambos.
En el caso de Norma y Rodrigo no había ninguna posibilidad de suplantar imagen personal o identidad, ya que se veían todos los días y a todas horas por medio de la cámara de la computadora; todo era verdadero entre ellos.
La relación entre ellos fue creciendo con paso firme, ya habían chateado más de un año y sentían que ya se conocían lo suficiente para poder dar el paso crucial, que consiste en encontrarse en persona y ver si existe "química", ya que el deseo siempre estuvo muy firme y creciente.
Rodrigo en más de una ocasión le planteó seriamente a Norma que él deseaba casarse con ella, pero ella no respondía a esa petición más bien se ponía difícil. Esta resistencia de Norma al compromiso que él seriamente le ofrecía, lo ponía furioso e intolerante con ella.
Al cumplir los primeros dos años de "relación cibernética", Rodrigo invita a Norma a visitarlo en su pequeña ciudad alejada de la capital donde ella vivía. El viaje de Norma incluía un viaje redondo por avión que Rodrigo pagaría integramente. Además, él le ofreció a Norma alojamiento en su propia casa.
Norma hizo grandes preparativos, se reunió varias veces con su grupo de amigas para recibir consejos de qué hacer cuando la pareja se encontrara por fin. Las amigas reían todo el tiempo por esta locura de Norma y le recomendaban prudencia sobre todo en el terreno sexual, le decían que no se entregara a las primeras de cambio. Además Norma acudió insistentemente con su familia para recabar opiniones acerca de este viaje a la casa de Rodrigo, en aquella lejana ciudad. La familia mostró reticencias por ese encuentro, no les parecía nada adecuado que Norma viajara a esa aventura incierta. sin embargo, Norma persistió en su empeño de encontrarse con Rodrigo, y salvo sus amigas íntimas que la apoyaron todo el tiempo, la familia se incomodó con esa decisión de Norma.
El día del viaje llegó por fin, Norma se hizo arreglar en una estética famosa de su ciudad natal, se peinó y se arregló las uñas de pies y manos, además se hizo un par de mascarillas faciales para mejorar su cutis. Se compró ropa, inclusive ropa interior, que fuera adecuada para el clima caluroso de la ciudad donde vive Rodrigo.
El viaje en el avión fue emocionante para Norma, era su primer vuelo. El viaje duró dos horas, que a ella se le hicieron eternas, ya quería llegar y arrojarse a los brazos de Rodrigo. El encuentro de los dos fue algo soñado por ambos, muy preparado el asunto, Rodrigo le tenía un enorme ramo de rosas rojas y Norma traía una caja de regalo que contenía algunas corbatas italianas de seda, bellísimas. Se dio el intercambio de regalos en pleno aeropuerto y también un intercambio de prolongados besos en la boca. Las palabras: "mi amor", "mi princesita", "mi galán hermoso", "mi caballeroso enamorado", no dejaron de repetirse. No podían articular otras frases, ambos estaban paralizados y mudos por la emoción del ansiado encuentro.
Rodrigo presuroso llevó a Norma a su casa, la instaló en una habitación aparte de la suya, y la llevó a la sala donde tenía preparada la champán y unos bocadillos especiales que él mando a hacer con una chef de la localidad. Comieron y bebieron muy contentos, y Rodrigo insistía en que ya deberían ir a la cama. Norma se negaba con delicadeza.
El viaje de Norma lo había planeado Rodrigo para que durara tres días. Ese primer día, el del encuentro emocionante, donde ambos oían violines inexistentes como señal de su pasión, le faltaba una sorpresa.
En la noche Rodrigo llevó a Norma a un lujoso restaurante y cenaron ricas viandas y otra vez champán, el objetivo de él parecía el querer embriagar a Norma y llevarla a su cama, porque tanta insistencia de él se estrellaba frente a un muro sólido que construyó Norma a su alrededor; él decidió que aunque fuera borracha la haría suya esa noche.
A la media noche, al volver a la casa de Rodrigo, Norma le planteó que era mejor que ella se fuera a un hotel a pernoctar. Rodrigo aceptó a regañadientes y la llevó a un hotel del centro, ahí se despidieron y él se fue con la frustración a flor de piel, no resultó su plan erótico.
A la mañana siguiente Norma se levantó temprano y desayunó sola en el hotel, esperando la llegada de su amado Rodrigo, al paso del tiempo ella decidió llamarlo por el celular y él ya no contestó esa llamada de Norma. Ella si deseaba verlo y hablar con él acerca de los planes matrimoniales de los cuales habían hablado tanto a lo largo de los dos años de "relación".
Norma entiende la "desaparición" de Rodrigo y emprende el trayecto hacia el aeropuerto, retorna antes de tiempo, toda confundida por lo sucedido en ese viaje tan hermoso, que prometía demasiadas ilusiones. Y nada, no ocurrió absolutamente nada de lo soñado y conversado con él.
