Todo está ya escrito en las bodas reales, incluso los diseños de los trajes de las novias. Kate Middleton se ha presentado hoy en la abadía de Weistminster con un vestido que recuerda, al menos en la parte superior, al que en su día vistió Grace Kelly en su boda con el príncipe Rainiero, celebrada en 1956.
El de Kate, ya princesa Catalina y duquesa de Cambridge, es un diseño de Sarah Burton la sucesora de Alexander MacQueen al frente de la firma que aún lleva el nombre del fallecido diseñados.
El vestido de Kate que pasará ya a la historia de los diseños nupciales regios tiene un cuerpo de tafetán de seda con escote palabra de honor y un sobre cuerpo de encaje con mangas largas ceñidas. La cola del traje, de solo 2,70 metros se quedó un poco pequeña dadas las dimensiones de la abadía de Westminister y es mucho más corta que la del vestido de Diana de Galesa que medía 7,2 metros.
Llamó la atención también el hecho de que Kate hubiera elegido llevar el pelo suelto, adornado con una diadema Cartier de 1936, cedida por la Reina, que la había recibido a su vez de la Reina Madre por su décimo octavo cumpleaños. La diseñadora Sarah Burton creó para Kate unas ceñidas mangas con abundante encaje y una cola de 2'70 metros, mucho más corta que el vestido de novia de Diana, que medía 7,02 metros
Pippa, hermana de la novia y su dama de honor, también lució un diseño de Sarah Burton a juego con el de la novia y fue la encargada de ir colocando bien la cola del vestido de Kate.
El de la novia fue el último modelo, de todos los que ayer se vieron en la abadía de Westminster, el último en aparecer ante los jos del mundo. Faltaban unos minutos para las 11 de la mañana (una hora más en España), cuando a través del cristal del Rolls Royce que la trasladó del hotel Goring a la iglesia pudo adivinarse que Kate había elegido llevar el pelo semirecogido y un velo de tul simple que se sujetaba a su cabeza por una tiara histórica, diseñada en 1936 por Cartier y que la reina Isabel II heredó cuando cumplió 18 años. Los pendientes de brillantes que ha lucido la novia son un regalo de sus padres.
La entrada de la novia ha estado precedida por la de la reina Isabel, con uno de sus típicos modelos de vestido, abrigo y sombrero, conjuntado todo en color amarillo, La madre de la novia, muy elegante de color azul, y Camila, duquesa de Cornualles en su habitual tono entre marfil de beige.
De todas las invitadas, la primera en impactar ha sido Victoria Beckham, con un diseño propio, un vestido de punto color azul noche que marcaba claramente su embarazo. La ex Spice, al igual que el resto de las invitadas se ha cubierto la cabeza. Unas, las menos han usado pamela, como Zara Phillips, la hija de la princesa real Ana, y las más tocados imposibles como los que han lucido Beatriz y Eugenia, las hijas del príncipe Andrés de Inglaterra y Sarah Ferguson. Las jóvenes, desde luego, han heredado el estilo de su madre.
Los caballeros han lucido frac o uniforme militar. El novio ha llevado su uniforme de las RAF (Royal Air Force) que le estaba un poco grande, Enrique, en del ejército de tierra al que pertenece y con el que obtuvo dos medallas tras su paso por Afganistán, en donde fue herido. El príncipe Carlos llevó su uniforme de la Armada británica y su padre, el príncipe de Edimburgo, el de las fuerzas aéreas.
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