Carlos Castresana era hasta hace unos días el fiscal de la Comisión Investigadora Contra la Impunidad en Guatemala(CICIG), y tuvo que renunciar por que los poderes ocultos, los que mueven los hilos del dinero y las influencias políticas en ese país, se inconformaron con su actuación.
Carlos Castresana, abogado oriundo de Madrid, fue designado por la ONU para ocupar ese cargo de fiscal y que le entrara a fondo a la resolución de tantos casos de impunidad que tiene acumulado esa pequeña nación centroamericana.
Castresana lo hizo bien, metió a la cárcel al ex-presidente de la república Alfonso Portillo, por el delito de malversación de fondos públicos durante el ejercicio de su mandato. La cifra es lo de menos, unos veinticinco millones de dólares, es posible que lo sustraído a las arcas del erario público sea mucho mayor, pero el gesto de actuar en contra de los que han delinquido en perjuicio del país, prendió la alarma entre los grupos de poder e inciaron una campaña de desprestigio y de amenazas de muerte para el fiscal español.
Guatemala pierde a un baluarte de la justicia, porque su vida corre peligro inminente.
La sensación que experimenta la sociedad ahora, es que el país vuelve ha ser tomado por el crimen organizado y las mafias institucionales. La corrupción seguira tan campante como siempre. !! Pobre Guatemala ¡¡
Estoy totalmente de acuerdo!
ResponderEliminarEsperemos que el curso irreversible de la historia de pauta a un mejor mañana para Guatemala...
Un fuerte abrazo
Carlos Cantú
Amigo de su hija Valeria hope con la cual algún día tuve oportunidad de tomar un café en la condesa acompañado por su presencia.