Cuando Norma regresa al hogar, su familia se reune de inmediato y la regañan por lo sucedido con Rodrigo.
"Mamá cómo se te ocurre ir a la aventura tras un hombre de setenta años".
"Tú no eres una jovencita quinceañera, eres una abuela de sesenta y cinco años, ubícate"
Norma dejó la maleta en su cuarto y sacó toda la ropa nueva sin estrenar. Y se dijo: "Ya habrá una nueva oportunidad de encontrar un novio serio, no quiero estar sola en la vida".
Muy pronto, decidieron que había que colocarle a la computadora una cámara para poderse ver en directo y charlar como si estuvieran juntos, cara a cara. Y así lo hicieron de inmediato para gran regocijo de ambos.
En el caso de Norma y Rodrigo no había ninguna posibilidad de suplantar imagen personal o identidad, ya que se veían todos los días y a todas horas por medio de la cámara de la computadora; todo era verdadero entre ellos.
La relación entre ellos fue creciendo con paso firme, ya habían chateado más de un año y sentían que ya se conocían lo suficiente para poder dar el paso crucial, que consiste en encontrarse en persona y ver si existe "química", ya que el deseo siempre estuvo muy firme y creciente.
Rodrigo en más de una ocasión le planteó seriamente a Norma que él deseaba casarse con ella, pero ella no respondía a esa petición más bien se ponía difícil. Esta resistencia de Norma al compromiso que él seriamente le ofrecía, lo ponía furioso e intolerante con ella.
Al cumplir los primeros dos años de "relación cibernética", Rodrigo invita a Norma a visitarlo en su pequeña ciudad alejada de la capital donde ella vivía. El viaje de Norma incluía un viaje redondo por avión que Rodrigo pagaría integramente. Además, él le ofreció a Norma alojamiento en su propia casa.
Norma hizo grandes preparativos, se reunió varias veces con su grupo de amigas para recibir consejos de qué hacer cuando la pareja se encontrara por fin. Las amigas reían todo el tiempo por esta locura de Norma y le recomendaban prudencia sobre todo en el terreno sexual, le decían que no se entregara a las primeras de cambio. Además Norma acudió insistentemente con su familia para recabar opiniones acerca de este viaje a la casa de Rodrigo, en aquella lejana ciudad. La familia mostró reticencias por ese encuentro, no les parecía nada adecuado que Norma viajara a esa aventura incierta. sin embargo, Norma persistió en su empeño de encontrarse con Rodrigo, y salvo sus amigas íntimas que la apoyaron todo el tiempo, la familia se incomodó con esa decisión de Norma.
El día del viaje llegó por fin, Norma se hizo arreglar en una estética famosa de su ciudad natal, se peinó y se arregló las uñas de pies y manos, además se hizo un par de mascarillas faciales para mejorar su cutis. Se compró ropa, inclusive ropa interior, que fuera adecuada para el clima caluroso de la ciudad donde vive Rodrigo.
El viaje en el avión fue emocionante para Norma, era su primer vuelo. El viaje duró dos horas, que a ella se le hicieron eternas, ya quería llegar y arrojarse a los brazos de Rodrigo. El encuentro de los dos fue algo soñado por ambos, muy preparado el asunto, Rodrigo le tenía un enorme ramo de rosas rojas y Norma traía una caja de regalo que contenía algunas corbatas italianas de seda, bellísimas. Se dio el intercambio de regalos en pleno aeropuerto y también un intercambio de prolongados besos en la boca. Las palabras: "mi amor", "mi princesita", "mi galán hermoso", "mi caballeroso enamorado", no dejaron de repetirse. No podían articular otras frases, ambos estaban paralizados y mudos por la emoción del ansiado encuentro.
Rodrigo presuroso llevó a Norma a su casa, la instaló en una habitación aparte de la suya, y la llevó a la sala donde tenía preparada la champán y unos bocadillos especiales que él mando a hacer con una chef de la localidad. Comieron y bebieron muy contentos, y Rodrigo insistía en que ya deberían ir a la cama. Norma se negaba con delicadeza.
El viaje de Norma lo había planeado Rodrigo para que durara tres días. Ese primer día, el del encuentro emocionante, donde ambos oían violines inexistentes como señal de su pasión, le faltaba una sorpresa.
En la noche Rodrigo llevó a Norma a un lujoso restaurante y cenaron ricas viandas y otra vez champán, el objetivo de él parecía el querer embriagar a Norma y llevarla a su cama, porque tanta insistencia de él se estrellaba frente a un muro sólido que construyó Norma a su alrededor; él decidió que aunque fuera borracha la haría suya esa noche.
A la media noche, al volver a la casa de Rodrigo, Norma le planteó que era mejor que ella se fuera a un hotel a pernoctar. Rodrigo aceptó a regañadientes y la llevó a un hotel del centro, ahí se despidieron y él se fue con la frustración a flor de piel, no resultó su plan erótico.
