Ámsterdam mantendrá la venta de cannabis a los turistas
El alcalde asegura que no aplicará la ley que limita la venta de esta droga a los residentes
EFE
Bruselas
1 NOV 2012 - 14:20 CET6
Un hombre fuma cannabis en un 'coffeeshop'. / REUTERS
El alcalde de Ámsterdam, Eberhard van der Laan, asegura que los
turistas extranjeros que visitan la capital holandesa podrán acceder a
los 220 establecimientos de la ciudad en los que está permitida la venta
de cannabis, pese a que una ley estatal aprobada en diciembre de 2011 obliga a prohibirles la entrada. Según ha declarado el regidor al diario Volkskrant,
los laboristas y liberales que integran el equipo de Gobierno del
Ayuntamiento han llegado a ese acuerdo para evitar el cierre de muchos
de estos locales.
El pasado mayo entró en vigor en tres provincias del sur de Holanda (Brabante, Limburgo y Zeelandia) la ley estatal que limita la venta de cannabis a los residentes. La norma, aprobada por el Gobierno como una medida para luchar contra el llamado "turismo de la droga", debería aplicarse en todo el país a principios de 2013, pero Ámsterdam se resiste. La capital holandesa, donde se concentra la tercera parte de los coffeeshops, recibe anualmente unos siete millones de turistas, de los que se calcula que aproximadamente medio millón visitan estos establecimientos.
Van der Laan precisa que el acuerdo alcanzado en el Ayuntamiento mantendrá "técnicamente" el criterio de residencia para adquirir cannabis en los coffeeshops, pero su aplicación se realizará en concertación con los municipios afectados". El alcalde considera que la limitación podría "hacer que aumenten los robos y las peleas, y no habría control sobre la calidad de esa droga".
En diciembre de 2011, el Tribunal de Justicia de la UE respaldó la decisión del municipio holandés de Maastricht de prohibir el acceso a los coffeeshops a los no residentes en Holanda, con el fin de luchar contra el turismo de la droga. La corte de Luxemburgo se pronunciaba así ante un litigio entre el propietario de uno de estos establecimientos en Maastricht y las autoridades del municipio, que ordenaron cerrar el local por no respetar su decisión de restringir el acceso a los residentes holandeses.
La despenalización del consumo de cannabis en Holanda data de 1976. El modelo ha sido presentado como un éxito desde entonces, porque ha separado los mercados de droga blanda y dura, así como la venta clandestina. La norma sí penaliza el tráfico, la posesión y la venta de más de 30 gramos.
El pasado mayo entró en vigor en tres provincias del sur de Holanda (Brabante, Limburgo y Zeelandia) la ley estatal que limita la venta de cannabis a los residentes. La norma, aprobada por el Gobierno como una medida para luchar contra el llamado "turismo de la droga", debería aplicarse en todo el país a principios de 2013, pero Ámsterdam se resiste. La capital holandesa, donde se concentra la tercera parte de los coffeeshops, recibe anualmente unos siete millones de turistas, de los que se calcula que aproximadamente medio millón visitan estos establecimientos.
Van der Laan precisa que el acuerdo alcanzado en el Ayuntamiento mantendrá "técnicamente" el criterio de residencia para adquirir cannabis en los coffeeshops, pero su aplicación se realizará en concertación con los municipios afectados". El alcalde considera que la limitación podría "hacer que aumenten los robos y las peleas, y no habría control sobre la calidad de esa droga".
En diciembre de 2011, el Tribunal de Justicia de la UE respaldó la decisión del municipio holandés de Maastricht de prohibir el acceso a los coffeeshops a los no residentes en Holanda, con el fin de luchar contra el turismo de la droga. La corte de Luxemburgo se pronunciaba así ante un litigio entre el propietario de uno de estos establecimientos en Maastricht y las autoridades del municipio, que ordenaron cerrar el local por no respetar su decisión de restringir el acceso a los residentes holandeses.
La despenalización del consumo de cannabis en Holanda data de 1976. El modelo ha sido presentado como un éxito desde entonces, porque ha separado los mercados de droga blanda y dura, así como la venta clandestina. La norma sí penaliza el tráfico, la posesión y la venta de más de 30 gramos.
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