Mientras el presidente de México se fue hasta Sudáfrica a ver un partido de fútbol, en el país se daba nuevamente una gran matanza a manos del crimen organizado o el narcotráfico.
No es posible para la sociedad seguir viviendo la zozobra de un Estado que no brinda protección a sus ciudadanos, cuando ese es el principal objetivo de un Estado protector que cumple con sus obligaciones elementales.
Cuando se habla en el extranjero acerca de que México es "un Estado fallido", se está poniendo el dedo en la llaga. Porque en este país existen grandes extensiones geográficas en donde el Estado está ausente y en esas regiones inmensas dominan las bandas delincuenciales, con sus propias leyes.
La cifra de muertos por la violencia tiene una contabilidad macabra, en este año la suma supera a varios miles de individuos asesinados en la vía pública; y el gobierno actual no actua persiguiendo el delito, lo que permite sostener que la impunidad es el principal problema de la sociedad mexicana, ya que de diez delitos cometidos solamente uno de ellos es castigado por las leyes.
La espiral de violencia en México no tiene fin a corto plazo.
Por último, el secuestro del político de la derecha tradicional Diego Fernández de Cevallos, ya cumplió un mes y las autoridades policiacas no han dado con él.
El rumor, ante la falta de información oficial, asegura que el político derechista está en manos de una guerrilla de izquierda, quien exige por la libertad de Diego Fernández, la cantidad de quinientos millones de dólares (¡¡).
La verdad saldrá a relucir algún día, en tanto la sociedad se encuentra expectante ante los hechos, con una actitud de excepticismo extremo.
!!Qué país¡¡
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