A la mañana siguiente Norma se levantó temprano y desayunó sola en el hotel, esperando la llegada de su amado Rodrigo, al paso del tiempo ella decidió llamarlo por el celular y él ya no contestó esa llamada de Norma. Ella si deseaba verlo y hablar con él acerca de los planes matrimoniales de los cuales habían hablado tanto a lo largo de los dos años de "relación".
Norma entiende la "desaparición" de Rodrigo y emprende el trayecto hacia el aeropuerto, retorna antes de tiempo, toda confundida por lo sucedido en ese viaje tan hermoso, que prometía demasiadas ilusiones. Y nada, no ocurrió absolutamente nada de lo soñado y conversado con él.
Cuando Norma regresa al hogar, su familia se reune de inmediato y la regañan por lo sucedido con Rodrigo.
"Mamá cómo se te ocurre ir a la aventura tras un hombre de setenta años".
"Tú no eres una jovencita quinceañera, eres una abuela de sesenta y cinco años, ubícate"
Norma dejó la maleta en su cuarto y sacó toda la ropa nueva sin estrenar. Y se dijo: "Ya habrá una nueva oportunidad de encontrar un novio serio, no quiero estar sola en la vida".
martes, 6 de abril de 2010
Sexo seguro y distante.
Un consumidor clásico de esta sociedad posmoderna no se aferra a nada de lo que posee, todo es desechable al fin y al cabo, todo se puede reemplazar por otro objeto, bien o persona adecuada.
Aquí difieren grandemente con lo que propone el budismo, que pregona el NO apego a las cosas y a las personas, pero no dice que hay que reponer lo que se desprende de uno, es más la idea es quedarse al final sin nada que ate al ser humano. el consumista, por el contrario, desecha y repone de inmediato lo que acaba de tirar al cesto de la basura.
Aquellos que no necesitan aferrarse a sus posesiones durante mucho tiempo, por cierto no el suficiente como para permitir que el tedio se instale, están en la cúspide. en la sociedad de consumo, la imagen del éxito es la del prestidigitador. Esta sociedad hiperconsumista tiene un ideal por cumplir, que los compradores compulsivos se acostumbren a ALQUILAR, en lugar de adquirir la posesión del bien o servicio, también es válido para las personas, éstas también se pueden alquilar.
La purificación del sexo permite que la práctica sexual se adapte a esos patrones tan avanzados de compra/alquiler. El sexo puro es considerado como cierta forma de garantía confiable de reembolso económico, y los compañeros de un encuentro puramente sexual pueden sentirse seguros, sabiendo que la ausencia de lazos afectivos compensa la molesta fragilidad de su compromiso.
El significado popular de sexo seguro ha sido reducido en los últimos tiempos al uso de condones. De hecho, usar condón protege a los compañeros sexuales de la infección del SIDA. Los varones y mujeres actuales desean tener un sexo seguro y no solo por el temor a contraer alguna enfermedad de trasmisión sexual. El meollo es que el sexo seguro debe conducir necesariamente a una relación de compromiso, al menos ese es el sentimiento de muchas parejas que propugnan por una práctica de sexo seguro.
En el mundo occidental y urbano posmoderno empieza a crecer un movimiento entre los jóvenes de ambos sexos, que es el sexo seguro sin contacto de cuerpos. Este movimiento social amplio proclama la virginidad (masculina y femenina) hasta el matrimonio, además queda implícito el hecho de las relaciones con absoluta ABSTINENCIA SEXUAL. No queda lugar para las relaciones sexuales prematrimoniales bajo ninguna excusa.
Desde el enfoque psicoanálitico pudieramos decir que la abstinencia sexual sofoca artificialmente el DESEO. Un ser humano sin deseo, no existe. Sin embargo, esta postura sexual de negar el deseo entre los seres humanos jóvenes, cobra mayor importancia entre algunas religiones cristianas, que postulan que el SEXO ES MALO.
Sin llegar a desconocer que existe otro tipo de sexo seguro y distante, que cobra mucha importancia, que es el sexo por La Red de la Internet, valiéndose de una cámara y de un micrófono que hace "Real" el acto sexual cibernético. Esto es lo "nuevo", "moderno" y "Chic".
Aquí difieren grandemente con lo que propone el budismo, que pregona el NO apego a las cosas y a las personas, pero no dice que hay que reponer lo que se desprende de uno, es más la idea es quedarse al final sin nada que ate al ser humano. el consumista, por el contrario, desecha y repone de inmediato lo que acaba de tirar al cesto de la basura.
Aquellos que no necesitan aferrarse a sus posesiones durante mucho tiempo, por cierto no el suficiente como para permitir que el tedio se instale, están en la cúspide. en la sociedad de consumo, la imagen del éxito es la del prestidigitador. Esta sociedad hiperconsumista tiene un ideal por cumplir, que los compradores compulsivos se acostumbren a ALQUILAR, en lugar de adquirir la posesión del bien o servicio, también es válido para las personas, éstas también se pueden alquilar.
