Uno de cada cinco jóvenes españoles (el 19,1 por ciento) se confiesa "no creyente" o "agnóstico", según un estudio sobre las creencias y prácticas religiosas elaborado por el Instituto de la Juventud (Injuve), que ha subrayado que en esta etapa de edad la religión se percibe como "un asunto privado".
Esta cifra de jóvenes no creyentes se corresponde a noviembre de 2010 y es el porcentaje más elevado desde que se recogieron datos de personas con edades entre los 15 y 29 años, por primera vez en 1967.
Según el informe publicado por Injuve en su página web, el 10,3 por ciento de los jóvenes se declara "católico practicante" mientras que el 44,8 por ciento se presenta como "católico no practicante". Asimismo, la encuesta ha detectado un 7,2 por ciento de "indiferentes" respecto a la religión, un 9,6 por ciento de "ateos" y un 7,7 por ciento de jóvenes que profesan otras religiones.
La religión, un asunto privado
El director general del Injuve, Gabriel Alconchel, ha explicado que para la juventud en España la religión es, cada vez más, un "asunto privado sin apenas trascendencia sobre los comportamientos y posiciones que mantienen en otros aspectos de su vida como la política, la familia, la educación o su sexualidad".
Ante el incremento de los no creyentes, Alconchel ha defendido que la laicidad no se opone a la religión porque "garantiza que todas las personas puedan practicar la religión que deseen en un contexto de igualdad".
De acuerdo con los datos del Injuve, el número total de católicos jóvenes ha ido descendiendo paulatinamente desde 1975, y de forma más brusca desde 2002 hasta nuestros días, período en el que el porcentaje de practicantes se ha reducido precipitadamente a favor de los no practicantes. Además, en los últimos ocho años la tasa total de católicos se ha reducido en un 10 por ciento.
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