La purificación del sexo permite que la práctica sexual se adapte a esos patrones tan avanzados de compra/alquiler. El sexo puro es considerado como cierta forma de garantía confiable de reembolso económico, y los compañeros de un encuentro puramente sexual pueden sentirse seguros, sabiendo que la ausencia de lazos afectivos compensa la molesta fragilidad de su compromiso.
El significado popular de sexo seguro ha sido reducido en los últimos tiempos al uso de condones. De hecho, usar condón protege a los compañeros sexuales de la infección del SIDA. Los varones y mujeres actuales desean tener un sexo seguro y no solo por el temor a contraer alguna enfermedad de trasmisión sexual. El meollo es que el sexo seguro debe conducir necesariamente a una relación de compromiso, al menos ese es el sentimiento de muchas parejas que propugnan por una práctica de sexo seguro.
En el mundo occidental y urbano posmoderno empieza a crecer un movimiento entre los jóvenes de ambos sexos, que es el sexo seguro sin contacto de cuerpos. Este movimiento social amplio proclama la virginidad (masculina y femenina) hasta el matrimonio, además queda implícito el hecho de las relaciones con absoluta ABSTINENCIA SEXUAL. No queda lugar para las relaciones sexuales prematrimoniales bajo ninguna excusa.
Desde el enfoque psicoanálitico pudieramos decir que la abstinencia sexual sofoca artificialmente el DESEO. Un ser humano sin deseo, no existe. Sin embargo, esta postura sexual de negar el deseo entre los seres humanos jóvenes, cobra mayor importancia entre algunas religiones cristianas, que postulan que el SEXO ES MALO.
Sin llegar a desconocer que existe otro tipo de sexo seguro y distante, que cobra mucha importancia, que es el sexo por La Red de la Internet, valiéndose de una cámara y de un micrófono que hace "Real" el acto sexual cibernético. Esto es lo "nuevo", "moderno" y "Chic".
lunes, 5 de abril de 2010
El crimen perfecto.
El asesinato de la niña de cuatro años, aún no tiene responsable o culpable. Lo único que se sabe es que la niña murió asfixiada y que su cuerpo apareció misteriosamente bajo la cama, su propia cama, varios días despues de haber sido sofocada por un adulto.
En la cama de la niña de cuatro años durmieron posteriormente al crimen una amiga de la madre de la niña y la hermana de la madre y el cuñado. Y nadie sospechó nada de que se encontraban en la misma escena del crimen. Qué extraño el asunto del crimen y desaparición del cuerpo de la niña durante varios días, sin haber abandonado nunca la residencia de sus padres.
En una extensa entrevista que dio la madre de la niña asesinada a una televisora privada, siguió demostrando una frialdad a prueba de cualquier emoción por fuerte que ésta sea. La madre se dice abogada y alega su inocencia sin ninguna convicción. No titubea en ningún momento ante preguntas incómodas de la entrevistadora.
Una hipótesis que pone la entrevistadora ante la madre de la niña asesinada, fue justamente el tema de la posible infidelidad de ella. El domingo en que el papá de la niña asesinada llegó de la casa de campo e hizo entrega a la madre de las niñas para que fueran depositadas en sus respectivas recámaras, se sabe que la madre de la niña asesinada estaba recién llegada de un viaje de placer que hizo con una amiga a una playa distante, para celebrar el cumpleaños de aquella.
El supuesto que se maneja ahora es que la madre de la niña asesinada, en ese viaje de placer a la playa tuvo un encuentro amoroso-sexual con un hombre, de cuya identidad y paradero se desconocen hasta el día de hoy; todo ello con la complicidad de la amiga alcahueta.
Los padres de la niña asesinada y las dos nanas son detenidas por las autoridades y arraigadas en un hotel bajo estrictas medidas de seguridad. Todos permanecen separados en habitaciones distintas, sin ninguna comunicación entre ellos.
En ese hotel del arraigo, los padres de la niña asesinada reciben la noticia de que la niña ya fue encontrada muerta !!en su propia habitación¡¡
Al salir en libertad condicionada de ese arraigo, el marido de la madre, supuestamente la asesina de su propia hija, declara a la televisión privada que no desea que su esposa asista al velorio y entierro de la pequeña asesinada, para "no complicar más las cosas (?)".
El papá de la niña asesinada guarda prudente distancia de su mujer, no quiere volver a verla. La familia del marido repudia a la ex-nuera y ex-cuñada y dejan sentir a todos los que quieren escucharlos la posible culpabilidad de la madre.
En pocos días más se sabrá el dictámen de la policía acerca de quién fue el asesino o asesina. Ya está presente el cuerpo del delito, el cadáver de la niña, solamente falta conocer el móvil o razón de su muerte insólita.
No descartemos la posible locura de la madre, solamente así explicaremos este filicidio inexplicable.
Esa mirada perdida de la madre, me da mala espina. Es pura intuición no tengo las pruebas periciales en que apoyar mi dicho, solamente digo...
En la cama de la niña de cuatro años durmieron posteriormente al crimen una amiga de la madre de la niña y la hermana de la madre y el cuñado. Y nadie sospechó nada de que se encontraban en la misma escena del crimen. Qué extraño el asunto del crimen y desaparición del cuerpo de la niña durante varios días, sin haber abandonado nunca la residencia de sus padres.
En una extensa entrevista que dio la madre de la niña asesinada a una televisora privada, siguió demostrando una frialdad a prueba de cualquier emoción por fuerte que ésta sea. La madre se dice abogada y alega su inocencia sin ninguna convicción. No titubea en ningún momento ante preguntas incómodas de la entrevistadora.
Una hipótesis que pone la entrevistadora ante la madre de la niña asesinada, fue justamente el tema de la posible infidelidad de ella. El domingo en que el papá de la niña asesinada llegó de la casa de campo e hizo entrega a la madre de las niñas para que fueran depositadas en sus respectivas recámaras, se sabe que la madre de la niña asesinada estaba recién llegada de un viaje de placer que hizo con una amiga a una playa distante, para celebrar el cumpleaños de aquella.
El supuesto que se maneja ahora es que la madre de la niña asesinada, en ese viaje de placer a la playa tuvo un encuentro amoroso-sexual con un hombre, de cuya identidad y paradero se desconocen hasta el día de hoy; todo ello con la complicidad de la amiga alcahueta.
Los padres de la niña asesinada y las dos nanas son detenidas por las autoridades y arraigadas en un hotel bajo estrictas medidas de seguridad. Todos permanecen separados en habitaciones distintas, sin ninguna comunicación entre ellos.
En ese hotel del arraigo, los padres de la niña asesinada reciben la noticia de que la niña ya fue encontrada muerta !!en su propia habitación¡¡
Al salir en libertad condicionada de ese arraigo, el marido de la madre, supuestamente la asesina de su propia hija, declara a la televisión privada que no desea que su esposa asista al velorio y entierro de la pequeña asesinada, para "no complicar más las cosas (?)".
El papá de la niña asesinada guarda prudente distancia de su mujer, no quiere volver a verla. La familia del marido repudia a la ex-nuera y ex-cuñada y dejan sentir a todos los que quieren escucharlos la posible culpabilidad de la madre.
En pocos días más se sabrá el dictámen de la policía acerca de quién fue el asesino o asesina. Ya está presente el cuerpo del delito, el cadáver de la niña, solamente falta conocer el móvil o razón de su muerte insólita.
No descartemos la posible locura de la madre, solamente así explicaremos este filicidio inexplicable.
Esa mirada perdida de la madre, me da mala espina. Es pura intuición no tengo las pruebas periciales en que apoyar mi dicho, solamente digo...
Si yo pudiera le diría al oído...
Si yo pudiera le diría al oído que me encanta su cuerpo y que me perturba verla tan seguido y no poder tocarla. Pero no me atrevo hacerlo por pura timidez de mi parte, me cohibe su estatura, ella es más alta que yo, y eso me resta impulso para avanlanzarme sobre ella cuando estamos a solas en la cocina.
Cuando voy a su casa ocurre algo lindo en esos breves intercambios de besos de bienvenida, ella me dice al oído, --qué placer el verte de nuevo--, y yo le respondo al oído también, --el gusto mayor es para mi--. Son más que meros cumplidos, son los verdaderos deseos de algo puramente sexual.
Estando en su casa, nuestras miradas se cruzan a cada rato, pero siempre en forma discreta. No queremos que nadie se percate de este juego erótico, porque su familia es algo conservadora, fervorosos fieles de la iglesia católica. Siempre estoy presente en las fiestas familiares que se dan frecuentemente en su casa, ya que ella tiene siete hermanos varones, y siempre se dan las fiestas en casa de ella porque es la rica de la familia y posee una bella residencia, muy espaciosa y bien ubicada en una zona elegante de la ciudad.
Yo fui compañero de su hermano mayor en la universidad privada donde estudiamos juntos cinco años, y él siempre me invita a que vaya a casa de su hermana a amenizar las fiestas, porque canto ranchero acompañado de mariachi, y esa música les fascina a todos, más cuando los tragos de tequila han sido demasiados, por ello me tienen como su invitado especial en todas las celebraciones de esa enorme familia.
Si yo pudiera le diría al oído: --Mi reina, quisiera comerte a besos enterita. hacerte el amor toda la noche y olvidarnos del mundo--.
Mientras ella circula por la gran sala de su casa ofreciendo bebidas y comida a los treinta invitados normales a esas reuniones, acompañada de un mesero con dos charolas, yo la sigo con la mirada de manera disimulada y si ella se da cuenta voltea y me mira maliciosamente directamente a los ojos, por breves segundos.
Han sido varios años en que ella y yo nos gustamos en silencio, y el juego siempre es el mismo, miradas furtivas y sonrisas discretas de ambos lados. Pero en esta ocasión el juego se rompió definitivamente, era el día de su cumpleaños, festejaba su medio siglo de vida enmedio de toda su parentela, ahora habían asistido casi cien personas. Mucho alcohol, demasiada comida, varios meseros, y música ranchera a mi cargo toda la noche.
Después de dos horas continuas de canto a grito pelado, los mariachis y yo solicitamos un descanso necesario a la concurrencia, la mayoría quería seguir cantando todas las canciones de Juan Gabriel y José Alfredo Jiménez. En ese intermedio se dispuso poner música grabada para bailar. Y todos tambaleándose de borrachos salieron a bailar a una pista improvisada enmedio de la enorme sala, no en parejas sino cada quien por su lado.
Le dije a ella, que estaba eufórica con su magnifica fiesta, --te espero en la cocina--, y ella me contestó, --te alcanzo en un par de minutos--.
Si yo pudiera le diría al oído... te deseo como a nadie he deseado en el mundo, y era verdad en ese momento. Y luego pasaría a la acción, besarla hasta hacerle sangrar los labios, abrazarla hasta sofocarla, mirarla largamente a los ojos y mostrarle la fiebre del deseo que me consumía desde que le canté "Amor eterno" y ella lloró.
En la cocina se había reunido un pequeño grupo de mujeres a charlar, unas siete, que no querían seguir escuchando las conversaciones estúpidas de sus maridos borrachos. Así que yo era el único varón en ese ambiente femenino, cuando ella se asomó por la puerta todas ellas la atrajeron hacia mi, diciéndole: "Este hombre te cantó tan lindo todas las canciones que le pediste, que se hace merecedor de un premio de tu parte". Ella sonrió con el rostro enrojecido de emoción y la mirada viva, con esas pupilas dilatadas en señal de aprobación y gusto por mi.
Se acercó directamente a mi, con esos pasos seguros y ese cuello erguido, envuelta en ese maravilloso vestido hindú, una especie de "sari", y con esos cabellos rubios sueltos hasta los hombros y con esa sonrisa que me derrite siempre...
Yo me quedé de una sola pieza, enmedio de la cocina y de un animado grupo de mujeres de más de cuatro décadas, que no paraban de gritar: "Beso, beso, beso..." Ella acercó sus labios a los mios y nos besamos largamente con el consiguiente júbilo de todas esas mujeres. Acercamos suavemente nuestros cuerpos excitados y nos agitamos levemente durante el largo beso en la boca.
Al separarnos, para mi fue una eternidad lo que duró ese beso maravilloso, ella volvió de inmediato a la reunión que en su mayoría se efectuaba en la enorme sala, y pidió: "Que regresen los mariachis y el cantante" Yo volvía a la sala con las piernas temblorosas y una mirada extasiada, cuando ella me pidió: "cántame, Sin tí", la complací, y se puso a sollozar sin parar.
Si yo pudiera le diría al oído: "mi amor, ¿qué te pasa?" Y sin esperar respuesta, la tomaría de las manos y la llevaría a mi automóvil a un hotel simpático y discreto en La Antigua, Guatemala, que acabo de conocer casualmente en un desayuno organizado por mis hermanas en honor a mi, ahora que volví a la patria después de un largo éxilio voluntario.
No la pude abrazar ni decirle nada al oído, porque su marido y sus tres hijos adolescentes se apresuraron a abrazarla y contenerla, nos miramos y todo quedó en esas enormes ganas de faltar a la moral, a la de ella.
Cuando voy a su casa ocurre algo lindo en esos breves intercambios de besos de bienvenida, ella me dice al oído, --qué placer el verte de nuevo--, y yo le respondo al oído también, --el gusto mayor es para mi--. Son más que meros cumplidos, son los verdaderos deseos de algo puramente sexual.
Estando en su casa, nuestras miradas se cruzan a cada rato, pero siempre en forma discreta. No queremos que nadie se percate de este juego erótico, porque su familia es algo conservadora, fervorosos fieles de la iglesia católica. Siempre estoy presente en las fiestas familiares que se dan frecuentemente en su casa, ya que ella tiene siete hermanos varones, y siempre se dan las fiestas en casa de ella porque es la rica de la familia y posee una bella residencia, muy espaciosa y bien ubicada en una zona elegante de la ciudad.
Yo fui compañero de su hermano mayor en la universidad privada donde estudiamos juntos cinco años, y él siempre me invita a que vaya a casa de su hermana a amenizar las fiestas, porque canto ranchero acompañado de mariachi, y esa música les fascina a todos, más cuando los tragos de tequila han sido demasiados, por ello me tienen como su invitado especial en todas las celebraciones de esa enorme familia.
Si yo pudiera le diría al oído: --Mi reina, quisiera comerte a besos enterita. hacerte el amor toda la noche y olvidarnos del mundo--.
Mientras ella circula por la gran sala de su casa ofreciendo bebidas y comida a los treinta invitados normales a esas reuniones, acompañada de un mesero con dos charolas, yo la sigo con la mirada de manera disimulada y si ella se da cuenta voltea y me mira maliciosamente directamente a los ojos, por breves segundos.
Han sido varios años en que ella y yo nos gustamos en silencio, y el juego siempre es el mismo, miradas furtivas y sonrisas discretas de ambos lados. Pero en esta ocasión el juego se rompió definitivamente, era el día de su cumpleaños, festejaba su medio siglo de vida enmedio de toda su parentela, ahora habían asistido casi cien personas. Mucho alcohol, demasiada comida, varios meseros, y música ranchera a mi cargo toda la noche.
Después de dos horas continuas de canto a grito pelado, los mariachis y yo solicitamos un descanso necesario a la concurrencia, la mayoría quería seguir cantando todas las canciones de Juan Gabriel y José Alfredo Jiménez. En ese intermedio se dispuso poner música grabada para bailar. Y todos tambaleándose de borrachos salieron a bailar a una pista improvisada enmedio de la enorme sala, no en parejas sino cada quien por su lado.
Le dije a ella, que estaba eufórica con su magnifica fiesta, --te espero en la cocina--, y ella me contestó, --te alcanzo en un par de minutos--.
Si yo pudiera le diría al oído... te deseo como a nadie he deseado en el mundo, y era verdad en ese momento. Y luego pasaría a la acción, besarla hasta hacerle sangrar los labios, abrazarla hasta sofocarla, mirarla largamente a los ojos y mostrarle la fiebre del deseo que me consumía desde que le canté "Amor eterno" y ella lloró.
En la cocina se había reunido un pequeño grupo de mujeres a charlar, unas siete, que no querían seguir escuchando las conversaciones estúpidas de sus maridos borrachos. Así que yo era el único varón en ese ambiente femenino, cuando ella se asomó por la puerta todas ellas la atrajeron hacia mi, diciéndole: "Este hombre te cantó tan lindo todas las canciones que le pediste, que se hace merecedor de un premio de tu parte". Ella sonrió con el rostro enrojecido de emoción y la mirada viva, con esas pupilas dilatadas en señal de aprobación y gusto por mi.
Se acercó directamente a mi, con esos pasos seguros y ese cuello erguido, envuelta en ese maravilloso vestido hindú, una especie de "sari", y con esos cabellos rubios sueltos hasta los hombros y con esa sonrisa que me derrite siempre...
Yo me quedé de una sola pieza, enmedio de la cocina y de un animado grupo de mujeres de más de cuatro décadas, que no paraban de gritar: "Beso, beso, beso..." Ella acercó sus labios a los mios y nos besamos largamente con el consiguiente júbilo de todas esas mujeres. Acercamos suavemente nuestros cuerpos excitados y nos agitamos levemente durante el largo beso en la boca.
Al separarnos, para mi fue una eternidad lo que duró ese beso maravilloso, ella volvió de inmediato a la reunión que en su mayoría se efectuaba en la enorme sala, y pidió: "Que regresen los mariachis y el cantante" Yo volvía a la sala con las piernas temblorosas y una mirada extasiada, cuando ella me pidió: "cántame, Sin tí", la complací, y se puso a sollozar sin parar.
Si yo pudiera le diría al oído: "mi amor, ¿qué te pasa?" Y sin esperar respuesta, la tomaría de las manos y la llevaría a mi automóvil a un hotel simpático y discreto en La Antigua, Guatemala, que acabo de conocer casualmente en un desayuno organizado por mis hermanas en honor a mi, ahora que volví a la patria después de un largo éxilio voluntario.
No la pude abrazar ni decirle nada al oído, porque su marido y sus tres hijos adolescentes se apresuraron a abrazarla y contenerla, nos miramos y todo quedó en esas enormes ganas de faltar a la moral, a la de ella.
domingo, 4 de abril de 2010
La neomanía mal de muchos.
En esta sociedad caracterizada por el hiperconsumo, resulta angustiante confrontar sus ansias de comprar lo que sea cuando todo está cerrado por causa del feriado obligado de la Semana Santa.
El consumismo está inscrito en el ADN de los habitantes de las grandes urbes, les da sentido a sus vidas miserables. Esta semana pasada, cuando todos se largan al campo y al mar, el comercio cesa su movimiento febril de siempre, apaga los anuncios de gas neón y cierran las cortinas de sus aparadores, generando desesperación en las personas que no pudieron disfrutar de las vacaciones en otros sitios lejanos a sus hogares, porque deseaban salir aunque sea a "vitriniar" a los centros comerciales, como única diversión y no pudieron porque todo estaba cerrado.
La neomanía es una enfermedad de las sociedades modernas y quiere decir que todos los habitantes consumistas aspiran a tener "lo último", su compulsión por comprar es inevitable. Son personas de todas las edades que desean poseer "lo más nuevo de todo", este mal cunde mayoremente entre los niños y los jóvenes de ambos sexos.
Todos estos consumistas enfermos quieren estar a la "última" moda en todo: teléfono celular, música, aparatos electrónicos, vestimentas, zapatos, accesorios, literatura, cine, autos, comidas exóticas, bebidas embriagantes, cigarrillos, drogas, dietas para adelgazar, etcétera. Ilusos que no se dan cuenta que en una sociedad como la nuestra, nada es la "última moda", ya que siempre la industria de bienes y servicios está planeando que ofrecer a sus clientes después de que agoten lo "último".
En el gran imperio de la moda, todos esos sujetos consumistas son vasallos o esclavos. La moda va y viene, de lo retro a lo futurista, nada hay nuevo bajo el sol dicen los diseñadores de ropa y zapatos.
La vida útil de los bienes por lo general sobrevive a la utilidad que tiene para el consumidor. Pero si son usados repetidamente, los bienes adquiridos frustran la búsqueda de la variedad, y el uso sostenido hace que pierdan su lustre y su brillo. Pero lo que ignoran los consumidores compulsivos es que los fabricantes de los objetos los diseñan bajo el principio de la obsolescencia, que significa que los objetos tendrán una duración determinada y después de ese corto periodo de vida el objeto se descompone y es necesario tirarlo a la basura y adquirir uno nuevo, incluyendo los automóviles.
Pobres aquellos que, por escasez de recursos, están condenados a usar bienes que ya no prometen sensaciones nuevas e inexploradas, como puede ser la ropa y los zapatos pasados de moda. Pobres aquellos que por la misma razón quedan adheridos a uno solo de esos bienes sin poder acceder a la variedad inagotable que los rodea.
Ellos son los excluidos de la sociedad de los consumidores, son los consumidores frustrados, los inadecuados e incompetentes, los fracasados. son los hambrientos consumidos en medio de la opulencia del festín consumista.
Son aquellos que babean frente a los aparadores llenos de novedades, sin tener conqué adquirirlas.
El consumismo está inscrito en el ADN de los habitantes de las grandes urbes, les da sentido a sus vidas miserables. Esta semana pasada, cuando todos se largan al campo y al mar, el comercio cesa su movimiento febril de siempre, apaga los anuncios de gas neón y cierran las cortinas de sus aparadores, generando desesperación en las personas que no pudieron disfrutar de las vacaciones en otros sitios lejanos a sus hogares, porque deseaban salir aunque sea a "vitriniar" a los centros comerciales, como única diversión y no pudieron porque todo estaba cerrado.
La neomanía es una enfermedad de las sociedades modernas y quiere decir que todos los habitantes consumistas aspiran a tener "lo último", su compulsión por comprar es inevitable. Son personas de todas las edades que desean poseer "lo más nuevo de todo", este mal cunde mayoremente entre los niños y los jóvenes de ambos sexos.
Todos estos consumistas enfermos quieren estar a la "última" moda en todo: teléfono celular, música, aparatos electrónicos, vestimentas, zapatos, accesorios, literatura, cine, autos, comidas exóticas, bebidas embriagantes, cigarrillos, drogas, dietas para adelgazar, etcétera. Ilusos que no se dan cuenta que en una sociedad como la nuestra, nada es la "última moda", ya que siempre la industria de bienes y servicios está planeando que ofrecer a sus clientes después de que agoten lo "último".
En el gran imperio de la moda, todos esos sujetos consumistas son vasallos o esclavos. La moda va y viene, de lo retro a lo futurista, nada hay nuevo bajo el sol dicen los diseñadores de ropa y zapatos.
La vida útil de los bienes por lo general sobrevive a la utilidad que tiene para el consumidor. Pero si son usados repetidamente, los bienes adquiridos frustran la búsqueda de la variedad, y el uso sostenido hace que pierdan su lustre y su brillo. Pero lo que ignoran los consumidores compulsivos es que los fabricantes de los objetos los diseñan bajo el principio de la obsolescencia, que significa que los objetos tendrán una duración determinada y después de ese corto periodo de vida el objeto se descompone y es necesario tirarlo a la basura y adquirir uno nuevo, incluyendo los automóviles.
Pobres aquellos que, por escasez de recursos, están condenados a usar bienes que ya no prometen sensaciones nuevas e inexploradas, como puede ser la ropa y los zapatos pasados de moda. Pobres aquellos que por la misma razón quedan adheridos a uno solo de esos bienes sin poder acceder a la variedad inagotable que los rodea.
Ellos son los excluidos de la sociedad de los consumidores, son los consumidores frustrados, los inadecuados e incompetentes, los fracasados. son los hambrientos consumidos en medio de la opulencia del festín consumista.
Son aquellos que babean frente a los aparadores llenos de novedades, sin tener conqué adquirirlas.
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